Final.
Jungkook aún yacía en su camerino, tomando un poco de agua para refrescar su garganta mientras repasaba la letra, por una pantalla veía la categoría que se premió y el anuncio de que su presentación sería la siguiente.
La canción que presentaba era una especial para él, una muy personal, sacada de los diarios escritos a media madrugada donde el consuelo del recuerdo se sentaba a arroparlo.
La canción que Jungkook presentaría tenia un gran significado para él, aquellos versos y aquella lírica había nacido de aquellas noches en las que un café caliente le había acompañado mientras recordaba los cálidos momentos al lado de su gran amor, desde los primeros besos hasta el último adiós. Había tenido en mente que aquel duradero amor estaría presente cuando cantara aquella canción que había nacido de aquellos días de gozo y camuflaje.
Y eso no causó algún sudor frío recorrer por su espalda, sino una arrasadora calma, iba a cantar aquella lírica ante los ojos de la persona que lo inspiró para escribirla.
Salió al escenario tras su anuncio.
La melodía empezó a sonar mientras tomaba su micrófono y empezó a cantar. Cantar era su pasión, por eso sentía todas las notas y las letras en su piel, cerrando los ojos y haciendo que todo el público sintiese lo mismo que él, que todos sintieran los sentimientos puestos en aquella canción.
Fue así, el público pudo sentir aquel sentimiento en su piel adhiriéndose a ella, Jimin lo sintió de esa forma, mientras estaba sentado en las taquillas miraba con cierta melancolía la presentación de Jungkook, escuchaba cada letra junto a la melodía y era un abrazo para su alma, un abrazo después de mucho tiempo.
La presentación terminó y los aplausos fueron escuchados, las personas de pie mientras aplaudían la impecable presentación de Jungkook quien sonreía y agradecía.
Por un corto lapso de tiempo mientras la multitud le aplaudía y la presentadora empezaba a hablar, su mirada se encontró con la persona que había inspirado aquella canción, aquellos ojos rasgados color marrón le miraban desde la distancia con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, una sonrisa que se impregnó en el rostro de Jungkook, mirándose por un corto tiempo hasta que las luces se apagaron a su alrededor.
Aun trataban de verse a través de la oscuridad y aún trataban de buscarse a través de esta, pero esta era tan densa que no pudieron encontrarse otra vez, Jungkook ya estaba detrás del escenario yendo hacia su camerino y Jimin volvía a su lugar.
El haberse buscado inconscientemente a través de la oscuridad les trajo aquel recuerdo algo agrio de aquellos días enredados en las mismas sábanas.
Aquel recuerdo de las hojas que habían caído por las decisiones tomadas.
Las hojas habían caído, una por una, frente a sus ojos y no habían podido sostener ni una.
Su amor había nacido y echado raíces de una lápida. Habían nacido del agrio vodka y de las sábanas desordenadas de un hotel.
Por más que hubiesen deseado que las cosas fueran diferentes entre ambos, no cambiaría los pedazos y las piedras en su largo camino. No cambiaría que nacieron a costas del dolor de otro.
Habían recorrido juntos un camino oculto en el bosque, oculto entre las rocas y lejos por las montañas.
Habían bailado en un cuarto de hotel lejos de los demás y ocultos, con las manos entrelazadas y con sonrisas en sus rostros mientras reposaban sus cabezas en el hombro del otro.
Habían hecho todo eso en la oscuridad de algún callejón, clavando una daga en el abdomen del otro mientras se sonreían y clavaron una daga juntos al tercero que habían herido con sus actos.
La culpa se la llevaba uno en particular, Jungkook que era responsable de la confianza de alguien que alguna vez amó con su alma, pero también en menor culpa estaba envuelto Jimin, quien a pesar de saber que su amante tenía a alguien esperándolo en su hogar jamás acabó con eso.
La culpa era en diferentes escalas, pero era de ambos.
Eran aquellas hojas acumuladas en un rincón de su jardín durante otoño, hojas que a veces topaban con sus puertas y ensuciaban sus ventanas, hojas que repercutían en ellos y en la historia hurtada que habían escrito.
Pero las cosas habían cambiado y habían podido apilar las hojas para que el viento no las desordene.
El tiempo y la distancia había hecho un gran trabajo en aquella tarea, habían crecido y aprendido de las piedras recolectadas en sus bolsillos, habían comenzado a ser personas nuevas y mejores de aquellas que se esconden en un oscuro callejón, aun así, al salir del callejón, al salir y encontrarse con la luz de la mañana, sus corazones aún palpitaban en la misma frecuencia y aun se extrañaban.
(...)
El premio de la canción del año era una de las más aclamadas en la noche, muchos cruzaban sus dedos y pedían al cielo ganarse su nominación, Jungkook se encontraba ansioso, jugando con sus dedos y agitando sus piernas mientras veía en su reloj como la manecilla se movía, esperando al momento en que se anunciara al ganador.
Jimin tras el escenario esperaba a su momento mientras arreglaba su cabello y se aseguraba que los pliegues de su camisa estuviesen firmes, alguien del staff le hizo señas para encaminarse en cuanto escuche su nombre, por última vez arregló su cabello y sonrió caminando al escenario.
Fue recibido con aplausos, era el favorito de todos los presentadores, eso lo sabía bien.
Regalo unas cuantas sonrisas mientras daba su pequeño discurso antes de nombrar a los nominados, en una pantalla se veía a los nominados con un pedazo de la canción, cuando aquello terminó llegó el momento de abrir el sobre.
Meticulosamente lo abrió mientras todos guardaban silencio, el papel fue desdoblado y la sonrisa más sincera en toda la noche se dio paso por su rostro.
—Y el Grammy es para Still with you.—Sonrió.
Vio por la pantalla la reacción de Jungkook y en cómo abrazaba a sus amigos mientras era felicitado por los demás a su alrededor, el brillo en sus ojos decía lo feliz que estaba, aquel brillo se lo contagió a Jimin que veía esa escena con una sonrisa, tan feliz.
Jungkook subió al escenario a recoger su premio con personas de su equipo que habían colaborado, encontrándose con la sonrisita de Jimin sosteniendo el premio, se lo entregó dándole un breve abrazo y una fugaz mirada.
Queriendo congelar el tiempo a su alrededor, para sentir más tiempo aquel calor corporal.
Jimin salió del escenario para darle su momento a Jungkook y a su equipo, pero se quedó tras el escenario, tenía ganas de felicitar a Jungkook con palabras y decirle lo orgulloso que estaba por todas las cosas que había logrado en todo este tiempo.
Escuchó el discurso y no dudo en ponerse aun feliz, ese era un nuevo Jungkook, uno que demostraba mejor sus sentimientos y que dejó de ser alguien egoísta.
Ambos habían renacido de aquellos escombros dejados a la intemperie.
El discurso finalizó y las personas empezaban a dirigirse tras el escenario para ir a los camerinos, entre aquellas personas vio a Jungkook que aún sonreía mientras miraba su premio, con aquellos ojos redondos llenos de estrellas. Jimin detuvo su andar asomando tras las personas de su equipo.
—Hola, Jungkook.-Saludo con una sonrisa.
—Jimin.—Saludo de vuelta.
—Quiero...quiero felicitarte por tu logro de hoy.
—Oh, muchas gracias.—Sonrió.
—Estoy muy orgulloso de todo lo que has logrado, Jungkook.—Confesó.—Orgulloso de todo lo que te has convertido.
—Muchas gracias.—Sonrió.—Yo también estoy orgulloso, pero de todo lo que has sido y has hecho en este tiempo, otra vez te encuentras entre los mejores modelos y tu trabajo ha sido espléndido.
—Ah, gracias gracias.—Rió.—Todos tu trabajo también ha sido así, hit tras hit, te has lucido.
Jungkook asintió mientras sonreía.
Las palabras parecían no ser necesarias, con aquellas miradas llenas de estrellas y cometas se lo decían todo.
Parecía que el largo tiempo y la marcada distancia no habían pasado.
Tras su espalda escuchó que lo llamaban porque iban a hacer un brindis en su camerino, tenía que irse.
Antes de hablar los brazos de Jimin fueron envueltos en sus hombros, le estaba abrazando, correspondió al abrazo con una sonrisa, alargándolo un poco más, extrañaba el aroma que Jimin desprendía: a cerezas.
Después del abrazo dado por el premio ganado se separaron, las sonrisas aun en sus rostros, sin ningún rencor en ellos.
Aún aquel latir de sus pechos uniéndoles en un lazo. Pero aún las manecillas no se habían juntado.
Su amor podría esperar, ellos se lo habían prometido, mientras tanto aún podían sonreír al mirarse a los ojos del otro, aun podían ser inmensamente feliz por el otro, como lo hacían ahora.
Con una pequeña reverencia se despidieron y empezaron a caminar en direcciones diferentes, pero antes de perderse en los pasillos, se dieron la vuelta.
Y una vez más se miraron a los ojos, encontrando la miel en las pupilas del otro, encontrando aquel brillo recuperado, aquel brillo y aquellas estrellas destellantes. Por eso se sonrieron a la distancia.
Se sonrieron de la forma más sincera, dándose aquel hasta luego que necesitaban.
Porqué aún podrían encontrarse cuando el invierno acabe.
Porque el hasta luego duraría hasta que las manecillas se juntaran y que una taza de café sea servida en alguna cafetería escondida en las calles de París.
fin.
AAAAAAAAAAAAAA <3 EN VERDAD MUCHAS GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE LE HAN DADO A ESTA HISTORIA, REALMENTE LES AGRADEZCO MUCHO🥺🥺💗💗
bueno, este final no hay explicar(? supongo(? pero por si quieren: el amor de jimin y jungkook se podrá dar cuando la vida vuelva a cruzar sus caminos y cuando sea el momento adecuado para ambos <3
¿es final abierto? si, como también no, cada uno interpreta lo que mejor quiera :)
nuevamente muchas gracias por todo el apoyo, por todos sus votos y comentarios que siempre me animaban a escribir <3
lean la traducción de la canción de multimedia, es relatable con el final y así jejej
antes de irme, vengo a hacer un poco de promoción a mis nuevos au's jeje:
bueno, nos vemos <3
cuídense mucho y por ultimo GRACIAS, les tkm <333
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