Se estaba volviendo un problema aunque la guardiana de niebla no tenía culpa alguna, todos los ajenos a familia y amigos, siempre no importaba si estaban en una importante reunión trataban de pararse de listos con ella, cosa que molestaba a la piña quien los dejaba como alfiletero humano con su tridente, que reborn los dejaba como colador, y ni hablar de tsuna y los demás estos dejaban muy en claro que aquel que osara poner una mano sobre Chrome moriría de la peor forma jamás vista nunca.

Chrome no tenía culpa alguna, no, todo era culpa de esa minifalda no importaba que tipo de traje usara esta, siempre las faldas le quedaban cortas, una vez tsuna la acompaño a comprar ropa y le compro una falda la cual parecía la de una monja, ya que llegaba hasta los pies, cuando esta llego a la mansión y se la coloco todos se dieron cuenta. La muy maldita falda de alguna manera que nadie ni la misma Chrome sabia, era que esa falda ahora era una minifalda, Mukuro le reclamo a tsuna y este juro y perjuro que cuando la compro era tan larga como la de una monja.

Después de eso todos juntos, como si fueran los guardaespaldas de Chrome fueron a comprar faldas igual de largas que las de una monja con el mismo resultado, se volvían minifaldas.

— ¡¡Las maldigo!! — grito Mukuro lanzado las faldas a una hoguera

— es un poco exagerado — comento Chrome al lado de yamamoto

— ¡¡¡Desaparezcan!! — grito tsuna lanzando desde el cuarto nivel de la mansión las faldas que aun quedaban en el armario de Chrome.

— Solo es para tu protección — hablo yamamoto mientras sonreía

Así fue como la guardiana de la niebla empezó a usar pantalones para la seguridad de ella y de toda la nación masculina.

Palabra minifalda