El primer paso al acantilado
—Estoy aburrido.—Jadeo lanzándole una almohada a su amigo.—Hazme reír.
—¿Soy tú payaso para hacerte reír?—Volvió a lanzar la almohada a la cabeza de Jimin.
—Claro que lo eres.—Se levantó de su asiento y le dio un manotazo a la espalda de Baekhyun, riéndose por el grito de dolor de su amigo.
—Recibes risas a través de mi dolor.—Se quejo girándose en la cama.
—¿Hacemos algo?~
—¿Qué quieres hacer?
—Vamos a un club.—Sonrió. Baekhyun negó con la cabeza mientras volvía a echarse sobre su estómago, ignorando por completo a Jimin.—Ya pues~ eres mi amigo debes de acompañarme.
—Ayer fuimos a un club.
—Si, pero quiero volver a ir. Habían muchos chicos guapos.
—Cuando no.—Se rió aparentando una de las mejillas de Jimin.—Minnie buscando algo de diversión~
—Sí, por eso debes acompañarme.—Se subió a su espalda aplastándolo y abrazándolo por la cintura.
—Está bien.—Empujó a Jimin de encima suyo y se levantó de la cama.—Pero es la ultima vez.
Jimin chillo de felicidad y abrazo a Baekhyun. Su amigo salió de su habitación para alistarse y poder acompañarlo al club que estaba muy cerca del hotel. Jimin hizo lo mismo, sacando de su armario una camisa blanca y unos jeans negros, no le iba a poner tanto esfuerzo a su outfit de hoy pues él sabía muy bien que no tenía porque tomarse más minutos eligiendo lo que debía ponerse, pues no importara lo que use él siempre se vería bien.
Peino sus cabellos rubios hacia atrás mientras los acomodaba y colocaba solo un poco de gel para que así se mantuviesen así durante toda la noche. Saco una pequeña paleta de sombras oscuras y con su dedo índice se puso solo un poco de sombra negra, así lograría hacer resaltar más sus ojos, colocó bálsamo sobre sus labios y con una sonrisa se miró al espejo.
—Oh Jimin, que guapo te ves, algún día dejarán que nos casemos.—Rió por su mala broma mientras se daba una última mirada al espejo sonriendo.
Se colocó una colonia ligera mientras desabrochaba los dos primeros botones de su camisa, dándose una última vista al espejo supo que hoy iba a tener esa diversión que su cuerpo estaba buscando.
[...]
Una hora más tarde de lo acordado los dos modelos se encontraban caminando por las calles nocturnas de Berlín, sus managers les regañarían por haber salido sin seguridad pero ellos querían pasar por lo menos un día como unas personas normales que iban a un club para divertirse. Para su suerte nadie los había reconocido, así que con toda la comodidad del mundo pudieron pasearse por las calles.
Llegaron al club que para su suerte tenía una fila ligeramente corta, por lo que en lugar de adelantarse se pusieron a hacer la fila, como unas personas normales.
La fila avanzaba rápido, muchos eran rechazados por la gran fama de ese club, solo personas importantes o con mucho dinero podían entrar, por lo que fue el favorito de Jimin ya que nada salía de ahí.
Cuando estuvieron frente al gorila de seguridad se quitaron los lentes que "cubrían" su identidad, sin pensarlo dos veces el hombre los dejó entrar.
Con sonrisas en su rostro entraron al club que los recibió con luces neón y la música inundando sus oídos, fueron hasta la barra y se sentaron en los asientos de esta para empezar a pedir la orden de alcohol que iba a inundar su sistema.
—Tranquilo, campeón.—Rió Baekhyun al ver como Jimin acababa su primer vaso de vodka.
—Déjame, lo necesito.
—Bien, bien, termínate eso y vamos a bailar pusieron música buena.
Jimin asintió bebiendo lo último de su vaso y tomando la mano de Baekhyun para ir hacia donde todo el mundo se encontraba bailando.
Empezando a seguir el ritmo de la canción que sonaba empezaron a entrar en ambiente, Jimin dejándose llevar por la canción y el ritmo de esta, empezó a contonear sus caderas mientras tiraba su cabeza hacia atrás dando una vista muy sensual desde donde sea que lo veas.
Sonriendo por las miradas que se había ganado empezó a perderse aún más en el ritmo sensual de la canción.
—Allá alguien te devora con la mirada.—Susurró Baekhyun señalando a las espaldas de Jimin.
Jimin se giró para ver de quien se trataba y sonrió de lado al ver nuevamente a aquel hombre con el que se había topado en el hotel y en su desfile. Siguió contoneando sus caderas mientras pasaba sus manos por su torso y miraba al desconocido que lo observaba con un vaso entre sus manos. Antes de que pudiese hacer algo más el hombre se giró dándole la espalda, Jimin sonrió al ver la espalda ancha de aquel hombre.
Decidido fue hacia la barra para pedir algo más de alcohol y tal vez, poder hablar con esa delicia de hombre. Tomando de la mano a Baekhyun para que lo acompañe fueron hasta la barra riéndose por el rápido efecto del vodka que había tomado tiempo atrás.
Sentándose al lado del hombre que hace unos minutos atrás lo devoraba con la mirada y que ahora ignoraba su existencia, pidió una nueva ronda de shots y los bebió junto a Baekhyun.
Ganando confianza decidió hablar con el hombre al que había visto ya unas tres veces, tocó su hombro llamando su atención, cuando este se giró a mirarlo Jimin sonrió el doble, vaya que era guapo.
—Ya es la tercera vez en la que nos vemos.—Sonrió Jimin mientras recostaba su cabeza en su mano.
—Veo que si.—Le devolvió la sonrisa.
—¿Como alguien como tú está en este lugar...?
—Eso te lo debería preguntar a ti.—Levantó una de sus cejas mirando de arriba a abajo a Jimin.—¿La cara de Chanel en un club cualquier?
Jimin soltó una risita mientras se mordía el labio y le devolvía aquella misma mirada.—Es que este club es algo especial~.
—¿Por qué lo es?
—Porque no dejan entrar a cualquiera aquí.—Se acercó a su oído para poder susurrar lo siguiente.—Porque lo qué pasa aquí se queda aquí.
La suave voz del rubio entró como una dulce melodía en los tímpanos de Jungkook que le logró sacar una sonrisa.
—¿Quieres bailar?—Preguntó Jimin con una sonrisa.
Jungkook quiso negarse pues solo había ido a aquel club acompañando a Lucas–que ahora había desaparecido para ir sabe Dios a donde con su novia–pero se le hizo imposible no tomar la invitación del rubio adorable que le sonreía mientras le miraba con ojos de cachorro.
Solo era un baile.
[...]
Aquel baile se había vuelto caluroso en cuanto el alcohol inundó sus sistemas, pegándose más al otro mientras bailaban al ritmo de la música, sin querer Jungkook acercándose más de lo debido al rubio que lo miraba a los ojos mientras cantaba la letra de la canción.
Él no debería de estar pensando en poner sus manos en la cintura del más bajo.
Pero vaya que lo estaba considerando.
Jimin a su vista se veía jodidamente bien, sobre todo cuando pasaba suavemente sus manos por su cuerpo deleitando la vista de Jungkook.
Las manos le ardían por ponerlas encima del rubio, pero empezaron a quemar cuando Jimin le dio la espalda y recostó su espalda en su pecho, así que no pudo resistirse en pasar sus manos por la delgada cintura del rubio, sonriendo de lado cuando Jimin recostó su cabeza en su hombro y lo miró de reojo con una sonrisa fanfarrona.
—Veo que la pasas bien.—Sonrió Jimin dándose la vuelta y enredando sus brazos alrededor del cuello de su acompañante.
—Bastante bien.
—¿Cómo te llamas?—Preguntó ladeando su cabeza cual cachorro.
—Jungkook.
—Jungkook.—Sonrió colgándose del cuello del más alto.—Supongo que ya conoces mi nombre ¿no?
—Tal vez.—Sonrió de lado.—Podrías decírmelo de nuevo para que esta vez pueda recordarlo.
Jimin sonrió de lado mientras pasaba su lengua por sus labios con la atenta mirada de Jungkook sobre ellos, ladeó su cabeza y se paró de puntitas para poder rozar los labios del más alto, ya estando lo suficientemente cerca del más alto lo miró a los ojos sonriendo.
—Park Jimin, un nombre que jamás podrás olvidar.
Aún mirándose a los ojos Jimin se atrevió a abalanzarse hacia los labios del más alto, dejando un corto beso sobre estos que dejó a Jungkook espantado, él no debería de estar haciendo esto, él no debería de querer esto.
Al igual que una galleta de agua la cordura y razonamiento de Jungkook se destrozó con tan solo un pequeño golpe, iba a echarle la culpa al alcohol por estar tomando las mejillas de Jimin para plantar un nuevo beso sobre sus afelpados labios, esta vez con un beso más apasionado y fogoso se dio la tarea de abrazar al rubio de la cintura para apegarlo más a su cuerpo, Jimin jadeó por la fuerza que había empleado Jungkook, con una sonrisa en medio del beso levantó su rodilla para rozar la creciente ereccion del más alto, ganándose un gemido ronco que fue acallado por los labios de Jimin.
Los labios de Jimin y el menudo cuerpo de este le estaba nublando la cordura, incrustándose en sus poros, siendo parte de su ser y uniéndose a su piel. No pudo pensar cuando deseo que aquello se prologase por el resto de la noche.
El celular de Jungkook vibró en sus pantalones. Salvándolo de aquella neblina que no le dejaba ver.
Salvado por la campana.
Separándose del cuerpo del más bajito contestó la llamada que en grandes letras decía Lucas.
—Jungkook, estupido, ¿donde estás?
—Aún estoy en el club, la pregunta aquí es ¿DONDE ESTÁS TÚ?
—Ya estamos afuera, sal que nos vamos sin ti.
Dicho lo último Lucas le colgó, dejándole aún con los rastros de la neblina que el bonito rubio frente de él había dejado.
Ahora tenía solo dos opciones, salir y seguir conservando lo poco de cordura que le había quedado o quedarse a continuar con el juego que empezaba a tener con el modelo.
Por razones obvias Jungkook decidió salir de ahí, él no tendría porque estar reconsiderando seguir algo que estaba mal.
—Me tengo que ir.—Dijo mirando a Jimin.
El rubio puchereo y volvió a enredar sus brazos en los hombros del más alto, como acto de reflejo Jungkook envolvió su cintura.
—¿Por qué? Aún podemos divertirnos~.
—Tengo que hacerlo, cariño, me esperan afuera.—Sonrió separándose de Jimin.
Jimin asintió ladeando su cabeza y sonriéndole al más alto, se veía pecaminosamente inocente a la vista de Jungkook.
—¿Podrías darme un último beso antes de irte?—Ronroneo acariciando el brazo de Jungkook.
Podía pero no debía hacerlo.
Pero ¿Qué es solo un beso?
Lo tomó de la cintura y mirando por última vez a los ojos rasgados del rubio unió sus labios, con la intención de recordar el sabor de esos belfos y el color de los ojos de Jimin, pues había sido algo qué pasó por el alcohol y que no volvería a repetirse.
Separándose por la falta de aire Jimin se lamió los labios ante la vista de Jungkook y una vez más le sonrió.—¿Volveremos a vernos?
—No lo creo, cariño.
—Yo creo que si.—Jimin se acercó a él agitando sus pestañas.—Me verás en tus sueños~
Dicho aquello Jimin se dio la vuelta y fue nuevamente a donde su amigo lo esperaba con una sonrisa.
Jungkook salió del club encontrándose con Lucas y Yuqi quienes ya habían pedido un taxi para llevarlos al hotel.
El rubio de labios afelpados tuvo razón, se reencontró con Jungkook en sus sueños.
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