La colina de WaterShip


Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando Victor no pudiendo conciliar el sueño se despertó, un chico con el torso desnudo yacía a su lado. El hombre de cabellos peliplateados le sonrió con cierto aire genuino. Desde había regresado a Rusia, el sueño de Víctor no mejoraba en lo más mínimo, siempre era el mismo sueño de siempre, donde el corría buscando algo, pero ese algo se alejaba de él, cada vez más. ¿Qué era? No sabía, pero podría consultarlo con su hermano mayor, Iván,  en la colina de WaterShip. Víctor se había criado en el seno de una familia privilegiada, si no hubiera dedicado al patinaje, muy probablemente Víctor hubiera terminado como su padre o sus otros hermanos y hermanas. 

La familia Nikiforov constaba de tres hijos varones y dos hijas mujeres, durante varias generaciones varios de sus miembros habían estado en el parlamento ruso,  y se aspiraba que todos los descendientes siguieran este camino, en la política. No obstante, el hermano menor les arruinó dicha oportunidad, Víctor detestaba la política y los dilemas, decía que la política rusa no era más que un nido de ratas conservadoras que aprobaban leyes estúpidas, las cuales disfrazaban como "lo mejor para el pueblo".  Víctor se distanció de los ideales de sus padres, dedicándose al mundo del patinaje, y  sumándose al hecho de que Víctor les había dicho a sus padres el año pasado que era "gay",  el odio de su familia contra él solo se vio en aumento. El padre de Víctor prohibió a sus hijos que volvieran a hablarle y lo sacó del testamento,  los hijos Nikiforov  comportándose como unos verdaderos idiotas,  más interesados por la herencia de su padre que por su propio hermano, obedecieron. Ninguno de ellos volvió a mencionar que tenían un hermano, a pesar de que el nombre Víctor Nikiforov era bastante conocido en el medio del patinaje. 

Sólo uno de ellos, Iván Nikiforov, el primogénito, quien siempre había mantenido un vínculo estrecho con su hermano menor,  le había hablado a Víctor y había desobedecido abiertamente a su padre. Iván Nikiforov tenía unos rasgos semejantes a los de Víctor solo que muchísimo más finos, sus ojos eran del mismo tono azulado,  y el cabello era de un negro espeso. Era un hombre muy guapo y carismático,  un hombre que tocaba los suspiros de muchas senadoras en el parlamento, puesto que Iván trabajaba allí.   Víctor adoraba a su hermano mayor, al punto de  verlo a él como una verdadera figura paterna, tan cálido y amable, siempre que Víctor tenía dudas sobre algo, sabía que podía consultarlo con Iván. Aquel día 11 de marzo, Víctor había salido de su departamento y fue al bar "Colina de WaterShip" un bar formado por un matrimonio inglés de avanzada edad, muy amables. 

Víctor había llegado  al bar, y había ordenado lo mismo de siempre a la anciana Janet, mientras esperaba a su hermano, observando a los hombres que discutían amablemente, y a un joven mozo que estaba barriendo el lugar. El joven peli-plateado estaba tan sumergido en sus pensamientos que no vio que una mano pesada se posaba sobre su hombro. 

- Miren quién está aquí, el campeón de GrandPrix. 

-Ja, ja. Y miren a quien tenemos aquí al miembro más resiente de la Duma. 

-¡Nahh! , acabo de decepcionar al viejo, al no quedar en la cámara alta.

- Bueno es que el viejo nunca está contento con nosotros. Me apenan Akaki, Natassia y Anna que le tienen que obedecer. 

- Esos desgraciados no se merecen ni siquiera tu compasión. Son todos unos aduladores e hipócritas que esperan a que el viejo se muera para quedarse con la herencia. 

Víctor sonrió con aire taciturno aunque le daba un poco de pesar hablar mal de sus otros tres hermanos, después de todo por más ambiciosos y cobardes que resultasen ser, seguían siendo sus familiares. Y quien como dice a la familia no se le elige,  Iván entendiendo un poco el sentimiento de su hermano se sentó y le habló con el mismo aire paciente y sereno que lo caracterizaba. 

- Pero tú dime ¿van bien las cosas entre tú y Yuri? 

-Pues se podría decir...Dijo Víctor encogiéndose de hombros. 

-¿A qué te refieres? 

- Van demasiado bien, y eso me aterra. Dijo Víctor. 

- ¿por qué te aterra Víctor? ¿no debería darte eso felicidad? Al fin encontraste a una pareja estable, después de ocultarte tras varios años como heterosexual. Fingiendo ante nuestro viejo que te atraían las damas. 

-Bueno sí, pero hallar una pareja tampoco es tan fácil ahora, considerando que he hecho muchísimo daño. 

- ¿por qué? Inquirió Iván. 

- ¿te acuerdas de mi ex novia, Talia Romanova? 

-¡Ah,sí!  La vieja arpía que era igual de comadreja que nuestro viejo. Qué bueno que no te casaste con ella, a pesar de que el viejo decía que estaban hechos el uno para el otro. Bueno ¿qué con ella? 

- Tiene un medio-hermano de quince años. Antes yo le había prometido que lo entrenaría para que lograra superarme en el senior,  apenas debutó está temporada. 

-¿te refieres a Yuri Plisetsky? El niño rubio prodigio que ha ganado el patinaje juvenil por tres años seguidos. 

-Sí, ese mero. Antes de eso, él y yo siempre trabajamos juntos, patinando y ensayando coreografías en mi casa. Temo que le cree falsas ilusiones. 

- ¿falsas ilusiones? 

-¡Ah! Iván. Temo que si te contara lo que yo le hice a ese niño, me odiarías el resto de tu vida. 

- Vittya nada de lo que tu digas puede hacer que te odie. Dime. 

- Yo lo desvirgué...

Iván pareció quedar absorto por lo que su hermano menor le había acabado de decir,  sin embargo, tratando de demostrarle a Víctor su apoyo incondicional, tomó su mano. Víctor siguió hablando aunque con un ligero rubor en sus mejillas, pareciera que se estuviera confesando con el mismo sacerdote que en cualquier momento lo juzgaría como el peor de los monstruos. 

- Si me llegué a enamorar de él, pero tuve que cortar con esa relación. No era justo ni para Yurio  ni para mí.  Decidí formalizar mi relación con Yuuri, creí que eso me haría feliz, pero ahora que Yurio y yo volvemos a ser rivales, no puedo mirarlo a los ojos. Sé que en si lo veo otra vez, no tardaré en hacerlo mío de nuevo, y traicionaré a Yuuri..por eso. 

-Víctor- Interrumpió Iván.- No puedes pasarte la vida pidiendo perdón, y luego seguir cometiendo crímenes. Eres como un ladrón que se la pasa robando y asesinado, pero cuando el juez le dicta condena pide perdón para no ser ejecutado. 

-¿Entonces? 

- Si lo que quieres estar con Yuuri, que así sea. Pero no le hagas falsas promesas ni frecuentes al pobre chico rubio. ¿nunca te importó los sentimientos de Yuri Plisetsky? Vittya es solo un niño, no lo trates como si fuera un juguete desechable. 

-No lo trato como si fuera un juguete desechable, fui yo el que decidió terminar la relación con él. Porque no me convenía. Él y yo solo somos amigos. 

-Y solo deben ser eso. Si vuelves a romperle el corazón a alguno de los Yuris, no solo te odiarán el resto de tu vida sino que también te odiarás tu mismo. Piénsalo, Vittya. 


Palabras. 

He pasado por una interesante semana, este capítulo se basa sobre todo en una experiencia personal que tuve hasta hace poco, y del caso de una maestra. No diré su nombre por motivo de privacidad pero si deseo que las cosas con esa mujer mejoren y sobre todo que encuentre a una persona que verdaderamente la valore y la quiera. No todos los hombres son malos, me gustaría decirle, y darle las gracias por todo lo que me ha dado. 

Ps. 

No soy buena creando personajes masculinos, tuve la intención de crear un poco de humanidad al canalla de Víctor, y ver que es un tipo que tiene dudas pero también un Don Juan, que anhela seguir conquistando chicos y luego no hacerse cargo de sus sentimientos.  En i never even told you, recibirá una lección muy importante, ya lo verán. 

Agradecería que comentaran y me dijeran qué les parece el hermano mayor de Víctor, y cómo lo confronta. En los fanfics de cualquier clase, normalmente como personajes extra creo a mujeres, pero está vez me quise salir de esa norma, y crear un personaje masculino. Espero no se me dificulte. Saludos. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: