8
June se encontraba en su baño, tomando una ducha con agua caliente hasta el punto de empañar todos los vidrios del cuarto. Por más que intentaba olvidar la conversación que acababa de tener con sus tíos, no podía.
—¿Por qué no me dijeron nada sobre mis padres? —preguntó June confundida y algo enojada por el hecho de que le hayan ocultado un secreto como ese.
—Intentábamos protegerte —dijo Alice, luego Albert continuó—, no queríamos que supieras sobre tus padres sin poder acordarte de ellos —explicaron. June los comprendía, ellos solo querían protegerla.
—Hay algo de lo que tenemos que hablar, y es sobre lo que haremos en las fechas que mis padres murieron —comentó y atrapó la atención de sus tíos—. Iremos, como familia, los días que murieron oficialmente. —La suavidad con la que hablaba era muy rara en ella. Sus tíos solo asintieron y decidieron dejar el tema ahí. A June no le dolía tanto la muerte de sus padres ya que no los recordaba, pero en cambio a sus tíos, a ellos les seguía doliendo mucho.
June decidió que tenía que olvidar aquella conversación. Cuando salió de bañarse, enfocó su atención en otra cosa, se puso a leer el libro que la tenía atrapada desde que lo comenzó a leer.
Mientras leía, una escena ocurrió que alineaba con su vida. La chica del libro había sufrido de amnesia, solo que ella había olvidado los últimos cuatro meses de su vida a diferencia de June.
De pronto sintió esta necesidad de hablar con alguien, de lo que fuera, solo quería hablar con alguien. La idea de llamar a alguien surgió en su cabeza, y la primera persona en la que pensó fue Calum, pero quiso convencerse a sí misma que primero debería llamar a aquellas personas con las que más confianza tiene y conoce mejor, Iris y Seth, pero ¿en serio ellos dos eran únicamente los que le pudieran proporcionar esto a June? Primero intentó con su amiga Iris pero estaba ocupada haciendo un trabajo, lo mismo con Seth. Sin pensarlo más, le marcó a Calum.
Primer timbre. June estaba nerviosa por la reacción de Calum al ver una llamada de ella en la pantalla de su celular.
Segundo timbre. Cada timbre que pasaba era eterno. Por un ligero momento pensó que Calum la ignoraba pero borró esa idea de su cabeza rápido.
Tercer timbre. La idea que habitaba hace unos momentos en la cabeza de June se volvía más real cada que transcurría una décima de segundo.
Cuarto timbre. June dio por pérdida la posibilidad de tener una conversación con Calum en el teléfono. Cuando iba a separar su oreja de su celular para colgar y crear alguna excusa para aquella llamada perdida, Calum contestó.
—Hey —saludó lo más tranquilo posible
—Hey. —June estaba feliz, interna y exteriormente. Hubo un silencio entre ellos pero nunca fue incómodo. Entonces June cayó en cuenta que esa llamada no tenía ningún propósito, al menos lo había olvidado—. Lamento llamarte, fue una estupidez —comentó con un tono arrepentido. Esperó la respuesta de Calum para después despedirse y colgar.
—No lo sientas. ¿Para qué querías hablarme? —indagó curioso. Los dos tenían una sonrisa en el rostro y con cada minuto que pasaba aumentaba.
—No es nada importante, en serio. Solo quería, —suspiró para calmar un poco su nerviosismo y felicidad—, hablar.
—¿Sobre qué? —sonrió al imaginarse lo nerviosa que estaba June, la conocía muy bien como para saber que lo estaba.
—Nada en específico, solo, hablar —respondió, calmada.
—De acuerdo —asintió comprendiendo—. ¿De qué te gustaría hablar, June?
—No lo sé, ¿qué estabas haciendo? —preguntó con intención de saber por qué había tardado tanto en contestar.
—Nada interesante...
—Puedes decirme —aseguró June. Ella sabía perfectamente que él no quería decir. Calum se rio como respuesta.
—Estaba escribiendo algo.
—Algo como, ¿una canción?
—La letra de una canción —corrigió.
—Y, ¿quieres leérmela? —preguntó, dudosa sobre saber la respuesta.
—No lo sé, tal vez luego —respondió inseguro. June tronó su lengua contra su paladar y asintió.
—No quieres enseñarme —comentó un poco enojada. Si se tenían confianza antes, ¿por qué ahora no?
—No es eso... —quiso hablar pero fue interrumpido por June.
—No, está bien, solo sigues sin confiar en mi —No hubo respuesta alguna por parte de él—. Me tengo que ir. Nos vemos —habló rápido y colgó sin esperar alguna respuesta de su parte.
June creyó que él seguía sin confiar en ella, después de todo por lo que habían pasado. Le había dicho previamente que le iba a costar trabajo volver a confiar en ella, y June tenía que comprender eso.
June tomó su teléfono y vio la hora. Apenas eran las siete de la tarde y ya estaba obscureciendo. Tomó su libro nuevamente y retomó su lectura para poder olvidar lo recién ocurrido.
Cuando June se distraía de vez en cuando de su lectura, no podía evitar mirar su celular para ver si tenía alguna llamada perdida de Calum. En cierta parte, ella hubiese querido que le marcara y pudieran hablar normal, aunque la llamada reciente fue simplemente perfecta a pesar de los últimos momentos en donde las cosas se pusieron tensas. Cada segundo quería que se repitiera, y por eso esperaba otra llamada por parte de él, pero nunca la recibió.
Las horas pasaban, June leía unas cuantas páginas y volvió a mirar su celular, esperando alguna señal de vida por parte de Calum. Mientras más lo hacía, más se daba cuenta que le ponía mucha importancia a las cosas relacionadas con él. A veces intentaba no darle ese grado de relevancia pero no podía evitarlo.
Tanto pensar en Calum hizo casi imposible no considerar su amistad. Prácticamente ella no recordaba mucho sobre su pasado y quisiera resolver con Calum cada duda que tiene sobre ellos dos, sin embargo, las veces que ella lo ha intentado, él no parece cooperar, creando un ambiente realmente tenso.
Un pequeño golpecito en la ventana sacó a June de sus pensamientos. Decidió investigar qué era aquel ruido que escuchaba pues no era normal escuchar ruidos a altas horas de la noche. Cuando se asomó por la ventana, vio una silueta de un chico en el jardín. No lograba ver quién era aquel chico por la falta de luz. Sin pensarlo dos veces, abrió la ventana y esperó a que el chico hablara.
—Lo siento —habló. June no necesitó más de dos palabras para saber que se trataba de Calum.
—¿Se va a hacer costumbre esto de lanzar piedras a mi ventana? —preguntó, pero a decir verdad, le encantaba que él hiciera eso, por más cliché que fuera.
—Puede ser —respondió divertido y se acercó más a la ventana hasta que se le pudo ver el rostro. June puso una sonrisa.
—¿Qué haces aquí? —preguntó June, aunque ella ya sabía la respuesta. Calum se sentía mal por lo que pasó en esa llamada e intentaba compensárselo.
—Vamos al parque a dar una caminata —propuso. June iba a justificarse con él sobre salir de su casa sin el permiso de sus tíos, pero decidió no hacerlo. Sin hacer ruido, tomó una sudadera negra, su celular y salió por la puerta principal, Calum la estaba esperando al otro lado de la puerta.
Comenzaron a caminar hacia el parque y mientras más se adentraban al parque, más frío sentían los dos. June iba a empezar la conversación pero Calum se le adelantó.
—Quisiera contarte June, pero no puedo. En mis experiencias pasadas, cuando confiaba en alguien y le contaba algo de significado para mí, nunca le tomaron la importancia que yo le daba y terminaba decepcionado —explicó. Calum miró a June y movió la cabeza horizontalmente—. No creo que entiendas.
—Pues sí entiendo. Y yo nunca tomaría algo de lo que dijeras por alto a menos que tú así lo quisieras —comentó mientras se encogía de hombros por el frío. Llegaron al parque y los dos se sentaron en el pasto al no haber otro tipo de asiento.
Dejando la conversación en el aire, Calum se acostó y June copió su acción. Ambos miraban el cielo, la brillante luna rodeada de miles y miles de estrellas. Era una vista preciosa.
—Una vez me mencionaste que cuando el cielo tenía más estrellas, era porque ese día no hubo tanta contaminación —mencionó Calum.
Ambos se voltearon a ver al mismo tiempo, sus cuerpos empezaron a acercarse lentamente, ninguno de los dos podía dejar de mirar los ojos y labios del otro, el espacio entre ellos se hacía cada vez más pequeño y cuando prácticamente casi dejaba de existir ese espacio, June hablo:
—¿Cómo era nuestra amistad, Calum? —preguntó June.
—Complicada —asintió este.
Los dos creyeron que sus labios iban a hacer contacto, pero no fue así. Calum quería besarla al igual que June quería hacerlo, pero ella seguía sin recordar nada su pasado, seguía sin conocerlo del todo bien y él no podía dejar de pensar en el hecho que podría estar abriendo la herida de nuevo. Así que los dos se separaron uno del otro y June se acostó en su pecho y él la rodeó con los brazos. Ella no sabía si lo hacía por frío o porque quería tener contacto físico con Calum pero fuera cual fuera la razón, no le importaba, le gustaba estar envuelta en sus brazos.
***
Cuando June iba camino a la escuela al día siguiente, no podía evitar pensar en cómo serían las cosas con Calum desde ahora. No había pasado nada la noche anterior pero en un punto ella quiso besarlo, al igual que él a ella. Por eso preguntó sobre cómo era su amistad ya que esas acciones no son normales en una amistad y ese sentimiento, de querer besar a Calum, creía que no era nuevo para ella.
A decir verdad, June se encontraba nerviosa. Consideraba que las cosas con Calum iban a ser diferentes desde ahora, pero en realidad no había pasado nada entre ellos, era ridículo tan siquiera pensar en eso. Sin embargo, no lo era del todo para ella.
Al tomar las primeras clases, todo su nerviosismo se había esfumado e intentó concentrarse en las clases pero realmente no pudo pues cuando June se dirigía a otro salón, vio a Calum a lo lejos y entonces paró de caminar. Verlo ahí, caminado, riéndose junto con sus compañeros de básquetbol, hizo que algo despertara en ella.
¿Había recordado un sentimiento? pensó June. Pero ella no lo sabía con exactitud, solo supo que ese sentimiento había estado perdido por un tiempo pues cuando lo recuperó, algo reavivó dentro de ella y un fuerte revoloteo se presentó en su estómago.
La campana que indicaba la siguiente clase la sacó de sus pensamientos. Por un momento June pensó que ese sentimiento era demasiado ridículo pero ¿y si él se sentía de la misma manera que ella? Como si pudiera leer sus pensamientos, Calum miró hacia dónde estaba June, paró de caminar y sonrió. Pequeñas pero varias arrugas se formaron entre sus ojos y en cada mejilla tenía hoyuelos. June se iba a acercar hasta él al igual que Calum hasta ella pero sus amigos se lo llevaron lejos de ahí mientras lo empujaban y se reían entre todos. June solo se dirigió a su clase con una gigantesca felicidad, causada por una sonrisa.
Al terminar las clases, June no sabía exactamente qué hacer. Las clases habían acabado y no tenía deberes qué hacer como para irse a las mesas de atrás del edificio, aunque sentía la necesidad de estar con Calum como todos los días.
En fin, decidió irse directo a las mesas y esperaría leyendo hasta que él terminara con sus deberes. Como lo supuso, él todavía no se encontraba ahí, así que comenzó a leer por un rato. Sin embargo, cuando por fin llegó, ni siquiera se sentó en la mesa.
—¿Tienes tarea que hacer? —preguntó Calum captando su atención. Era tan difícil verlo y no pensar cuando se vieron en el pasillo.
—No, ¿y tú?
—¿Quieres ir al estudio conmigo? —preguntó con la esperanza que dijera que sí. June lo pensó por un momento. Aunque la idea de pasar una tarde con Calum no suena tan mal, se estaría yendo todo el día con él y sus tíos podrían preocuparse. Así que se le ocurrió la inteligente idea de decirles que iba a estar fuera toda la tarde, solo para que no se angustiaran.
—Claro —respondió y sonrío—, solo hago una llamada —agregó sacando su celular.
Mientras se dirigían al estudio de grabación en el carro de Calum, se pusieron a hablar sobre su problema de amnesia, él le preguntó si había logrado recordar algunas otras cosas. Ese tema le recordó a June las que cosas que habían pasado mientras estaba en coma, por lo que se armó de valor para preguntar.
—Calum, cuando estaba en coma —Hizo una pausa para pensar sus palabras—, me escribiste algo —comentó y lo miró.
—Solo era una canción, de todos modos no era buena.
—Pues fue lo suficientemente buena como para hacerme despertar —añadió con una sonrisa. Estaba agradecida de que eso haya sido lo que la trajo de vuelta—. ¿Puedo saber qué decía? —preguntó esperanzada.
Calum estaba un poco aliviado por el hecho de que June no recordara lo que la canción decía pero ¿en serio era tan malo que lo supiera? Ellos sabían todo el uno del otro en el pasado, y eventualmente ella iría recordando todo. No sería tan malo mostrárselo.
—Por supuesto, solo que ahora no la tengo conmigo —mencionó.
No importó la respuesta de Calum, June continuó pensando que nunca se la iba a mostrar y siempre intentaría evadir el tema. Tal y como ahora estaba pasando. Sin embargo, Calum habló:
—Creo que en el estudio tengo una copia de la canción —agregó con una ligera sonrisa. June, agradecida, se la devolvió.
Cuando llegaron al estudio de grabación y entraron, se pudo escuchar por todo el lugar una canción que se le hacía muy familiar a June. Ella estaba siguiendo a Calum mientras él se metía por unos pasillos y finalmente entró a una puerta, de donde provenía esa canción.
Lo primero que June notó fue un chico de cabelló café claro, musculoso, de la altura de Calum, cubierto desde los hombros hasta la muñeca con tatuajes.
—¿Reconoces la canción? —le preguntó Calum a ella en voz baja para no interrumpir al chico. June movió la cabeza horizontalmente como respuesta—. Look what you've done de Jet —agregó.
Entonces, June logró recordar algo más:
June se encontraba tocando Look what you've done en el piano mientras Calum estaba concentrado en su cuaderno escribiendo algo.
Duró los tres minutos tocando la canción y cantándola a muy bajo volumen, y cuando terminó le preguntó a Calum que si por fin podía ver en lo que estaba trabajando.
—Todavía no está terminado —respondió con una sonrisa por la insistencia de June. Se acercó hasta Calum y empezó a leer, este no se lo impidió. Se encontraba atorado con la letra de una canción por lo que June le dio algunas sugerencias ayudándolo a terminarla. Se sentía aliviado de tener a alguien como June, alguien con el quién podía hablar de sus pasiones y compartirlas.
—Calum —llamó June regresando al presente—, ¿te acuerdas de la vez que estaba tocando esa canción? —preguntó.
—Cómo olvidarlo —respondió con una media sonrisa nostálgica.
Entonces el chico que estaba tocando el piano se dirigió hasta ellos y saludó a Calum, este le correspondió al saludo. Hicieron algunas bromas juntos y después Calum presentó a su acompañante:
—Ella es June —señaló a la mencionada—, y él es Dimitri. —Esta vez apuntó al chico, él estiró la mano a June la cual estrechó, y al hacerlo pudo notar sus ojos color azul combinado con gris.
Que lindos ojos pensó June, y era verdad.
—¿Tocas algo, June? —preguntó Dimitri mientras iba al otro lado del cuarto, tomó una guitarra y empezó a tocar acordes sin ningún orden.
—Tocaba la guitarra, violín y el piano.
—¿Tocabas? —preguntó curioso.
—Se me olvidó cómo debido a —empezó a decir pero entonces cayó en cuenta que Dimitri no sabía nada sobre su amnesia, y prefería dejarlo así, no quería que la gente sintiera lástima por ella.
Pero ¿Calum no había mencionado a June en frente de su amigo? A decir verdad parecían muy cercanos como para que Dimitri no supiera quién era June.
—No se te olvida cómo tocar un instrumento —comentó y soltó una risa—. Te puedo ayudar con lo que quieras —Hizo una pausa—, con lo que quieras —enfatizó subiendo y bajando sus cejas. June pronto entendió el doble sentido al igual que Calum. Todos soltaron una carcajada a pesar de que haya sonado asqueroso.
June reflexionó y cayó en cuenta que ella no fue la única que mantuvo la amistad entre ellos oculta y privada, él también lo hizo, y muy bien al parecer.
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