I wanna be yours
«Los secretos que guardo en mi corazón son más difíciles de ocultar de lo que pensé...»
¿Lo deseaba? Sí. ¿Quería que él lo deseara? También.
Era la primera vez que se quedaba enganchado a alguien de esa manera, y le gustaba. Ver a Rogers ahí parado, ordenando qué hacer en la misión y qué no hacer (¡nunca hagan lo que les plazca! ¡Te hablo a ti, Stark!) era simplemente demasiado y eso que él era un Playboy.
Pero simplemente no podía con el santo culo que se cargaba el soldado, quería hacer... ciertas cositas con él. Y dejarse hacer, claro está. En la soledad de su habitación, daba rienda suelta a sus perversas fantasías con el rubio como protagonista.
Quería ser de Rogers. Quería que Rogers fuera suyo, lo quería todo. Solo para él.
El guardarse eso lo estaba matando por dentro, solo... un día de estos iba a explotar y a decirle a loa cuatro vientos que quería ser de Steve Rogers. Solo de él y de nadie más.
Secrets I have held in my heart
Are harder to hide than I thought.
Maybe I just wanna be yours.
I wanna be yours, I wanna be yours.
Los secretos que he guardado en mi corazón
Son más difíciles de olvidar de lo que pensé.
Tal vez solo quiero ser tuyo.
Quiero ser tuyo, quiero ser tuyo.
Y la vio a ella. Tan cerca del soldado, tocándole estratégicamente los brazos, sonriéndole coqueta. A quién engañaba, ella iba a terminar siendo del afamado Capitán. Y no él.
Bufando, frustrado por sus pensamientos y las acciones que no ha tomado, salió del lugar, sorprendiendo a Steve quien tenía intenciones de hablar con el genio antes de Carter llegara. Sharon acercándose a él más y más causaba que Tony se fuera distanciando, evidentemente molesto hacia la agente y hacia él.
Pero bueno, Stark, ¿acaso Steve tenía la culpa que la rubia quisiera algo con él? De lo único que Steve era culpable era de ser demasiado lento; haber dormido 70 años en el hielo lo deja a uno medio atontado, pues.
Como Dios le ayudó, se escapó de la agente, murmurando una disculpa y casi empujándola (para el archivo, no lo hizo; ella es una dama, por Dios. Una molesta pero dama a fin de cuentas) salió corriendo tras Tony. Ups, muy tarde, el lujoso auto del castaño ya había desaparecido. Seguro terminó parqueado en algún bar.
Steve tomó su querida moto y arrancó lejos del cuartel y de las manos de la sobrina de la que fue su novia, ¡por Dios! ¿Cómo le iba a hacer caso cuando estuvo perdidamente enamorado de su tía? Por cierto, bendita sea Peggy, ya que estamos.
Sabía que ella siempre iba a tener un lugar en su corazón, había sido de su primer amor y ese siempre se lleva en el alma. Que sí, que había que seguir adelante (y a ver con quien quiso su pobre corazoncito seguir adelante) pero vamos, un poco de comprensión al pobre hombre.
Vagando en la ciudad, por fin dio con el auto de Stark; estacionado... frente a la Torre. Ni siquiera se molestó en guardarlo. Suspirando, nervioso ante lo que tenía planeado, entró al lugar en busca de Tony.
—Es una sorpresa verlo acá, Capitán —dijo una voz con un característico tono irónico—. ¿Lo dejó escapar de sus garras la agente Carter?
—Tony- yo —balbuceó, viendo al castaño asomarse entre la oscuridad de la tarde casi noche que inundaba el lugar. Éste llevaba un vaso de whisky en la mano.
—¿Se te ofrece algo, Steve? —la voz se convirtió en un susurro al estar cerca. Sintió la presencia del más pequeño frente a él; tan cerca y tan lejos. Bastaría con estirar su mano para atraerlo y...
Jesús, ¿qué estaba pensando? Perdónelo, Dios.
—Esto... —carraspeó, sin saber qué hacer.
—No tengo todo el día, Capitán —susurró Stark, muy cerca. Sintió el cálido aliento rozarle la piel, hacerle cosquillas y levantarle los pequeños vellos del brazo—. ¿El gato te comió la lengua, beloved?
El apodo. El apodo que constantemente le llamaba fue lo que hizo falta para prender la llama que Stark había estado alimentando. Dejando de lado sus principios y pecando con cada parte de su cuerpo, tomó a Tony de la cintura y unió sus bocas de manera furiosa. El vaso hizo un estruendo al caerse y romperse en mil pedazos, pero ambos estaban muy ocupados perdiéndose en la boca del otro como para preocuparse por una minucia como un vaso roto. El castaño soltó un leve gemido antes de saltar y rodear la cintura de Steve con sus piernas, atrapando al otro entre sus muslos; el rubio no dudó en sostener a Stark por el trasero, empezando a caminar rumbo al cuarto de éste.
Entre gemidos, movimientos y suspiros se fue la noche.
I just wanna be yours (wanna be yours)
I just wanna be yours (wanna be yours)
I just wanna be yours (wanna be yours).
Solo quiero ser tuyo (quiero ser tuyo)
Solo quiero ser tuyo (quiero ser tuyo)
Solo quiero ser tuyo (quiero ser tuyo).
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