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No sabían como habían llegado a estar tan juntos, al principio de la noche cuando habían pedido las bebidas se encontraban muy distanciados, al parecer la presencia del alcohol en sus cuerpos les había hecho perder cualquier miedo de estar demasiado juntos, porqué ahora estaba lado a lado riendo por un comentario que había hecho Baekhyun mientras ligeramente acariciaban el brazo del otro. Se daban pequeñas y rápidas miradas para nuevamente inspeccionar la vestimenta del otro. Es que debería de ser ilegal verse tan bien con unos pantalones ceñidos, creía Jungkook, pues sentía sus manos arder cuando posaba su vista en los jugosos muslos de Jimin, queriendo tocarlos como siempre hacía. Y bien que Jimin quería eso, pues sutilmente frotaba su muslo con el de Jungkook, provocando y tanteando el terreno peligroso. Porqué también quería hacer lo mismo con su amante, dios, su boca se aguaba al ver el pecho descubierto por dos botones de Jungkook y como sus brazos eran envueltos por su camisa negra.

—¿Vamos a bailar?—Preguntó Jennie.

—Si si, dios, creí que nadie lo sugeriría.—Comentó Baekhyun dejando su vaso sobre la barra.

Las dos chicas se tomaron de la mano mientras se dirigían a la pista y llamaban animadas a sus amigos, y a Jungkook.
Baekhyun tomó la mano de Jimin jalándolo, antes de caminar acabó su bebida mirando a Jungkook y tomando una cereza que estaba en la varilla en el vaso del tatuado. Tomando la cereza en sus labios sensualmente le sonrió ladino a Jungkook. 

—¿Vienes a bailar, Jungkook?—Preguntó sonriendo.

Jungkook le devolvió la sonrisa recorriéndolo con la mirada, lo pensó bien antes de pararse con su vaso en sus manos y acabar con su bebida, asintió tomando la invitación de Jimin y camino con los dos modelos hasta la pista de baile.

Baekhyun quiso atragantarse con su risa, la tensión que había entre ellos era tan asfixiante que lo único que pudo hacer fue darles su espacio mientras caminaban lado a lado devorándose con la mirada.

Habían hecho un círculo en medio de la pista mientras la música sonaba fuertemente en los parlantes, hacían pasos de manera divertida, creaban sus propias coreografías para las canciones que sonarán. Jungkook quiso ponerse delante de Jimin para acapararlo solo para él, pero no lo hizo por razones demasiado obvias, no podía acercarse a Jimin de manera sugerente cuando Jennie estaba ahí.

Y aquello no era nada fácil, no cuando Jimin le sonreía mientras se movía al compás de la música, cerrando los ojos, moviendo sus caderas y sonriendo. Iba a ser una noche mala para él si no lograba poner una mano en Jimin.

Jimin estaba divirtiéndose, teniendo a un Jungkook frente a él devorándolo con la mirada y a Irene a su lado bailando con él. Parecería una salida de amigos si tan solo Jungkook no estuviera viéndolo lascivamente, sonrió de lado con orgullo.

—¿Me permites esta pieza, dulzura?—Jimin sintió que le hablaron a sus espaldas.

Se giró a ver quien le había hablado y se topó con un extranjero que lo miraba con una sonrisa en el rostro.

Miró a sus espaldas para ver a Jungkook y con una sonrisa maliciosa volvió a mirar al hombre frente a él.—Claro.

—Uhhh, eso Jimin acaba con ellos.—Ánimo Jennie riendo.

—No te alejes mucho.—Murmuró Irene.

—Claro.—Miró a Jungkook sonriéndole.

Jungkook no pudo evitar apretar los puños cuando vio como aquel extranjero pasaba su brazo por la cintura de Jimin acercándolo. Él era el único que podía hacer eso. No pudo evitar cambiar su cara animada a una cabreada cuando vio como Jimin envolvía sus brazos en el cuello de aquel hombre, golpeteó su mejilla cansado y dándole una excusa estupida a los demás fue nuevamente a la barra.

¿Que le sucedía? Él no debería de estar cabreado al ver a Jimin con otras personas.

Pidió un vaso de ron a las rocas y siguió con su vista clavada en la figura de Jimin que se contoneaba al ritmo de la música con aquel hombre que le apegaba a su cuerpo. Se sintió aún más cabreado al ver la cara del tipo, una sonrisa asquerosa recorriendo con la mirada el cuerpo de Jimin.

Maldito cabron. Mirándolo solo como un pedazo de carne. Pensó mientras bebía.

Pasaron aproximadamente dos canciones en las que no quitaba de su vista a Jimin, por un momento lo hizo para mirar al grupo de amigos de Jimin que ahora solo era compuesto por Irene y Baekhyun que seguían bailando, buscó a Jennie con la mirada y la vio subir al piso vip acompañada de un hombre, sonrió acabando con su bebida. Por fin iba a poder acercarse a Jimin.

Con pasos seguros y con una sonrisa fue directo hasta donde se encontraba Jimin, tocó su hombro llamando su atención. Ambos con una sonrisa.

—¿Me permites esta pieza, dulzura?—Imitó al extranjero que lo miraba confundido.

—Uhm, no lo sé.—Puso una mueca pensativa mirándolo.—La estaba pasando bien.—Apoyó su cabeza en el pecho del contrario.

—Ya lo oíste.—Hablo el hombre que tenía abrazado a Jimin, pudo notar un acento alemán en su hablar.—Vete.

—Aunque pensándolo bien.—Jimin sonrió levantándose del pecho contrario.—Me divertiré más con él.

Dicho eso Jimin se fue con Jungkook.

—¿Te divertiste con el aleman?—Preguntó acercándolo a él por la cintura.

—Si, un poco.—Sonrió pasando sus brazos por el cuello de Jungkook.

—¿Un poco?

—Ya sabes lo que digo.—Se encogió de hombros empezando a bailar.—Nadie es como tú~

Jungkook sonrió ladino mientras seguía los pasos de Jimin, moviéndose lado a lado mientras la canción les envolvía en su melodía.
Jimin cerró sus ojos dejándose llevar por la música, perdido en ella y en el perfume de su acompañante empezó a contonearse divirtiéndose, Jungkook lo miraba con una sonrisa reprimiendo todas las ganas que tenía de besar a Jimin. Lo apegaba cada vez más a él.

La siguiente canción ambos se la conocían, empezaron a tararearla mientras sonreían y seguían bailando.

I just can't get you out of my head.—Tarareó Jimin, sintiendo en su piel el significado de la canción.—Boy, your loving is all I think about.

—La la la.—Sonrió Jungkook pegando su frente a la de Jimin.

Mirándose con las frentes pegadas se sonrieron, sin poder controlar las ganas que tenían de besarse lo hicieron. Tomando el rostro del contrario contra el suyo mientras sus labios se movían al compás, conociéndose de una manera abrumantemente, perdiéndose en el otro sin importarles lo demás.

Se separaron del beso haciendo chasquear a sus bocas para seguir bailando, con sonrisas en su rostro empezaron a seguir la coreografía que había hecho Baekhyun a metros de ellos. Se agarraron la cabeza mientras la movían de un lado a otro, extendiendo sus brazos en el otro y moviendo las caderas girando. Ambos se estaban divirtiendo tanto que solo podían reírse mientras se sonreían.

Eran ellos dos y nadie más. Ellos dos en su burbuja, bailando y riendo.
De vez en cuando dándose besos castos que no pasaban de la primera base.

Jimin se sentía pleno, como nunca había estado y Jungkook se sentía feliz, como nunca lo había estado.

Cuando la canción acabo de rieron mirándose y entrelazando sus manos inconsistentes, iban a darse un beso pero el sonido del celular de Jungkook los interrumpió.

Era Taehyung.

Jungkook sonrió al ver el nombre en la pantalla y contestó.

—Hola, Tae.—Respondió tapándose sus orejas.

Jimin por un momento se decepcionó pero no por mucho.

—No te escucho, Tae.—Jimin sonrió, le iba a colgar.

Pero claro que eso no iba a pasar, Jungkook le dijo a Jimin que "ahora volvería" saliendo del club con el celular en su oreja dejando a Jimin.

Jimin lo espero, pero las esperanzas se fueron cuando pasaron cuatro canciones en las que Jungkook no mostraba su cara, era obvio, preferiría hablar con su amado novio que seguir tonteando con él.

Un nudo en la garganta se le formó.

Ignorando a las personas que le pedían bailar se dirigió hacia la barra y ordenó. Quería tragar aquel nudo que le ahogaba.

Vaso tras vaso Jimin se fue perdiendo, tratando de tragar el nudo que no le impedía disfrutar la buena música que sonaba, no contó cuanta era la cuenta pero en realidad no le importaba, pagaría lo que fuera para no sentir ese malestar de pensar en la sonrisa enamorada que tendría Jungkook al hablar con su novio.

Siguió bebiendo, importándole poco la consecuencia y cómo podría afectar a su sistema el alcohol y el mezclar diferentes bebidas.

Estaba triste y le enojaba estarlo. Era una estupidez, Jimin no debería de estar triste, él debería de estar bailando con sus amigos o con algún extraño, él debería estar disfrutando la noche y no estar en la barra bebiendo porqué le dolía pensar en la sonrisa de Jungkook.

Se le estaba saliendo de las manos.

Y no pudo evitar llorar en la barra por eso.

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—¿Que le pasó?—Preguntó Jennie acariciando la espalda de Jimin, quien estaba tendido en la barra.

Irene aún lo abrazaba mientras sorbía su nariz y le hacía cariñitos en la cabeza.—N-no sé, solo lo vimos así llorando.

—Jimin por favor.—Pidió Baek.—Por favor párate y trata de caminar, así se te va la embriagues.

—No.—Negó la cabeza escondiendo su cabeza entre el cuello de Irene.—Y-ya te dije lo que quiero.

Baekhyun quería arrancarse los cabellos, en primera no sabía dónde estaba el tatuado y por qué Jimin se había puesto así, en segunda porqué le había hecho desvanecer cualquier pizca de alcohol en su cuerpo.

Y como por arte de magia Jungkook se paro al lado de Jimin preocupado.

—¿Que pasó?—Preguntó mirando a Jimin.

—No sabemos, seguro tomó mucho y le hizo efecto.—Comentó Baekhyun queriendo cantar aleluya.

En cuanto Jimin escucho la voz de Jungkook levantó la cabeza mirándolo. Jimin tenía los ojos hinchados y rojos, el ceño fruncido y las mejillas rojas. Su mirada delataba tristeza, mucha tristeza y a la vez rabia.

—Quiero irme.—Pidió mirando a Jennie, que, junto a Baekhyun y Jungkook eran los únicos sanos, pues haber hecho llorar a Irene le había subido el alcohol a la cabeza.

Jennie asintió y le extendió una mano para que se apoye en ella, Jimin quiso tomarla pero su conciencia ebria le gritó que se sostuviera de Jungkook para caminar, a lo que el tatuado no pudo negarse pues si retiraba su brazo Jimin iba a caer al piso. Pasó su brazo en los hombros de Jungkook y el mayor un brazo por su cintura, sosteniéndolo firmemente para que no cayera. Jimin lo miró y recostó su cabeza en Jungkook, sintiéndose seguro.

Jennie y Baekhyun ayudaban a Irene a caminar sin tambalearse mientras que llamaban a un taxi.

—¿Donde estabas?—Murmuró Jimin.

—Tae quería hablar conmigo.

Jimin asintió con lástima por si mismo.
Tanta lastima que tuvo que suspirar para no llorar.

Jennie logro conseguir un taxi, en el que todos se metieron. Irene al lado de Baekhyun en el asiento de atrás, Jennie en el de copiloto mientras que Jungkook y Jimin se sentaban lado a lado en el asiento de atrás.

Jimin apoyó su cabeza en la ventana hipnotizándose con las luces nocturnas e intentando dormir para recuperar la conciencia. No pudo, unos largos dedos le acariciaban la rodilla mientras que unos redondos ojos le miraban.

Se sintió perdido, tan perdido por ahogarse en el mar profundo de sus sentimientos ocultos.

Siguió con la cabeza apoyada en la ventana mientras cerraba los ojos por las caricias de Jungkook.

No se dio cuenta cuando habían llegado, Jennie golpeteo la ventana pidiéndole que se retire para no hacerlo caer al abrir la puerta.

Al igual que habían salido del club entraron al hotel, Irene ya podía caminar sin tambalearse pues el sueño que había tenido le había repuesto un poco, mientras que Jimin ahora se encontraba más mareado, sus piernas se enredaron entre sí y cayó de rodillas.

—Ay.—Rió intentando pararse. Fallando y riendo sintiéndose más mareado se agarró firmemente de Jungkook.—¿Podrías llevarme cargado? No puedo mover las piernas.

Jungkook asintió y se agachó para que Jimin se subiera a sus espaldas. Jimin estaba mal, muy mal, ya que lo único que hacía era reírse.

Baekhyun lo miraba preocupado, podría soltar cualquier cosa en ese estado, eso era muy peligroso teniendo a la hermana del novio de Jungkook ahí, lado a lado en el ascensor.

—Ayuden a Jimin a llegar a su cama.—Pidió Irene.—Yo estoy bien, él no.

—Si, eso pensábamos hacer.—Asiente Jennie.

—La noche hubiera sido mejor si ninguno hubiera desaparecido.—Reclamo Jimin.—Todos por su lado dejando a Minnie solo.—Hizo un puchero.—Por eso bebí como un desquiciado.

—¿Te sentías solito, Minnie?—Preguntó Jennie.

—Mucho.—Puchereo.

Jungkook sonrió por el sonidito que hizo Jimin, inconsciente acarició el muslo del rubio quien hundió más su cabeza en el cuello de Jungkook, aspirando el perfume y sintiéndose a salvo entre sus brazos.

El ascensor se abrió e Irene salió de este, despidiéndose y encargándoles a Jimin.

La puerta volvió a abrirse en el piso de Jimin, Baekhyun y Jennie se adelantaron a lo que Jimin pudo aprovechar para dar un pequeño beso en la mejilla de Jungkook para luego recostarse en la curvatura de su cuello.

—No me dejes solito.—Susurró.

—No lo haré, Minnie.

La habitación de Jimin les esperaba abierta, en cuanto Jungkook entró por esta rezo a todo lo que conocía para no haber dejado algo suyo en la habitación del rubio. Jimin se bajo de la espalda de Jungkook y camino tambaleándose mientras soltaba risitas, se quitó los zapatos y se tiró en la cama boca abajo cerrando sus ojos sintiendo la cómoda almohada.

—Bueno, nos vamos, estás sano y salvo.—Dijo Baekhyun nervioso.

Jungkook y un Jimin extremadamente borracho en una misma habitación era una mala combinación.

—¿Seguro? ¿No será mejor que esperemos hasta que vomite?—Pregunto Jennie.

—Nop, él no vomita.—Sonrió, nervioso.—Mejor dejémoslo dormir, mañana la cabeza le explotará si no duerme bien.

Tomó a Jennie del brazo y llamó a Jungkook para que salieran los tres de la habitación.

—Jungkook.—Llamó Jimin.

Todos los colores de la cara de Baekhyun desaparecieron, estaba acabado.

—¿Qué pasó?—Se soltó del agarre de Baekhyun para ir hacia Jimin.

—No te vayas.—Susurró lo suficientemente bajo para que nadie los oyera.

— Debo hacerlo.—Susurró de vuelta.

—Pásame una manta, por favor.—Pidió para que nadie sospeche.

Jungkook fue a la silla a un lado de la cama y tomó una manta para luego tapar a Jimin con la misma, con unos ojos suplicantes Jimin le dio una última mirada para después darle la espalda.

Jungkook hubiese querido quedarse para velar por Jimin, pero no podía, no cuando Jennie los miraba al lado de Baekhyun.

Los tres salieron de la habitación, haciendo sonar la puerta al cerrarla, a lo que Jimin por fin pudo hundirse en la tristeza sin sentido que le invadía.

Se abrazo a sí mismo mientras trataba de alejar todos los sentimientos malíes que le venían, estaba tan triste que se sentía ahogarse en ella. Cerró los ojos y controló la respiración. Pero nada le sirvió cuando vio que al otro lado de la cama la camiseta de Jungkook descansaba en el piso, aquella que se había olvidado devolverle la anterior noche, la tomó entre sus brazos y no pudo evitar romperse.

La abrazo contra su pecho mientras soltaba jadeos lastimeros y lágrimas cubrían su rostro, la abrazaba queriendo sentir de la misma forma a Jungkook.

—Es el alcohol, es eso.—Se dijo.

Se excusó, para no sentirse como un estupido por haber dejado que las cosas avanzaran de una manera peligrosa y haberla hecho salirse de sus manos.

—Es el alcohol, es el alcohol.—Se siguió repitiendo.

Para así llegar a creerse aquello.

Pero no era tan fácil, no cuando su corazón dolía por no tener a Jungkook abrazándolo a su lado.

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bien tristes y medio fluffs van a estar estos capítulos, les aviso jejej

bueno, nos vemos otros día

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