IV
Apenas y le informé a Rosé lo que había sucedido antes de salir de casa, mi lobo pareció haber vuelto a vivir y paso rápido llegué hasta el estacionamiento buscando el nuevo auto con la mirada y apenas lo vi troté hasta el sintiendo mi corazón palpitar descontrolado y sintiendo la ansiedad picarme hasta en la punta de los dedos.
Encendí el motor y saqué el auto del estacionamiento lanzándome a las calles cómo una bala, sentía el sudor correr por mi frente y mi mente atormentarme con distintos escenarios, agradecí al cielo qué las calles no estuviesen tan colapsadas a esa hora y con rapidez conduje hasta el hospital, cuando el imponente edificio apareció en mi campo de visión el nerviosismo me golpeó, aparqué el auto y suspire antes de bajar, debía calmarme, sentía cómo el auto estaba lleno de mis feromonas alteradas y no podía entrar al lugar oliendo así o asustaría a todos.
Tomé varias respiraciones profundas antes de apagar el vehículo y abrir la puerta casi con dudas, mis piernas temblaron y asentí para mi mismo dándome ánimos y caminando hasta la entrada del lugar, le sonreí al hombre de seguridad y caminé con calma hasta el elevador, sintiendo hasta mis venas palpitar.
Salí del elevador y mi cuerpo se tensó al estar en aquel pasillo qué tanto había evitado los últimos días, pasé una mano por mi cabello y mordí mi labio inferior dando los últimos pasos hasta la habitación de Taehyung, la puerta estaba abierta y las ventanas estaban cerradas, dejando qué la habitación fuera únicamente iluminada por la lámpara en la mesita, el doctor estaba allí y junto a él se encontraban Jimin y Hyunjin.
Mis ojos se posaron inseguros sobre Taehyung y al verlo sentí cómo mi lobo saltaba de emoción, el chico estaba despertando, cómo si peleara con el sueño, efectivamente cómo había dicho Jimin el tubo en la garganta del menor ya no estaba y había sido reemplazado por una mascarilla de oxigeno.
Mis ojos brillaron y desee acercarme, Jimin se percató de mi presencia y jaló mi brazo haciendo qué quedara más cerca de la cama, trate de no inhalar mucho por la nariz, pues el aroma de Taehyung lograba descolocarme demasiado.
TAEHYUNG POV'S.
Me sentía cansado, todo mi cuerpo estaba adolorido y mis ojos pesaban demasiado cómo para abrirlos, podía oír voces lejanas y traté de despertar, pero no pude, era cómo una especie de pesadilla de la cual no puedes despertar, había una mezcla de aromas en la habitación, algunos qué conocía y otros qué no.
Traté una vez más de abrir los ojos pero parecía imposible, mi cuerpo se negaba rotundamente, traté de removerme y sentí las voces más cercanas.
—Taehyung, con calma, no te fuerces... —Pude entender aquellas palabras de una persona desconocida, pero al menos entendí.
Obedecí y con un poco de calma volví a intentar, sintiendo cómo esta vez mi cuerpo cedía un poco más, todo dolía, pero sin embargo estaba casi desesperado por ver la luz, por ver algo qué no fuera... Oscuridad.
Luego de varios intentos, mis ojos se abrieron.
Parpadeé varias veces adaptándome a la escasa luz, mi ojos examinaron la habitación y el familiar a alcohol y medicamentos inundó mis fosas nasales, repasé cada uno de los objetos en el lugar hasta qué mi vista se posó en las cuatro personas frente a la cama en la que me encontraba.
—Despertaste —. Habló el hombre qué identificaba cómo el médico, junto a el se encontraba Jimin y un chico desconocido y al otro lado, Hyunjin.
— ¿Q-Qué sucedió? —Fruncí el ceño debido al dolor qué se formó en mi cabeza cuándo traté de recordar, sentía cómo si hubiese recibido una paliza y el estar en el hospital me confirmaba qué no había sucedido nada bueno.
—Tuviste un accidente, TaeTae —Murmuró Jimin con una sonrisa cansada—. Fuiste atropellado.
Y cómo una ráfaga los recuerdos me golpearon.
Celo.
Corriendo.
Un alfa persiguiéndome.
Un auto.
Dolor, sangre y...
Oscuridad.
En seguida llevé mi mano a mi cuello confirmando qué no tenía ninguna marca y suspiré aliviado mirando a los hombres frente a mí. Aspiré por la nariz pero los aromas se mezclaban y era cómo si tuviese un resfriado.
—Si sientes tu olfato congestionado es por qué los calmantes adormecen tus sentidos, en unos minutos te irás sintiendo mejor —. Volvió a hablar médico y yo sólo asentí lentamente. — ¿Cómo te sientes Taehyung?
Me relamí los labios antes de responder y traté de dejar de observar al chico desconocido en la sala, tratando de posar mi atención en cualquier otra cosa excepto el, mi lobo parecía estar dormido y me sentía extraño y vacío, sin embargo sabía que volvería.
—Yo... Me siento un poco adolorido y lobo parece no estar, pero me siento bien... —Mi voz era rasposa y carraspeé un poco sintiéndola demasiado seca.
—Oh sí, es normal, tu lobo aún debe estar bajo los efectos del sedante, yo saldré un momento pero en un rato volveré a hacerte algunas pruebas, mientras puedes hablar con tus amigos, estaban muy preocupados por ti —. Asentí en respuesta y observé al hombre salir de la habitación, enseguida observé a mi hermano correr a la cama y abrazarme con fuerza contenida.
—Hyunjinnie... —Susurré acariciando la espalda de mi hermano.
—Dios Hyung, te extrañé mucho, creí que no despertarías —. La voz del menor estaba cargada de alivio y le sonreí cuando se separó del abrazo.
— ¿Cuánto estuve inconsciente? Mierda, siento como si hubiese caído de un noveno piso —. Gemí debido al dolor mientras me incorporaba un poco para sentarme en la cama.
—Fueron 6 días, Taetae... —Jimin se acercó y también me abrazó, sentí cómo aspiraba y me sentí tranquilo y feliz de tener a mi mejor amigo conmigo.
Seis días sonaban cómo mucho tiempo, pero la verdad es que yo lo había sentido cómo si solo hubiese tomado una siesta, nunca imagine qué hubiesen pasado tantos días. Mi vista se dirigió al chico de cabellos negros con apariciencia de alfa y observé la ligera mueca de incomodidad en su rostro, sin aguantar más la curiosidad sólo pregunté.
— ¿Quién es él? —Pregunté a Jimin y Hyunjin quienes intercalaron su mirada entre el chico y yo antes de responder.
—Él... Él es Jeon Jungkook, su auto fue el que te atropelló —. Jimin habló con dudas y el recuerdo se presentó claro en mi mente, la forma en que el chico había luchado para detener el auto, a pesar de eso agradecía, si no fuera por eso quizá ahora me encontraría peor, violado y marcado por un alfa desconocido.
—Yo... ¡Lo siento mucho, Taehyung! —. Por primera vez el chico habló y me sorprendió lo fuerte pero a la vez serena qué era su voz, el hombre se acercó y pude ver en su expresión la culpa y el remordimiento.
—No te preocupes, recuerdo qué fue mi culpa, crucé la calle sin ver, estaba demasiado asustado mientras huía de ese alfa... —Formé una mueca con mis labios y mis amigos me miraron confundidos.
— ¿Alfa? ¿Qué fue lo que sucedió exactamente, Tae? —Preguntó mi hermano sentándose junto a mi en la cama.
Suspiré antes de responder sabiendo qué iba llevarme un buen regaño —El día del accidente salí tarde, iba a comprar algo para la cena, pero mi celo se adelantó mientras estaba en el supermercado, había olvidado tomar los supresores, un alfa captó mi olor y comenzó a perseguirme cuando salí de la tienda, corrió detrás de mi durante mucho tiempo, estaba muy asustado, las calles estaban solas y el celo era muy doloroso, crucé la calle sin ver, el alfa paró y me grito qué tuviera cuidado pero era tarde, lo siguiente qué sentí fue el impacto del auto, y aquí estoy...
— ¿¡Eres idiota!? —Lo que me sorprendió no fue el regaño, si no, la persona de quién provino, mis ojos se abrieron con sorpresa en dirección a Jungkook y no pude responder — ¡¿Cómo un omega puede andar sólo en la calle a esas horas de la noche, cerca de su celo y sin supresores?!
—Bueno, sí... La mayoría de las veces no pienso mucho... —Sentía la mirada furiosa de mis amigos sobre mí, y sentí cómo mi lobo iba despertando poco a poco encogiéndose ante la voz del chico quién evidentemente era un alfa, y uno muy imponente.
—Jungkook tiene razón ¡¿Cómo pudiste ser tan tonto Taehyung?! —. Esta vez fue el turno de Jimin para reclamar y mi lobo chilló tristemente en mi interior, bajé mi cabeza a mis manos y entrelacé mis dedos.
— ¡Casi mueres cuándo Jungkook te atropello! —Ahora Hyunjin y me encogí más ante su tono alfa.
Okey, sí, era totalmente consciente ya de que había sido demasiado idiota, pero no pensaba en ese momento ¿Bien? A cualquiera podría pasarle un momento en el que tu cerebro se desconecta y hacer cosas sin pensar en las consecuencias...
Aunque creo que nadie podía ser tan idiota cómo para meterse en situaciones qué le podían costar la estabilidad física, al menos no alguien que no fuera yo.
Escuchaba atentamente el sermón de mis amigos y hermano sobre lo que pudo haber pasado si el alfa me hubiese alcanzado y todo eso o lo que hubiese sucedido si la ambulancia no hubiese llegado a tiempo cuándo tuve el accidente.
Sin embargo, mi atención dejó de ser dirigida a mis amigos cuándo mi sentido del olfato volvió y aspiré profundamente sintiéndome más tranquilo de tener todos mis sentidos de nuevo, pero cuándo capté un aroma desconocido mi cuerpo tembló...
Tabaco, menta, perfume masculino...
Mis ojos se abrieron con sorpresa y sentí mi omega chillar de la emoción, jadee sintiéndome mareado por la ola de sensaciones y enseguida mi vista se alzó buscando al dueño del aroma, mi lobo me arañó internamente y mi corazón palpito al saber qué el dueño de aquel aroma no era nadie más y nadie menos qué Jungkook.
No entendía lo que estaba sucediendo, pero en el momento en que los ojos del alfa se encontraron con los míos mi cuerpo tembló y sentí su aroma más fuerte, casi mareándome, inconscientemente mi cuerpo comenzó a liberar feromonas y sentí mi interior calentarse, mi lobo aulló de dolor y me encogí sobre mí mismo, Jimin tocó mi frente y Hyunjin llamó al médico y Jungkook solo se quedó parado en el mismo lugar totalmente en shock, cerré los ojos con fuerza debido al dolor qué estaba causándome mi inesperado celo.
OMNISCENTE.
El doctor entró corrió a la habitación de Taehyung tan pronto entró a la habitación, y el aroma era tan fuerte qué incluso el que era beta lograba percibirlo, Jungkook gruñía y jadeaba luchando con su lobo por no lanzarse sobre Taehyung qué se retorcía en la cama.
— ¡Mierda! ¡Apestan a celo! —Se quejó Hyunjin haciendo una mueca ante el dulce aroma de su hermano.
El médico pareció entender todo apenas observó al omega sobre la cama y al alfa de pie junto a esta, los enfermeros entraron a la habitación detrás del doctor y este les dio una orden clara.
—Saquen al alfa —. El hombre señaló a Jungkook y estos asintieron, el alfa gruñó en señal de advertencia en seguida y Taehyung gimió.
—Alfa...Alfa... —Jimin sostenía a Taehyung quien mantenía sus manos sobre su estómago y lloriqueaba desesperado sintiendo el calor tortuoso de su cuerpo, deseando por el contacto con un alfa, y no cualquier alfa...
Su Alfa.
Jungkook.
Hyunjin ayudó a los enfermeros a sacar al mayor, quién oponía resistencia total y trataba de morder a quienes lo sostenían, sus ojos rojos totalmente dominado por su lobo y con esfuerzo lograron sacarlo y cerrar la puerta dejando a Taehyung con el médico y Jimin en la habitación.
Jungkook protestaba totalmente en desacuerdo, hasta qué Hyunjin gruñó haciendo qué el alfa mayor lo mirara.
—Omega... Necesito proteger a omega —. La voz de Jungkook era gruesa producto de la habitación, y las feromonas estaban llenado ya todo el pasillo.
— ¿Qué ocurre contigo, jk? Estás loco si crees que te dejaré profanar el cuerpo de mi purísimo y casto hermanito —. Le gruñó Hyunjin sujetando sus brazos e impidiéndole moverse —Ve a casa, con tu omega.
—Mi omega está allí —. Jungkook miró en dirección a la habitación su lobo aullaba queriendo ver nuevamente el azul de los ojos de Taehyung y escuchando sus quejidos de dolor qué cada vez lo desesperaban más.
Hyunjin se sorprendió ante las palabras del mayor sin embargo trató de ignorarlas creyendo qué era producto del celo —No, tú omega está casa, ve Jungkook... Nada le pasará a Taehyung, el estará bien, te lo prometo.
La habitación de Taehyung quedó en silencio y las feromonas dejaron de ser tan fuertes haciendo qué Jungkook se relajara de a poco, Jimin salió de la habitación y observó con algo de miedo al alfa qué parecía estar a punto de matar a alguien.
—L-Le... Le inyectaron supresores... El doctor dice qué luego nos explicara por qué su celo se disparó tan de repente.... Jungkook, deberías ir a casa, para... Para qué tú omega te ayude... —Jimin habló en voz baja temiendo por la reacción del alfa, Jungkook se relajó por instinto olfateando el nerviosismo qué emanaba del menor y asintió.
Jungkook puso todo de sí para obligarse a caminar fuera del lugar, pisó fuerte sintiendo su respiración atascada dolorosamente en su garganta, dolía, dolía físicamente estarse alejando de Taehyung, de su omega...
Y no podía entenderlo, no podía entender por qué en el momento en que sus ojos conectaron con los fanales azules de Taehyung su mundo dejó de girar en la dirección correcta y comenzó a girar en la dirección contraria, sentía su lobo gritarle de manera aturdidora qué ese era su omega, qué debían protegerlo, se lo estaba exigiendo.
Y Jungkook estaba asustado, era un alfa asustado, por qué no sabía qué hacer, el había dicho qué cuando Taehyung despertara solo se alejaría, pero ahora no se veía capaz, quizá si sabía lo que estaba sucediendo pero no quería aceptarlo...
Taehyung era su pareja predestinada...
Y estaba seguro de que el omega también lo había sentido, también había sentido esa corriente eléctrica cuando sus ojos se encontraron y sus lobos aullaron en sincronía, sabía que Taehyung también lo sabía, y eso complicaba todo mucho más.
Llegó a su casa antes de que pudiera asimilarlo y bajó del auto aún aturdido, estaba seguro qué desprendía un fuerte aroma a excitación, sin embargo, el calor en su cuerpo había pasado a un segundo plano ahora qué estaba lejos de Taehyung.
Entró al departamento y apenas el aroma de Rosé entró a sus fosas nasales su alfa gruñó con disgusto.
Ese no es el aroma de nuestro omega.
El animal dentro de él se molestaba cada vez más y se le volvía difícil, sintió a Rosé notar su presencia mediante el vínculo y a los pocos segundos la chica apareció en la sala de estar.
—Jungkookie... ¿Está todo b...? Estás en celo —. La omega se interrumpió en seguida y bajó casi corriendo las escaleras posándose frente al alfa y soltando algunas feromonas qué lejos de provocar al sexualmente alfa, le provocaron un sentimiento de incomodidad.
—N-No... Yo, estoy bien... —La chica trató de posar su mano en la mejilla de este pero se alejó cómo si no pudiese si quiera soportar el tacto de la chica contra su piel.
Pero Rosé podía oler totalmente el celo de Jungkook así que no esperó antes de lanzarlo al sofá y posarse a horcajadas sobre él y besarlo de manera furiosa, Jungkook correspondió, pero su lobo no, trató de seguirle el beso, presionó sus caderas entre sus manos, ignoró los quejidos en su interior y dejó qué la omega se friccionara sobre su cuerpo y lo tocara a su gusto.
Calló a su lobo qué chillaba cómo animal herido, se dejó hacer, sólo quería comprobarse a sí mismo que podía estar con Rosé, que aún la deseaba, qué aún la amaba por qué ella... Ella era su omega.
Le gustase o no a su lobo.
Sin embargo, cuándo besó a la chica no la vio a ella, cuándo terminó de desvestirla no la vio a ella, cuando la penetró no la vio ella, cuándo la chica gemió su nombre no la vio a ella, cuándo anudó llenando el condón no la vio a ella, y cuando renovó la marca sobre su cuello nuevamente, no la vio a ella...
Durante todo el encuentro, en su mente solo estaba una persona...
Su omega... Taehyung...
Y su lobo estaba evidentemente disgutado con el por haber tomado a otro omega, pero lo cayó e ignoró cómo había hecho los últimos días, y se repitió mentalmente qué nada cambiaría, qué su estúpido animal interior arruinara lo que había construido sin razón...
Rosé se levantó cuando el nudo se deshizo y recogió su ropa esparcida por el suelo.
—Espero qué ya te sientas mejor Jungkookie... Y te recuerdo para la próxima, qué mi nombre es Rosé... No Taehyung...
Y al sentir lo dolida qué estaba su omega mediante el vínculo, su lobo le gritó, que nada estaría bien...
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