12

June se encontraba caminando a la escuela. Ese día se había levantado más temprano de lo normal para poder irse caminando y no en la motocicleta con Seth. No tenía miedo de volver a caer pero no le gustaba la sensación de lo que podría pasar si se cayera. Igualmente no le gustaba que Seth la use pues podría accidentarse y quedar igual que June, incluso peor.

Al salir de su casa, conectó sus audífonos a su celular y la música pronto se escuchó. La primera canción que sonó no concordaba con la actitud que tenía June. Cambió de canción hasta que encontró la perfecta. When it's time por Green Day comenzó a sonar. Hacía algunos días la había escuchado y le puso mucha atención a la letra y le gustó bastante:

Words get trapped in my mind

Por alguna razón consideraba que era una muy buena canción, y le gustaba mucho escucharla. June iba a paso rápido, así que solo bastó un par canciones más para que llegara a su escuela. Entró al edificio y muy rápidamente sacó sus libros para su primera clase, una vez hecho eso se fue directo al salón.

No iba tarde porque le gustaba llegar temprano, así podría hacer algo con el tiempo de sobra. Comenzó adelantando unos apuntes sobre cuando no estuvo en la escuela, resulta que mientras más asistía, más recordaba los temas que habían visto en clase, así que la escuela no era un problema. Pasó lo mismo con los instrumentos, perdió un poco de práctica pero aun así comenzó a recordar la teoría de cada uno y en general. Lo único que consideraba que tardaba más en volver eran sus recuerdos personales, si recordaba algo era de menor importancia. Comenzó a plantearse que ahora su mente su mente estaba bloqueando sus recuerdos, todavía no sabe por qué pero debe de haber una muy buena razón para que su propia mente evite los recuerdos personales importantes.

Después de un rato de completar apuntes, sus clases comenzaron, y a decir verdad fueron un poco más activas que otras veces, refiriéndose a que hubo más trabajos en clase y para llevar su casa.

Al finalizar sus clases, le avisó a Seth que no regresaría a casa sino hasta dentro de un par de horas. June prefería avanzar en los deberes que tenía en la escuela para no hacer todo en su casa. Fue directamente a las mesas detrás del edificio. Buscó una mesa para instalarse y se sentó en la primera libre que vio. Sacó todos los libros que estaría necesitando. Empezó rápido para poder acabar temprano y regresar a su casa lo antes posible.

Mientras escribía un ensayo, un pensamiento muy curioso le cruzó por la cabeza. ¿Dónde estaba Calum? Según le decían a June, siempre se encontraban en esa parte de la escuela al finalizar las clases. Pero ese día no lo había visto. Volvió a concentrarse en su trabajo y hacer a un lado a Calum de su mente por un momento. Últimamente era en lo que más pensaba.

Milagrosamente, el resto de sus tareas las hizo sin pensar en Calum, aunque a decir verdad extrañaba su presencia. Se encontraba terminando con su última tarea y apenas había pasado una hora y media, lo hizo más rápido de lo que pensó. Terminó con sus trabajos y guardó sus cosas, pero una persona, la cual irrumpía en sus pensamientos muy seguido apareció.

—Lamento no poder haber venido antes —se disculpó mientras se sentaba a un lado de ella. A June le pareció un poco raro que hiciera eso, nunca lo hacía.

—No te preocupes —respondió. Ella buscaba algo qué decirle para así poder irse a su casa y no tener ningún problema con sus tíos.

—Hablé con Dimitri —comentó—. Deberías irte, no quiero causarte más problemas —agregó. Se podía escuchar la decepción y culpa en su voz.

—¿Más problemas? —alegó—. Calum, tú no has causado ningún problema.

—Creo que todo el asunto de la otra noche —comenzó a explicar, pensando en la noche del club—, fue mi culpa. Si tan solo te hubiera llevado a una hora considerable tus tíos no te hubieran visto —se lamentó. Se encontraba frustrado y June pudo notarlo, solo que ella no comprendía sus palabras.

—¿Si tan solo hubieras? ¿Te arrepientes de lo que pasó esa noche? —preguntó desesperanzadamente. Estaba lista para derrumbarse, pero Calum tenía otros planes.

—¿Qué? No me arrepiento de nada en lo absoluto —aclaró y mientras lo decía se calmó y se acercó un poco más a June. Ella agradeció que sus pensamientos no fueran ciertos—, pero me siento culpable porque no puedas salir —agregó. Además, no podrán verse tanto como querían en el transcurso de la semana.

—Solo es una semana, se pasará más rápido de lo que creemos —le regaló una ligera y sincera sonrisa a Calum. Él la miró directo a los ojos, las puertas al alma de una persona, y así lo sintió él. Sintió que pudo ver directo a su alma y eso lo destrozó, pero al mismo tiempo lo revivió. Justo en ese momento pensó en lo que había pasado antes del accidente, en lo que había hecho. Deseó que June nunca pudiera recordar eso, la podría destrozar una vez más y eso era lo que le preocupaba. Sin embargo, verla sonreír, verla feliz junto con él, con sus brillantes ojos azules, lo reavivaron.

Asintió como respuesta y decidió acompañar a June hasta su casa. Ella tomó sus cosas y al casi caerse de lo pesadas, Calum lo notó y le sugirió que debería dejar las cosas que ya no iba a utilizar en su casillero, de todos modos seguían en la escuela. June aceptó su consejo y fue a dejar unos libros. Cuando lo hizo, Calum estiró la mano para que ella le diera sus cosas y él pudiera cargarlas hasta su casa.

—Ya no es tanto problema —comentó negando. Calum siempre era muy caballeroso con ella, June sentía que si accedía a alguna de sus caballerosidades, sería como si se aprovechara de él.

—Te insistiré todo lo que tenga que insistirte —sonrió. June se rindió y le extendió la mochila—. No te sientas mal, me gusta hacerte favores, me encanta tu rostro cuando me dejas hacerlo —sonrió de tal manera que June lo consideró demasiado tierno. Siempre se desconcentraba cuando Calum le adivinaba los pensamientos, era como si tuviera poderes para leerle la mente.

Los siguientes días no fueron de lo más emocionante para ella. Todo fue como el primer día de la semana, June yendo a la escuela e inventando excusas que tenía mucha tarea para poder quedarse hasta tarde y terminar sus deberes ahí. Siempre se quedaba con Calum al final de clases y en su compañía terminaba los deberes que tenía. Eso le hizo recordar la vez en la que él le contó que siempre hacían eso. Sonrió internamente, le gustaba imaginarse cómo habían sido esos días.

Calum le había propuesto saltarse la última clase e irse al puente por un rato el viernes. A June no le pareció mala idea, pero no quería faltar a clase. Por más que odiara la materia, no le gustaba faltar.

Cuando llegó la última hora, Calum se dirigió hasta June en el cambio de clase para ver si irían ir al puente o no. Le comentó su inconformidad y Calum aceptó su respuesta, la que era equivalente a que iría. Le avisó que de todas maneras él iba a estar ahí, por si cambiaba de parecer.

June se dirigió a su clase y se sentó en alguna de las sillas disponibles en el aula. Cuando sonó el timbre anunciando el comienzo de la nueva hora de clases, todos sus compañeros entraron al aula y se esparcieron como parásitos por esta misma. Pasaron algunos minutos y no parecía haber alguna señal que el maestro fuera a llegar. Una idea muy loca cruzó por su mente pero una vez que se cumplieron los quince minutos de espera para el profesor, la idea no parecía tan loca después de todo. No sabía si debía hacerlo o no, y mostraba su nerviosismo a través de su pie, golpeando el piso con su suela del zapato y levantándolo rápidamente. Decidió dejar de pensar en aquello y partió del aula rápidamente con la adrenalina por los cielos.

Caminaba muy rápido y pronto se encontraba de camino directo al puente. Ella esperaba que recordara el camino, y así fue. No hubo ningún problema en encontrar el río, el único fue llegar y ver a Calum recargado en el borde del puente, mirando algo en su libreta, constantemente utilizando un lápiz para borrar y reescribir algo. El sol chocaba directo con él, el sonido del río era muy tranquilizante por más ruidoso que fuera, el aroma del bosque y agua inundaba sus fosas nasales. Este era el único problema, no poder parar el tiempo. Era perfecto. Ver a Calum con una expresión tan tranquila y concentrada, los alrededores de los dos, formaban el escenario perfecto.

Si dependiera de June, pararía el tiempo y lo mantendría estático, pero ella sabe que no tiene control sobre el tiempo, este es lo imposible de controlar. Calum notó su presencia y la miró. Su mirada era una combinación de felicidad y diversión. Soltó una pequeña sonrisa que hizo que el corazón de June se derritiera. No importaba que el escenario pasado no se quedara así, fuera como fuera, siempre sería perfecto a su lado.

—El maestro no vino —comentó como si tuviera que dar alguna explicación de por qué estaba ahí.

—Me alegra —respondió, mientras ella se acercaba a él. Una vez cerca, el sol alumbró el rostro de June, haciendo resaltar sus ojos. Calum no pudo hacer otra cosa más que mirarlos y perderse en ellos.

Estando ahí parados, mirándose a los ojos el uno al otro, sus corazones empezaron a latir con mayor fuerza, sus latidos retumbaban en sus oídos y una presión muy peculiar se presentaba en sus pechos.

—¿Qué estabas haciendo? —preguntó June curiosa. Pudo haber sonado normal, pero por dentro se moría de nervios, su mente no pensaba con tanta claridad. Calum iba a sacarle la vuelta a la pregunta. Pero al ver la mirada curiosa de June, no pudo mentirle más.

—Canciones. Estoy perfeccionando algunas letras de mis canciones —respondió naturalmente. Decir esas palabras fue un gran paso para él. Puede que para algunos no sea la gran cosa, pero eso es algo importante para Calum, y no lo compartía con casi nadie. En el pasado había compartido alguno de sus trabajos con June, pero al ella olvidar todo, no pudo volver a abrirle sus pensamientos, su sentir, su corazón. Pero todo ese peso que sentía encima se fue cuando lo dijo y aquel sentimiento fue reemplazado por uno de preocupación. Le preocupaba la reacción de June. Sin embargo, al ver sus ojos iluminarse, se calmó.

—¿En serio? ¿Sobre qué tratan? —preguntó.

—Trata sobre dos adolescentes, enamorados. Hablando sobre dejar todo atrás, sobre todo lo que pueden lograr juntos. Prácticamente el protagonista hablando sobre todo lo que ha pasado entre ellos, cómo se siente cuando está con la persona que quiere, incluso ama —explicó mientras veía su libreta con su caligrafía en ella. June pensó en la vez que estaba en coma y Calum le había recitado una canción lo suficientemente buena como para hacerla despertar. Ella quería preguntar sobre aquello pero no se atrevía a hacerlo.

—Te diría que si lo puedo leer, pero me gustaría más si tú lo leyeras para mí —comentó con una sonrisa. Calum soltó una risa de nerviosismo pero aceptó hacerlo.

En ese momento, June pudo recordar algo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top