18
June llegó a su casa para ponerse algo más cómodo y dejar sus cosas. Intentó hacerlo lo más rápido posible ya que hablar con Calum había llevado más tiempo de lo que tenía planeado. Salió de su casa a toda prisa, había tomado las llaves del carro de su tía. Lo encendió y se fue directo al cine. Por un momento, casi perdía la cordura porque no encontraba lugar para estacionarse, y cuando estaba a punto de perder los estribos, pudo encontrar un lugar vacío.
El cine estaba dentro de una plaza, de esa manera había más cosas por hacer que si solo fuera el cine. June se fue a la entrada de la plaza y no vio a sus amigos. Le llamó a Seth desde su celular y él le dijo que iban a llegar un poco tarde pero que iban en camino. June decidió ir por un café, a decir verdad, había tenido un día largo y pesado. Compró lo más sencillo y barato del menú y se fue a sentar a unas de las sillas del mismo café. Después de estar unos minutos sola y de arrepentirse por apurarse, sus amigos llegaron.
—Se nos hizo un poco tarde, lo lamentamos —habló Seth sentándose en la mesa al mismo tiempo que Iris. Ellos dos pidieron un café al igual que June. Ella, por un momento, decidió olvidar todo el asunto de Charlie y volver a la normalidad con Iris, así que empezó a platicar normal, con los dos.
—¿Qué pasó con Calum? —preguntó Seth curioso, instantáneamente Iris también estuvo interesada.
—Al principio se enojó pero después le expliqué todo —respondió dándole un sorbo a su café.
—Qué bien, se notaba que iba a ser comprensible —comentó Seth repitiendo la acción de June, y ella le dio una mirada a Iris la cual parecía que iba a decir algo, pero nunca lo hizo.
—Necesito ir a comprar unas cosas, ¿me acompañan? —habló June al ver que Iris no iba a pronunciar ni una palabra. Ambos decidieron acompañar a su amiga a comprar lo que necesitaba.
Pero primero fueron a comprar los boletos para el cine, y una vez que lo hicieron, fueron a las tiendas de ropa.
—Uhm, ¿qué es lo que quieres comprar? —preguntó Seth con temor al ver todas las tiendas de ropa y zapatos.
—Unos botines —respondió June y vio a Iris la cual soltó un pequeño grito de emoción.
—Por fin decidiste comprarte unos, los buscaremos hasta encontrarlos —exclamó Iris mientras se acercaba más a June. Ambas tenían una sonrisa en la cara.
—No estoy entendiendo nada —habló Seth confundido. No entendía la repentina unión entre ellas dos y por qué estaban emocionadas por unos simples botines.
—June y yo habíamos hablado de comprar unos iguales. Pero había sido antes del accidenteElla pudo recordar otra cosa —explicó Iris. June recordó aquello cuando estaba sola en el café, y pensó que sería una buena idea ir a comprarlos en ese momento. Seth se sintió feliz por June y le pasó un brazo por su cuello, atrayéndola hacía él. Ambos amigos estaban felices por ella, cada vez estaba más cerca de recordar todo.
En las dos primeras tiendas que habían entrado, se habían probado tres pares de zapatos en cada una y ningún par las convencía. Seth estaba agonizando, él no entendía por qué tener que buscar el perfecto si algunos de los pares ya les habían gustado.
—Llévense esos, a las dos les quedan muy bien, están bonitos y a buen precio —comentó Seth en la tercera tienda de zapatos al segundo par de botines que habían pedido.
—No lo sé, siento que... —mencionó June viéndose en un espejo del local.
—No me llenan el alma —terminó de decir Iris viéndose en otro espejo cerca de June.
—¿De qué hablan? A las dos se les ven increíbles, como los otros diez pares que se probaron. Además, si no compran unos zapatos rápido, llegaremos tarde a la película —avisó Seth desesperadamente. Ambas se dieron una mirada rápida.
—De acuerdo —dijeron las dos al unísono. Seth levantó los brazos, feliz, como si hubiera hecho un logro mayor. Fueron a pagar sus pares de zapatos y salieron felices de ahí.
—Y estamos a tiempo para la película—mencionó Seth con una sonrisa ganadora, mientras que Iris y June estaban felices por su reciente compra. Los tres se dirigían al cine, riendo ante cada broma que Seth hacía. Sin embargo, alguien los interrumpió.
—¿June? Hola, ¿cómo estás? —habló Charlie captando la atención de June. Ella se quedó plasmada, sin palabras. No sabía qué pensar, se encontraba demasiado impresionada como para pensar en algo concreto.
—H-hola, bien ¿y tú? —respondió apretando la bolsa en la que tenía los botines. Les dio una mirada rápida a sus amigos, quería ver si seguían ahí o si le habían hecho lo mismo que la otra vez.
—No tan bien desde el día en el parque de diversiones —comentó y soltó una pequeña risa al igual que June. Con cada palabra que decían de aquel día, ella se enojaba más y más recordaba.
—Bueno creo que debería... —empezó June pero fue interrumpida por Charlie.
—¿Te gustaría ir al cine? Podemos ir ahora —señaló el cine. June no podía creerlo, ella totalmente no creía que esto era una coincidencia y si así lo fuera, qué coincidencia más sorprendente.
—Lo lamento, creo que será en otra ocasión. Ahora estoy con mis amigos, no puedo dejarlos —respondió con una mueca. Estaba intentando rechazar su oferta de la manera más amable posible, pero él era obstinado.
—Estoy seguro de que no les importa —insistió. Ambos miraron a los amigos de ella, Iris entró en pánico pero al ver el rostro de June que expresaba enojo y suplica al mismo tiempo, supo lo debía decir.
—La verdad es que sí, y como ella ya lo dijo, será en otra ocasión—comentó Iris. Charlie miró confundido a Iris, él creía que ella iba a aceptar, pero no lo hizo, y casualmente June pensó lo mismo.
—De acuerdo, entonces será otro día —sonrió amistosamente Charlie y se fue de ahí. June sintió un gran alivio al verlo irse, pero un enojo la invadió cuando enfrentó cara a cara a sus amigos.
—No lo puedo creer. Después de todo el incidente que causaste, tienes el atrevimiento de decirle que estaba aquí y tener otra cita sorpresa. Había decidido olvidar todo, perdonarte aunque no te habías disculpado —discutió enojada.
—Yo no planeé nada de esto, fue una coincidencia —intentó defenderse Iris pero en ese momento era casi imposible hacer escuchar a June, estaba demasiado enojada.
—¿Coincidencia? ¿En serio piensas que me voy a creer eso? ¿Después de lo que me hiciste? Sabías de Calum, además no pudiste esperar un día más para que te dijera con seguridad que éramos pareja, y según recuerdo no tengo por qué decirles si algo pasa o no con él, pero si así era, lo lamento Iris por no mandarte una carta explicando todo, fue mi culpa —espetó molesta. Se cruzó de brazos mostrando aquel enojo. La verdad es que June estaba exagerando un poco, y los tres sabían aquello, pero había tenido un día bastante malo.
—Te prometo que fue una coincidencia... —Iris intentó hablar, pero seguía siendo interrumpida por June.
—Por poco y Calum se enoja, por poco y lo decepciono. Puede que este exagerando, pero ¡así lo sentí! Él no quiere...no quiere —habló y se fue disminuyendo su tono de voz, dejando la oración en el aire.
Comenzó a sentirse abrumada por unos recuerdos demasiado borrosos, las voces se escuchaban embotelladas, era casi imposible distinguir qué estaba sucediendo, no lograba entender nada. Se sintió un poco mareada y su vista comenzó a volverse un poco borrosa.
—¿Él no quiere qué? —interrogó Iris, tímida por preguntar, pero curiosa por la respuesta. June alejó aquellos recuerdos borrosos y se enfocó en el presente, pronto su voz recobró el enojo de hacía unos momentos.
—Él, al igual que yo, no quiere que nada malo pase entre nosotros dos, menos por un extraño —comentó en cuanto se recobró.
—Fue una coincidencia te lo prometo —aseguró Iris. Había algo en su voz que la caracterizaba cuando decía la verdad, y está vez no fue la excepción.
—Estoy seguro de que lo fue June, Iris nunca volvería a hacer eso, no mientras estés con Calum —la apoyó Seth. June se sentía cansada por aquellos recuerdos, la dejaron aturdida y sin poder pensar con mucha claridad.
—De acuerdo, solo vayamos a ver la película. —Al final le tomó poca importancia, y solo se agarró la frente por el mareo. Iris y Seth estaban impresionados por lo rápido que había aceptado el tema. Pero ambos sabían que algo ocurría. Los pasos de June se hacían muy pesados, en una ocasión casi logra caerse pero recobró la postura.
—Estoy bien —le dijo June a Seth, quien intentó evitar que se cayera. Ella siguió con su paso normal hasta la entrada del cine. Fueron a comprar comida, pero a June no le apetecía nada en ese momento.
—June, quiero saber si todo está bien —habló Iris mientras entraban a la sala de cine con comida en sus manos.
—Todo entre nosotras está bien, te creo, ya olvidé todo al respecto —forzó una sonrisa. Iris la vio con inseguridad por su estado de salud actual, pero prosiguió con su disculpa.
—Nunca debí de haber hecho eso, fui muy insistente. Y la verdad es que verlos a ti y a Calum, en el pasillo hoy en la escuela, me hizo arrepentirme más de lo que hice, se ven muy felices juntos.
—Lo somos —aseguró, para después subir las escaleras y encontrar sus asientos. Al hacerlo se sentaron: June, Iris y Seth, en ese orden, entonces June continuó con lo que tenía que decir—. Pero ahora todo está bien entre él y yo, y entre nosotras. Todo volverá a la normalidad —añadió mientras se acomodaba en el asiento. Iris se sentía aliviada de poder escuchar aquello.
Habían llegado justo a tiempo a la película ya que apenas y se sentaron, esta misma ya estaba comenzando. Sin embargo, eso no fue de ninguna ayuda para June, sus mareos siguieron y los movimientos bruscos de la película no ayudaban a su malestar.
Después de unos minutos de estar mareada, cayó inconsciente en los asientos del cine a un lado de sus amigos. Pasaron algunos minutos y June seguía sin despertar. Iris volteó con June para hacerle un comentario sobre la película, algo muy molesto para el resto de las personas pero aun así lo hacía, y vio que su amiga estaba dormida, pero no sabía que estaba inconsciente. Se rio por lo bajo ya que pensó que había caído en un profundo sueño, así que no la despertó y solo siguió viendo la película.
Al pasar un par de minutos, Iris vio que June no se movía para nada y eso la preocupó, así que con una mano la movió y ella no reaccionó, repitió su acción y June siguió sin reaccionar. Iris preocupada llamó la atención de Seth el cual estaba confundido pues estaba muy entrado en la película.
—¿Qué ocurre? —preguntó Seth en un susurro.
—June no responde, creo que se desmayó —respondió Iris preocupada. Seth automáticamente se preocupó de igual manera. Iris volvió a mover a June, quien no respondió, de nuevo.
Ambos se pararon, mientras que todos en la sala del cine les gritaban que se sentaran y que guardaran silencio. Seth tomó un brazo de June y se lo pasó por el hombro, Iris hizo la misma acción solo que con el otro brazo de June. La levantaron mientras los gritos de los demás continuaban. June estaba totalmente inconsciente. Con trabajos la sacaron de la sala del cine y Iris ya no podía más con el peso de June.
—Necesitamos ayuda de alguien más —comentó Iris cansada.
Mientras Seth le marcaba a una ambulancia como pudo, Iris se disponía a tomar su celular y marcar por ayuda, pero no tuvo necesidad porque Charlie apareció. Su mirada estaba confundida, pero sin hacer preguntas solo sustituyó el lugar de Iris para llevar a June hasta la entrada de la plaza.
—¿Qué le ocurre? —le preguntó Charlie a Iris.
—N-no lo sé, creo que se desmayó pero, no sé. —Iris estaba al borde del colapso. Las lágrimas no tardaban en salir de lo preocupada que estaba.
Ambos intentaron seguir, pero estaban muy cansados. Las miradas de todas las personas se concentraban en ellos cargando a su amiga inconsciente. Las personas susurraban más con cada paso que daban. Hasta que llegó la ambulancia, entraron dos doctores a la plaza, vieron a los chicos cargar a June así que los doctores la tomaron y se fueron a la ambulancia junto con los amigos detrás.
***
Una vez en el hospital, los tíos de June llegaron preocupados con Iris y Seth. Él les había dicho lo que había ocurrido y que June se encontraba en un cuarto junto con un doctor haciéndole diferentes preguntas sobre lo que había pasado. June había despertado a los minutos de llegar al hospital, pero nadie podía entrar hasta que todo estuviera en orden.
El doctor hizo pasar a los tíos de June al cuarto, los cuales instantáneamente fueron a abrazarla. Ella estaba confundida por la situación más que cualquier otro y seguía un poco saturada.
—¿Qué pasó? —preguntó la tía de June mientras se sentaba en frente de ella. June tenía puesta su ropa normal y estaba en perfectas condiciones, solo un poco aturdida.
—Pues estábamos por entrar al cine y creo que recordé algo pero no sé qué era, estaba todo borroso. Entonces comencé a marearme, entramos al cine, yo aun con mareos y caí inconsciente en el asiento de la sala —explicó, pero antes de que sus tíos pudieran decir algo, el doctor habló primero.
—¿Saben de algún evento traumático de su pasado? Por lo que me dice ella, tiene amnesia y todavía no recupera su memoria por completo —habló el doctor revisando alguna de sus notas respecto a June.
—Pudiera ser sobre sus padres. ¿Qué otra cosa sería? —respondió Alice mientras veía a su marido. Él estaba intentando pensar en algo aparte de eso, pero nada se le venía a la cabeza.
—Pues su mente ha estado bloqueando algún recuerdo de sí misma —explicó el doctor.
—¿Eso es posible? —preguntó el tío de June.
—Por supuesto que lo es. La mente bloquea aquellos recuerdos dolorosos o traumáticos para no tener que sufrir todos los días y revivir aquel dolor —respondió. June no se sentía convencida que haya sido sobre sus padres, ella había recordado sobre ellos o al menos algo que los involucraba, pero lo había hecho y su mente no le ha estado bloqueando recuerdos respecto a ellos. Cree que fue otra cosa
—Pero en este caso, por poco casi lo recuerdas, solo que tu mente sigue bloqueándolo. Realmente debe ser algo demasiado importante —comentó el doctor. Con cada palabra que decía, June se sentía más y más intrigada por saber qué es lo que casi recuerda.
—¡No entiendo por qué no puedo verla! —se escuchó una voz en el pasillo.
—Solo familiares permitidos, ahora solo siéntese y espere —contestó a lo que se escuchaba que era una enfermera.
Seth entró al cuarto rápidamente y todos lo vieron confundido. Pero ignoró las miradas de todos y se acercó a June. Le dio un ligero abrazo y entre todos le explicaron qué era lo que había ocurrido con su prima. Sin embargo, ahora le importaba saber qué estaba pasando afuera de su cuarto.
Calum, enojado por el hecho de que no lo dejaron entrar y ver cómo estaba June, se sentó en la sala de espera. Pasó sus manos por su cabello despeinándolo y soltó un pesado suspiro.
—Vaya escena que montaste —comentó Iris con insolencia. Ella estaba unos pasos de Calum pero no lo suficiente lejos como para que él no la escuchara. Calum decidió ignorarla, pero ella no se dio por vencida, le iba a mostrar todo el enojo que sentía.
—Ahora resulta que te preocupas por ella —volvió a hablar ahora con sus brazos cruzados.
—Siempre me he preocupado por ella, cada segundo desde que la conocí —se defendió por la repentina acusación.
—No te creo nada de lo dices. Puede que ella no recuerde lo egoísta que eres pero yo sí... —empezó, pero fue interrumpida por Calum.
—Yo no necesito que tú me creas. Y la única egoísta aquí eres tú por no dejar ser feliz a tu amiga. Me enteré de la pelea y de la causa. Eso fue un claro ejemplo de egoísmo —discutió irritada por todas las acusaciones que se le estaban haciendo. Iris se disponía a contestarle pero de nuevo, alguien la interrumpió.
—Definitivamente, encontrar el baño fue más complicado de lo que pensaba —habló Charlie mientras se acercaba a donde ellos estaban. Calum ni siquiera prestó atención a la nueva persona que acababa de llegar. Estaba tan embebido en su angustia que apenas y prestaba cuidado a su alrededor.
—¿Cómo está? —preguntó Charlie, sentándose a un lado de Iris.
—No lo sabemos, no nos dejan verla todavía. —Se encogió de hombros. Charlie asintió y llegó su mirada a Calum, quien estaba sentado con los codos en sus rodillas y su mirada perdida en el espacio.
—Oye —le habló Charlie a Iris—, ¿él no es el chico que estaba en el club aquella noche? — Iris vio preocupada a Calum, quien ya los estaba observando con atención. Las sospechas comenzaban a formarse dentro de él.
—Sí, Charlie, él es —respondió Iris con una ligera sonrisa amistosa.
Calum abrió los ojos y el foco se le prendió en cuanto escuchó aquel nombre. La angustia junto con el enojo comenzaba a revolverse en su interior, y no duraría mucho hasta que sacara todo dentro de él.
Sin embargo, cualquier sentimiento que no fuera preocupación se esfumó en cuanto el tío de June salió por la puerta.
—Convencimos al doctor para que la puedan ver, pero solo por unos minutos —comentó Albert. Calum se paró rápidamente al igual que Iris pero fueron detenidos por el tío.
—Está un poco alterada, no la ahoguen con preguntas y no digan nada que pueda hacer que se estrese —añadió viendo a Calum, quien asintió con la cabeza. Albert sabía perfectamente que algo ocurría entre Calum y su sobrina, por lo que lo que acababa de decir lo hizo en tono de advertencia y mayormente dirigido hacía él.
Iris invitó a Charlie a pasar, pero él decidió mejor quedarse afuera.
Ambos entraron con serenidad total, pero Calum no pudo contenerse y fue corriendo hasta ella y le dio un largo abrazo. Ambos sintieron sus músculos relajarse y June por fin pudo calmarse. Calum comenzó a mover su mano en la espalda de June de arriba a abajo mientras que ella solo profundizaba el abrazo. Ninguno decía nada. El mundo dejó de existir, sus respiraciones alteradas se calmaban, sus cuerpos se relajaban y estaban casi seguros de que solo el latir de sus corazones se escuchaba. Pero tuvieron que volver a la realidad, se separaron y admiraron sus ojos pero aquella conexión fue rota por Iris que estaba igual de preocupada y quería saber cómo se encontraba su mejor amiga.
—¿Qué pasó? —preguntó Iris abrazando a June, ella se estaba cansando de contar la misma historia una y otra vez y que todos sintieran lástima por ella. Además, cada vez que la contaba no podría evitar sentirse más perdida y confundida por no saber qué recuerdo su mente ha estado bloqueando.
—Cuando estábamos discutiendo, creo que recordé algo, pero estaba todo borroso y no podía entender nada —explicó June. Esta vez contó la historia exactamente como era solo porque las únicas personas que sabían de su conflicto con Iris estaban presentes en el cuarto, es decir, Seth, Iris y Calum se encontraban en el lugar sin los tíos de June y el doctor.
—Entonces los mareos empezaron y nunca cesaron, fue cuando caí inconsciente en el asiento del cine. —Aun cuando terminó su historia, por experiencia sabía qué era lo que iban a preguntar—. No tengo idea que pudo haber sido aquel recuerdo. El doctor dice que pudo ser algo muy doloroso y mi mente lo está bloqueando —respondió las posibles preguntas de Iris y Calum. June le dio una mirada automática a Calum el cual se encontraba procesando toda la información pero con un ligero destello de preocupación en su mirada.
—Deberíamos dejar que descanse —sugirió Seth guiando a todos a la salida.
—¿No puedo regresar a casa? —preguntó, estaba cansada de estar en el hospital.
—Preguntaré —respondió Seth y le dio una ligera pero sincera sonrisa.
—Calum —habló June y él paró de caminar para darse la vuelta y dirigirse hasta ella. Seth sabía que él no iba a salir, así que solo cerró la puerta del cuarto. Calum se acercó hasta June y ella le hizo un espacio en la cama para que se acostara a su lado. Él la rodeó con un brazo y ella se recargó en el hueco entre su hombro y cabeza.
—Mis tíos piensan que seguramente es algo relacionado con mis padres y sus muertes, pero yo no creo que sea así —comentó y automáticamente pasó uno de sus brazos por el torso de Calum, atrayéndolo a ella. Como su cabeza ahora se encontraba en su pecho, solo pudo escuchar como sus latidos se alteraban por el movimiento repentino de ella.
—¿Por qué piensas que no es sobre ellos? —indagó Calum y June sintió la vibración de su voz.
—Había recordado algo sobre ellos, sobre la historia de sus muertes. Aunque en ese recuerdo hayas estado, no deja de ser el hecho de que en general, era sobre ellos —explicó. Calum empezó a mover su pulgar en el hombro de June, dándole su apoyo.
—Pero si es algo malo, ¿no crees que sería mejor no recordarlo? —preguntó.
—Prefiero saberlo y sufrir, a vivir con la duda.
—Tienes razón —reconoció mientras veía al techo y nuevamente una ola de desasosiego chocó con él.
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