24
Los rayos de sol entraban por la ventana de June iluminando todo su rostro. Ella se despertó e intentó volver a su sueño poniéndose una almohada en su cara pero fue inútil ya que la claridad la había despertado. Sus ojos le dolían. Estaban demasiado hinchados por tanto llorar y desvelarse anoche.
Intentó buscar su celular torpemente por toda la cama para ver la hora, pero cuando no lo encontró solo se rindió; saber la hora no le parecía lo más importante en ese momento. Se talló los ojos y recordó por qué estaban así.
Lo único que sintió fue un vacío. Un hoyo en su pecho que se hacía más grande mientras más pensaba en Calum. En su hermosa sonrisa, en sus ojos color café que tanto le gustaban, en la calidez de su piel...Las lágrimas amenazaron con salir de nuevo, pero fueron paradas por un golpe en la puerta.
June soltó un suspiro, no quería levantarse de su cama, no quería dejar su cuarto. El golpe se volvió a escuchar y no le quedó de otra más que abrir. Se paró rápidamente lo cual la mareó, pero solo le quitó el seguro a la puerta y regresó a su cama, cubriéndose por completo con las sabanas.
—Hey, ¿cómo estás? —preguntó Seth mientras se sentaba en la orilla de la cama. Él no recibió ninguna respuesta por parte de ella y lo tomó como que no se encontraba bien.
—El desayuno está listo —le avisó con total serenidad. June soltó un suspiro. No tenía absolutamente nada de apetito—. Baja a comer algo si es que te dan ganas, ahí estaremos todos —mencionó y se separó de la cama. Se dirigía a la salida pero la voz de June lo interrumpió.
—Seth... —lo llamó con debilidad.
—¿Sí?
—¿Podrías cerrar la cortina y la puerta cuando te vayas? —preguntó con la cabeza enterrada en las sabanas.
—Por supuesto —respondió con una media sonrisa e hizo lo que le pidió.
El cuarto de June quedó completamente obscuro. Se sentía frío y solo, pero a June no le importaba nada más en ese momento. Ella quería poder dormirse de nuevo pero su cuerpo no parecía cooperar, a pesar de que la noche anterior no había dormido casi nada.
Se levantó de su cama un poco mareada pero se dirigió al baño. Al entrar a este, una ráfaga de luz iluminó su cara, lo que causó que sus ojos dolieran y los cerrara rápidamente. Luchó contra la luz y abrió sus ojos. Se recargó en el lavadero y miró su reflejo en el espejo. Se veía fatal. Sus ojos estaban hinchados, tenía grandes ojeras adornando sus ojos, su rostro había tomado un aire simplemente triste.
Ignoró su aspecto y buscó un pijama. En realidad, se puso la primera prenda de ropa cómoda que encontró y volvió a su cama. Su cuarto seguía obscuro y no lograba ver nada lo que causó que casi tropezase y cayera. Abrió un poco la cortina, solo para que un haz de luz entrara y no se lastimara cuando intentara caminar por su cuarto.
Al hacerlo, la luz alumbró una de las esquinas del cuarto de June, ahí se encontraba el bajo de Calum. Lo vio y las lágrimas volvieron a amenazar con salir. Nuevamente no le importó nada y cerró la cortina. Se tiró en su cama y los llantos reventaron de nuevo.
Ella no entendía, no lograba comprender cómo es que dolía tanto su ruptura. Quería que la tierra la tragara para dejar de lidiar con todo esto. Le dolía tanto pensar que todo haberse acabado, en cuestión de minutos todo terminó, todo cambió. Él se iría de gira por el resto de su vida, ya que es a lo que aspira, y June solo se quedaría en ese lugar, esperando a que algo emocionante ocurriera en su vida.
Su cabeza comenzaba a doler más y más con cada lágrima que salía de sus ojos. Sus pestañas estaban empapadas de nuevo, al igual que el resto de su cara y almohada. Quería parar de llorar, quería hacerlo, pero no sabía cómo. Las lágrimas parecían que llevaban un largo tiempo queriendo salir y ahora lo hacen descontroladamente.
Pasaron los minutos, incluso un par de horas y lo único que había conseguido June era dejar de llorar, pero el hoyo en su pecho todavía no desaparecía.
Y Calum, él estaba devastado, aunque no pareciera así. Se sentía pésimo por dentro y más porque ahora no puede reparar las cosas porque todo lo que había dicho el día anterior, era completamente cierto, decía en serio cada palabra. Él no tenía fuerzas para hacer algo, no le veía el punto a absolutamente nada. Por suerte tenía a sus mejores amigos para que ellos se encargaran del resto de la gira.
El día anterior, había llegado a la casa de uno de sus amigos en donde todos se quedarían para poder irse juntos al día siguiente a donde los estaría esperando un camión con todas sus cosas e irse por fin.
—¿Todo bien Cal? —preguntó Asher justo cuando Calum llegó a su casa.
—Rompí con June —contestó y se acostó en el sillón del garaje de su casa, en donde todos estarían durmiendo. Decir aquellas palabras solo hizo la situación más real de lo que ya era—. No, ella rompió conmigo —agregó. Todos soltaron un pequeño "oh" y Calum solo soltó un suspiro. Sentía un gran vacío en su corazón, y a diferencia de June, él había soltado algunas lágrimas en cuanto había entrado a su carro, pero supo contenerse y guardarse todo.
—Vele el lado bueno... —quiso decir Matthew pero fue interrumpido por Calum.
—No hay lado bueno en esto... —comentó y se enderezó en el sillón, tomó un cojín y lo abrazó—. Y le di la canción, ella tiene la original, y no la podré recuperar —añadió pasándose las manos por el pelo, revolviéndolo por completo.
—¿Qué canción? —preguntó Ethan curioso.
—We are so disconnected —respondió en un suspiro y sacó su celular para ver la hora. Todavía era demasiado temprano. Dejó caer el aparto en el sillón y se quedó viendo a un punto inexistente. Asher tomó el celular de Calum sin que este mismo se diera cuenta.
—Nosotros nos encargamos —comentó su amigo mientras se guardaba el celular en el bolsillo del pantalón. Calum no prestó atención en ningún momento, estaba muy sumergido en sus pensamientos como para intentar interesarse en su alrededor.
Mientras tanto June seguía en su cama, acostada, deprimida, hasta que un sonido, una vibración en realidad, la sacó de sus pensamientos. Buscó aquello que hacía ese sonido y entonces vio su mochila en el piso iluminarse. Tenía una llamada entrante. No quería contestar pero cuando pensó que podía ser Calum fue corriendo por su celular. Vio la pantalla y en efecto, era Calum. Sintió un mini infarto en cuanto vio su nombre. No sabía si debía contestarle o solo ignorar la llamada. Se disponía a contestarle pero el tiempo se acabó. Se quedó viendo su celular, atónita por lo que acababa de pasar. Al instante, un mensaje de texto le llegó de Calum.
—En diez minutos sal de tu casa...Lleva la letra de We are so disconnected contigo.
Solo eso decía aquel mensaje. Sin más explicaciones. June estaba confundida, tenía muchas preguntas, pero decidió guardárselas y ponerse algo decente para ver a Calum. Notó que sus ojos seguían demasiado hinchados, así que se fue corriendo a la cocina, para su suerte nadie estaba en su casa así que tomó una toalla en la cual puso hielos y se los colocó en la cara para que lo hinchado disminuyera. Estuvo así cinco minutos y después fue a ponerse un poco de maquillaje en las ojeras. Si iba ver a Calum, no podía dejar que él viera todo su sufrimiento. Finalmente, tomó la canción y salió de su casa.
Y justo a los diez minutos, una camioneta se estacionó enfrente de la casa de June. Salió él chico rubio que una vez había conocido ella en la escuela y que también había estado en el concierto, su nombre era Ethan.
—Hola June, veo que trajiste la canción —comentó saliendo del carro. June visualizó a otros tres chicos dentro del carro, y al ver a Calum, su corazón comenzó a saltar precipitadamente.
—¿Qué está ocurriendo? —cuestionó June aferrándose a la canción. Ethan se acercaba hasta ella a pasos lentos.
—De cierta manera, necesitamos la canción de vuelta —explicó y estiró su mano para tomarla pero June la presionó contra su pecho, dando a indicar que no quería devolverla.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Dónde está Calum? —preguntó buscando al chico dentro del carro, quería conectar su mirada con él, tan solo por una última vez.
Ethan comenzó a tapar la vista de June para que así Calum no viera que ella estaba ahí. Si se enteraba, probablemente volvería a estar mal, pues los chicos habían logrado que estuviera más tranquilo y ahora se encontraba escuchando música en los asientos traseros de la camioneta.
—La necesitamos, no puedes tenerla —comentó Ethan con una mueca. Él intentaba ser amable pero ella no estaba cooperando.
—Él me la regaló —musitó June perdida en el recuerdo.
—Pero no era consciente de las consecuencias, no puede hacer eso —mencionó y June miró la canción. Iba a entregársela pero ella sabía que Calum no se la quitaría, si se la dio fue por algo, o ¿acaso él estaba de acuerdo con esto?
—¿Calum sabe de esto? —cuestionó aún aprehendida a la canción. Un chico con el cabello teñido de rojo, que iba conduciendo, dijo algo.
—¡Sí lo sabe! —gritó para ser escuchado. June sintió cómo algo crujió en su corazón, pero vio la canción con tristeza y se la entregó a Ethan.
—Muchas gracias —agradeció con una pequeña sonrisa consoladora. Todos los presentes sabían lo difícil que estaba siendo esa ruptura para los dos, por lo que tenían que ser cuidadosos con lo que decían, a pesar de que Matthew echó eso a perder.
El chico se despidió de June con una sonrisa amable y se dirigió a la camioneta. Se subió y todos fueron sacados de sus pensamientos. Ethan mostró la canción con victoria y todos celebraron salvo Calum pues él no se había enterado de nada. Vio hacia afuera reconoció la colonia de June. Luego observó la canción y pronto se preocupó.
—¿Qué hicieron? —preguntó angustiado mientras Matthew puso en marcha la camioneta.
Calum se asomó por la ventana trasera de la camioneta y vio a June parada, viendo cómo se iba alejando la camioneta poco a poco. El corazón de Calum estaba destruido, verla ahí, tan débil y rota, fue la gota que derramó el vaso. Sus amigos habían cometido un error, no debieron de haber venido por la canción, el dolor que probablemente le causaron.
June se limpió las lágrimas que volvieron a salir de sus ojos y Calum logró verla antes de que dieran vuelta en una calle. Se maldijo a sí mismo y se acomodó en su asiento.
—Es mejor para los dos de esta manera —comentó Matthew, y en cierta parte eso era cierto ya que así ellos conservarían los derechos de autor y a June no le dolería tener que hacerle algo al pedazo de papel.
Calum terminó por ponerse sus audífonos y se sumergió en la música al igual que en sus pensamientos mientras veía por la ventana de la camioneta todas las casas y autos que pasaban.
June entró a su casa y sin pensarlo fue a la cocina, abrió el congelador y gracias a su suerte, encontró un bote de nieve sabor chocolate recién nuevo. Lo tomó junto con una cuchara y se fue a su cuarto. Cerró con seguro la puerta, volvió a ponerse su ropa cómoda y floja, se metió dentro de las sábanas, prendió la televisión y puso la primera película que vio, abrió el bote de nieve y comenzó a comer.
Las lágrimas seguían saliendo, solo que esta vez sin ningún sollozo incluido. Parecía que el dolor previo la había dejado incapaz de sentir algo, aunque las lágrimas seguían saliendo. Tenía que sacarlo todo y es por eso que las dejaba salir, ya no le importaba más. Le dolía, bastante, pero ahora todo estaba terminado y siendo sinceros, June había pensado en arreglar todo, solo que con esto de la canción la dejó confundida. Ella ahora pensaba que Calum había querido la canción de vuelta, aunque la realidad fuera otra.
Los ojos de June le dolían, quería cerrarlos, pero al hacerlo su recuerdo volvía a ella, todo lo que amaba de él volvía y chocaba con ella como una ola.
Intentaba prestar atención a la película pero iba tan avanzada que ya no sabía lo que estaba ocurriendo, solo veía gente tan triste en la pantalla y hasta ese momento, June pudo entender todas las películas de amor, todas las novelas que involucraban una ruptura, las pudo entender, sintió empatía con todos esos personajes ficticios, pero lo único que no comprendía era por qué siempre había finales felices. Le parecía mentira y una farsa esos finales en ese momento, nada es tan perfecto, nada es como te lo ponen, ni siquiera el dolor, ese aumenta demasiado cuando es real.
June llevaba tanto tiempo en su cuarto, acostada, viendo lo que sea que se reprodujera en la televisión, que llegó un punto en el que perdió noción del tiempo. El sol se estaba ocultando, y no pudo importarle menos. La nieve que le había sobrado estaba derretida en su escritorio, había pañuelos por todas partes, y no le interesaba en lo absoluto.
A este punto, había comenzado a darle le vueltas al recuerdo de lo que había sucedido antes de su accidente. Resulta que después de haber recordado lo de Calum, empezaron a volver todos los demás recuerdos. Había recordado a sus papás, la mayoría eran sobre ellos, y estaba segura de que no les hubiera gustado verla así, tan destruida.
June reproducía consecutivamente la primera vez que Calum le había dicho que se iría. Debió de haberlo previsto, lo tenía ahí pero estaba tan cegada que no lo vio y su dolor se había multiplicado el doble.
Y qué descaro, pensó ella, él sabía que se iba a ir eventualmente pero decidió dejar todo en el espacio y no enfrentar el problema y dejar que ambos se ilusionaran. Calum quiso reparar lo que había causado hace unos meses, pero no lo logró y en cambio, empeoró las cosas.
Un par de días previos al accidente de June, Calum y ella habían hablado sobre la gira, y los dos se encontraban mal pero todavía faltaban un par de semanas para que Calum se fuera, y el día del accidente, él había conseguido que June accediera a hablar con él, pero entraron en un conflicto, Calum recibió una llamada y era algo respecto a la gira, tenía que irse a atender aquel asunto. Se ofreció a llevar a June hasta su casa pero ella se enojó, seguía dolida con él y no quería entrar en otra discusión, así que rechazó la oferta y le pidió a Seth que si le daba un aventón. Entonces su primo perdió el control de la motocicleta y cayeron al piso, y el resto es historia.
June podría decir que fue culpa de Calum, pero él solo estaba siguiendo su pasión por la música. Nadie puede echarle la culpa a nadie, fue un accidente y estos mismos pasan cuando uno menos se la espera. Lo importante era lo que pasara después. La pérdida total de memoria fue lo que ocurrió. Todos, incluso Calum, se quedaron con June, pero como él dijo, no podía aplazar más el tour, era cuestión de tiempo para que todo volviera a como estaba antes del accidente, incluso peor ya que en ese entonces pudieron haber arreglado las cosas, pero ahora, una solución a todo esto parecía simplemente imposible.
June fue interrumpida por unos golpes en la puerta, fue a abrirla y se encontró con Seth. Él le dio una media sonrisa y entró al cuarto. En cuanto él cerró la puerta June lo abrazó y Seth estuvo sorprendido, a ella no le gustaban los abrazos pero parece que necesitaba uno en ese momento, y uno con urgencia. June soltó algunas lágrimas y uno que otro sollozo y su primo se encontraba consolándola, en medio de su cuarto, intentando descifrar qué era lo que ocurría, aunque tenía una muy buena idea.
—¿Por qué no me cuentas lo que pasó? —sugirió Seth mientras ambos se sentaban en la cama de June, él apagó la televisión para poder tener toda su atención.
—Calum y yo, ya no, no somos, rompí con él —intentó explicar, pero las lágrimas salieron con mayor fuerza. Seth la volvió a abrazar para evitar que siguiera hablando porque eso solo la pondría peor.
—No tengo idea de lo que haya pasado, pero estoy seguro de que lo superarás como siempre lo has hecho. Eres muy fuerte June, siempre lo has sido y admiro eso de ti. Tienes una capacidad de superar las cosas que me gustaría tener. ¿Sufrirás? Por supuesto, pero ¿qué es una relación sin un poco de sufrimiento? —la consoló. Ella se sintió, de cierta forma, especial pero aun así no logró quitar su dolor, nada lo hacía.
—Él se fue de gira, y resulta que no era la primera vez que me lo decía. Algunos días antes de mi accidente me dijo lo mismo, yo sufrí demasiado, también estaba muy enojada. Aunque el día del accidente intentamos arreglar las cosas pero solo lo empeoró y él se ofreció a llevarme a casa, yo le dije que no, no quería pelear más con él, entonces me fui contigo y —intentó terminar pero se reventó en lágrimas de nuevo. Seth estaba atónito, nunca vio ninguna de estas señales de dolor por parte de ella, la vio algunos días decaída pero creyó que era por algo totalmente diferente.
—Oh June, de haberlo sabido... —mencionó Seth atrayéndola más hacía él pero fue interrumpido.
Negó—No había forma de saber sobre el accidente, no había forma de saber nada, incluso de la gira... —musitó.
Entonces recordó algo sobre su pelea del día anterior con Calum. "¿Por qué crees que Iris me odia tanto?" habían sido las palabras que él había usado.
June se calmó instantáneamente y el enojo volvió a ella. Lo único que ella había sentido era tristeza y enojo. Todos a su al rededor le habían mentido, Calum nunca le confesó nada, aun cuando hubo tiempo para hacerlo. Iris hizo lo mismo, ella sabía sobre la gira y todo el dolor que sentía se pudo haber previsto y así no enamorarse de Calum, no atarse tanto emocionalmente a él, pero los secretos parece que predominan en cualquier relación que tiene, amistosa o romántica.
Lidiaría con ella después, por el momento sabe que tiene que calmarse y asimilar que en su vida ya no estará Calum. Tendría que superarlo.
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