Solo podrás saber si has amado de verdad cuando no importe la distancia, los años, cuando no te interese el qué dirán o cómo lo dirán. Solo podrás decir que me has amado de verdad cuando tus excusas baratas hayan dejado de salir de tus labios.

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Tae Hyung y yo nos conocimos por redes, por casualidad, ni siquiera pensaba en un futuro ser algo tan importante para él o que él lo sea para mí. Él vivía en Corea del Sur, el país natal de mamá, mientras que yo vivía en Carolina del Norte, en Estados Unidos, papá vivía aquí así que sólo podía conformarme en ver a chicas rubias, morenas y de todos los colores, tamaños y contexturas en mi escuela. No era de aquellos que discriminaba, solo que ninguno de ellos/as eran mi tipo. En realidad, creía que nadie era mi tipo; mamá siempre decía que el amor llega cuando menos lo imaginas, papá me decía que tenía que buscarlo y nunca dejarlo ir. Ambos se contradecían, pues mi madre no dejaba de decir que todo se daría con el tiempo, que no tenía que forzar a nadie, ni a nada, mientras que papá me hablaba de una manera fuerte, tanto a mi hermana como a mí, nos decía que el amor tenía que ser buscado, tenías que hallarlo y jamás, por nada del mundo, dejarlo ir.

Sin embargo, con Tae Hyung jamás tuve que forzar u obligar a que naciera el amor. Nuestro amor nació con el tiempo. Hablábamos de lo más normal, nuestras conversaciones iban desde un buenos días hasta un te amo; aún llevábamos menos de dos años cuando nos atrevimos a decir esa palabra tan importante para él, como para mí. Y es que aquello nació de ambos, nació de los días que convivimos, que reímos juntos, que lloramos y maldecimos a la vida por colocarnos al otro lado del planeta, impidiendo de esa forma que nos viéramos como cualquier otra pareja de mi escuela.

Aún recuerdo que todo inició por un mensaje de admiración, un mensaje que dictaba sus más sinceros sentimientos hacia los escritos que no podía mantener en mis libros de Física, Química o Matemática y que por aquella razón las escribía en un blog que compartía con chicos y chicas. Uno de ellos y ellas era él.

Son unos escritos perfectos, jamás pensé que un chico pensara de una forma tan pura y sincera. ¡Deberías escribir un libro! Esas fueron las palabras que hasta ahora conservo en mi memoria, como si mi cerebro se tratara de un disco rayado que reproduce y reproduce la canción sin cansancio alguno.

Todo se volvió confuso para mí cuando comenzamos a hablar, siempre estuve al tanto de que era un chico al igual que yo, siempre supe que su rostro no era de una niña, que era igual que yo, pero aún así no evité enamorarme de aquella hermosa personalidad que lo rodeaba.

Tuvimos un año juntos, un año donde los famosos emojis representaban tus emociones y donde las fotos de mis escritos eran el mensaje escondido que utilizaba para decirte que me estaba enamorando de ti.

Y el ansiado te amo llegó, no fue como lo imaginé, tampoco esperaba que me correspondiera, pero lo hizo. El te amo también salió de sus labios mediante un audio.

Nuestro noviazgo fue de los mejores, nunca tuvimos un video en directo, pero mediante fotos podía saber quién era el chico al que tanto amaba.

Tal vez no estuvimos lo suficiente, pero para mí, dos años con seis meses es más que suficiente para soltar lágrimas al terminar.

Toda relación se apaga, toda relación termina con un adiós, nos veremos pronto, pues la nuestra terminó por igual. Contamos con buenos momentos, malos en algunos instantes y divertidos cuando era necesario.

Era invierno cuando me encontraba sentado en la acera, fuera de casa, eran las 11:56 p.m. cuando miré el cielo y la nieve caer, mientras una pequeña estrella se reflejaba en el gran firmamento, que llamaba mi atención cientos de veces. Y fue justo en ese preciso momento que me pregunté si tu veías la misma estrella desde tu país. Nunca obtuve una respuesta, jamás llegué a preguntarte, ni por casualidad o duda.

No sabía exactamente porqué había terminado con tan bonita relación, no sabía el porqué, a pesar de encontrarnos separados, aún seguía viendo las fotos que compartías en Instagram, no sabía porqué estando enojados uno con el otro, borramos todo tipo de contacto.

Esa noche lloré tal y como un bebé, mamá trató de consolarme, pero no sabía cuál era la razón de mi llanto, y tampoco pensaba decírselo. No quería decirle que me encontraba desesperado, que en momentos tristes y penosos quería hablar con él, ver sus fotos y sonreír al pensar que todo ocurría por algo y que nosotros nos visitaríamos en algún momento.

La nieve cae con más fuerza en navidad, papá y mamá se besan a medianoche y a esa misma hora abrimos los regalos, pero nada puede compensar el vacío que siento en mi corazón. Mi vida está incompleta y tal vez es porque en verdad te extraño.

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Siempre pensé que vivir solo era lo mejor del mundo, mis propias reglas, mis propios gustos y mi propia forma de vivir, pero al tener el departamento nuevo que me han regalado por mi cumpleaños número 20 no siento nada más que otro vacío en mi corazón.

Trato de olvidar todo y hay veces en las que me siento tranquilo, está bien que piense en el pasado, me digo constantemente, han pasado tres años, pero cada vez que miro hacia atrás, vuelvo a encerrarme en una relación en donde solo los dos estamos juntos... y me doy cuenta que todavía estás en mi corazón.

Pasé el día extrañándote, ha pasado varios días y sigo extrañándote, solo vivo de esta forma. Te extraño y seguiré haciéndolo.

Aunque ahora miro como las luces del río Han se encienden, disparando varios colores del arcoiris, sigo estando convencido de que mi corazón no ha cambiado, todavía te quiere a ti. Aún cuando han pasado algunos años, te sigo extrañando.

Todavía puedo recordar todo de ti, sin excepción alguna; los cabellos castaños que tenías ya no existen, ahora están rubios, esa fue la última historia que subiste a Instagram, o mejor dicho, fue la última que vi hace un año atrás.

Hemos cambiado tanto, Tae Hyung, he visto que has crecido, el cambio ha sido extremo desde que hemos terminado... Y a pesar de que quiero hablarte, decirte que necesito algún consejo o algún hombro en donde apoyarme para llorar, no puedo.

Mis días han sido un desastre desde que visité Seoul, estuve tan confiado en que solo te vería y te dejaría libre, pero ahora no estoy convencido de aquello, quiero que te hagas responsable.

Todavía no te puedo olvidar, por favor regresa a mí, incluso si esto termina.

El corazón no elige de quien enamorarse, nuestro corazón no nos dice a quién extrañar o a quién no, no te indica a quién tomarás más cariño o a quién odiarás... Son las personas quienes obligan a nuestro corazón a querer, a odiar, a llorar, a extrañar, porque aunque no lo creas, ellas son las que causan en nosotros un gran impacto, todo depende de su personalidad, depende de cómo sea su comportamiento contigo. Solo así es cómo tu corazón se dará cuenta de quién es él o la correcta.

Es cierto que traté muchas veces de olvidarte, de sacarte de mi mente y de odiarte por no haber querido luchar por nosotros, pero ¿Quién soy yo para decirte aquello?... Nadie, solo soy el estúpido que acabó con lo nuestro y que ahora se arrepiente de todo.

Nuevamente miro el cielo, aquí el clima es muy helado, pero las estrellas son más vistas con facilidad, y fue así como te vi. Tu mano sujeta a la de una chica, ella apoyada en tu hombro mientras caminaba, tú sonriendo a todo el que pasaba, incluso a mí. Al parecer no me reconociste.

Jamás pensé que crecerías tanto, que llegarías a sobrepasarme, jamás creí que tu sonrisa fuera tan grande.

Y estando solo, mirando el río Han, puedo decir que todo fue mi culpa, creía que podía vivir sin ti, que todo sería fácil, que nuestros días de andar con el celular ya habían terminado, pero no fue así.

Sí, pasé un día tratando de olvidarte. Sí, pasé un año tratando de borrarte. Solo vivo de está forma. Te extraño y seguiré haciéndolo.

Sí, pasé años tratando de olvidarte, pero ¿Cómo haré aquello al tenerte a mi lado? Tú estás a su lado, yo apartado de ustedes, pero viéndolos desde lejos.

Mis excusas nunca fueron baratas, yo que recuerde, siempre dicen que al amor solo se le puede llamar amor cuando dejas de pensar en los demás y en lo qué dirán, y sólo pienses en aquella persona y en su bienestar. Estando a tu lado, jamás pensé qué dirían los demás, siempre estuve resguardando de ti, cuidando y hablando cuando más me necesitabas... es por eso que creo que lo nuestro sí fue amor. El te extraño ya está demás, porque siempre estuvo ahí, desde que nos hablamos, hasta que decidimos decirnos el color de nuestras banderas.

Creo que toda la vida te extrañé, desde el primer hola hasta el último adiós.

"Te extraño, en verdad te extraño."

Son las recientes y últimas palabras que escribo en nuestra chat.

Miro hacia ellos, él la está besando y creo que no hay peor envidia que la que siento al ver que ella prueba de sus labios, pero yo no.

Un sonido peculiar sale del bolsillo trasero de su pantalón. Él se separa de ella y enciende su celular al tenerlo en sus manos y haberse percatado que este aparato es el causante de los sonidos.

Su rostro expresa algo de confusión, y antes de que levante la mirada hacia donde estoy yo, me doy la vuelta y guardo mi móvil en el gran abrigo que tengo puesto.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro, mi vida está incompleta, eso ya lo sé, pero no interesa mientras que él sea feliz.

No todos tienen un final feliz en el amor, yo no esperaba tenerlo de todos modos. Tae Hyung maduró, yo también lo hice, con la diferencia que él dejó todo atrás, mientras que yo crecí aferrado a un solo amor: él.

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Hola bebés, ya entré en vacaciones y ahora habrá más historias y más actualizaciones, aunque en verdad espero tener tiempo, ya que quiero comenzar a trabajar, pero soy menor de edad. I'm criying :')

Solo espero que les haya gustado este O.S, gracias por el apoyo siempre y por siempre ♥