27

Sustituir. Sustituir ese vacío que se había formado en su pecho. Ese era el nuevo objetivo de June, aunque no tenía ni la menor idea de cómo hacer eso.

Comenzar algún deporte pensó June y no le pareció mala idea, solo que después recordó que previamente había intentado los deportes y no le gustaban. Le gustaba verlos pero jugarlos no mucho.

Conseguir otro trabajo se sugirió. Y una vez más, no consideró que fuera una mala idea, pero trabajaba la mayor parte de la semana en el café, con suerte terminaba sus tareas. Otro trabajo sería muy agotador.

Formar una banda, pensó como su último recurso. Por un momento le pareció algo demasiado divertido, pero cayó en cuenta de que sería muy difícil conseguir los integrantes y que todos se llevaran bien.

Conocer a alguien más, este pensamiento apareció muy de repente en su mente. ¿Reemplazar a Calum? Realmente no había pensado en eso, había pensado en reemplazar ese vacío que sentía, pero no a él. Diablos, tan solo en que se le ocurriera hacer eso sentía una punzada en el pecho. Sin embargo, tendría que seguir adelante, tarde o temprano.

Puso todos sus pensamientos de lado y recogió sus cosas de la mesa. Se encontraba en unas mesas que estaban ahora, enfrente de la escuela cerca de la entrada principal. Desde que se dio cuenta que estaban ahí, a pesar de que pasaba a un lado de ellas todos los días, se comenzó a sentar en una de ellas, y que de la misma manera siempre estaba vacía. Recogió sus cosas y las metió en su mochila.

Vio el reloj en su celular y al darse cuenta de que era muy tarde, se fue casi trotando al café. Se le había pasado el tiempo en esa mesa. En las tardes se ponía muy tranquilo, y como ese día hacía un poco de brisa, estaba muy relajante. Era fácil perder la noción del tiempo en lugar tan sereno como ese.

Llegó al café y se encontró con Alison, la cual le dio una sonrisa en cuanto vio lo apresurada que iba. Fue al cuarto de los empleados y dejó sus cosas en un casillero designado especial para ella. Se fue al baño para ponerse su respectivo uniforme que llevaba en la mochila de la escuela. Una vez listo eso, fue con Alison a empezar su turno juntas.

—Llegaste justo a tiempo —comentó Alison mientras soltaba una pequeña risa.

—Lo sé. Se me fue el tiempo...

—¿Pensando en aquel chico el cual no me quieres decir su nombre? —indagó sonando acusadora.

Recién cuando June empezaba a trabajar ahí, Alison la notó muy decaída, pero cuando entraron en confianza se atrevió a preguntarle y June le contó la historia de Calum. Sin muchos detalles, muy por encima, y claro, evitó decir su nombre en toda la conversación y en la actualidad prefiere no decirlo. Ella cree que es mejor así, evita que gente lo reconozca por todo lo qué pasó con June y no por su música.

—No estaba pensando en él, estaba pensando en cómo superar su ausencia de mi vida —aclaró y se recargó en la barra frente Alison, la cual estaba en la caja.

—Es lo mismo. June, intenta dejar de pensar en él, no lo vale. Puede que tú hayas terminado las cosas, pero si te quisiera de verdad te seguiría buscando y luchando por ti —comentó con un tono ligeramente enojado. June iba a interrumpirla pero ella tomó la palabra primero—, aunque él haya intentado hacer que las cosas funcionen —agregó Alison y June se quedó callada, analizando lo que su amiga había dicho.

—Pero... —quiso defenderlo, sin embargo Alison no se lo permitió. Al parecer todo el mundo tenía mucho qué decir respecto a su relación.

—Tú y él no terminaron porque sus personalidades no los dejaron, lo hicieron porque estoy segura de que ninguno de los dos quería estar en una relación a distancia. Y a lo que me dijiste, tenías miedo y se puede entender por qué le dijiste que deberían terminar. Aun así, él debió de haber luchado por ti —opinó, mientras veía cómo June reflejaba tristeza pura en sus ojos y expresión.

Lo que le estaba diciendo Alison pudiera ser verdad, pero no se sentía así. Era un muy buen argumento, pero June no creía en lo que decía. Había entrado en pánico, tenía mucho miedo, y uno nunca debe actuar cuando está agobiando por sentimientos pesimistas. Sin embargo ella lo hizo, lastimando a ambos.

—Oh June. —Se acercó para abrazarla mientras tenía una expresión de lastima. June tenía la vista ligeramente borrosa, aún continuaba guardándose las lágrimas, el dolor—. Sé que te sientes culpable, pero es todo lo contrario, no tienes la culpa —le aseguró y la volvió a abrazar. June le devolvió el abrazo, aunque no fuera fan de estos. Quería creerle a Alison, de verdad quería pero no podía.

—¡Menos plática y más trabajo! —exclamó la gerente mientras salía de su oficina hacia donde estaban las chicas.

—No hay clientes aquí Charlotte —anunció Alison cansada mientras se separaba de June.

—Pero siempre hay algo que hacer —contestó Charlotte, pero al ver a June, se le ablandó la expresión—. Oh, ¿qué ocurre querida? —indagó mientras se acercaba. Ella no dijo nada, odiaba que la vieran llorar—. Conozco esa expresión, ¿corazón roto? —interrogó nuevamente. June asintió con la expresión perdida, ganándose la empatía de ambas mujeres presentes.

—Déjame decirte algo June, si alguien sabe de corazones rotos soy yo. La vida sigue, nuevas personas llegaran a tu vida y cuando menos te des cuenta, ni te vas a acordar de la persona que te rompió el corazón —aconsejó con entusiasmo mientras intentaba hacer sentir mejor a June.

—Lo tengo muy presente, pero eso no quita el hecho que los extrañes y te duela su partida —comentó con la voz temblorosa.

—¡Oh por supuesto! Pero también no es tu primer y último amor —le garantizó con una ligera sonrisa.

En ese momento entró un cliente al café, Alison fue rápidamente a atenderlo, pero June y Charlotte ignoraron aquello.

—Hora de trabajar —comentó positiva. June se limpió las lágrimas que todavía no caían de sus ojos y se fue a preparar el reciente pedido.

Desde ese primer cliente que entró al café, en ese rato muchos más han estado llegando, uno tras otro. Era el turno de Alison de tomar todas las órdenes, y cuando tenía algún segundo libre, ayudaba a June a preparar los pedidos. Como fue antes dicho, eran un gran equipo con el sistema que habían formado.

Tener trabajo qué hacer alejó a June de sus pensamientos sobre la escena que acababa de tener con Charlotte y Alison.

Cuando los clientes pararon de llegar, ambas chicas se concentraron en terminar la larga línea de pedidos que tenían. Solo pasaron algunos minutos de "libertad" cuando entró otro cliente. June le avisó a Alison que ella lo atendería.

—Bienvenido a Rewind you day, ¿qué se le ofrece? —preguntó amablemente, y cuando vio quién era el cliente que se encontraba en frente de ella, se quedó sorprendida.

—Una cita contigo —comentó Charlie seguido de una pequeña sonrisa conquistadora.

—Charlie, ¿qué haces aquí? —interrogó June, estaba muy impresionada por la reciente aparición de Charlie después de no escuchar nada de él por semanas.

—Vengo por una cita contigo, y por un frapuccino mediano —respondió mientras intentaba seducir a la chica que tenía enfrente. June se sintió muy incómoda y como si estuviera cometiendo un error, pero ¿Por qué? A Calum no le debería importar lo que June haga con su vida.

—Puedo darte el frapuccino pero una cita no lo creo —mencionó June mientras le cobraba en la caja. Le dijo la cantidad de dinero a Charlie y este mismo se dispuso a pagar.

—¿Sigues con ese chico? —cuestionó. June le dio el pedido a Alison y ella lo agregó a la fila. Al escuchar mencionar a Calum sintió una punzada en su pecho, pero prefirió mostrarse fuerte y evitar cualquier tipo de pregunta.

—Tú no deberías saber sobre él... —musitó. Alison le hizo una seña que le ayudara y eso hizo, pero Charlie estaba siendo muy obstinado.

—¿Eso es un no? —preguntó levantando la voz para que June lo pudiera escuchar.

—¿A la cita? Sí, es un no. Ahora, necesito trabajar—anunció para empezar a ignorarlo.

—Esperaré hasta que estés libre —comunicó y se fue a sentar a una mesa. June soltó un suspiro, irritada.

No tenía ganas de lidiar con él en ese momento, y en ningún otro, pero él parecía estar muy decidido a salir con ella.

Alison y June terminaron con los pedidos más rápido de lo que creyeron, se los entregaron a sus respectivos clientes y cuando terminaron, June soltó un gran suspiro de cansancio. Estuvo muy ocupada sirviendo los pedidos que ni se había acordado de Charlie, pero él seguía en el café, esperándola.

—No es no, Charlie —decretó June llamando la atención de este mismo.

—No te arrepentirás, te lo prometo —suplicó tan solo para que June aceptara salir con él. Ella lo pensó por un momento y la verdad es que no perdía nada en salir con él.

—Tengo que pensarlo —respondió. Entonces Charlie supo que no tendría mucha oportunidad con ella, así que solo aceptó su respuesta y se fue de ahí.

—Podrías olvidar a este chico con... ¿Charlie? —comentó Alison. June se dio cuenta que había escuchado toda la conversación, aunque eso no la apenaba.

—No está bien utilizar a la gente —mencionó y le regaló una mueca a su compañera.

—Pero podrías salir con él, no pierdes nada en realidad —la alentó, y era cierto, solo iba a salir con él, podría ser una salida de amigos, incluso. June pensó aquello pero aun así, había algo que no la convencía.

—Alison, ya vamos tarde —comentó Charlotte mientras salía de su oficina con una bolsa elegante en la mano.

—¡Oh claro! Ahí voy. —Un foco se prendió en su cabeza y se fue a cambiar de ropa.

—¿A dónde van? —preguntó June confundida.

—¿Sí te explicó Alison cómo es que hay que cerrar el local? —interrogó Charlotte mientras buscaba algo en su bolsa.

—Sí, sé exactamente lo que hay qué hacer. Pero...

—Vamos a una reunión familiar —confesó Charlotte. June estaba confundida, y claramente tenía muchas preguntas. Su rostro expresaba mucho la confusión que sentía ya que Alison salió del vestidor y decidió comentar respecto a la conversación.

—Charlotte es mi abuela, June —reveló Alison con una ligera sonrisa.

—¿Por qué no me dijeron antes? —cuestionó June impresionada. Ahora entendía por qué se llevaban increíblemente bien y eran muy unidas.

—Nunca lo decimos, eres la primera empleada que se entera —comentó Alison.

—Lo sentimos por no haberlo dicho antes June, no hubo ocasión. Bueno nos despedimos que ya vamos tarde. —Charlotte sacudió su mano y se fue del local seguida de Alison. June se quedó ahí parada, asimilando lo que acababa de ocurrir. Nunca creyó que fueran abuela y nieta, eran unidas pero creyó que era una especie de relación rara entre jefe y empleado.

El resto del día estuvo mucho más tranquilo, pero tenía que esperar a la hora de cerrar para poder irse, lo bueno es que esas horas extras serían pagadas.

Cuando faltaba una hora para cerrar ya no había casi gente, solo una persona o dos, así que June comenzó a limpiar todas las mesas, levantar sillas, acomodar y asear todo el equipo con el que hacían los pedidos.

La hora de cerrar había llegado. No había más clientes y era casi media noche. June apagó las luces, puso el código de seguridad y se salió rápidamente del local. Cerró este mismo con las llaves que le había dado Charlotte y al darse la vuelta para irse a su casa, lo vio, caminando en dirección al café, pero paró en seco.

Calum paró en seco al ver a June afuera del café con una expresión confundida pero asombrada, todavía con el uniforme puesto y con el corazón en la boca.

Y ahí se encontraba él, parado en la fría noche sin nada que lo cubriera del frío. Se veía tan...cambiado, a pesar de que habían pasado solo unos pocos meses.

—Creía que todavía estaba abierto —comentó Calum intentando dar una excusa de por qué estaba ahí. Pero eso no tenía excusa, se supone que estaría de gira, no ahí. Al escuchar su voz, el mundo de June dio un gran giro, le dolió verlo en ese estado. Se veía cansado, vacío, justo como ella se sentía.

—Pues ya está cerrado —espetó con sequedad y nerviosismo combinados. Consideró que lo mejor era retirarse de ahí así que dio media vuelta, aun sabiendo que su casa quedaba del otro lado. No quería pasar a un lado de Calum, no lo soportaría.

—June —habló intentando detenerla, pero ella no parecía disminuir sus pasos—. Por favor, necesitamos hablar —Calum comenzó a seguir su paso. Quería ver su rostro, lo necesitaba.

Las lágrimas amenazaban con salir bruscamente de ella. ¿Qué hace aquí? No le bastaba con irse bruscamente de su vida, tenía que venir y volcar todo su mundo nuevamente a pesar de que se encontraba en proceso de olvidarlo.

—¡No!, solo déjame en paz —gritó June y se fue tan rápido como pudo.

Entonces Calum detuvo sus pasos, ella había dejado muy claro cómo era que se sentía y Calum tenía que respetar aquello, aunque lo que más quería en ese momento era ir a besarla y poder volver a tenerla entre sus brazos. Sin embargo, verla ahí, saliendo de ese local y cerrando este mismo, escuchando música muy animadamente, hizo que dudara sobre sus decisiones desde la ruptura. Ella estaba avanzando, lo estaba superando, así que él decidió hacerlo de igual manera. La superaría. Ahora era su momento de avanzar e irse por un buen camino, así como lo está demostrando ella.

June llegó a su casa y rápidamente fue a su cuarto, en donde se soltó a llantos silenciosos. Creía que no iba a llorar más, pero verlo ahí la hizo recordar sobre que lo que alguna vez tuvieron no puede ser recuperado. Le seguía doliendo, pero aprendió a ocultar ese dolor hasta el fondo, aunque no pudiera mantenerlo oculto por siempre.

Tomó su celular bruscamente y pronto se escuchó que le estaba llamando a alguien, se calmó de inmediato en cuanto la persona contestó.

—De acuerdo —habló June—, saldré contigo —accedió. Al otro lado de la línea se encontraba Charlie, quien celebraba con una sonrisa gigantesca.

—Mañana paso por ti oscureciendo —comunicó y June le contestó con un ligero "de acuerdo" y terminó la llamada.

En realidad, ella no podía creer que iba a salir con Charlie aun después de haberle prometido a Calum que nada iba a ocurrir con él. Pero ahora los dos eran libres, no había nada más qué resolver o decir, cada quien podía salir con quien quisiera.

A pesar de tener en cuenta eso, June se seguía sintiendo culpable, como si lo estuviera traicionando. Verlo esa noche y saber que todavía no estaba completamente superado, le dio la genial idea de que tendría que salir más si es que realmente quiere olvidarlo. Y no estaba utilizando a Charlie para superarlo, solo iba a salir con un amigo, o al menos eso creía ella

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