No soy tan dulce como parezco.
Es mejor que no me jodas.
(I Sream - Melanie Martínez ft. STP)

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Paseaba por el vecindario solo, así soy yo. Acababa de tener una pelea con mi novia Kikyo, se quejaba de mi forma de ser y la mandé al diablo. No sé. Posiblemente terminemos pronto a menos que ella ponga una excusa.

Oí una melodía de xilofono acercarse que me sacó de mis pensamientos.
Era el carro de los helados haciendo su recorrido de todos los días.

Los niños pequeños se acercaron con las intenciones de comprar helado.
Será mejor que los aprovechen ya que las vacaciones y el verano se están terminando.

Me detuve de mi paseo, no tenía otra cosa mejor que hacer, luego de que todos los niños compraran lo suyo, compraría algo yo.

Cuando el carro se detuvo la ventana se abrió, me sorprendí tanto al ver quien estaba ahí, me guardaría las risas para después.

No lo dude y me puse al final de la fila.
Ya llegó mi turno.

-Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí -dije en tono burlón y con una gran sonrisa. -¿Este es tu grandioso trabajo de verano, Koga?

-Grrrr Inuyasha -susurró el chico azabache. - ¡Sí! Así es, este es mi grandioso trabajo. -afirmó seguro de si mismo en voz alta.

-Ay que bonito, el lobo sarnosito es heladero. Oh pero no te lo tomes a mal, vender helados a los niños es mejor que pintar casas o pasear perros

-Tú los has dicho. ¿Comprarás o solo viniste a fastidiar? Esta es mi ultima parada y ya me quiero ir a casa.

-Genial... pediré una paleta de chocolate. Ey, luces agotado, te pagaré el refrigerio que quieras. -Dicho esto, saqué mi billetera y sí, realmente estaba dispuesto a pagarle un jodido helado al jodido Koga.

El sarnoso cerró la ventana y abrió la puerta trasera, bajó a la calle y tenía en mano mi paleta y un cono de vainilla.

-Que generoso te pusiste. -me entrega lo que es mio y luego me da una palmada en la espalda.

-¡AAJ! -grité por el impacto

-Hey, no grites perra. -Koga se sentó en la vereda de la calle - Van a pensar los vecinos que te estoy violando.

-Feh, ya sabes que no me gusta mucho el contacto - me senté también y comencé a comer

-Solo eres una perra que se hace el delicado

-Y tú un sarnoso heladero culiado.

-No más que tú , dulce perra fría y esquinera -me sacó la lengua

Mordí el helado con coraje pensando en que contestarle pero nada se me ocurrió al instante. Además de que se me congeló el cerebro.

Él sonrió triunfal ante mi silencio y prosiguió a tomar su helado.

Cuando volví en sí, me apresuré a terminarme la paleta, mientras Koga iba por la mitad.

-¡Yo no soy dulce! -le reproche, listo para seguir discutiendo

-Ah, entonces no niegas ser una fría perra esquinera - con una velocidad increible se acerco hasta quedar frente a frente conmigo. - cuando hagas descuento me llamas así te echo mi crema encima jeje -sin dejarme reaccionar mancho mis labios con su helado y luego le dió una lamida.

Mis mejillas ardieron al instante y me quedé sin habla. Antes de que pudiera hacer algún movimiento el sarnoso se escondió dentro del carro.

Pude escuchar que se reía mientras encendía el vehículo y la música sonaba de nuevo.

Y yo reaccione tarde pero seguro, pegué un grito por el asco.

¡Que maldito! ¡Me las pagará la próxima que lo vea! ¡Seré yo quien le eche crema encima! Y no hablo de comestibles. ¡Feh!