Capítulo 17
Realmente amaba salir a las tres de la madrugada, el clima era perfecto y ver las oscuras y vacías calles me transmitían una extraña satisfacción.
Las luces de los faros se apagaban conforme me acercaba a ellos, sabían bien quién era.
A cualquiera le asustaría caminar a esa hora, pero cariño, yo soy la mejor representación de la oscuridad y soledad, temor a qué? Incluso los mismos demonios me temen en el infierno, no existe al menos uno de ellos que no tiemble ante mi presencia.
Una chica desaliñada llora sentada en una de las gradas de un edificio, está frustrada, desesperada, probablemente se arrepiente de alguno de sus errores. Pienso durante unos segundos de deshacerme de su miserable vida, pero decido desechar esa idea, esa labor no me corresponde, de todas formas no creo que se tarde mucho en tomar esa decisión ella misma.
Paso desapercibido entre la carretera, como si fuese una sombra más producto de la oscuridad, la cual me envuelve con sus brazos, está orgullosa de mí, ella es mi compañía y yo la suya.
Comienzo a silvar, me siento complacido y satisfecho. Pronto me dan ganas de cantar y bailar, giro y giro sin parar, tropiezo y caigo pero me vuelvo a levantar, el gozo me inunda y mi corazón palpita con fuerza.
Minutos antes de que salga el sol, me despido de mi compañía y decido marcharme, esperando con ansias la siguiente madrugada.
Veo mi reflejo en el espejo, parezco cansado pero no lo estoy, echo un poco de agua en mi rostro y luego decido descansar un poco.
***
Valery, Valery, Valery
Mi mente parece girar en torno a ella, tal vez es porque no tengo nada que hacer.
Lo que al inicio era un juego se volvió una realidad, realmente me preocuoaba por ella pero parecía no entenderlo, intentaba alejarla del peligro, aunque en realidad se acercaba cada vez más a él, la atraía como si fuese un imán.
Tal vez sea hora de visitarla.
Me acuesto sigilosamente a su lado, pero ella parece notar mi presencia y se asusta un poco, pero la envuelvo con mis brazos mientras la acerco más a mí cuerpo, nuestras respiraciones se mezclan, la de ella parece un poco más tranquila.
Observo sus largas pestañas, su nariz, cabello y labios, de pronto el deseo de besarla se hace cada vez más fuerte, realmente quiero hacerlo, mi respiración se torna irregular y mi corazón de agita y palpita cada vez con más fuerza.
Acerco un poco más mi rostro al suyo, pero ella parece notar mi cercanía, sus ojos se abren y me ve directamente a los ojos.
Pensé que se asustaría, pero no lo hace, tal vez ella también lo desea.
Ve mi rostro por unos cuantos segundos y baja su mirada hacia mis labios, por lo que decido hacerlo.
Cierro el poco espacio que quedaba entre nuestros cuerpos y rostros, uno sus labios con los míos, siento como si encajaran a la perfección, ella está hecha para mí, puedo sentirlo.
El beso se vuelve un poco más apasionado y el deseo de querer aún más me invade, pero ambos nos separamos por unos segundos para respirar, pero luego volvemos a besarnos, esta vez me encuentro sobre ella mientras me apoyo con los brazos para no aplastarla con mi peso.
Tengo sed de sus labios, una sed completamente insaciable la cual me está enloqueciendo cada vez más, quiero besar cada centímetro de su piel, pero sé que eso no será posible.
Nos volvemos a separar y ella me abraza, sé que va a susurrar algo en mi oído y eso hace que me estremecer "Te quiero Edward".
Siento como la magia desaparece y mi sangre hierve, intento tranquilizarme pero no lo logro, debo hacerla mía.
La beso con ferocidad, aunque ella me aparte unos segundos después, me siento confundido.
-No podemos hacer esto- susurra.
-En los sueños todo es posible cariño.
-Es esto un sueño?- pregunta con ojos dudosos.
- Claro.
Ella vuelve a besarme y ambos perdemos el control de nuestras acciones, en cuanto vuelvo en mí, la he hecho mía, a pesar de que ella creía que era Edward, la satisfacción me envuelve, le he ganado.
La abrazo y beso su cabeza, probablemente era el mejor día de mi miserable vida o quizás muerte.
Todo se derrumba en cuanto abro los ojos, estoy junto a ella, pero nunca sucedió nada a parte de los besos, mi mente me ha traicionado, realmente se había tratado de un sueño, ella estába tan lejos de mi alcance que mi corazón dolía.
Sus labios encajaban perfectamente con los míos, pero los de mi hermano eran una copia exacta, talvez ella no me pertenecía, pero de todas formas intentaba deshacerme de esa idea y me aferraba a la que en realidad era mía.
Ella me llamaba por el nombre de mi hermano y resultaba doloroso, no lo haría si estuviese completamente consciente, pero su mente también le había jugado una mala pasada, ella lo recordaría como algo irreal, como si hubiese sido un sueño con mi hermano y hizo me destrozaba.
"Te quiero" susurré, aunque sabía que ella ni siquiera lo habia escuchado.
En cuanto finalmente se despierta me ve horrorizada, ella me teme y me odia, lo que hace que mi herida en el pecho crezca, yo solo quiero estár con ella por siempre, pero mis sentimientos no son correspondidos.
-Qué haces aquí?- me pregunta mientras se levanta para crear distancia entre ambos.
-A caso no puedo ver a mí chica?- digo intentando mostrarme fuerte, no quiero ser vulnerable ante ella.
-Déjame en paz.
Su mirada de desaprobación me duele, realmente lo hace.
-No te permito soñar con mi hermano- le digo molesto.
-Cómo lo sabes?- pregunta sorprendida y asustada.
-Yo lo sé todo, no dejaste de susurrar su nombre.
-Lo dices porque nunca susurraré el tuyo, lo quiero a él y no a ti, entiende.
Sus palabras me caen como un balde con agua fría, lo odio, odio a Edward.
-Él debería morir- grito mientras comienzo a lanzar todo lo que hay en su habitación.
-Detente Harry!- grita asustada.
Se posiciona frente a mí y toma mis brazos para que deje de lanzar cosas.
Está realmente asustada, me ve con temor a ser golpeada por mí, aunque sé que sería incapaz de ser algo así.
Todo mi cuerpo está tenso, pero veo una vez más sus ojos y me doy cuenta de que realmente debo detenerme.
Cierro mis ojos por unos segundos y la abrazo, al principio ella intenta alejarse, pero la presiono más hacia mi cuerpo.
-Bésame- le ordeno aún molesto.
Ella parece dudarlo, pero me ve tan furioso que decide hacerlo.
En cuanto se aleja de mí le ordeno susurrar mi nombre, lo que ella obedientemente hace "Harry".
Le sonrío y me alejo de ella.
-Te quiero- dejo escapar de mis labios mientras acaricio su cabello.
Ella me ve algo sorprendida y dudosa por mi confesión, estoy siendo sincero, es algo que ella probablemente notó.
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Hola, espero que les haya gustado el capítulo.
Mañana actualizaré 👐, qué les parece un capítulo con el punto de vista de Edward?🌚
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