La siguiente semana Iris no pudo acompañar a June después de clases a las mesas, se aproximaba un recital y tenía que ensayar mucho. La verdad es que a June no le importaba tanto si la acompañaban o no, se sentía como si necesitara una niñera y odiaba ese sentimiento.

Al finalizar clases June se fue a sentar dónde siempre. Decidió ponerse a trabajar en las tareas que tenía que hacer para el día siguiente y al parecer no era la única.

Calum apareció, después de más de una semana. Y como el primer día que se habían conocido, estaba buscando un lugar en donde sentarse. Había muy pocos espacios disponibles, solo algunos con los grupitos ya hechos en la escuela y la mesa de June. Calum se quedó pensando si ir a la mesa de ella o no por un largo tiempo. Al final decidió irse mejor a otro lado a avanzar sus trabajos pero June levanta su cabeza y lo reconoció inmediatamente por lo que le hace señas para que se fuera a sentar con ella. Calum lo piensa unos segundos, pero finalmente decide acompañarla. Al principio no hablaron de mucho, un silencio muy incómodo habitaba entre los dos hasta que June decidió romperlo.

—Desde que salí del hospital, todos han estado intentando ayudarme a recuperar la memoria —Hizo una pausa para pensar en lo próximo que diría—. Al momento de preguntar sobre ti, nadie supo responderme, al parecer nuestra amistad era una especie de secreto —soltó una risa tierna—. ¿Cómo era nuestra amistad? —preguntó muy curiosa por la respuesta.

Calum soltó una risa incómoda, no sabía si decirlo o no, se decidió por mejor decirle —Pues, nos sentábamos a hacer tarea mientras conversábamos de cualquier cosa que nos viniera a la cabeza —habló y se detuvo para mirar cómo estaba reaccionado June ante todo esto, pero solo se perdió y olvidó de lo que estaban hablando.

—¿Como qué?

—Una vez te conté en lo que estaba trabajando, nos pasamos toda una tarde hablando sobre eso. —Calum sentía demasiada nostalgia al contar eso, no le estaba haciendo ningún bien

—¿En qué estabas trabajando? —indagó nuevamente June, Calum dudó si en decirle o no ya que de alguna manera él se sentía traicionado por ella.

—Es una estupidez. Por qué no mejor me cuentas lo que has logrado recordar, o lo que te han contado —comentó Calum evadiendo el tema anterior.

—Bueno pues, Seth me dijo que él y yo éramos inseparables, que siempre nos hemos tenido mucha confianza, desde pequeños nos hemos cuidado el uno al otro. Me contó historias sobre lo que hacíamos en la secundaria y primaria —habló June con una cara seria.

—¿Recuerdas todo eso? —preguntó impresionado.

—No recuerdo nada Cal —confesó June con la misma expresión seria. Calum rio por lo bajo pero lo suficiente como para que June lo escuchara—. ¿Qué es tan gracioso? —preguntó al mismo tiempo que reía con él. Calum se detuvo para ver la sonrisa de ella.

—Nunca me habías dicho Cal —mencionó y rio una vez más. June pronunció un pequeño "Oh" y siguieron con su trabajo. Después, Calum decidió empezar otra vez la conversación.

—¿Por qué cuándo despertaste me preguntaste qué si yo era Calum? ¿Te acordabas de mí? —preguntó esperando ansioso por una respuesta de parte de June.

—Esto que estoy por decirte no se lo he dicho a nadie, ni siquiera a mi familia, tengo miedo de su reacción —respondió. Calum la miró con compasión como la mayor parte del tiempo

—Recuerdo todas las cosas que me dijeron mientras estaba en coma. También tuve algunos sueños sobre cómo se veían cada uno de ustedes. Nadie era como lo imaginaba —contó. Él simplemente no tenía palabras, hubo algo que captó su atención, y era que June había dicho que recordaba todo de cuándo estaba en coma, lo que significa que recuerda todo lo que Calum hizo y dijo mientras estaba en tal estado.

—¿Recuerdas todo lo que te dije? —preguntó Calum, su voz se escuchaba un poco enfadada, June le había mentido previamente.

—Sí Calum, sí lo recuerdo —confesó June y fue ahí cuando Calum se frustró, no sabía qué hacer así que juntó todas sus cosas, las metió en su mochila y se paró de la mesa rápidamente —. Espera, ¿A dónde vas? —preguntó June preocupada.

—Me mentiste June, me mentiste. Tu sabías lo importante que era para mí el hecho que alguien me mintiera. Tú sabías todo de mi —espetó enojado y decepcionado.

—Perdón Calum no era mi intención mentirte, pero no recuerdo nada del pasado, no recuerdo las cosas que me dijiste antes del accidente, tienes que entender eso —recalcó mientras lo calmaba poco a poco.

Calum soltó un gran suspiro, rindiéndose—Tienes razón. Y primera cosa que debes saber de mí es que si alguna vez llego a confiar en alguien y esa persona me traiciona, no va a ser fácil que vuelva a confiar en esa persona —explicó Calum como una especie de indirecta para June, después se dio media vuelta para retirarse de ahí. Ella fue rápidamente a guardar sus cosas, tiró todo a la mochila sin importarle nada. Corrió hasta él y se posicionó a su lado para caminar a la par.

—Entonces haré que vuelvas a confiar en mi —aseguró y le dio una sonrisa amistosa. Calum estaba agradecido que la antigua June no se había ido, pero todo lo que dijo era cierto, le iba a costar trabajo volver a confiar en ella. No es algo que decidiera él, solo que le cuesta mucho trabajo confiar en la gente una vez que traicionan su confianza. Así simplemente se sentía con ella. Él quería creer que todo lo qué pasó desde el accidente, June, de alguna manera, quería que pasara, para que así olvidara todo lo que él le había dicho, cosas que no suele contar nunca, y de esa manera herirlo. Calum quiere creer eso, pero en realidad se siente de otra manera. Culpable.

—¿A dónde vamos? —cuestionó June. Llevaban un rato caminado los dos sin decir ni una palabra. El día estaba nublado y a June por alguna razón, le causaba felicidad este clima, mientras que a muchos los deprime, a ella la calmaba y la ponía feliz lo gris que el cielo pudiera llegar a ser antes de cualquier lluvia.

—Ya verás. Te lo explicaré todo cuando estemos ahí —respondió. Caminaron por un rato más hasta que estaban en el bosque. La escuela estaba muy cerca de este así que no era raro caminar hasta encontrarse con la gran cantidad de altos y bellos árboles. Llegaron hasta un puente por encima de un río y ahí Calum paró de caminar. Se recargó en las orillas del puente y se quedó mirando el agua. El río hacía demasiado ruido tanto como para que el silencio entre ellos dos no fuera incómodo.

Pasaron unos minutos de disfrutar del paisaje y del silencio. Ella miraba a Calum de reojo, se veía tan tranquilo, tan pensativo, como si estuviera tratando de encontrar las palabras para decir, June se sentía de la misma manera. A este punto, ella estaba recargada en la orilla del puente, a un lado de él.

—Calum... —musitó.

—No... —interrumpió para soltar un suspiro—. Solo no digas nada ¿sí? Todavía no encuentro las palabras —confesó. June soltó un leve de acuerdo para regresar a su silencio acompañado del sonido que hacía el agua chocando con las rocas.

Pasaron los segundos hasta que Calum soltó otro suspiro y ahí ella supo que él diría algo.

—Aquí solíamos venir. Cuando terminábamos la tarea rápido, solo uno de los dos decía que si íbamos al río, el otro siempre le contestaba que sí —explicó. Le estaba costando mucho trabajo encontrar las palabras correctas, y que salieran de su boca era otra clase de reto.

—¿Y qué hacíamos aquí? —preguntó mirando el río con calma, al igual que Calum.

—June, no me hagas hablar de esto, me cuesta mucho trabajo, ¿Podrías hacer eso? —suplicó.

Suspiró—No entiendo por qué te cuesta tanto trabajo, solo me dices qué hacíamos y ya, son solo palabras —comentó un poco alterada por el tema. Calum no estaba accediendo a hablar y June juraba que la amistad entre ellos dos la haría recordar todo.

—No June, no son solo palabras. Simplemente me cuesta mucho trabajo, no es tan difícil de entender —espetó frustrado.

—Solo dime Cal. Quiero recuperar mi memoria, estoy casi segura de que esto hará que lo haga —lo animó mientras se volteaba para mirarlo. Él solo la miró por unos segundos pensando en si decirle o no. Miró al río y a June algunas veces.

—Solo nos quedábamos aquí, mirando el río, disfrutando el sonido que hace el agua corriendo —contestó Calum. June estaba sorprendida, no de una buena manera, ella estaba sorprendida porque lo que le acaba de decir era prácticamente nada.

—¿Eso era lo que no me podías decir? —preguntó con un tono burlón.

—June, lo dije antes. Me va a costar mucho trabajo volver a confiar en ti...

—¿Confiar? Solo es decirme qué hacíamos aquí —cuestionó como si fuera algo insignificante.

—Ese es el problema. Todo tiene que ver con lo que hablábamos. ¿Quieres saberlo? —preguntó elevando la voz.

—¡Sí, sí quiero! —exclamó enojada, aunque un poco asustada por haberlo hecho con tal firmeza—. Pero si no quieres decirme, está bien, yo no debería estar insistiendo —finalizó cruzándose de brazos, rendida.

—Está bien June. Creo que deberías saber, solo que me va a llevar un poco de tiempo —agregó Calum, relajándose un poco.

—Poco a poco me estarás diciendo las cosas, de acuerdo —asintió mirando al río. Ella estaba intentando entenderlo—. A veces pienso que teníamos una especie de relación amorosa. Digo, lo del hospital, este lugar que solo tú y yo acostumbrábamos a venir —comentó June. Calum la miró y soltó una pequeña risa junto con ella.

—A veces traías tu guitarra aquí y tocabas Wonderwall de Oasis, y otras más. Yo solo me ponía a escribir algunas cosas mientras te escuchaba —dijo Calum con una clara nostalgia en su voz.

—Deberías enseñarme a tocar —propuso.

—De acuerdo. Hoy en la noche, pasaré por ti —respondió. June lo pensó un momento pero en realidad, no había nada qué pensar. No tenía nada que hacer y eso era lo más interesante que le había ocurrido desde que despertó. Asintió con una sonrisa y Calum se la devolvió

—Regresemos antes de que tu primo se ponga histérico —sugirió mientras se dirigía a una de las orillas del puente.

***

June llegó a su casa mientras que Seth la esperaba preocupado. La había buscado al terminar su entrenamiento de baloncesto, pero no la encontró en ningún lado por lo que pensó que ya estaba en su casa, aunque no fue así.

—¿Dónde estabas? —preguntó Seth preocupado mientras June entraba a su casa.

—Me quedé un rato más haciendo tarea —contestó, omitiendo la parte en la que Calum y ella se fueron al río en el bosque.

—Solo avísame cuando vayas a hacer algo así —dispuso, tranquilizándose.

June le contestó con un ligero de acuerdo para después irse a su cuarto.

Desde que June despertó, ha estado un poco diferente, ella sigue siendo la misma persona, solo que está más seria de lo normal. Antes solía estar más feliz, pero ha cambiado. Su actitud ha cambiado. Sin embargo, algo extraño es que la única persona con la que puede tener su vieja actitud es con Calum.

Llegó a su cuarto y se tiró en la cama. Después de unos minutos de estar echada miró su librero y le dio curiosidad por saber lo que había leído. El primer libro que tomó en sus manos fue uno en inglés, se llamaba The Young Elites. Dejó el libro en su lugar y tomó otro que también estaba en inglés llamado Turtles All The Way Down, volvió a dejar el libro de donde lo agarró. Esta vez tomó uno en español, este se llamaba Bajo La Misma Estrella. Había visto a varias personas en su escuela con este libro, tal vez era muy famoso. La última novela que tomó se llamaba Un Corazón De Piedra. June quedó impresionada con la cantidad de libros que tenía. ¿En serio los había leído todos?

—Cuando estabas leyendo ese libro, no dejabas de hablar sobre las cosas que decían en él —comentó Seth parándose en el marco de la puerta del cuarto de June.

—¿Recuerdas cuál es mi favorito? —preguntó curiosa. Sea cual fuera, lo releería esa noche.

—No tienes, al menos no solo uno —respondió entrando al cuarto y parándose a un lado de June—. Cada libro que terminabas era tu favorito, hasta que leías otro —explicó mirando todos los libros que tenía June en su librero.

—¿Leí todos estos libros? —preguntó June dejando el libro que traía en las manos en su lugar.

—No. Un poco menos de la mitad los quieres leer. Eras un poco aficionada a la lectura, pero te concentrabas más en la música —platicó. Decir estas cosas lo hacía sentir extraño. Contarle a June cosas qué ella hacía o cosas que le gustaban, era demasiado raro para él.

—Pues mejor empiezo a leerlos. Digo, ahora que ya no sé tocar ningún instrumento, tengo tiempo para leer ¿no? —ironizó June tomando el libro que más le llamaba la atención. Seth la miró con compasión, se sentía mal por ella. Él sabía lo mucho que June amaba la música.

—Pues nunca leerás tantos libros como alguien que yo conozco —presumió Seth con una sonrisa ganadora en la cara. June lo miró con confusión. Su primo la tomó del brazo y la llevó hasta su cuarto.

Al entrar a este, toda una pared estaba llena de libros, de todo tipo. Acción, aventuras, amor, comedia, suspenso, terror, entre otros.

—¿Todos estos libros has leído? —cuestionó impresionada por la gran cantidad de libros frente a ella.

—He leído cada uno de esos libros. Tengo mucho tiempo libre y me gusta usarlo para leer —explicó mirando su pared. Para él era un poco raro mostrarle esto a June y verla tan impresionada, ella en realidad ya sabía sobre la existencia de esta pared.

—¿Cuál es tu favorito? —indagó tomando uno que otro libro para hojearlo.

—Tengo un libro favorito de cada género que he leído —contestó mientras se estiraba para alcanzar un libro.

—Este es mi favorito de ficción —le extendió un libro que tenía en la portada Maze Runner-Correr o Morir. June le dio la vuelta para leer la descripción. Se veía interesante—. Este libro siempre lo quisiste leer pero nunca tuviste el tiempo —agregó y esta vez le pasó un libro llamado Hush Hush. A decir verdad, a June le llamó la atención este libro más que algún otro.

June regresó a su cuarto impresionada por lo que acababa de ver, de verdad le hubiera gustado haber leído más, pero por alguna razón le gustaba más la música. Pronto lo tendrá que averiguar.

Eso la hizo recordar que se había quedado de ver con Calum más tarde.

El sol comenzaba a ocultarse, June se encontraba sentada en su cuarto, leyendo el nuevo libro que le había prestado su primo. Estaba muy metida en la historia cuando escucha que algo golpeó su ventana. Decidió ignorarlo, pero lo volvió a escuchar. Se levantó molesta de la cama para ver qué pasaba y se encontró con algo que en realidad no esperaba encontrarse