Capítulo corto 4
Entre silbidos y extrañas danzas, el chico continuó con su camino, pensó en volver a casa porque se cierta forma se sentía satisfecho, pero pensó que podría sentirse más satisfecho si acababa con la vida de alguien.
-Veamos- dijo mientras contemplaba varios caminos.
Se entristeció un poco al notar que no había nadie, hasta que vio una sombra de alguien caminar a lo lejos, apenas y podía distinguirse gracias a las luces de los faros.
Una repentina alegría lo invadió, de esta manera podía sentirse tan vivo. Sin pensarlo dos veces comenzó a correr, como si fuese un cazador en busca de su presa.
La otra persona sintió temor, quién correría a esa hora? Se sentía estúpido por haber salido de su casa. De forma instantánea comenzó a correr, por lo que sentía que era su vida.
La risa del chico hacía eco en las oscuras carreteras, mientras pasaba, las luces de los faros titilaban, algunas se apagaban y las bombillas de otras explotaban, como si le tuviesen temor y supiesen lo que muy pronto acontecerá, apagaban sus luces, para no ver la sangre que en poco tiempo será derramada.
Parecía una pesadilla, un cuento de horror... simplemente algo irreal. Algunas personas ven la muerte como algo lejano que no les afectará, piensan que hasta la vejez les sobrevendrá, no esperan toparse cara a cara con la muerte, o con aquél que acabará con su vida.
Sus piernas comenzaban a flaquear mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, sintiendo que estas las quemaban.
-Por qué mejor no te rindes y te entregas a mí?- dijo el chico mientras reía a carcajadas.
No. No se daría por vencido, no iba a morir ese día, se negaba a hacerlo.
A pesar de que no tenía aire en sus pulmones, intentó gritar con todas sus fuerzas.
-Nadie vendrá por ti, no le importas a nadie.
Sus hijos, pensó en ellos. Debió dedicarles más tiempo, ahora su esposa se encontraba con ellos en casa, mientras él fue idiota y salió a revolcarse con su amante. Ahora se arrepentía, aunque tal vez fuese demasiado tarde.
-Tengo hijos!- le gritó de vuelta, esperando que su asesino tuviese un poco de piedad, pero no recibió respuesta, ni siquiera escuchaba sus pisadas, tal vez lo había perdido.
Se sintió aliviado, pero eso no lo hizo detenerse. Ahora solo deseaba llegar a casa, sin embargo, el chico apareció frente a él, cómo lo había hecho?
El hombre lo vio aterrorizado, intentó correr pero el chico lo tomó de la parte trasera de su abrigo y lo jaló hacia atrás, provocando que cayera.
-Tengo hijos- repitió al borde de las lágrimas, provocando que el chico comenzara a reír.
-Y ese te importó? Creo que no pensaste en ellos cuando tomaste la decisión de pasar un tiempo con tu amante- le dijo el chico le propinaba una fuerte patada en el estómago, provocando que el hombre comenzara a toser.
-Juro no volver a hacerlo.
-No estoy aquí para calificar tus pecados o juzgarte, vine con el deseo de derramar sangre. Crees que un asesino juzgaría a alguien más? Ambos somos pecadores y tanto tú como yo, vamos a arder en las llamas del infierno, pero tú lo harás más pronto- dijo mientras reía nuevamente.
-No, por favor- comenzó a suplicar.
-Suplícame más, eso me encanta- dijo con una sonrisa.
El hombre apenas podía observar los ojos del chico por la luz del faro que titilaba. Locura, era lo único que veía en ellos.
-Apágate- exclamó el chico y la bombilla estalló.
Sin decir nada más, sacó un cuchillo de su abrigo, él mismo había hecho diferentes bolsas en este para guardar sus amadas herramientas.
El hombre intentó ponerse de pie, pero el chico lo derribó con una sola patada.
-Qué debería hacer contigo? Me gustaría la idea de cortar tus brazos, así ya no podrás abrazar a tus hijos ni tocar el cuerpo de tu amante. Hoy estuve acariciando a mi chica y vaya... eso sería un tremendo castigo- dijo el chico mientras reía ligeramente.
El chico volvió a golpear al hombre, el cual intentaba defenderse sin obtener éxito.
-Por favor- suplicó nuevamente.
-Basta! Hablas demasiado, me estoy hartando- dijo mientras le daba una patada en la cara.
Se agachó rápidamente y vendó su boca para que dejara de hacer ruido, luego lo arrastró de la parte trasera del abrigo hacia la contrucción de un edificio, para luego atarlo a un poste al igual que sus manos.
El hombre simplemente cerró los ojos, sabía que el chico no tendría piedad, iba a morir y punto, pensó que quizá se lo merecía que era lo que tenía que pagar por sus errores.
El chico vio su cuchillo con felicidad, por supuesto, antes debía probar el filo del mismo, por lo que hizo unos cortes en el brazo del hombre, estaba perfecto.
Para darle un poco de emoción, decidió comenzar cortando sus dedos, le encantaba verlos caer en el suelo y ver al hombre que mordía la venda en su boca desesperado.
La sangre comenzaba a bajar por su brazos.
Pensó que un cuchillo no sería suficiente para cortar su brazos, cómo haría para cortar sus duros huesos?
Ingresó a una pequeña bodega que poseía el edificio y vio algunas de las herramientas, entre ellas una hermosa motocierra, lo que hizo que comenzara a saltar de la felicidad, pero luego se dirigió nuevamente hacia el hombre, quien lo vio con terror y comenzó a moverse.
Primero cortó su brazo izquierdo, provocando que su ropa se salpicara de sangre al igual que su rostro, talvez sí estaba realmente demente, talvez.
Luego cortó el otro, incrementando las salpicaduras de sangre.
El hombre parecía estar en agonía, probablemente por la gran pérdida de sangre.
El chico vio la motocierra y pensó que sería realmente genial abrir su estómago con ella, y así lo hizo, generando que algunos órganos salieran de este, pero eso no era suficiente, por lo que también cortó sus piernas en cuatro y finalmente su cabeza, introduciendo esta última en su estómago.
"Talvez debería hacer una obra artística", pensó, por lo que a como pudo, ató los brazos y las piernas del hombre al lado arriba de su cabe... bueno, ahora hombros.
Escribió una nota y la metió dentro de lo que alguna vez fue algún órgano del cuerpo, porque se encontraba algo desfigurado por la motocierra, y lo metió en el estómago de lo que fue un hombre.
La nota decía:
"Un hermoso florero de brazos y piernas para mi hermosa Valery.
Con cariño,
H."
Contempló su trabajo y partió satisfecho. Mañana temprano observaría las noticias mientras tomaba su delicioso café caliente.
*****
Y bueno, aquí está el capítulo.
La próxima semana subiré dos, pero quería preguntarles si les gustaría un capítulo corto de Edward internado en el psiquíatrico? Si ese fuera el caso, subo primero ese o el capítulo 23?
Creo que eso es todo, solo espero que les haya gustado el capítulo. Hasta la próxima semana 😊✌
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