25

La primera semana de clases después de la ruptura con Calum fue más que dolorosa. Todo, absolutamente todo le recordaba a él. El caminar por los pasillos, el salón de música, la simple entrada de la escuela, y las mesas detrás de la escuela, ese lugar era el peor de todos, demasiadas cosas habían pasado ahí.

Ella tiene que admitir que era feliz cuando no sabía nada sobre su vida, vivía de manera contenta y tranquila. Aunque saber la verdad la calma un poco ya que las mentiras no predominan más, quisiera volver el tiempo cuando todo era diferente, cuando todo era mucho más fácil.

No hablaba con nadie a menos que fuera sumamente necesario. Pasaba desapercibida por los pasillos. Ella no comía en la cafetería, solo se iba a los pasillos a hacer cualquier cosa para matar el tiempo mientras comía. Su primer día en la escuela después de la ruptura, Iris había intentado acercarse a ella, pero June se comportaba muy cortante y distanciada, no podía evitar sentir enojo cada vez que pensaba en las mentiras por parte de Calum e Iris.

Ella era su mejor amiga y se supone que las amigas siempre desean lo mejor para la otra. Existe la posibilidad de que Iris no haya pensado en sus acciones del todo bien, pero el daño hecho está y simplemente no hay manera de volver el tiempo atrás para cambiar eso. Iris logró entender lo que ocurría, ya que de igual manera no veía a Calum por los pasillos más, así que entendió que June había recordado todo.

Esa primera semana, las ultimas lágrimas salieron de June, ya no tenía más. Estaba cansada de llorar, sus tanques estaban más que vacíos, y en el momento en el que eso ocurrió, parecía como si no pudiera sentir. La seriedad predominaba en ella, sonreía con dificultad, la presión en su pecho dejó de crecer pues era imposible que lo hiciera más, solo sintió que se había convertido en algo permanente.

Después de esa primera semana enfrentando todo a su al rededor, decidió conseguir un trabajo el cual serviría para invertir su tiempo y pagarles a sus tíos, aunque se tardara mucho en hacerlo. Ella había visto el bajo en su cuarto, y solo estaba acumulando polvo para nada, así que iba a conseguir un trabajo para pagarlo.

¿Por qué no solo mejor lo vendes?, se preguntó a sí misma. Le dio vueltas a esa pregunta un rato, buscaba alguna explicación concreta, pero lo único que tenía es que le había dicho a Calum que se iba a quedar con el bajo, y él perfectamente le había dicho que prefería que ella lo tuviera. En realidad, June no sabe por qué lo conservó, no podía venderlo, por más que quisiera no podía, era lo único que le quedaba de él después de que se llevara la canción que le había regalado.

Decidió irse a buscar trabajo en los locales donde le interesaría trabajar, y aunque la empresa no estuviera buscando empleados, June aun así iba a preguntar y así fue como llegó a una cafetería. "Rewind your day" se llamaba. No era una cadena gigantesca y probablemente era un negocio con una sola sucursal, eso sube sus expectativas de que aquí le dieran algún trabajo.

Entró y el olor a café se apoderó de ella, entonces fue cuando pensó que hace un largo tiempo no tomaba algo relacionado con café. Había un poco de fila, así que se formó en esta misma al igual que los demás clientes y esperó su turno. Cuando llegó a la caja para ordenar, una chica con una sonrisa increíblemente iluminadora, de ojos color café que radiaban cierto tipo de felicidad, y su cabello también café perfectamente peinado en una trenza, la atendió.

—Bienvenida a Rewind, ¿qué es lo que vas a llevar? —preguntó la chica con mucho entusiasmo. Por como lucía y por el tono de voz, June supuso que esta chica era de su edad.

—Venía a ver si tenían algún puesto de trabajo abierto —comentó y la chica le dio una sonrisa.

—Espera un segundo —mencionó y se fue, a lo segundos regresó.

—Pues no estamos buscando ningún empleado en estos momentos, pero creo que podrías hacer lo que yo hago, tomar órdenes y servir cafés, suena emocionante, ¿no? —comentó la chica con una sonrisa. June soltó una ligera sonrisa junto con ella y vio el gafete de la chica, Alison, decía este mismo.

—Puedes ir a hablar con la gerente —anunció Alison y le hizo una seña para que la siguiera y eso fue lo que hizo—. ¿Cuál es tu nombre? —indagó.

—Me llamo June —se presentó mientras paraban de caminar y se ponían enfrente de una puerta.

—Mucho gusto June, me llamo Alison —sonrió y señaló su gafete—. Intenta impresionarla, y con eso seguro te da el puesto —sugirió y tocó la puerta para que se escuchará un "adelante" del otro lado.

—Gracias por el consejo —agradeció y entró con la gerente.

La gerente era una persona relajada, pero se veía que era estricta cuando lo requería. La entrevista no era nada fuera de lo normal, como era un negocio pequeño no fue muy formal aquella entrevista. Le hizo algunas preguntas a June, como su experiencia trabajando, pero ella le supo contestar bien.

—Este sería mi primer trabajo, pero por la edad que tengo aprendo rápido y hago las cosas de manera muy eficiente, tengo las ganas de trabajar y mucha energía todos los días —respondió. Puede que lo último que dijo haya sido una ligera mentira, pero necesitaba ese trabajo y no le molestaría conseguirlo en esa pequeña cafetería.

—He tenido experiencia con gente de tu edad trabajando en mi pequeño negocio —comentó la gerente que al parecer era también la dueña—, muchas veces suelen ser muy inconstantes con los horarios, no obedecen y siempre quieren un aumento —mencionó la gerente mientras se ponía seria.

—Por mí no se tendría que preocupar. Soy una chica la cual toca el piano por diversión y hace sus tareas en los recesos de la escuela, y respecto al aumento no puedo decir nada —habló y la gerente soltó una pequeña risa.

—No hay cómo discutir eso. June, parece ser que eres una chica que lo tiene todo, salud, un futuro por delante, ¿por qué quieres tener este trabajo? —interrogó.

—Soy una chica que busca crecer como persona, y busca algo en qué enfocar su atención—respondió con una sonrisa amistosa.

—June, te daré el trabajo. —June puso una sonrisa muy grande—. Espero lo mejor de ti, no me decepciones. ¿Puedes empezar mañana?

—Por supuesto. Muchas gracias, de verdad lo aprecio —agradeció June, le extendió la mano y la gerente la aceptó.

Guio a June hasta la salida de su oficina la cual dio las gracias una vez más y salió del negocio, feliz. Y esa felicidad pudo esfumar la presión que sentía en el pecho por unos minutos y entonces supo que este trabajo era lo correcto.

La gerente y Alison vieron como June se alejaba lentamente del negocio.

—¿Le diste el empleo? —preguntó Alison confundida.

—Por supuesto, así como te lo di a ti.

—Soy tu nieta, sería una grosería que no me lo hubieras dado —bromeó Alison.

—En toda la entrevista, se veía que quería este trabajo, pero no tenía energías a pesar de que me haya dicho que sí —comentó—, y no era que estuviera cansada, algo le faltaba, y pienso que tener este trabajo le pueda ayudar —terminó de hablar y volvió a su oficina.

—Qué generosa —rio Alison, tanto como su abuela y ella soltaron una risa.

June se fue a su casa, sintiéndose victoriosa por conseguir aquel trabajo. Se puso sus audífonos y pronto dejó que la música inundara sus pensamientos. La presión en su pecho parecía ir desapareciendo, pero después algo pasaba que volviera esa presión.

Estaba cansada de sentirse así, quería parar aquello. Y siendo sinceros, ella no sabe por qué le dolió tanto, es solo una persona, muchas más llegarán a su vida y otras se irán de igual manera, pero tan solo pensar que Calum se fue de golpe, le duele demasiado. Se había aferrado tanto a él, que ahora sentía que algo se le había sido arrebatado, una parte crucial de su vida.

Solo es un corazón roto, se decía a sí misma, y aunque eso era cierto, sentía que había algo más y no era solo un corazón roto, eso era un hecho. Sin embargo, no tenía ni la mínima idea de qué era aquello.

Mientras caminaba a su casa, se puso a pensar que nunca había escuchado una canción versión estudio de la banda de Calum, solo en vivo y una sola vez. Tan exitosa que era esta banda, tan profundas letras de canciones que tenían y nunca en realidad habían hablado de aquello. Aunque June había pensado en preguntar sobre el tema, solo se retractaba y lo dejaba para después.

Pero ahora no hay un después, solo serán preguntas que probablemente se queden en el aire. Podría buscarlos en internet, pero eso no sería sano ya que ver algo respecto a Calum, sería un boleto directo a lágrimas.

—¡¿Por qué duele tanto?! —gritó inconscientemente. Se calló de inmediato y volteó a sus alrededores para ver si alguien la había escuchado, y quedó impresionada. No por el hecho de si había gente o no, si no por donde estaba. Se encontraba en el puente. Inconscientemente había caminado hasta ahí.

Inspeccionó todo el lugar y solo se dio la vuelta para irse de ahí. Apresuró su paso ya que había escuchado unos pasos rápidos detrás de ella. Por un momento creyó que era Calum, pero él estaba de gira, no en aquel puente.

Llegó a su casa apresurada, y se fue directo a su cuarto. Una vez ahí, dejó sus cosas en el piso y se lanzó a la cama, estaba cansada. Había estado buscando trabajo por toda la cuidad toda la tarde, además de que había tenido que lidiar emocionalmente con aquella aparición en el puente. Parecía que su subconsciente le estaba intentando decir algo, pero preferiría que usara palabras concretas a que la esté llevando a lugares que alguna vez fueron los más felices.

Pero June tenía una obsesión y era que lo extrañaba horrores. Estar acostumbrada a la compañía de una persona y que se la arrebaten, es doloroso y al principio no puede creerlo, hasta que cae en cuenta que esa persona no está a su lado y no lo estará. Sin pensarlo mucho, volteó a ver a la esquina donde tenía el bajo de Calum, lo vio y sintió una punzada en su pecho.

En ese momento, ella se decidió a recuperarse, decidió que no sufriría más por Calum y que con el paso del tiempo él se convertiría en solo un recuerdo y nada más que eso, desaparecerá de su vida así como llegó, tan repentinamente. Para comenzar a hacer eso tenía que empezar por algo, y era con el mismo bajo eléctrico. Lo sacó de su estuche, lo admiró por unos segundos y decidió que comenzaría a aprender a tocarlo. Aunque para eso necesitaba un amplificador especial, y no sabía cómo iba a conseguir uno.

Fue al garaje de su casa, esperando a que encontrara uno, aunque las probabilidades eran sumamente bajas, pero June recordaba que su tío había estado en una banda, y si no era él, era Seth. Algunas cosas de la memoria de June habían vuelto pero otras seguían un poco borrosas. Cuando entró al garaje, vio a su tío husmeando entre las cajas del cuarto.

—¡Oh! Hola June, ¿qué haces aquí? —preguntó Albert.

—Hola tío, ¿Todavía tienes aquel amplificador de bajo? —preguntó curiosa. Su tío le dio una mirada rara pero un foco se prendió en su cabeza y se dirigió a una de las decenas de cajas.

—Si no me equivoco, es este de aquí —comentó mientras tomaba la caja y la colocaba en el piso para ver su interior. La abrió y se pudieron visualizar los interruptores del amplificador. June sonrió de felicidad.

—¿Para qué lo necesitas? —indagó extrañado. Tomó la caja y le ayudó a June a cargarla hasta su cuarto puesto que estaba un poco pesada.

—Para poder conectar un bajo eléctrico —contestó con inocencia. Su tío asintió y dejó el amplificador en el cuarto de June.

—No muy fuerte June —advirtió mientras salía del lugar.

—Muchas gracias —habló con sinceridad.

Cerró la puerta de su cuarto y procedió a conectar el instrumento al amplificador. Lo tomó con suma delicadeza ya que Calum lo había dejado ver como si estuviera hecho de oro el instrumento.

Comenzó a tocar cada una de las cuerdas torpemente pues no sabía absolutamente nada. Cada instrumento tenía su técnica especial para tocarlo, su forma de tomarlo e incluso acomodarlo en la posición correcta, y este instrumento no era la excepción.

Intentó tocar algo que alguna vez había visto a Calum hacer, pero además de que solo la hizo sentir mal el recordar, también se le hizo muy complicado porque las cuerdas son muy gruesas y no lograba que el sonido se escuchara "limpio". June tenía experiencia con la guitarra acústica, así que no se le complicó mucho acostumbrarse al bajo, pero sí necesitaba práctica, y mucha.

A los minutos de haber comenzado a tocar notas sin sentido en el bajo, Seth llegó al cuarto de June, interrumpiéndola a ella y a su concentración.

—¿Qué es todo ese ruido? —preguntó con exageración.

—El bajo es uno de los instrumentos más tranquilos y silenciosos, no empieces a exagerar —contestó soltando una ligera carcajada.

—¿Es el que le compraste a Calum? —preguntó su primo con total serenidad en su voz. June soltó un suspiro y asintió con la cabeza—. ¿No crees que deberías venderlo? —sugirió con una mueca.

—No puedo hacerlo —respondió, mientras veía el bajo que había puesto a un lado de ella en su cama.

—Pero si lo tienes ahí, solo no te dejará superarlo y constantemente te acordarás de él...

—¡Todo me recuerda a él! No solo el bajo, casi todo lo hace —exclamó mientras se ponía a la defensiva. Seth se arrepintió por haber dicho aquellas palabras, así que solo abrazó a June quien no respondió muy bien a ese abrazo, pero no pudo rechazarlo.

—Lo siento June... —musitó.

—Puede que acostumbrarme al bajo me ayude a olvidarlo, así cuando lo vea no solo pensaré en Calum. Además, ya lo compré —hablaba más serena mientras se separaba de Seth, le dio una ligera sonrisa al final.

—Si piensas que es lo correcto, entonces continúa. Mientras tanto, estaré en mi cuarto leyendo —anunció y se fue.

Ella se quedó viendo el bajo, sintió un pinchazo en su pecho así que optó por guardarlo en su estuche y puso el amplificador a un lado del instrumento. Vio el piano que tenía en su cuarto y se dirigió a él.

Comenzó a tocar lo que se le viniera a la cabeza. Después de haber recuperado su memoria, algunas cosas respecto al piano habían vuelto, pero seguía necesitando práctica. En realidad eso fue lo que siempre necesitó ya que sus manos estaban llenas de memoria muscular.

Comenzó con algunas piezas sencillas y no muy conocidas para otros y sí por ella, además, amaba esas canciones. Cuando terminó con una de esas canciones, sin pensarlo dos veces, continuó a tocar la canción que estaba tocado momentos antes de que Calum y ella se hubiesen confesado sus sentimientos en la escuela. Pero a pesar del poder que tenía ese recuerdo, no la detuvo de tocar aquella canción que tanto le gustaba. Estaba muy concentrada en no equivocarse, y aun así, la canción siempre ha tenido y siempre tendrá un gran impacto en su gusto.

De vez en cuando, June se preguntaba por qué algunas canciones la marcaban tanto, y es porque la música es su pasión, toca varios instrumentos y una que otra vez le gusta componer canciones, y ahora es cuando por fin entendió a Calum. Él estaba siguiendo su pasión así como June lo ha hecho, solo que él se fue mucho más al extremo, y June castigó a ambos por aquello.

Se arrepentía de haber dicho aquellas palabras, "entonces deberíamos terminar" se repetía una y otra vez en su mente, atormentándola.

June continuó tocando la canción, solo que ahora tenía esta ola de arrepentimiento chocando con ella. Terminó la canción y soltó una pequeña lágrima.

Odiaba a su mete destructiva, le mostraba lo culpable que era y también le recordaba cada segundo del día que él ya no estaba a su lado, tan solo por las palabras que dijo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top