16

Al día siguiente, June decidió ponerse de acuerdo con Iris y Seth para salir y hacer algo los tres. No tenía muy en claro qué era exactamente lo que iban a hacer, pero quería pasar tiempo con ellos.

—Me parece bien —respondió Seth, cuando June le mencionó la idea de salir los tres juntos—. ¿A dónde iríamos? —preguntó. Se lanzó en la cama de June mientras que ella estaba en un costado de la cama, temblando por el repentino movimiento.

—No tengo idea —suspiró.

—Deberíamos preguntarle a Iris —sugirió Seth. La verdad es que ellos querían salir, solo que sus energías estaban por debajo de los suelos. Tal vez Iris se sienta de la misma manera y los tres se queden viendo películas o perdiendo el tiempo en casa de los primos.

—Le voy a marcar —comentó June y tomó su celular. Pronto se pudo escuchar Iris muy entusiasmada por la repentina llamada de su amiga.

—¿Qué pasa? —preguntó Iris curiosa.

—¿Te gustaría salir conmigo y con Seth a algún lado?

—Por supuesto. Deberíamos ir al parque de diversiones —propuso. June no pensó que era una mala idea, solo que no tenía las energías para ir a tal lugar. Pero tanto Seth como June no querían quitarle el entusiasmo a su amiga, así que los dos aceptaron ir.

Iris terminó la llamada rápidamente pues dijo que tendría que hacer otra. A los pocos segundos el celular de Seth sonó en su cuarto y fue corriendo a atenderlo. June tomó su guitarra y comenzó a practicar canciones solo para matar el tiempo mientras Iris llegaba a casa de ella.

Mientras tanto, Seth atendió la llamada. Iris sonó del otro lado de la línea. Estaba confundido porque prácticamente acababa de hablar con ella.

—¿Ocurre algo? —preguntó desconcertado.

—¿Recuerdas a Charlie?

—Sí... —contestó.

—Pues he intentado hacer que June y él salgan. Me había dicho que iba a estar en el parque de diversiones, entonces ahí es a donde iremos —explicó emocionada. Seth no podría creer lo que estaba diciendo, estaba mal lo que ella tenía en mente.

—Pero ¿June no estaba saliendo con Calum? —cuestionó mientras cerraba la puerta de su cuarto para que su prima no escuchara de lo que estaban hablando, de todos modos ella estaba con su guitarra, no podía escuchar nada, y menos si Seth continuaba susurrando como lo había estado haciendo.

—¡Claro que no! Ella solo dijo que sentía cosas por él, nunca confirmó tal relación —argumentó. Aunque tuviera razón, él creía que algo ocurría entre ellos dos, y si June sentía algo por Calum, él quizá le correspondería a sus sentimientos. Toda esta situación lo tenía muy insatisfecho y nervioso.

—¿Y qué planeas hacer? ¿Secuestrarla y obligarla a ir? ¡Nos odiaría! —exclamó Seth revisando consecutivamente que June no estuviera espiando o escuchando la conversación.

—Ella y yo nos vamos juntas, tú dices que tienes algo que hacer antes y que nos ves allá. Una vez ahí, le digo que tengo que ir a buscar algo al carro y te veo afuera del parque y nos vamos del lugar. Ahí es cuando entra Charlie. Él ya sabe de todo esto, solo necesito tu ayuda —explicó. A Seth le impresionó lo bien que Iris planeó todo, en ese momento se preguntó el porqué se esmeraba tanto en hacer que June saliera con Charlie si se ve que ella claramente quiere a alguien más.

—No lo sé Iris. No creo que deberíamos hacerlo. Calum —respondió dudoso, pero fue interrumpido por Iris.

—June y Calum no son nada, no deberían, él no es para ella y quiero que June se dé cuenta de eso —espetó. Pero Seth no concordaba con ello, él no creía que Calum fuera malo para su prima, aunque lo que es cierto es que no han confirmado ningún tipo de relación amorosa —. Vamos Seth, necesito tu ayuda —suplicó. Seth se rindió y aceptó.

—De acuerdo, pero si algo sale mal... —advirtió pero fue interrumpido por Iris una vez más.

—Nada va a salir mal. Empecemos con el plan —confirmó tajante y colgó. Seth sabía lo que tenía que hacer al igual que Iris y Charlie.

Seth no sabía por qué estaba haciendo eso, algo en su interior le decía que iba a salir mal, su conciencia le decía que no le hiciera eso a June y Calum. Pero de todos modos lo hizo y estaba seguro de que le iba a dejar un mal sabor de boca.

Seth fue a interrumpir a June y le dijo que tenía cosas que hacer, así que a lo mejor llegue tarde en la feria, y que Iris y ella se irían juntas. Seth fue a ponerse su traje para la motocicleta y su casco para ir a quemar gasolina, y perder tiempo prácticamente hasta que Iris le llamara para poder recogerla. Mientras tanto, Iris llegó pocos minutos después de que Seth salió, entonces salieron hacia al parque de diversiones.

June, por otro lado, pensó que debería decirles a sus amigos sobre todo lo ocurrido con Calum. Aunque Iris tenga algún problema con eso, June siente que ellos deben saber. Evitaría ciertos detalles como aquel día en el salón de música, pero les contaría generalizando todo. Y ella va a aprovechar a salida juntos como una buena oportunidad para decirles, solo que necesita a los dos ahí, así que en cuanto llegue Seth, les dirá, si las circunstancias se lo permiten, claro.

Iris y June llegaron al parque y fueron rápidamente a comprar un boleto, ya que si esperaban más, la fila podría hacerse más grande de lo que ya era. Ese día había mucha gente. Después de unos minutos de esperar en la fila bajo el sol, por fin pudieron comprar su boleto y entrar.

—Deberíamos esperar a Seth antes de subirnos a cualquier juego —comentó June. Iris por un momento se sintió mal en mentirle, pero lo hacía por su bien. En realidad no quiere que June este con Calum, y todavía piensa que no es muy tarde para evitar que algo pase entre ellos dos, aunque, por su comportamiento era evidente que algo ya ocurría.

—Tienes razón. Deberíamos llamarle para ver en dónde está... —respondió Iris y comenzó a buscar su celular por todos lados con torpeza. Lo había "olvidado"—. Perfecto, lo olvidé en el carro. Debería ir por él, así le hablamos a Seth —comentó y se fue antes de que pudieran usar el celular de June.

Lo sacó y vio que no tenía señal. Miró a su alrededor y lo primero que se le vino a la cabeza al ver a Iris salir del parque fue ir tras ella y acompañarla, y eso hizo, pero alguien se atravesó en su camino: Charlie.

—¿June? Hola, ¿Cómo estás? ¿Puedes recordarme o es muy borroso para ti esa noche? —bromeó soltando una pequeña carcajada. June se impresionó al verlo, no esperaba encontrárselo ahí.

—Sí te recuerdo. Me encuentro bien, ¿y tú? —habló impaciente. Seguía impresionada por el repentino encuentro pero está aún más nerviosa porque Iris se estaba alejando cada vez más, y a un paso muy rápido a decir verdad.

—De maravilla. Deberíamos subirnos a algún juego... —mencionó Charlie mientras apuntaba a alguno de los juegos.

—Me gustaría seguir con esta conversación, pero mis amigos me están esperando, me tengo que ir, lo siento—se disculpó June y le sacó la vuelta a Charlie, él se volteó y la tomó del brazo, haciendo que parara inmediatamente.

—Estoy seguro de que no les importa que nos subamos a algunos juegos —comentó con una sonrisa. June vio que Iris desaparecía de su vista y se encontró en un problema. Ella, además de que venía con sus amigos, sentía que estaba traicionando a Calum. Se liberó de su agarre como pudo antes de hablar.

—Pero solo un juego, mis amigos no deben de tardar —habló y se fue junto con Charlie a un juego.

—Subámonos a los rápidos —propuso Charlie. June instantáneamente respondió con un rotundo no, ya que eso implicaría mojarse, y es lo último que quiere—. De acuerdo, no quieres mojarte. Vamos al Giro Superior —volvió a proponer, entonces June lo pensó por un momento. No tenía ni la más mínima idea de qué juego era, así que contestó con un sí. Charlie la llevó hasta el juego y en el camino, escuchó varios gritos provenientes de diferentes juegos.

—¿Qué has hecho desde aquel día en el club? —indagó Charlie con intenciones de iniciar una conversación.

—No mucho en realidad —respondió. No quería revelar datos personales sobre su vida.

—¿Qué ha pasado con tu amnesia? —preguntó muy curioso. June lo vio desorientada, ella no sabía que él sabía sobre aquello—. Oh, no lo recuerdas. El día en el club me contaste sobre eso —explicó al ver su expresión de sorpresa.

—Pues he recordado algunas cosas, pero sigo sin recordar la mayoría —respondió intentando sonar normal.

—Lo lamento, debe ser horrible no poder recordar —sintió lastima por June. Es más horrible que no te ayuden a recordar pensó June.

—No lo lamentes. En realidad, aprendes a vivir con eso. Mejor cuéntame lo qué has hecho —dijo, evadiendo el tema. Entonces Charlie comenzó a hablar sobre lo que había pasado en su vida. Como June no recordaba casi nada sobre el día en el club, Charlie tuvo que contarle algunas cosas de nuevo y otras nuevas. June le prestaba atención a todo lo que decía, y a decir verdad la conversación fluía muy bien entre ellos dos.

—Llegamos —anunció Charlie de repente. June lo vio confundida y buscó el dichoso Giro Superior. Y al verlo, no pudo creer en el lío que se había metido.

El juego consistía en sentarte en una silla con más pasajeros en sus respectivas sillas a tus lados y atrás, la embarcación está conectada a dos largos brazos que al ser encendidos te levantan y comienzan a dar vueltas con diferentes maniobras.

—Vamos, la siguiente ronda ya va a comenzar —mencionó Charlie y tomó de la mano a June y la arrastró hasta la fila. Cuando la ronda anterior acabó, muchas personas salieron de ahí con el cabello hecho un desastre y algunos queriendo vomitar, otros felices de tocar tierra por fin. Charlie vio la cara de terror de June—. No va a pasar nada. Además, no creo que dé tanto miedo una vez que empieza —comentó, seguramente él ya había venido cientos de veces así que confió.

La siguiente ronda, les tocó a Charlie y June. Ella se subió en donde quiso con él a un lado. Se puso el cinturón y creyó que no iba a resistir todo su peso y se caería, pero esa inseguridad por caerse se esfumó cuando un encargado del juego se aseguró que les pusieran otra protección que era un tubo que iba desde sus hombros y todo su frente. Cuando los demás pasajeros estuvieron listos, el juego comenzó. June tomó los dos tubos con las manos y los apretó.

—No pasará nada, ya verás —la tranquilizó Charlie, pero sus palabras se perdieron en el aire cuando el juego comenzó.

Al principio solo comenzaron con unas vueltas, y a decir verdad June no sabía por qué estaba tan nerviosa, pero conforme pasó el tiempo en el juego, su intensidad comenzó a subir, los giros se duplicaron al igual que la rapidez. June soltó uno que otro grito al igual que el resto de los pasajeros cuando el juego hacía una maniobra rara y nueva. Después de un rato de estar dando vueltas, el juego se terminó. Muchos de los pasajeros se bajaron aliviados y otros mareados y con nauseas. Pero ese no fue el caso de June y Charlie, ella solo se bajó del juego con ganas de subirse a otro igual de intenso o incluso más.

—Ese juego nunca falla en gustarme —comentó Charlie. June le dio una sonrisa amistosa.

—A mí también me gustó, pero tengo que volver con mis amigos —mencionó acomodándose el cabello.

—Estoy seguro de que no les molestará si te subes a algunos cuantos más conmigo —aseguró con una sonrisa provocadora. June había pasado un buen rato con él, pero sus amigos la estaban esperando, o al menos eso creía ella.

—Tal vez será otro día —le dedicó una mueca. Charlie comenzó a suplicarle que se quedara con él por un rato más. Ella no supo qué fue lo que hizo que aceptara pero al final lo hizo. Se quedó con Charlie, aunque tendría que llamar a sus amigos para decirles qué era lo que estaba pasando.

Al tomar su celular, vio que no tenía batería. Maldijo internamente y le pidió a Charlie prestado su celular. Él aceptó y ella llamó a Iris, lo que se le hizo raro es que él ya la tenía agregada, incluso habían hablado hacía unas horas. Decidió ignorar eso y llamarla. Iris nunca contestó así que no le quedo de otra más que quedarse con Charlie.

—Deberíamos ir a la mansión encantada —comentó Charlie animadamente. June no pensó dos veces su respuesta.

—¡No! ¿Te gusta sufrir? No, lo siento —se negó. Charlie la miró y se rio por cómo estaba actuando.

—Será divertido —comentó y comenzó a arrastrar a June a la fuerza mientras ella le decía que no y se resistía a ir.

—Charlie, por favor no. —Siguió suplicando. Su terquedad ante no ir parecía no estar disminuyendo, así que Charlie la cargó como si fuera princesa de cuento.

—¡Bájame ahora! —gritaba June mientras pataleaba como niña pequeña.

—No lo haré. Iremos a la mansión encantada y nada me hará cambiar de opinión —decretó Charlie y puso una expresión ganadora porque June había parado de protestar.

La cercanía física entre ellos dos le aterraba a June ya que se conocían muy poco y al parecer él ya tenía la confianza suficiente como para hacer este tipo de acciones.

Se sentía mal al hacer todo esto y un remordimiento gigantesco apareció en ella. Inmediatamente pensó que de cierta manera estaba traicionando a Calum, pero ella no estaba haciendo nada malo, solo estaba saliendo con uno de sus amigos, pero como amigos y nada más que eso.

—Charlie por favor. Soporto las películas de miedo pero no el miedo en vivo —habló June al ver que estaban llegando a la mansión.

—Entonces, si no entramos, te llevo a ver una película de terror —comentó parando en seco. June lo miró confundida, no podía salir con él, tenía a Calum y por más que ella dijera que no había nada entre ellos dos, era muy claro que algo ocurría. Los dos se habían confesado sus sentimientos, no podía lastimar a Calum de esa manera, además de que a ella no le gustaría que le hicieran lo mismo.

Charlie tomó su silencio como una respuesta, así que entraron a la mansión encantada. June estaba sufriendo por el constante miedo de ser asustada en cualquier momento. Al entrar, una persona les arrebató un grito, y June se pegó a Charlie el cual se estaba riendo por el repentino susto. Caminaron un poco más y un payaso lleno de sangre con un cuchillo en la mano salió de una puerta y los asustó, ambos retrocedieron unos pasos pero continuaron. Gritos frenéticos, macabros y de sufrimiento se escuchaban a gran volumen en la mansión. Todo estaba oscuro, no sabían por dónde caminaban. El famoso Freddy Krueger no podía faltar, salió de otro pasillo asustando a ambos causando que las piernas de June comenzaran a temblar y eso le dificultara caminar. Después de muchos gritos por parte de June, de varios monstruos saliendo de la nada para aterrorizarlos, llegaron al final de la mansión encantada. Tanto June como Charlie salieron de ahí con el corazón en las manos y las piernas temblando.

—Yo hubiera preferido ir a ver una película —comentó Charlie y June lo vio cansada pero con diversión.

—Ni lo menciones —rio. Ella intentaba evitar todo ese asunto de salir otra vez con él. La ponía muy incómoda y le traía remordimiento.

El resto de la tarde se pasó volando pues no dejaban de subirse a juegos. Había demasiados, así que tenían muchas opciones. Incluso, Charlie le compró a June un algodón de azúcar gigante que no lograron terminar. En un juego que no era mecánico, sino algo como más antiguo que era de tirar la pelota y derrumbar las botellas apiladas en pirámide, June pudo ganar un oso de peluche muy tierno y era turno de Charlie intentarlo quien solo logró derribar uno nada más.

—Puedes tener el mío si quieres —ofreció June mientras soltaba una risa por la expresión de Charlie, era una combinación de seriedad con travesura. Terminaron ambos riéndose y a pesar de que Charlie haya negado el peluche de June, ella insistió que se lo quedara y él terminó aceptando el peluche.

Se subieron a algunos juegos más hasta que atardeció por completo, Charlie quería disfrutarlo desde la rueda de la fortuna pero June pensó que no sería muy apropiado así que le dijo que no se sentía con las energías.

—Creo que debería irme —comentó June.

—¿Necesitas que te lleve a tu casa? —se ofreció amablemente. June no quería molestarlo pero su celular no tenía batería como para llamarle a alguien. Terminó aceptando sin opción alguna.

Charlie llevó a June a su casa y en el camino, no dejaban de hablar sobre el susto que tuvieron en cada uno de los juegos mecánicos, Charlie mencionó la mansión encantada y June quiso que él parara de hablar ya que para nada le había gustado entrar ahí, aunque soltar algunos gritos muy fuertes de alguna manera la liberó de cierta presión en el pecho y el sentimiento de remordimiento se esfumó por un momento. Sin embargo, aquella sensación terminó volviendo.

—Muchas gracias por traerme, pasé un buen día —comentó al salir del carro.

—Yo también tuve una buena tarde. Deberíamos repetirlo —sonrió.

—Por supuesto.

Ella no sabía si estaba hablando en serio o solo lo dijo para no verse mal educada. Le había gustado pasar el día con Charlie, se divirtió mucho, pero es muy claro que él no quiere una amistad con June. Ella no piensa eso por pura vanidad, lo piensa por la cantidad inmensas de veces que menciona algo sobre salir de nuevo y sobre lo seductor y travieso que es con ella.

June entró a su casa y se fue directo a cargar su celular, y en vez de esperar a que tuviera pila para saber qué era lo que había pasado con Seth e Iris se metió a bañar. Una vez ahí, repasó todo su día. Una parte en específico no salía de su cabeza, y era cuando Charlie la cargó y ella pudo escuchar a una niña decir a lo lejos "Como la bella durmiente, mamá" había comentado aquella niña señalando a June y Charlie, "Algún día tú tendrás tu propio príncipe azul, así como ella" le respondió la mamá. June encontraba esa parte del día muy extraña en particular, en ese momento más que en ningún otro se sintió incómoda por haber estado así con Charlie.

June salió de bañarse y se puso ropa más cómoda, es decir su pijama. Todavía era temprano pero ya no tenía planes para salir. Tomó su celular y llamó a Iris y Seth para ahora poder ser ella quien haga las preguntas.

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