Tsuyu Asui
Cabello largo, muy largo hasta la cintura, uno de los mejores traseros de su clase y una personalidad muy sincera.
Si, Asui Tsuyu, la favorita de Minoru Mineta.
—¿Crees que le guste a Asui? —dijo Mineta mirándola de reojo desde el patio, ella se encontraba mirando por la ventana al lado de Hagakure.
—Cuéntame otro. —Se burló Kaminari.
—¡Idiota! Habló en serio. —Suspiró. —¿Qué crees que le guste?
El rubio lo pensó. —¿Las ranas?
—¡Oh, Denki, eres un genio! Estaba a punto de decir que le gustaban las ballenas. —Lo miró sarcástico. —Pero me has salvado de comprar una.
—¿¡Qué tanta mierda hablan!? ¡Cierren la boca y corran! —Bakugou gritó para sacar del transe a esos tontos a medio entrenamiento.
Ambos comenzaron a correr más rápido, era el castigo por el desastre en la cafetería.
¿Qué le gustaría a Asui?
Quería tener buenos términos con ella.
Corrió más rápido cuando las explosiones del pesado de Bakugou comenzaron a resonar detrás de ambos compañeros.
—¡¡¡Miiierdaaa!!! —chilló corriendo con todas sus fuerzas. Pero el miedo de ser atrapado por Lord Explosion Murder le había hecho tener una genial idea.
Hace semanas;
se aventuró a husmear dentro del jardín y terminó escondiéndose entre los arbustos para ver el mejor ángulo de Asui Tsuyu y Hagakure Tooru.
—Vine a buscar cobre y encontré oro. —Chilló tapando la sangre de su nariz.
Las bragas punteadas de azul cielo y blanco relucieron ante la mirada de Mineta que estaba detrás entre los matorrales. La dulce Ochako se había agachado a recoger flores junto a Tsuyu y Tooru.
—Chicas, miren estas flores ¡Cortaré unas para los demás! —dijo amable inclinándose más para tomarlas.
Por consecuencia las bragas se pegaron más a su piel y remarcaron toda la forma de su feminidad y trasero.
—Mierda, —chilló retorciéndose de la felicidad hacia atrás.
—¡Son muy bonitas Ochako-chan! —la ropa flotó al lado de la castaña y se hincó a arrancar florecillas. —Le llevaré a Oijiro.
—Suertudo —susurró Mineta intentando acercarse más para ver las bragas flotantes de Hagakure ¡Qué desperdicio que sea invisible con tan buen trasero que tiene! Las bragas rosadas relucieron enormemente en un pequeño descuido.
—Mira, Tsuyu-chan. —Llamó Tooru. —Estás son tus favoritas ¿No?
La peliverde ondeó su cabello al aire maravillando al pequeño escondido en los arbustos. Quedó cautivado y se preguntó que aroma tendría el cabello de Asui.
—Tienen razón. —Se agachó.
¡Rayas verdes oliva y verde limón! La mejor combinación del mundo, se tiró al suelo de tanta belleza.
Era difícil saber cuáles eran las mejores ¡Si las bragas de puntos que se podían ver sobre las medias negras de Uraraka! ¡Las bragas rosadas flotantes de Tooru!¡O la hermosa combinación de las bragas rayadas de Tsuyu!
○ ●●● ○
—¿Qué es esto, Mineta-chan?
—¿Es otro de tus sucios juegos? —Preguntó desconfiada. Minoru la había llamado al terminar las clases.
—¡Vamos!~ yo no soy así. —Dijo ofendido.
Asui alzó una ceja incrédula, llevó un dedo a su barbilla.— ¿Qué llevas ahí? —ladeó la cabeza curiosa.
Mineta sonrió coqueto y eso hizo a le peliverde preparar su mejor patada y mirar con el ceño fruncido.
—¡Son para ti! —mostró el pequeño ramito de flores mal cortadas que escondía detrás de su espalda.
Las chicas se asomaron por la puerta.
—¿Uh? —Asui miró las flores blancas. —Muchas gracias, Mineta-chan. — Sonrió tomando las flores, su mirada denotaba culpa, había dudado.
—Awww. —Soltaron Tooru, Mina y Ochako.
—Es sospechoso. —Dijo Jirou.
—Muy Sospechoso. —Afirmó Yaoyorozu.
—¡Me alegra que te hayan gustado! — Mostró el pulgar Minoru.
Asui en verdad se conmovió, aunque las flores estaban cortadas de una manera muy poco cuidadosa y envueltas en un moño mal formado; el hecho de que el pequeño Mineta se haya molestado en hacer todo eso era simplemente tierno y aparte eran sus flores favoritas.
Cargó al pequeño entre sus brazos agradecida.
—Es muy lindo, Mineta-chan. —sonrió.
Minoru volteó los ojos y aspiró de manera rápida el aroma a romero del cabello verdoso.
—¡Muere! —Gritó Ochako alzando el puño apoyando el movimiento rápido de Kyoka que terminó lanzando un jack al cuello del supuestamente pervertido Minoru.
—¡Qué cruel, Uraraka! —chilló Mineta cayendo el suelo de golpe —juntarte con Bakugou te está cambiando~ —se quejó. — Sólo quería saber a qué olía el cabello de la hermosa Asui. — Lloriqueó.
Tsuyu le dio una patada en su pequeño trasero.
Kyoka desenredó el jack y caminó para alcázar a las demás chicas dejando a Mineta llorando en elsuelo.
—Nadie me quiere~ —se hizo bolita.
Tsuyu metió las flores dentro de un pequeño vaso con agua y las colocó cerca de la ventana para que les diera el sol.
—Se ven muy lindas —sonrió Yaoyoruzo.
—¿Verdad que sí? —chilló feliz.
—Mineta se está esforzando para agradarnos. —Dijo Ochako desde la cama donde Tooru peinaba su cabello.
—Pobre. —Dijo Mina.
—Bien, ¿Quién tiene hambre? —Preguntó Kyoka con un montón de pastelillos.
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