June se sentía arrepentida, con un mal estar muy inusual. Por poco y casi tenía relaciones sexuales con Charlie, y ella no era de esas personas que pensaban que el sexo es simplemente penetración, para ella es hacer el amor, estar entregando tu cuerpo a la persona que amas, darle algo tan íntimo como eso. Y June no se sentía atada a Charlie de esa manera.

Por eso con Calum fue especial, cada momento lo era, cada segundo que pasaron juntos era lleno de amor, se entregaron su alma, su corazón. Sin embargo ellos querían pretender como si eso no hubiera existido, intentaban alejarse de ese hecho tan importante. Incluso, intentaban recuperar algo que ya no estaba en su posesión.

June se encontraba en su cuarto pensando sobre todas las cosas que había pasado con Charlie. Le agradaba, era una buena persona, hasta quería ser su amiga, pero solo lo veía como eso, como un amigo. No podía verlo con otros ojos.

En el momento en el que ella terminó con Calum supuso que encontraría a más personas y que él no sería su último amor, que tendría algo seguramente mucho mejor. Pero ahora viendo lo que ocurrió con Charlie, no estaba segura. No tenía ni la menor idea de si encontraría a alguien más, y ciertamente eso hizo que entrara en pánico.

Solo quería verlo, arreglar todo. Sin embargo él ya debería estar de vuelta en el tour continuando con su vida, algo que June ha estado intentando pero justo ahora le parecía muy difícil. Lo estaba logrando, pero quería que todo volviera a como estaba hace unos meses, antes del accidente cuando todo este problema podía prevenirse y arreglarse.

Durante el periodo después del accidente, sintió cosas demasiado buenas para ser reales, se sentía totalmente feliz a lado de Calum, su amor por él parecía que no iba a acabar, solo que cuando terminó las cosas, de cierta manera estaba buscando su bien, quería sentirse en paz, sin mentiras, porque al final creyó que todo era una gran mentira, que algo tan bueno como lo que tenían no le puede pasar a nadie. Por eso hizo lo que hizo, aunque ahora tenía sus lamentaciones y remordimientos, y no es bueno retractarse pues uno se debe atener a las consecuencias de las acciones, a menos que se cambien con otras acciones...

Sea como sea, las semanas siguieron su curso y no hubo señales de Calum. Todos los días June hacía su tarea en su nuevo lugar en la escuela, salvo los días en los que trabajaba porque tenía que estar ahí temprano. Asistía junto con Iris a los partidos de baloncesto de Seth. Estos mismos tenían una energía impresionante, y mientras estaba ahí no pudo evitar recorrer hasta los rincones más profundos de su memoria en busca de alguno en el que haya ido por Calum, pero no encontró ninguno, siempre era invitada de Seth, pero nunca de Calum, y por supuesto eso la dejó desconcertada. ¿Por qué nunca me había invitado?, se preguntó.

Mientras las semanas transcurrían, ella seguía tocando el bajo aunque no como se debería, pero se dijo a sí misma que en verano iría a clases para aprender de una manera correcta.

Además de eso, la graduación se acercaba, estaba en sus exámenes finales que la tenían demasiado preocupada, pero estaba segura de que los pasaría todos con buenas calificaciones y se graduaría de manera exitosa, tenía confianza en sí misma.

***

Hace meses que Calum había comenzado su carrera como músico activo, había agarrado malos hábitos como fumar o drogarse, pero desde su encuentro con June, quiso cambiar eso, y por más que se dijera a sí mismo que era por su bien, en realidad lo estaba haciendo por ella, quería ser una mejor persona gracias a ella. La mirada de June, esa mirada que lograba calmar a Calum fue lo único que necesitó para cambiar. Sus ojos transmitían tristeza y nostalgia la noche en que la vio. Recordaba tan bien esos segundos y cada vez que se pone a pensar sobre eso, solo quiere abrazarla, decirle lo mucho que la extraña, lo mucho que la ama, que todo mejorará, pero no sabe con certeza si eso pasará.

Había una gran posibilidad de que ella no supiera sobre todo lo que él ha estado haciendo a lo largo del tour, quería cambiar porque sabía que si June se enterara se preocuparía por él, se pondría mal por él, y lo último que quiere es que ella se siga sintiendo así por su culpa.

Después de pensar la situación detenidamente, entendió el porqué June había terminado las cosas. Supuso que June se sentía agobiada, llena de mentiras, y él había contribuido a esas mentiras. La persona a quien más amaba, le había fallado.

Calum se encontraba en una ciudad un poco cerca de la de su origen, pero seguía relativamente lejos de June. Él y sus amigos estaban acomodando todo junto con la ayuda de su equipo para el show de esa noche. La verdad es que Calum se seguía sintiendo decaído a pesar de que hayan pasado ya varios meses. Pero ha sabido dejarlo de un lado para disfrutar el momento.

—Buenas tardes, chicos —habló un señor llamando la atención de los cuatro chicos—. Mi nombre es Charlie y soy el encargado del lugar, hablé con su mánager y creo que todo debería estar listo en una hora para la prueba de sonido —explicó.

Los chicos continuaron con sus actividades y Calum pronto entró en un hoyo de enojo. El nombre "Charlie" liberó varios recuerdos respecto a June. Una ola de celos inmensos lo inundaron, acompañado de un aire tóxico. Tomó su celular y sin pensarlo dos veces, le marcó a Dimitri. Apenas y se pudo escuchar que contestó la llamada, Calum habló.

—¿Conoces a Charlie? —espetó Calum.

—Conozco a demasiados, necesito especificaciones.

—En realidad no sé nada sobre él, salvo su nombre —comentó frustrado. Lo dominó la gran necesidad de saber si algo ocurría entre June y ese tal Charlie.

—¿Tiene algo que ver con...? —indagó, pero la pregunta era demasiado obvia así que Calum contestó con rapidez y desesperación.

—Sí, con June. Era un chico con el que una vez ella salió, supuestamente como amigos, pero estoy seguro de que él quiere tener algo más con ella —discutió impaciente e inquieto.

—Creo que podré conseguirte información, no sobre él pero sí sobre lo que ha pasado entre ellos dos —comentó Dimitri. Calum le había hecho muchos favores en el pasado, esta podría ser una manera de pagárselos, aunque no sea lo más sano para él.

—De acuerdo. —Asintió un poco más calmado—. Gracias.

—No hay de qué amigo —soltó un pesado suspiro—. Calum, sí sabes que tú y June ya no son novios, ¿verdad? —preguntó dudoso. Calum no supo cómo reaccionar. Obvio que lo sabía, pero ¿por qué dudó de su respuesta?

¿Por qué dolió tanto escuchar aquellas palabras? reflexionó.

—Sí, claro —habló después de un par de segundos en silencio, asintiendo, intentando convencerse a sí mismo de sus propias palabras.

***

Mientras tanto June había decidido que tenía que salir, despejar su mente, aunque no sabía muy bien qué hacer para conseguirlo. Habían pasado meses de lo de Calum, pero todo seguía trayendo su recuerdo y quería que eso se desvaneciera. Deseaba que el hecho de reemplazarlo fuera más fácil, como si hubiera una formula, pero no la hay y en caso de que existiera alguna, funciona diferente para cada persona. Por eso ella tiene que averiguar cómo le va a hacer para reemplazarlo, o simplemente que su recuerdo no duela más.

Revisó su lista mental de amigos con los cuales podía salir, pero ninguno tenía el tiempo. Quería tocar música, pero eso mismo la ponía a pensar, recordar. Aunque había una manera de despejarse y hacer lo que quería. Iba a marcarle a Dimitri, pero una llamada entró de él. ¿Coincidencia?, pensó.

Después de intercambiar algunas palabras, acordaron que June iría al estudio y llegaría en varios minutos.

June se puso algo cómodo para salir de su casa y le pidió a su tía que si la podía llevar. No tardó mucho en llegar con Dimitri, creyó que tardaría mucho en entrar pero la dejaron pasar sin ningún problema, como si ya la conocieran.

—June, me alegra verte —comentó Dimitri en cuanto entró en el estudio de grabación. Él le dio un abrazo de oso y ella no tuvo de otra más que responder a ese abrazo. Cuando lo hizo pudo oler el alcohol por todo el cuerpo de Dimitri, pues olía demasiado.

—A mí también me alegra verte. ¿En qué has estado trabajando? —indagó June mientras se sentaba en una silla a un lado de Dimitri, viendo las pantallas que tenía enfrente.

—Unos chicos están haciendo su primer disco, y lo quieren de una manera extraña. Pero me pagaron lo suficiente para que cumpla sus caprichos. Eso sí, no tengo idea de dónde sacaron tanto dinero, son unos simples chicos de diecisiete o dieciocho años —platicaba mientras ajustaba unas cosas en la pantalla. A lo que pudo entender June, estaba mejorando el sonido de la canción que habían grabado los chicos.

—Y ellos deberían de estar aquí viendo si les agrada la idea, pero no sé dónde están. Si no se preocupan por su carrera no llegarán muy lejos —añadió ligeramente irritado. June se disponía a preguntarle si todo estaba en orden, pero Dimitri se le adelantó. Parece que el alcohol lo pone en este estado.

—¿Sabes quién era así? Calum y sus amigos. Ethan, Matthew y Asher. Se preocuparon lo suficiente por su carrera y mira dónde están. Los cuatro son músicos muy apasionados —comentó y volteó a ver a June, ella no entendía el raro comportamiento de Dimitri, muy anormal en él.

—Y están de gira, a esta edad. Creo que cualquiera puede deducir que serán grandes —mencionó con dolor oculto en la voz.

—¿Cómo te sientes? Sobre Calum yéndose de gira... —preguntó inesperadamente.

—No me siento bien pero como había dicho, es algo que tenía que pasar tarde o temprano—respondió lo más seca posible.

Entonces pensó que su visita al estudio no iba a ser la mejor, y quería irse. Sin embargo, se le hacían muchas coincidencias en un mismo rato. La llamada inesperada de él, hablar repentinamente sobre Calum, Dimitri borracho. Se traía algo entre manos y June quiere saber qué.

—Debió haber sido duro. Pero al menos ya lo estás superando. —Soltó un suspiro—. Y dime, ¿no hay nadie aparte de Calum? —curioseó.

—Pues hay un chico —contestó y pronto se arrepintió de haberle dicho. A pesar de sentirse desconfiada, quería desahogarse, convencerse a sí misma de que no estuvo mal lo que hizo.

—Oh, quiero saberlo todo —comentó divertido poniéndole completa atención a June.

—Pues salí con él, es muy lindo y buena persona, pero nada más, fue algo que no tuvo mucho sentido —explicó evitando la parte de que casi se acostaron.

—¿Y ya? ¿No se besuquearon? —preguntó descaradamente. June se quedó en silencio, dando a entender una respuesta—. Woah, quién lo diría June. ¿Y quién era este chico misterioso?

—Su nombre es Charlie —respondió con una mueca mientras que Dimitri se mostraba confundido.

—¿Charlie? Me suena el nombre, lo relaciono contigo de cierto modo, ¿no lo habías mencionado antes? —preguntó. Dimitri presiente que había escuchado el nombre pero como estaba bajo los efectos del alcohol no podía recordar mucho.

—Nunca lo había mencionado enfrente tuyo —mencionó y una locura se le ocurrió. Si Dimitri estaba borracho, ella no cree que recuerde mucho su conversación, ¿cierto? —Tal vez Calum te dijo algo de él, hace mucho salimos como amigos y casi se vuelve loco—agregó.

—Seguramente me dijo él —comentó inseguro analizando sus recuerdos. Notó la expresión triste de June—. Oh, no te sientas triste. Calum fue un idiota, no te deberías sentir mal, tú no tuviste a culpa, hiciste lo que creíste mejor para ti y eso se vale —le dio un pequeño apretón en el hombro—. Y si él no vio lo maravillosa que eres como para no luchar por ti, debe de estar demente. —Su voz comenzó a salir suave y tranquila. Dimitri estaba extremadamente cerca de June—. Eres hermosa, inteligente, talentosa, ¿por qué no pelear por ti? —se acercaba lentamente, a una distancia demasiado corta entre los labios de ambos,

—No puedo hacer esto. —Se levantó rápidamente y se alejó de Dimitri. Estaban a casi nada de juntar sus labios.

—No, yo tampoco. Lo siento mucho —se disculpó y avanzó un par de pasos hasta June pero ella se hizo para atrás demasiado nerviosa por lo que el chico enfrente de ella pudiera hacer.

—Nos vemos Dimitri —dijo y salió lo más rápido que pudo del estudio.

Optó por pedir un taxi en vez de llamarle a su tía. Claramente se sentía abrumada, no quería que nadie le hiciera un cuestionario en ese momento, como sería de esperarse de su tía.

Mientras tanto, Dimitri se quedó en el estudio retractándose por haber hecho aquella estupidez. Calum era su amigo, y le había pedido de favor que si podía conseguir información que probablemente lo ayude a superar a June. Aparte de eso, casi besa a la chica que su amigo ama. Nada ocurrió, pero sintió demasiadas ganas de besarla en ese momento, se le hacía tan atractiva, tan rota y vulnerable, quería tomarla de la cintura, lanzarla en el sofá y quitarle lo último de inocencia que le quedaba. Se siente culpable por haber tenido esos pensamientos, aún más porque casi se vuelven realidad.

Cayó rendido en el sofá y durmió por horas, casi como si estuviera inconsciente. Pero alguien entró al estudio, despertándolo de golpe.

—Vengo a recoger las canciones de la banda de Adam, ¿las tiene listas? —preguntó una mujer de unos treinta años más o menos, pero con un temperamento claramente duro.

—Todavía tengo hasta mañana para terminarlas —comentó irritado mientras se levantaba del sofá, agarrándose la cabeza de tanto que le dolía en ese momento.

—Tienen que estar listas para mañana, sin falta —advirtió la señora que era mánager de cierta banda, y salió del cuarto.

Dimitri fue por alguna pastilla para la resaca que le estaba dando. La ingirió y esperó a que hiciera efecto. Una vez sintiéndose mejor, tomó su celular y le marcó a su amigo.

Calum se despertó desorientado en la cama del hotel por un sonido molesto, pero después hizo conciencia que era su celular sonando. Intentó buscarlo a su alrededor, y lo que encontró fue una chica dormida a un lado de él, a quien lo único que la cubría era la sábana. Luego recordó que después del concierto se había acostado con ella, una supuesta fan. La ignoró y continuó buscando su celular hasta que lo encontró.

—¿Hola? —habló en cuanto contestó la llamada.

—¡Hola! Soy yo, Dimitri —anunció entusiasmado, aunque la verdad era que estaba nervioso. Calum se desesperó. Quería hablar en privado, así que tuvo que echar a la chica la cual ni su nombre recordaba.

—Espera un segundo —dijo y tapó el micrófono del celular con su hombro—. Disculpa, tengo que hacer una llamada en privado, así que si pudieras salirte... —dispuso despertando a la chica, la cual estaba desorientada.

—¡Qué imbécil! —Se molestó ésta levantándose de la cama aferrada a las sábanas y tomó su vestido, se lo puso como pudo mientras que Calum la esperaba para que se fuera.

La chica salió del cuarto enojada y furiosa, tanto que estrelló la puerta, pero a Calum no le importó en lo más mínimo. Estaba un poco acostumbrado a que las chicas se pusieran en tal estado, pero la realidad era que ambos sabían que no iban a nada serio, que era algo de una noche, aún así las chicas siempre se ilusionaban.

—¿Qué ocurre? —preguntó Calum.

—Ayer vi a June y conseguí información— mencionó. Calum estaba ansioso pero preocupado por saber lo que le diría Dimitri—. Mira, no es lo más sano que te diga esto, deberías dejarla ir de una vez. Si te enteraras que está viendo a otros chicos solo empeorarás —comentó.

—Necesito saber —musitó—, me preocupa —agregó, llevando su mirada al piso. Aunque a Dimitri no le agradara decirle, lo hizo.

—Salió con ese tal Charlie, dice que es un buen chico pero...

—¿Pero? —Calum tenía el corazón en la boca. Dimitri hablaba como si le fuera a decir las peores noticias.

Soltó un suspiro—. No me dijo mucho, pero creo que compartieron cierta intimidad por no decir otras palabras —comentó con suavidad en la voz, él sabía que no era fácil aceptar el hecho de que la persona que ama está con alguien más, compartiendo la intimidad que una vez ellos tuvieron.

—De acuerdo... —masculló con la voz apagada. Dimitri tenía que admitir que nunca lo había notado tan destruido.

—¿No tienes nada más qué decir? —preguntó Dimitri antes de terminar la llamada porque tenía mucho trabajo que realizar.

—No hay nada qué decir —afirmó para despedirse y colgar. Se puso alguna prenda de ropa en las piernas pero quedó sin camisa.

Los pocos ánimos que tenía no existían en ese momento. Se sentía con un vacío, con una gran culpa que cargaba desde hace mucho tiempo. Tal vez no haya sido la mejor decisión que Dimitri le dijera eso, pero al menos quería saber si June estaba con alguien decente, con una persona que la trate perfectamente, alguien que sepa valorarla y que no haga todo lo que él hizo, que no cometa los mismos errores que él.

Hace un tiempo, para ser más exactos cuando June le había contado sobre Charlie a Calum, él había sido golpeado por una ola de temor, temor por perderla, que alguien la alejara de él. Calum perfectamente podía pensar que eso estaba haciendo Charlie, distanciándola de él, pero es todo lo contrario. Calum alejó a June de sí mismo, él provocó todo esto. Si tan solo hubiera sido sincero con ella desde el principio, seguramente todo hubiera sido diferente.

Pero el hubiera no existe, pasó lo que tenía que pasar y tiene que vivir con eso. Al fin y al cabo, Calum la ama, demasiado para ser sinceros. Nunca nadie había robado su corazón de esa manera, nunca se había comportado así con nadie en toda su vida, y le duele saber que él mismo fue quien alejó a esa persona.

***

June llegó a su casa y se fue directo con Seth. No quería que sus pensamientos la inundaran así que prefirió distraerse con la persona a la que más confianza le tenía. Su primo se encontraba dormido pero ella estaba segura de que llevaba así toda la tarde, por eso al momento de despertarlo no se remordió la conciencia.

—¡Déjame dormir June! —exclamó un poco molesto.

—Hagamos algo —suplicó aburrida y desesperada por hacer algo diferente a tareas y la música.

—Tengo una fiesta destructiva en dónde habrá mucho alcohol y probablemente terminemos borrachos —Seth comentó despreocupado.

—Asistiremos —decretó June para luego retirarse a su cuarto y arreglarse.

Estaba impresionada de ella misma, nunca había sido fan de las fiestas, pero era tanta la desesperación por comenzar a olvidar todos sus problemas que haría lo que fuera. Sin embargo, ella está consciente de que estos mismos problemas volverán a menos que los enfrente e intente resolverlos, debe de darles alguna clase de solución, tan siquiera una psicológica y emocional.