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—Puedes pasar, Jimin, James estará ahí en un momento.—Anunció la secretaria con una sonrisa mientras dejaba que Jimin entrara a la oficina acompañado con Solji.

Ambos entraron, los tacones de Solji haciendo un eco en la oficina, se sentaron lado a lado mientras esperaban. Todo estaba silencioso, o así lo sentía Jimin, escuchaba el sonido de las manecillas del reloj moviéndose, el gotear del garrafón de agua e incluso podía escuchar su propio respirar.

Tal vez era la nostalgia de todo el momento, recuerda haber entrado a la misma oficina para ser contratado, con las esperanzas de ser alguien grande e inalcanzable a su corta edad, con la esperanza de mantenerse en la boca de todos de la mejor forma. Creyendo a su corta edad que aquella marca iba a ser para siempre, que iba a estar conforme con ella durante todo su trayecto, sintiéndose triste por no haber logrado aquello.

Ahora estaba en la misma oficina donde alguna vez firmó el contrato para ser parte de Chanel, pero esta vez estaba ahí para terminar aquello.

Para romper todos los lazos que se pusieron en su garganta ahorcandolo.

El sonido de la puerta siendo abierta llamó su atención, James entraba a la oficina con una sonrisa y arreglando su traje para sentarse frente a Jimin.

Soltó un suspiro y devolvió el saludo.

—Bien, Jimin, no sé porque querías verme pero tengo una buena nueva, en la reunión que tuve con demás marcas, surgió la idea de una colaboración entre Chanel y Gucci.—Palmeó la mesa en forma de alegría y festejo.—Y tú serás uno de los principales protagonistas de esta colaboración.

La forma de solucionar las cosas de su propia empresa fue lo que le puso en esta situación, queriendo tapar las cosas, queriéndolo involucrar aún más, empujándolo aún más abajo. Porque dentro de los flashes, el glamour y la fama, no importan las consecuencias, no importa lo marchita que tu cabeza se encuentre, solo importa dar más de que hablar.

—Es una genial noticia ¿no?—Sonrió.—Ahora si, dime para qué querías hablar conmigo.

Jimin lleno su pecho de valor, llenándose en la cabeza que nadie tendría que lograr que de un paso atrás, esta era una decisión tomada y aunque le doliese en lo más profundo, era lo mejor para él.

Lo mejor para volver a recuperarse.

—James, quería hablar contigo porque quiero acabar con mi contrato. Voy a renunciar.

Parecía que James había visto a un fantasma, toda la emoción y la alegría que tenía en su rostro se desvaneció, una cara de angustia y confusión la reemplazó.

—¿Qué?

—Creo que ya tuve lo suficiente. Necesito darme un tiempo, necesito descansar.

—Podemos darte vacaciones.

—¿Para qué ustedes después las rompan solo porque me necesitan?

—La sesión anterior era importante, te necesitábamos, Jimin. ¿Es solo por eso? Te daremos más vacaciones, esta vez sin interrumpirte.

—No. No necesito más vacaciones, necesito salir de aquí, ustedes no hicieron nada para protegerme de los ataques que constantemente recibí, de todos esos artículos en mi contra, en lugar de eso ustedes acataron la sugerencia de mi madre para ir a esa boda, donde nuevamente me involucraron con ellos tachándome del malo.—La voz de Jimin empezaba a entrecortarse, tuvo que toser para que su garganta se aclarase y poder terminar.—E incluso quieren que participe en esa colaboración, donde nuevamente me hagan quedar a mi como el malo. Yo no necesito estar en un lugar donde no me protegen a pesar de ser muy valioso para sus bolsillos.

James se quedó callado, llevando su mano a su ceño para frotarlo y soltar una gran bocanada de aire, frustrado, Jimin había dado en todos los puntos en lo que habían fallado.

—Podemos solucionar eso, Jimin.

—Nadie y nada va a reparar la tranquilidad perdida.—Dijo de forma firme.

Lo único que le quedaba era acatar el pedido de Jimin, con todo el dolor del mundo tuvo que asentir mientras llamaba a uno de sus abogados para así lograr terminar su contrato. Perdían a su estrella más brillante.

Solji fue la que se encargó de revisar el nuevo papel enfrente suyo, asegurándose de que no haya ninguna trampa en las letras pequeñas. Llamo a uno de sus abogados para poder terminar con todo, revisando al detalle la clausura.

Después de minutos de charla entre los abogados, de sugerencias y vagos intentos para que Jimin retrocediera. Por fin pudo firmar su finalización como el representante de Chanel.

Sintiendo como un pedazo de su alma se quedaba entre ese papel y el bolígrafo. Sintiendo como había dejado un trozo de él en ello.

Pero a la vez.

Sintiéndose feliz, con una esperanza creciente en su pecho, la chispa de volver a empezar y poder encontrarse.
Sintiendo la emoción de comenzar a escribirse en otros rumbos, en otros aires y en nuevos caminos.

Era algo doloroso, tener que dejar al nombre que te mantuvo en su palma ayudándote a escalar, sobre todo por cómo se habían tornado las cosas. Pero después del dolor encuentras consuelo. La noche no era completamente oscura, siempre estaba la luna y las estrellas iluminando.

Por eso cuando termino de firmar soltó unas lágrimas, lágrimas de melancolía y felicidad.

Abrazo a Solji, abrazo a James e incluso a los dos abogados en la oficina, era una despedida.
Con lágrimas en los ojos salió de aquella oficina para despedirse de todo el que se topase en su camino.

Dejando y despidiendo una gran etapa en su vida, una que lo marcó, en muchos sentidos.

Comenzando su carrera como modelo en Chanel, subiendo escalón a escalón para convertirse en el modelo más aclamado, para después terminar todo aquello por los tropezones que le habían hecho caer. Dejando un pedazo de su historia en aquel edificio, empezando una nueva en la puerta de salida de este.

Las nubes empezaban a despejarse y el sol poco a poco acariciaba las mejillas de Jimin, para que así pueda limpiar las raspaduras de sus rodillas.

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tarde pero seguro 💆🏼

jeje nos vemos u3u

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