9
Hace unos días June se habría sentido feliz de que los dos hubiesen mantenido su amistad secreta, aunque para él fuera frustrante saber muy poco sobre esta misma. Pero ahora ella cree que la pudieron haber mantenido secreta por vergüenza o miedo a que los fueran a criticar. Sin embargo, June no creía que estas fueran las razones por las cuales mantuvieron su amistad privada. Intentó aceptar que su interior le decía que había una buena razón, y no particularmente la de estar avergonzados del otro.
—Aprendes muy rápido June —comentó Dimitri mientras jugaba con un lápiz entre sus dedos.
—Creo que estoy volviendo a recordar cómo tocar el violín —mencionó y miró a Calum por la ventana de la puerta, este se encontraba haciendo unas llamadas.
June había decidido empezar con el violín pues solo Dimitri podía enseñarle a tocar, además el otro día había avanzado con el piano.
—¿Por qué tú no tocas lo que te acabo de enseñar y yo le agrego algo con el piano? —sugirió Dimitri mientras se sentaba en el banco enfrente del instrumento.
June aceptó y empezó a tocar, pero no tenía toda su concentración enfocada en el instrumento o en hacerlo bien, su cuerpo estaba presente en el estudio pero su mente estaba abrumada por Calum. Ella deseaba que se alejara de sus pensamientos pero no podía, había algo que la hacía pensar todo el día en él. Intentó tocar bien la nota que seguía pero se equivocó y se frustró. Dimitri lo notó y se detuvo.
—¿Qué tienes? —preguntó.
—Nada, solo que no me sale esa maldita nota, no puedo concentrarme —espetó desesperada. Quería lanzar el violín al piso y destruirlo en mil pedazos.
—Mira, tienes que enfocarte en eso que te tiene enfrascada —habló Dimitri y June se quedó callada unos segundos, pensando—. ¿Qué es lo que no te deja concentrar? —preguntó curioso. June se quedó unos segundos en silencio, Calum pensó—. No tienes que decirme si no quieres. Ahora, piensa en algo que logre concentrarte —explicó y June se volvió a quedar unos momentos en silencio, Calum pensó de nuevo—. De acuerdo, tampoco tienes que decirme si no quieres pero tienes que centrarte en eso, puede ser una persona, un propósito, un objeto, u otra cosa, pero tienes que enfocarte en eso.
Entonces siguieron con la práctica y esta vez June intentaba poner toda su atención en el instrumento, y la verdad es que lo estaba logrando. Se sentía agradecida que Dimitri la estuviera ayudado con eso. Cuando los dos se cansaron de tocar, pararon y se tiraron rendidos en el mismo sillón que Calum y June durmieron no hace mucho.
—¿Hace cuánto que tocas estos instrumentos? —preguntó June, haciendo un intento de conversación.
—Desde que era un niño me gustaba hacerlo, así que prácticamente desde siempre —respondió Dimitri con una sonrisa—. ¿Puedo preguntar algo que puede que sea privado? —preguntó sin previo aviso.
—Solo si yo te puedo hacer otra pregunta que también pudiera ser privada —habló divertida. Él pronunció un ligero de acuerdo con una sonrisa juguetona.
—¿Qué pasa entre tú y Calum? —preguntó. June creía que la situación entre ellos dos solo la confundía a ella, pero al parecer no.
—La verdad es que no lo sé —confesó—, creo que es complicado—explicó. Dimitri estaba confundido por su respuesta, pero la aceptó. Ahora era el turno de June de preguntar.
—¿Qué significan cada uno de estos tatuajes? —preguntó señalando sus brazos.
—¿Solo eso? Creí que preguntarías algo mucho más personal, como si había intentado suicidarme o maté a alguien —ironizó.
—¿Has hecho algo de eso? —preguntó en forma de burla y con expresión sospechosa.
—Claro que no—contestó, miró a June y soltaron una pequeña risa los dos—, solo creí que preguntarías algo más personal —explicó viendo todos sus tatuajes.
—Tienes muchos tatuajes, al menos uno de ellos tiene un significado medio obscuro o un pasado impresionantemente personal —comentó. Dimitri la miró confundido. ¿Adivinaste todo eso?, pensó.
—Este de aquí —señaló un lobo que desde la perspectiva del tatuaje, se veía muy vigoroso, como si quisiera mostrar su capacidad de poder—, puede significar muchas cosas, libertad, fuerza, inteligencia, pero para mí significa lealtad —explicó. June dedujo que muchos recuerdos vinieron a él mientras veía sus tatuajes, tan solo por la expresión de sus ojos.
—Este otro de aquí significa—Ahora destacó un corazón en forma de candado, cerrado con llave y envuelto en cadenas. Intentó explicar pero las palabras no salieron de él.
—¿Significa que no le abres tu alma a nadie? —ella preguntó intentando adivinar el significado.
—También, pero me lo hice por la desconfianza —agregó con el ceño fruncido.
—¿Y qué significa el halcón? —indagó señalando el lugar donde había visto tal ave. Dimitri tenía demasiados tatuajes, tantos que June se perdía entre ellos.
—El halcón significa... —quiso responder pero fue interrumpido por Calum cuando este abrió la puerta del lugar.
—Lamentó haberme ido mucho tiempo... —se disculpó.
—Nos mantuvimos ocupados, ¿verdad, June? —respondió interrumpiéndolo, miró a June y le guiñó el ojo. Calum se cruzó de brazos y la expresión de su rostro se endureció, movió la cabeza con una ceja un poco levantada en dirección a Dimitri el cual tenía una sonrisa.
—Creo que deberíamos irnos, ya es tarde —dispuso Calum. June se levantó y se despidió de Dimitri con un abrazo, el cual desde la perspectiva de Calum, duró mucho tiempo. June le dirigió la mirada y él seguía teniendo la misma expresión seria de hace unos momentos. Ambos chicos se despidieron como usualmente lo hacen los hombres y antes de salir por la puerta, Dimitri gritó algo.
—¡Busca el significado del halcón, e intenta adivinar lo que significa para mí! —y entró en el estudio. June sonrío ante su comportamiento.
Se metió dentro del carro de Calum junto con él, y al estar ahí pudo notar el ambiente tenso. A June no le agradaba esa sensación, prefería la de comodidad que normalmente sentía a su lado.
Por un momento se sintió culpable de que las cosas estuvieran tensas entre ellos, pero cambió rápido de opinión porque fue Calum quien no estuvo la mayor parte del rato en el estudio. Esto le cambió los ánimos a June. Ella quería pasar todo el tiempo con él, pero a decir verdad le gustó haber conocido a Dimitri y haber convivido con él.
Cuando llegaron a su casa, June se bajó del carro y le dijo a Calum que si podía acompañarla a dar un paseo por la colonia y poder charlar. Él aceptó y salió del carro, con la intriga inundando sus pensamientos.
La fría noche estuvo a punto de hacer que June se retractare de salir a altas horas en la noche y sin un abrigo que le cubriera mejor. Pero la brillante y redonda luna llena le decía que tenía que terminar con sus dudas de una vez por todas.
—¿De qué hablabas por el teléfono? —preguntó, se encontraba seria, incluso hasta un poco enojada.
—Estaba arreglando unas cosas —respondió sonando lo más sencillo posible. Él creyó que sería algo mucho más grave.
—Al parecer era importante, no hiciste otra cosa —comentó resentida por lo ocurrido hace un rato.
—June, te prometo que te lo diré, solo dame tiempo para tener todo perfecto. Lo único que te pido son unos días más —habló, intentando sonar convencedor. Ella lo miró dudosa pero decidió creerle, esperaba que aquello que estaba diciendo fuera cierto.
Caminaron por unos minutos más, pero había algo en June que no la dejaba en paz, tenía que sacarlo y saber en ese momento el gran por qué que tanto la tenía agobiada.
—¿Por qué Dimitri no sabía sobre mí? —preguntó y al ver que Calum no contestaba nada continuó hablando—. ¿Acaso estás avergonzado de mí? —cuestionó con el corazón en la boca. Calum no contestaba, por lo que June tomó su silencio como respuesta.
—Antes de regresar —June notó que la mirada de él cambió a una más preocupada—, ¿por qué mantuvimos nuestra amistad secreta? Necesito saberlo Calum, necesito llenar este gran vacío que hay en mi mente. ¿Por qué? ¿Tan patéticos éramos, tan vergonzosos? —cuestionó y tanto June como él no encontraban las palabras correctas para expresarse.
Ella cada vez se frustraba más porque Calum era el único que le podía dar una respuesta a todas sus preguntas respecto a ellos.
Cuando June creyó que él no hablaría, paró de caminar y se dio media vuelta para retirarse de ahí. Pero la voz de Calum la detuvo.
—La mantuvimos privada porque lo que teníamos entre nosotros era especial y único, algo que seguramente la gente no entendería —habló con la voz apagada. Ella regresó hasta él y se puso enfrente—. No lo hice porque estuviera avergonzado de ti, de hecho es lo menos que me siento por ti. Lo hice porque lo nuestro es importante para mí, no quería que alguien más lo arruinara —explicó con la voz casi como un susurro. De pronto June sintió algo en el pecho, una sensación que le causaba felicidad pura.
—Nadie va a arruinar esto, nadie —aseguró y lo abrazó. La sensación creció más y más.
Se separó de Calum, lo vio directo los ojos y después a los labios. La misma sensación apareció en el pecho de Calum. Crecía y crecía con cada microsegundo que pasaba.
Ninguno de los dos pudo contener esa sensación, hasta que unieron sus labios de manera suave y ligera. Lo que sería un beso tierno se convirtió en un beso cada vez más salvaje. Sus lenguas hicieron contacto. La sensación que previamente sintieron nunca cesó, solo aumentaba, deseando más y más. Calum tomó a June por la cintura mientras que ella le correspondió tomándolo del cuello con sus brazos. Pegaron más y más sus cuerpos, hasta que se dieron cuenta que era imposible pegarlos aún más.
Luna llena, beso de media noche, sus cuerpos conectados de esa manera alejó el frío que previamente sentían. Se separaron momentáneamente para admirar los ojos del otro. Calum solo pudo pensar en una sola cosa, en los hermosos ojos azules de June, en cuánto extrañaba mirarlos y perderse en ellos, y era lo único que hacía, mirarlos.
Pero lo único que pudo pensar June en ese momento fue que al besar a Calum, aquella sensación que creaba el contacto de sus labios con los de él, no era nueva.
***
A la mañana siguiente, June amaneció con mucho entusiasmo. Ese día no había clases así que pudo dormir hasta tarde, pero el acontecimiento de la noche anterior le había arrebatado el sueño.
Ella todavía seguía en pijama cuando fue a desayunar. En la cocina se encontró con Seth leyendo un libro, pero justo cuando vio a June, este cerró el libro. Se sirvió el desayuno que su tía había preparado, se sentó enfrente de su primo en la isla que había en el centro de la cocina, y empezó a comer.
—Ayer me quedé leyendo hasta tarde, y escuché algunos ruidos, puertas abriéndose y cerrándose, ¿sabes algo de eso? —indagó Seth mientras se ponía serio.
—Puede que haya llegado un poco tarde anoche —reconoció.
—¿Estabas con Calum? —preguntó con seriedad en la voz.
—Sí, estaba con él —respondió mientras se llevaba un pedazo de comida a la boca.
—¿Estuviste toda la tarde con él? —continúo indagando, se podía notar su intento de protección a kilómetros de distancia, pero a June no le molestaba en lo absoluto, creía que era tierno.
—No tienes nada de qué preocuparte. Además, creo que lo conoces. —Hizo una pausa pero fue interrumpida por Seth.
—Está en el equipo conmigo, es muy buen jugador por cierto —comentó, pero la verdad es que él no sabía por qué estaba protegiendo a June de Calum, Seth lo conocía, incluso se podría decir que eran amigos.
June iba a seguir la conversación pero vio la caja de fotos que su tía le había dejado hace unos días. Cuando terminó su desayuno tomó la caja y la llevó a su cuarto. La colocó encima de su cama y se dispuso a tomar una ducha.
Mientras lo hacía, escuchó unos pasos en su cuarto. Tenía una muy buena idea de quién podría ser.
Después de varios minutos en la ducha, salió del baño limpia y cambiada. Como dedujo, Iris estaba en su cuarto, pero la confundió que estuviera revisando aquella caja de fotos. June había recibido una llamada de su amiga hace un par de días para tener una pijamada, y ella aceptó.
—Solo les daba un vistazo —explicó Iris el porqué estaba revisando aquella caja de fotos.
—Tenía planeado revisarlas —comentó viendo el interior de la caja—, solo por si algún recuerdo vuelve —habló con esperanza.
—Mejor no hablemos de eso —respondió Iris entusiasmada, tomó a June de las manos y la sentó en su cama—. ¿Qué ha ocurrido contigo estos últimos días? Siento que no hablamos hace eternidades —comentó con el usual carisma que habitaba en su voz.
—Pues perdí mi memoria —bromeó de manera cruel sobre su estado—. La verdad es que no he hecho mucho —retomó la seriedad de la conversación.
—¡Oh! Debe de haber al menos una cosa que no me hayas contado —insinuó escaneando su reacción.
Me besé con Calum pensó June.
Una felicidad en el interior de June se presentó cuando pensó sobre su beso de la noche anterior, hizo todo lo posible para ocultar su entusiasmo pero no logró mucho, así que tuvo que decirle algo a Iris ya que la sonrisa automáticamente plantada en su rostro la delataba.
—¿Conoces a Calum?
—Creo que lo has mencionado algunas veces —respondió, pero había algo que no concordaba con su expresión.
—¿En serio? ¿Qué te conté sobre él? —preguntó June curiosa por la respuesta.
—Solo se sobre su existencia desde aquel día en el hospital, nada más, ¿pasó algo con él? —preguntó. Algo en su expresión le dijo a June que no estaba diciendo la verdad.
—¿Solo sabes eso? —indagó curiosa. Iris contestó con un ligero sí y pronto cambió el tema de conversación, como si quisiera evadir aquel asunto. June decidió no insistir más. Al final, todo siempre termina saliendo a la luz, pensó.
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