Llega un punto en la vida en la vida en la que ya no esperas sorpresas, en la que crees que todo está dicho y hecho en la que las cosas ya no te causan la misma emoción, en que has visto tanta mierda que un poco más no te parece raro o por lo menos eso pensé.

No estaba teniendo una crisis de la mediana edad en la que el típico señor harto de su vida, gordo y calvo se compra un deportivo, yo tenía un deportivo antes de los treinta, me sentía realizado, tenía hijos muy buenos, no perfectos sino auténticos, un divorcio del que no me arrepentía y había aprendido a sobrellevar las pérdidas. Mi vida no era perfecta, pero era buena, aunque en verdad a veces me sentía un poco solo, a veces tenía el deseo de tener una pareja estable aunque eso no había salido bien la última vez.

Jueves en la noche un dia por el cual lo general no iría a un club, pero ese jueves había sido muy estresante, además ¿Para qué negarlo? No me venía mal un poco de compañía , fue ahí cuando lo vi, me pareció hermoso, su cuerpo su rostro, su porte. Le dije un par de frases trilladas con mi sonrisa segura y pude ver que hacian efecto, en verdad solo quería llevarlo a la cama, eso hasta que mi hija llegó tirándose encima de mí y descubrí que era el sobrino de Patricia, en ese momento decidí dejarlo en paz, pero sus ojos verdes, sus labios llenos, su hermosa figura se quedaron en mi mente.

Hasta que lo volví a ver con esa ropa y su carita dulce que no pude evitar pensar en Emanuele y quise hacerlo mi baby boy, solo mio, quise poseer su cuerpo y voluntad... pero él era muy diferente, una salida con el bastó para darme cuenta de esto. Su belleza no se limitaba a su cuerpo todo él era com un rayo de sol, una brisa fresca, todo él era perfecto, a pesar de sus inseguridades y sus miedos, a pesar de todo, él era sumamente perfecto. 

Así que me pregunto ¿Fue un error quererlo para mi? ¿Fue un error hacerlo mío? Sí estoy seguro de algo es que amarlo no fue un error... amar a Daniele fue lo mejor que me sucedió en la vida y jamás dejaré de hacerlo.

En estos momentos siento que se me va la vida en esta sala de espera, porque sin ti baby no soy nada.