INSIDE - IV
Luego de colocarme según Grillbs "el atuendo adecuado" me remangue la camisa y camine a la barra donde se encontraba el antiguo dueño de este traje. Si, acaba de ser usurpado... ¿Qué? Me queda bien. Incluso el horrendo moño.
Se le veía muy concentrado en la lectura del libro que hace pocos minutos me había mostrado, mi amigo se encontraba acompañado de un montón de cajas con botellas, éstas estaban en el suelo, cerca de sus pies. Tenían diferentes tamaños, formas, e incluso líquidos de diferentes colores en su interior.
"VODKA" leí en la etiqueta de una de ellas.
— Son bebidas, Sans. Con eso se hacen los tragos y cocteles —Dijo, para luego de terminar de hablar, mirarme— De saber que te quedaría tan bien ese traje te hubiera contratado como tabernero antes.
— Me veo guapo ¿no es así?— Le dije mientras le guiñaba un ojo.
— Si, si, muy guapo. Ahora ¿me darías una mano? empecemos a subir las botellas a la barra, las necesitamos cerca.
— Acabas de herir mi orgullo, mi autoestima y mi comedia. En un solo paso. Te aprovechas de que ya no soy un esqueleto ¿no? Como estoy ahora no puedo sacarme la mano, Grillbs—Dije mientras me agachaba un poco para tomar dos botellas de la caja más cercana y colocarla sobre la barra. Repitiendo el proceso las veces necesarias hasta que las cajas quedaran vacías.
— Y gracias a dios que no puedes. Siempre me ha parecido muy... tétrico que bromees con eso —Yo solo reí ante su comentario y sin darnos cuenta ya estaban todas las botellas sobre la barra.
La verdad, no eran tantas como pensé. Grillby dijo que iría al almacén a buscar unos "utensilios" que necesitaríamos. Al cabo de unos minutos volvió con un montón de cosas más, son demasiadas. Siento que voy a morir...
Se me escapo ese chiste, no fue intencional.
— ¿Qué diablos es todo eso, Grillbs? —No estoy preocupado, estoy... confundido.
— Con esto se preparan las bebidas, Sans. El líquido de las botellas son los ingredientes —Dijo mientras colocaba la caja con vasos de vidrio y de aluminio sobre la barra— Cada coctel sabe distinto al otro, por lo que lleva una combinación de licores diferentes, que lo hacen único. Con un sabor, textura, color y presentación que los hacen ser capaces de portar ese nombre tan único y original que normalmente poseen.
Grillby parecía saber mucho del tema, incluso se le veía emocionado. Tengo la ligera impresión de que siempre hubo mucha teoría para él sobre esto, pero poca práctica.
Durante un rato mientras ordenaba las cosas en la barra para que no tiráramos nada y pudiéramos trabajar con espacio de sobra, me explicaba cómo funcionaba cada objeto, que ingredientes hacían que cosa, cuales vasos usar. La verdad, pasar tiempo con Grillby de esta forma estaba bien.
Él se veía emocionado y no voy a engañarme a mí mismo diciendo que yo no lo estaba. Se veía interesante todo esto y... siempre me ha gustado aprender un poco cada día.
Sé que parezco muy flojo y vago todo el tiempo, pero eso no significa que no me agrade saber sobre algo nuevo, o leer, incluso si no es un libro sobre chistes.
Whisky, Ron, Tequila, Cachaza, Ginebra, Vermú, Champán, Bourbon, Campari y muchos más...
Todos nombres diferentes, para sabores diferentes.
De unos aprovechas el color, de otros su sabor. Algunos dulces, otros amargos, incluso secos. Aunque suene un poco ilógico ya que son líquidos.
Cuando ya casi todo estaba en su lugar, Grillbs me llamo para que tomara el libro y le echara una ojeada antes de empezar. La verdad contaba varias cosas interesantes. Empecé a darme cuenta de que no todo lo que parecía un vaso era para beber.
Por ejemplo, el vaso de aluminio con tapa es para batir las bebidas. Las varitas son cucharillas. Pero, el que realmente logro llamar mi atención era una especie de vaso de aluminio muy pequeño. Éste tenía forma como de dos conos uniéndose en cada punta, dejando a uno de ellos boca abajo. Según el libro es para medir la cantidad de alcohol que debe agregarse a cada coctel y se le llama Jigger.
Hay copas para Martini, para champán, Vasos de shot, Vasos largos e incluso bajos y anchos...
Grillby me dijo que escogiera alguno de los tragos que había en el libro. Y eso hice, empecé a leer cada nombre y ver cada fotografía. Luego de intentar convencer a Grillby de hacer una versión de Bloody Mary con kétchup y que se negara unas cincuenta veces, decidí probar con uno en específico...
"Sidecar"
Según el libro este coctel era tomado por un capitán, durante una guerra, éste cada noche consumía la bebida y luego de unas horas tenía que ser llevado a casa en un "Sidecar", ya que luego de tomarlo no podía soportar los efectos del trago.
La bebida es de un color naranja y la historia trata sobre un capitán. Lo que inmediatamente me hizo pensar en Papyrus y su natural brillo anaranjado. Me acerque con el libro hacia la barra donde se encontraba Grillbs y le dije de hacer ese. Aun con la seriedad que caracteriza el rostro de mi amigo, se podía ver que se encontraba bastante feliz.
Empezamos a seguir cada uno de los pasos que salían en el libro, hasta terminar. No nos tomó demasiado tiempo la verdad, cuando terminamos nos dimos cuenta de que... sabia asqueroso, Heh.
Así que volvimos a hacerlo de nuevo, una, y otra, y otra vez. Hasta que cuando lo servimos y probamos nos dimos cuenta, de que era realmente muy bueno. Sinceramente nos lo estábamos pasando bien y no era por que estuviera ebrio o algo así.
El alcohol no tiene ningún efecto en mí, solo era... divertido.
Cuando notamos que no se nos daba tan mal, empezamos a probar con otras recetas, otros tragos. Diferentes licores, medidas y utensilios. Incluso diferentes vasos.
"No es por presumir pero, soy bastante bueno en esto" Pensé.
Grillby dijo que debía salir un momento a comprar a la tienda algo para rellenar la despensa del local. Así que me dijo que podía quedarme aquí practicando y que mientras me viera así, no abriera la puerta a nadie. Lo que me hizo pensar que ni siquiera había notado que seguía usando inconscientemente mi magia para seguir pareciendo un humano.
El tiempo pasó y yo seguía probando hacer cosas nuevas que veía en el libro. Incluso me tomaba el tiempo de leer la historia de cada uno. Algunos poseen trasfondos muy interesantes, como el que mencione antes: Bloody Mary.
Ese licor se dice que nació en un lugar llamado París, cuando un americano llamado Petiot, decidió mezclar Vodka con jugo de tomate en partes iguales. Aunque, el jugo de tomate suena mal, quedaría mejor con kétchup.
O uno llamado Gimlet que lleva ese nombre en honor a un Marinero británico llamado Thomas D. Gimlette. El cual le daba de beber este trago a sus marinos cuando estaban enfermos, de algo raro que no entiendo.
Suena bastante bien y el hecho de tener que memorizar las recetas está resultando ser más entretenido de lo que pensé.
Para cuando Grillby volvió de la tienda, encontró en la barra un montón de copas y vasos de cristal que había dejado ahí para que probara.
— Sans, si bebo todo eso, no voy a poder trabajar esta noche —Dijo desviando su mirada de la barra hacia mí, que me encontraba recostado leyendo en uno de aquellos sillones rojos tan característicos del lugar.
— Oh vamos Grillbs ya yo los probé y no pasó nada.
— Si, manejas muy bien tu hígado —Menciono sarcásticamente mientras se acercaba a la barra y tomaba uno de los tantos vasos que había allí, para luego seguir su camino hacia la puerta del almacén.
Pero había algo que estaba rondando mi cabeza desde hace un buen rato. Todas estas personas crearon tragos inspirándose en otros o haciendo pruebas de sabores al azar una y otra vez, pero ellos... los crearon, como a ellos les gustaba...
— Grillby, yo también puedo crear mi propio coctel ¿cierto? —Pregunte mientras me levantaba del sillón y me acercaba a la barra, tomando uno de los vasos y bebiéndolo para aligerar la carga de mi amigo.
— Bueno Sans, tu aprendes muy rápido. Y si, nadie te prohíbe experimentar —Respondió hablándome aun desde la parte trasera del local.
Me senté en una de las sillas giratorias de la barra mientras éste volvía y se sentaba junto a mí, sin darnos cuenta se había vuelto ya bastante tarde. Y lo que pensé que me tomaría mucho tiempo, solo fue cuestión de horas.
Aunque solo aprendí un poco de lo mucho que debo saber para tener lo "Básico" bajo control. Se la teoría pero, me falta práctica... al igual que a mi amigo.
Grillby comentó que ya se estaba haciendo hora de comenzar a ordenar el local para tenerlo listo en la noche, él pensó que yo huiría y le dejaría todo el trabajo, pero en realidad me pareció un poco cruel. Así que mientras éste limpiaba la barra lo ayude guardando las botellas en las cajas de nuevo y llevándolas a la parte trasera.
Con el pasar del rato terminamos de ordenar, yo... me sentía raro. Limpiar no es algo que me guste hacer, pero tengo principios. Grillby me ayuda, yo lo ayudo. Los favores se pagan con favores. Al terminar de limpiar todo, me sentía agotado, así que para descansar un poco iría a casa. Antes de salir retire mi magia volviendo a ser el Clásico Sans de siempre. Me gire justo frente a la puerta y viendo a Grillbs tras la barra me despedí.
— Grillbs... ¿podrías no decir a nadie sobre esto? —Pregunté mirándole.
— No te preocupes, Sans. No diré nada sobre tu aventura a nadie —Respondió mientras volvía a ser el Grillby de siempre, limpiando vasos de vidrio con aquel pañuelo blanco.
— Hablo de limpiar el lugar, tengo una reputación de vago que mantener ¿sabes? Sobre todo con mi hermano —Dije guiñándole un ojo y saliendo del local, mas a lo lejos pude escucharle responderme.
"Entiendo tu indirecta, colega"
Volví a casa, ya era de noche y necesitaba descansar. Estaba agotado tanto física, como mágica e intelectualmente, y saber que éste solo era el primero de cuatro días, no me hacía sentir mejor. Al entrar a casa, salude a mi hermano que se encontraba en el sillón viendo un programa de cocina.
Éste me devolvió amablemente el saludo, invitándome muy emocionado a que viera aquel programa con él. Realmente solo quería ir a mi habitación a dormir pero, desde que subimos a la superficie no paso tanto tiempo con Paps como me gustaría. Seguro empieza a sentirse solo.
Decidí como últimas estancias quedarme a ver el programa con él. Todo iba bien, él se encontraba feliz mientras de a ratos me explicaba porque hacían ciertas cosas o para que servían ciertos utensilios de cocina, cosas que ya yo sabía, pero fingía olvidar para él. Esos momentos eran los me hacían pensar que encontrar a ese tal "Wal" y acabar con esto... valdría oro al final.
Los siguientes cuatro días no fueron más que el primero, la misma rutina, el mismo camino, las mismas lecciones y prácticas. Solo haciendo presente ligeros cambios. Al final antes de lo que yo creía y quería, ese día había llegado, el día de ir a la ciudad de los humanos.
Esa noche no había dormido absolutamente nada, no encontraba como situarme ni en la cama, ni en el sillón... incluso intente ir a dormir con mi hermano. El sonido de su alma latiendo suele calmarme las veces que tengo esas extrañas pesadillas. Esas pesadillas que sé que no son pesadillas. Pero, nada pareció funcionar. Al final, me quede el resto de la noche a su lado, por lo menos uno de los dos lograría dormir esta noche.
Había amanecido y me tocaba empezar a prepararme, después de mucho tiempo, meses quizás, al fin le dije a Papy que haría durante el día. No quería que fuera por ahí justo hoy, preguntando por mí a cualquiera y que todos se preocuparan, porque no estaba en ningún lugar del pueblo.
Le dije que bajaría, que entraría de nuevo al subsuelo y que me perdería por ahí, él sabía que no había dormido bien y le dije que tal vez recordar me ayudaría a calmarme. Sabía que con eso, no iría a buscarme y era lo mejor.
Al levantarnos de la cama lo primero que hice fue ir al baño, necesitaba una ducha que me ayudara a olvidar el gran día de hoy. Y eso hice, tome un largo baño, salí, me cambie y baje a desayunar. Mi hermano había dicho que como yo no estaría, pasaría el día practicando sus ataques con Undyne. El nunca dejaba sus ejercicios. Decía que nunca se sabía cuándo el rey Asgore necesitaría de nuevo una guardia real.
Por otra parte, para desayunar me hice un sándwich. Nada de chistes. Me senté en el sillón con mi desayuno y la televisión encendida, a ver mi celular. Buscaba la dirección del lugar, sabía que estaba en la página del anunció. Cinco minutos después había dado con ella, pero no tenía idea de cómo entender una dirección, aunque conocía a un chico que sabía de eso. El GPS de mi teléfono. Gracias tecnología.
No quedaba tan lejos del pie de la montaña, eso era bueno... menos teletransportaciones para mí es igual a, menos magia gastada. Luego de un rato, escuche el timbrar de mi teléfono y conteste.
— ¿Bueno? —Dije luego de haber contestado aquella llamada telefónica proveniente de un número que para mi teléfono y para mí era desconocido.
— ¿Hola? ¿Eres Sans? —Pregunto una voz femenina tras el teléfono.
— Ehm... si soy yo ¿Quién es?
— Yo realizare tu entrevista el día de hoy ¿lo habías olvidado? —Respondió.
— No, no lo había olvidado. Pero, es solo que para ser John Johnson suenas... un poco... raro —Le dije mientras me acomodaba mejor en el sillón, debía comenzar ya mi desayuno.
— No soy Johnny soy... ¡Tsk! ¿No te dio mi numero?
— Nop
— Como sea... espera ¿estas comiendo? —Preguntó.
— Sí, mi desayuno, mientras veo la televisión —Yo hablaba tranquilamente y ella se escuchaba como una persona amable.
— Provecho.
— Gracias ¿quieres que te lleve uno? —Dije con tono de broma, sé que hacer enojar al que te hará la entrevista no era el mejor plan per-
— Claro, pero sin pepinillos por favor —Respondió riendo un poco— ¡Oh! Casi olvido para qué te llame, tu entrevista será a las dos de la tarde ¿No hay problema?
— No, claro que no.
— Genial, nos vemos —Dijo y colgó.
Las dos de la tarde ¿eh? Pues aún me queda tiempo.
Luego de que termine mi desayuno camine tranquilamente hacia el bar de Grillby, éste se encontraba haciendo lo de siempre a la hora de siempre. De verdad Grillbs es un poco predecible en las mañanas. Solo me acerque a él sin decir nada, al verme dejo su escoba de pie para apoyar su codo luego en ella y comenzar a hablarme.
— Hola Sans, buenos días.
— ¿Qué hay Grillbs? ¿Ocupado? —Pregunte mientras señalaba su escoba. Y éste solo negara
— Hoy es tu gran día ¿no? ¿Quieres entrar y practicar un poco más?
— En realidad... me gustaría que probaras algo especial hoy —Dije mientras me acercaba a la puerta para pasar al local y él me seguía.
— Sans, son las nueve de la mañana. No voy a beber alcohol a las nueve de la mañana —Respondió él mientras guardaba aquel escobajo en su lugar.
— Pues mientras ordeno todo para prepararlo se harán las diez. Dicen que si tomas a las diez te quita el estrés.
— ¿Quién dice eso?
— Yo —Respondí mientras le guiñaba un ojo y me abría paso al almacén donde Grillby guardaba los utensilios.
Tome solo las botellas y utensilios necesarios para ejecutar ese trago en específico, necesitaba la opinión de mi amigo para saber si lo había hecho bien o no. Y como predije, al terminar tan solo de ordenar las cosas que necesitaba, se habían hecho las nueve menos cuarto o nueve y cuarenta y cinto. Para los que se confunden.
Después de solo unos cinco minutos había terminado de hacerlo a la perfección, fue entonces cuando llame a Grillby para que viniera hacia la barra a probarlo, éste se encontraba limpiando las mesas del local, empezaba desde temprano a arreglar todo para las noches.
Grillby se giró a verme, sorprendiéndose un poco y es que era la primera vez que preparaba algo y no usaba mi magia para hacerme un humano pero, no sabía cuánto duraría mi "Entrevista de trabajo" así que debía ahorrar fuerzas. Él se acercó hasta la barra y tomo el trago que le había servido.
— ¿Qué tal? —Pregunté mientras comenzaba a recoger las cosas que había utilizado.
— Esta bueno... Pero es raro, no se parece a ninguno de los que hayas hecho antes ¿Cuál es? —Dijo mientras terminaba de probarlo.
— No está en el libro, Grillbs. Es mío. Todas esas personas de tu libro tenían un trago ¿Por qué yo no? —Respondí mientras bajaba del taburete al que me había subido para poder manejarme mejor en la barra y me dirigía al almacén del bar, a guardar todo.
Grillby no dijo una palabra mientras guardaba las cosas, cuando regrese a donde se encontraba, lo vi lavando aquel vaso que había usado para servirle el trago.
"Estoy impresionado de lo rápido que puedes aprender cosas nuevas, y orgulloso de como realmente, cuando te propones algo eres capaz de lograrlo a toda costa. Eres un gran esqueleto, Sans." Dijo él.
Yo la verdad no sabía que decirle, me había tomado por completa sorpresa, simplemente me quede viéndole abochornado durante un tiempo. Él terminó de lavar el vaso y pasando por mi lado, entro a la parte trasera del local.
Pensé en irme, así que tome camino a la puerta cuando éste me detuvo llamándome, me giré para verlo y se encontraba con aquella muda de ropa que siempre me daba a usar mientras practicaba. Uno de sus uniformes. Acompañado de una pequeña botella con un spray en la punta.
"Tienes que verte presentable para tu entrevista hoy" Habló, mientras me daba las cosas, con lo que parecía ser una sonrisa en su rostro.
Solo le agradecí el gesto y volví a casa, al llegar ya eran las once, según el reloj. El tiempo se me estaba yendo muy rápido, así que con la ropa de Grillby en la mano subí a mi habitación. Lo deje sobre mi cómoda y fui a darme otra ducha. No es realmente como si apestara, pero estaba nervioso.
Mientras tomaba aquella ducha repetía una y otra vez la gigantesca cantidad de recetas que me había memorizado. Al salir del baño me asome envuelto en una toalla por el barandal que dejaba ver al piso de debajo de la casa. Desde allí se podía ver la cocina, así que con ayuda de mi magia abrí el refrigerador dejando ver el plato de "espagueti de emergencia" que siempre dejaba mi hermano... Es raro, pero muy útil.
Lo tomé, cerré la puerta del refrigerador y lo subí hasta mis manos, todo sin tener que bajar. Dale poderes a un vago para ser vago y nunca más caminará.
Entre a mi cuarto nuevamente y me senté en el bordillo de mi cama mientras comía de aquel plato. Estaba viendo bien la ubicación de aquel local, intentando orientarme con ayuda del GlupgiMaps.
Cuando ya lo tenía todo resuelto, noté que solo faltaba una hora para verme con aquella chica en la entrevista. Así que tome la ropa que Grillbs me había dado, me volví un humano nuevamente, me cambié y leí la nota que estaba pegada a aquel frasco con spray.
"Es perfume, úsalo. Te hará lucir como que realmente quieres el empleo. Es bueno dar una buena primera impresión"
"GRRRillBoys" Decía en la etiqueta de éste.
Al destaparlo para olerlo, me di cuenta de que olía muy raro. Olía como a tronco quemado, heh. Tienes gustos raros Grillbs, pero, sabía que su idea era buena, aunque no iba a usar ese perfume. Yo, aunque difícil de creer, tenía uno.
Hace muchos años mí hermano con la ayuda de Alphys y Undyne decidieron tener la brillante idea de hacerme tener una cita con una "Chica" que parecía ser una especie de perro blanco con sweater de rayas.
Alphys pensó que usar perfume me haría más atractivo, así que creó uno para mí, con sus aptitudes químicas. Al final resulto ser que en realidad era un chico, heh. Llamado Bob. Hablaba un poco raro, pero igual era un gran tipo. Al contrario de ser una salida rara e incómoda, descubrí que vivía en la villa de los Temmies y que también le gustaban los chistes como a mí. Aún conservo su número, agendado como "HOi BOB" y un corazón, para no perder el recuerdo de la cita.
Busqué aquel perfume en mi cómoda y me lo coloque. Decidí que mi cabello estaba hecho una porquería pero ¿Qué debería hacer con él? Nunca tuve cabello. Ahora que lo pienso... eso es un asco, soy calvo. Como sea, no sabía cómo peinarme así que en mi frustración tome mi cabello y lo eche todo hacia atrás, estaba empezando a sentir que me cegaba.
Entonces me mire en el espejo y me veía bien así, solté mis manos y volvió a caer en mi rostro. ¡Rayos! Necesito que se mantenga ahí... ¿Cómo fijo mi cabello?
GLUPGI!
Entre al buscador nuevamente, luego de pasar unos minutos y leer algunas cosas, ir un momento al bar de Grillby y volver a casa, todo con unos atajos. Al fin mi cabello estaba en su lugar. Es muy loco enterarse de que la cerveza se puede utilizar como fijador.
Justo a la una y treinta de la tarde estaba listo, así que con aquel pantalón negro, camisa manga larga blanca remangada, zapatos negros y un delantal en la mano salí rumbo a esa "Entrevista de trabajo" que tanto "trabajo" me había dado.
Luego de verme en el espejo por última vez, tome un suspiro y cerré mis ojos un segundo, mientras apretaba mi celular con mi mano derecha. Al abrir mis ojos ya me encontraba más lejos del pueblo de lo que alguna vez lo estuve jamás. El pie de la montaña.
Imagine que esa sería una parte poco transitada de la ciudad pero no pensé que tanto, camine un poco más entre los arboles hasta llegar a la acera, no había casi ningún humano. ¡Demonios! Son demasiados aun siendo pocos, odio admitirlo pero estoy un poco asustado, esto no está siendo tan buena idea. Pero, no puedo perder el juicio o me volveré un monstruo de nuevo.
Solo caminaré hasta la dirección en la que está aquel lugar y ya. No miraré a nadie, no hablaré con nadie, no haré nada más que caminar. El llegar a ese local desde el punto en el que que aparecí, me parecía que estaba siendo más lejos de lo que recordaba. Así que en medio de la calle saque mi celular para ver la dirección de nuevo y... estuve caminando al lado contrario todo el tiempo, así que me tocaba volver.
El problema estaba en que quedaban pocos minutos, así que tuve que correr, luego de haber llegado dos minutos tarde según mi reloj me di cuenta de que en aquel lugar a donde había llegado, no había nada. Estaba en una calle donde los negocios estaban cerrados.
"¿Sera que el GPS se equivocó?" Pensé.
Fue entonces cuando caí en cuenta de la cantidad de esfuerzo físico que había hecho, estaba un poco agotado y me costaba respirar, así que me tome un momento para ello. Debía tranquilizar mi respiración primero, y como acto reflejo coloque mis manos apoyadas en mis rodillas durante unos minutos, mi respiración se tranquilizó un poco y todo estaba bien, hasta que escuche una voz femenina frente a mí.
Levante mi rostro encontrándome con una humana sonriéndome de una forma extraña. Ella estaba cruzada de brazos, apoyando su cadera sobre su pierna izquierda y en su rostro se podía ver lo que era una sonrisa ligera y relajada. Ella tenía su ceja izquierda levantada mientras me observaba.
— Creo que alguien debería ir un poco más al gimnasio —Dijo ella. Mientras me tendía la mano para que me levantara.
— Heh, Gracias —Respondí, para luego suspirar con pesar y hacer por fin que mi respiración se normalizarse—Oye huma-... niña, de por casualidad sabes dónde queda este lugar —Pregunté mientras le mostraba una foto en mi celular de aquel local a esa humana.
— "BlueMoon" es una gran discoteca chico, buena elección —Dijo mientras reía un poco y se giraba a su izquierda para introducir una llave en la cerradura de una puerta— ¡Oh, era una pregunta real! ehm... mira el letrero de arriba.
Subí la mirada y me aleje un poco con dirección a la calle por donde transitaban los autos, entonces pude leer claramente "BlueMoon" y en unas letras más pequeñas "Disco-bar". Si había llegado al lugar correcto, solo que estaba cerrado. Imagino que es como el bar de Grillby, durante el día no trabajan.
— ¿Vas a pasar, chico? —Preguntó ella desde la puerta, ahora abierta, del lugar.
— Sí, claro —Dije un poco tímido... la verdad estar aquí con humanos me da un poco de mala espina.
— Y bien, tú debes ser... Sans ¿cierto? —Pregunto a lo que yo solo asentí entrando a aquel local junto con ella— Espero no te de miedo la oscuridad.
— ¿Qué? —Dijo para luego cerrar la puerta de golpe y dejar el lugar a oscuras por completo. ¿Qué diablos hace? ¿Qué es esto? ¿Qu-
— Bien aquí esta, solo espera un segundo —Habló para que luego se escuchara un "clack" como de un interruptor muy duro. Entonces las luces empezaron a encenderse en aquel lugar por secciones.
— Ok, es un lugar muy grande.
— Claro que es grande, tonto. Es una discoteca —Dijo riendo— Como sea, bienvenido a tu entrevista de trabajo colega —Caminaba en mi dirección con una sonrisa en su rostro y al estar frente a mí me tendió la mano. Eso me traía recuerdos.
— Gracias —Respondí correspondiendo a su apretón de manos.
— Veo que eres un chico de pocas palabras, no te preocupes, con el tiempo te iras soltando. Y también vienes vestido para la ocasión, que conveniente —Dijo viendo mi ropa y deteniéndose un momento para arreglar un poco mi moño, lo que hizo que me pusiera nervioso. Las manos de un humano cerca de mi cuello... no era muy divertido— Pero claro, que modales los míos. Me llamo Zoe, trabajaremos juntos, soy la mesera. Me encargo de las pocas mesas que hay en este lugar —Comentó mientras se alejaba de mí un poco y me señalaba la gran cantidad de mesas que habían en aquel sitio.
— Un placer —Respondí sonriéndole. Era irónica, hacia bromas y sabía su nombre. Buen comienzo humana.
"Bueno, esto será un largo camino. Por lo menos la humana es agradable... Zoe, lindo nombre." Pensé.
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