Capítulo VI:"Cheap thrills"


La satisfacción de dejar a Gian así era increíble. Todo el camino de regreso lo pase saboreando la sensación e ignorando sus mensajes, incluso al regresar a la casa la cual estaba vacía aún me sentía igual. Luego de unos minutos solo en la casa sin embargo comencé a pensar si no estaba jugando con fuego y pudiera quemarme al final, de todos modos saborearia un poco más el perfecto sentimiento.

—¿Danny ya regresaste? — escuche la pregunta del otro lado de la puerta a Stefano, me levanté de la cama y me dirigí a la puerta.

—Hola, Stef. —lo saludé con una sonrisa en el rostro.

—Te ves muy feliz ¿Pasó algo interesante?

"Nada solo que bese con Gian" pensé.

—Nada, es que la felicidad es contagiosa, Piero y Dante estaban muy felices.

—Ah...— dejó escapar mirándome un tanto escéptico. —Por cierto, traje comida de casa de mi abuela por si quieres cenar conmigo.

—Claro, en serio disculpame por no poder ir, el próximo domingo estaré allí sin falta.

Comimos hablando de la universidad, de su abuela y temas por el estilo aunque mi mente seguía en la finca.

—¿Y pensé que tal vez ya te sientas con ánimo de volver al estudio?

Era cierto que no había vuelto a poner un pie en el estudio, Gabriella me había aconsejado hacer cosas que me dieran felicidad y bailar era una de ellas.

—Sí, creo que es buena idea.

—Pues, podemos ir un día de la semana que no sea mañana por supuesto.

Sí, volver a bailar, perderse en la música mientras las preocupaciones se desvanecen no está nada mal.

Ya estaba semi dormido cuando recibí el mensaje de Gian.

Buenas noches conejito, otra vez estás jugando juegos peligrosos.

Ese mensaje borró el sueño que tenía.

No se preocupe por mi señor lobo, es usted el que termina mal al final de la mayoría de los cuentos. Recuerde el final de Caperucita.

¿Eres caperucita ahora?

Podría ser, no se olvide que al final de la chica de la capa roja ella terminó siendo el lobo que estaba devorando el pueblo.

Eso suena a que mucho fuego prometéis.

Nunca miento señor Di Castello, pero mi fuego no necesariamente está hecho para que usted se queme en él. Buenas noches señor Di Castello.

Buenas noches conejito.

Enojado, deprimido, malhumorado, hambriento, lleno de rabia, sentimientos negativos que hacen daño a la salud era lo que me llenaba en ese momento y por debajo de todos esos malvados visitantes... vacío, sí me sentía vacío y me sentía solo, como si nadie me pudiera comprender en este mundo.

Ocuparme en el trabajo de nada sirvió, intentar alejar el sentimiento con cosas tampoco sirvió, la compañía de mi novio tampoco sirvió, de todos modos él estaba ocupado con sus casos... por eso ahora estoy aquí, en mi apartamento debajo del cuerpo de un sudoroso adonis anónimo, un bailarín que trabajaría en uno de los eventos y del cual ni recordaba su nombre, pero estaba bien, es solo un cuerpo, solamente alguien que le interesa cogerme y hacerme olvidar entre jadeos todo.

Es violento, es brusco, es salvaje y sé que se repite mil veces que es hetero a pesar de estar enterrado hasta más no poder en mí, pero esta bien, estoy acostumbrado a esta clase de ttipos, cuando los heteros se ponen curiosos prefieren estar con alguien como yo. No me hiere pensar en que sirvo de descarga para él, al final es una situación donde todos ganamos, no quiero dejarme llevar por esos pensamientos, solo quiero seguir sintiendo su bien formado cuerpo sobre el mio, solo quiero sentir como sus manos se aferran a mis caderas tan fuerte que sé que tendré marcas difíciles de explicar, sentir como entierra en mí su duro miembro sin miramientos, sentir como mi cuerpo se sacude por las violentas embestidas.

Soy un desastre de jadeos debajo de este tipo, no puedo controlar mi cuerpo lo más mínimo, me siento como una muñeca de trapo en sus manos, pero me encanta eso, tengo cierto fetiche por los hombres grandes, de fuertes manos, que pueden cubrirme con su cuerpo.

Mientras estoy en las nubes de placer no registró el sonido de una puerta que se abre, no lo registro hasta que escucho su voz.

—No lo puedo creer, viniendo de ti no me sorprende, pero no pensé que traerías aquí uno de tus amoríos. — Es la voz de Marco, mi novio.

El tipo que está encima de mí se levanta rápidamente, yo en otra ocasión hubiera respondido mal a pesar de estar en falta, hubiera llorado, hubiera inventado algo o fingido demencia.

—Tu, lárgate— dijo dirigiéndose al chico. —Tu— me señala con el dedo. —Vístete, te espero en la sala.— su mirada era dura, nada que le hubiera visto antes y en honor a la verdad me asustó.

El muchacho se vistió rápidamente mientras me miraba de reojo con cara de arrepentido, no dijo nada antes de irse, me dirigió una última mirada antes de marcharse, parecía que tenía la intención de hablar, pero solo se fue.

Me vestí con ropa holgada, lo más lógico sería tomar al menos una ducha, pero por la mirada de Marco, no quería que lo hicieran esperar. Estaba sentado en el sofá grande de la sala, su mirada seguía igual, yo me senté despacio a su lado, por unos minutos que a mí me parecieron una eternidad no dijo nada, contrario a mi forma tampoco hable.

De pronto empezó a reír de forma casi histérica, por un momento me asuste, había logrado llevarme la cordura de un chico tan bueno como Marco.

—Es que no sé porqué me sorprende en este punto. — dice entre risas. —Yo al principio estaba en negación, pero tus constantes desplantes, tus constantes excusas, me hicieron darme cuenta, pero pensé como el estupido enamorado que era, que yo te haría cambiar, que dejarías de ser un fuckboy por mí.

No dije nada, no podía decir nada, era cierto, había que ser estupido para no pensar que le era infiel. Nunca he sido bueno con la fidelidad, por un momento pensé que el hecho de perder a Gian por eso me haría cambiar, pero que equivocado estaba. Usualmente no me hacía sentir culpable ser infiel, siempre tenía una buena excusa para justificarme, con Gian fue la falta de tiempo y atención, con otros el hecho de que no me daban lo que yo quería, o que eran muy estúpidos o que en verdad no puedo controlar mis impulsos cuando veo algo que me gusta por lo general lo quiero y lo tengo. Ahora sin embargo me sentía mal.

—Pero pensé que no lo harías aquí, sé que es tu casa, pero ¡Maldita sea Emanuele sabías bien que tenía la llave! En pocas palabras no te importaba si te encontraba, no te importo en lo más mínimo.

—Marco yo...

—No me vayas a decir que sí te importo que sabes que no, sé como babeas aún por Gian Di Castello, se las mentiras, pero ya no seré más tu estupido.

—...— no encontré mi voz para replicar.

—Esto se acaba aquí Emma. — dijo levantándose del sofá. —No te preocupes por mis cosas, las puedes tirar, quemar dar a la beneficencia si quieres no me importa. Solo una cosa te voy a decir antes de irme, debes cambiar Emanuele o terminaras solo, no digo que no te acuestes con quien te plazca cada vez que quieras, es tu cuerpo, es tu vida y es tu decision, solo deja de herir a los demás, si no puedes estar en una relación comprometida, pues no la busques, pero llegara el dia en que quieras estar con alguien a tu lado y Gian Di Castello no cuenta ya que ha confirmado que no te quiere más de una vez.

Me hicieron sentir mal todas sus palabras y más el hecho de que estaba no enojado sino decepcionado de mi... Lo veo dar la vuelta para marcharse y quisiera decirle algo, pero ¿Que? ¿Lo siento pero el sexo contigo no es satisfactorio por lo que me vi en la obligación de serte infiel en vez de buscar alternativas como lo haría una persona madura?

No dijo nada al marcharse, no hubo adiós, no hubo drama, no hubo nada y eso me hizo sentir extremadamente miserable por alguna razón. Me quedé largo rato en el mismo sofá donde me dejó, pensando en mis "Relaciones" pasadas, todas horribles, menos Gian... Tal vez en verdad el problema era yo... una vez vi una película que decía la siguiente frase; "åceptamos el amor que creemos merecer»" Tal vez yo creía merecer ser usado por todos esos heteros curiosos o heteroflexibles o mejor dicho malditos imbeciles de closet que por no aceptar su sexualidad se acostaban con alguien como yo para sentirse menos gay, claro "Emma tienes el culo como una mujer, tiene curvas como una chica, si lo cojes de espaldas ni notas que es hombre" ¿Cuántas veces no escuche eso? Ya era suficiente de sentirme así, este no era yo, si estaba soltero mejor, mi telefono de todos modos no paraba de sonar, no voy a llorar por Marco, a un ex no se le llora, ni siquiera a Gian, aunque no voy a negar que he llorado por él muchas veces.

Me levanté del sillón desechando los pensamientos de autocompasión, ya fue suficiente, había todo un menú el cual podía devorar en esta ciudad.

Aun sentía los labios de Danny en los mios, aun sentía su cuerpo pegado al mío, la dulzura de sus labios en mi boca no tenía comparación, no podía vivir sin él ni un segundo más, daría todo lo humanamente posible por recuperarlo, no importa lo que costara, el tiempo que tuviera que invertir. Mi mente estaba más pendiente de él si eso era humanamente posible. No pude contenerme más y luego de descartar la posibilidad de concentrarme en el trabajo que tenía delante decidí llamar a Danny, sabía que estaba en la universidad, pero yo tenía su horario por lo cual estaba seguro de que estaba en su hora de almuerzo o saliendo de clases para comer.

Hola Caperucita, ¿Ya estás almorzando?

Esperaba no haberme pasado de la raya al decirle caperucita, estaba sintiendo cierta ansiedad mientras esperaba por la respuesta, me sorprendió de que llegó con cierta rapidez.

No, aun no señor lobo feroz.

Una idea cruzó por mi mente, solo le pedía a quien quisiera escucharme que funcionara.

¿Estás en la cafetería?

Sí...

¿En la de la facultad de arquitectura?

Sí....

y supongo que estás sentado afuera.

Sí ¿Por que tantas preguntas?

No le conteste, la idea que cruzó mi mente o terminaría muy mal o muy bien o no cambiaría nada, pero peor era no intentarlo y quedarme con la duda.

Una vez tuve todo listo e hice lo que pensaba solo era esperar la reacción de Daniele y más importante rogar porque llegara a tiempo. Me aseguré con Bianca de que las cosas se hicieran con la celeridad posible y que la persona estuviera bien informada sobre el lugar y como se veía Danny, si bien no me gustaba abusar de mi posición, ser Gian Di Castello tenía sus ventajas .

Unos buenos minutos después recibí el mensaje.

Gracias, pero no era necesario.

Sí lo era, ¿Te gustó?

Un largo momento sin contestación.

Sí, lo estaba, mis amigos también lo adoraron,

Me alegra escucharlo. ¿Te gustaría tomar algo conmigo cuando salgas de clase?

Lo siento lobo feroz, ya tengo planes, debes apartar con tiempo. Será en otra ocasión.

Me quedé con el teléfono en la mano con la misma sensación que en la finca, solo que no iba a dejar que Danny se escapara de mí.

Cuando recibí los mensajes de Gian preguntando donde estaba no me imagine para qué era, al parecer en el tiempo separados olvide lo que era estar con alguien como Gian Di Castello, por eso me sorprendí bastante cuando un repartidor camino directo a mí con varias bolsas en la mano.

—¿Daniele Macri?

—Sí soy yo.

—Esto es para usted.

Comida del restaurante a donde fuimos por primera vez cuando salíamos juntos hace ya varios meses atrás, tantos que parecían otra vida. Le agradecí y el chico partió, cuando abrí las bolsas estaba justamente la comida que ordenamos esa vez y para complementar panna cotta con fresas.

—Eso se ve y huele delicioso. — dijo Chiara.

—Vamos come, de seguro está delicioso toda la comida de ese restaurante lo es.

—Como de costumbre el señor Di Castello está usando su dinero para convencer, se nota lo costoso del restaurante.

—Stef — dije en un suspiro. — Tienes un horrible concepto de mí si piensas que me venderé por un almuerzo, segundo yo lo pedí, si quiere gastar su dinero en mí, es su problema no por eso volveré con él y tercero está delicioso no voy a despreciarlo sólo porque viene de él, no es como que vayamos a volver por pasta y postres. Anda come, está buenísimo.

—Yo no...

—Stef, callate y come. — dijo Chiara quien se estaba dando un festín.

Aproveché para enviarle un mensaje a Gian. No me negué el placer de la comida, pero no era estúpido, sabía bien que Gian hacia todo esto para agradarme y por ende conquistarme de nuevo, no necesitaba a Stefano recordandome esto, pero era una realidad. Eso era otra cosa, la actitud de Stefano siempre tan hostil hacia todo lo que tenía que ver con Gian, en parte él lo entendía, no tienes que ser amable con la pareja de tu crush y en este caso no tienes que ser amable con el ex de tu mejor amigo quien lo engañó rompiendole el corazon en mil pedazos... pero la forma en la que lo expresaba me hacía sentir como el aprovechado o como un interesado, le demostraría que el dinero no significaba nada para mí.

❣️❣️

❣️

Volver al estudio era algo que no veía dentro de las posibilidades cercanas, pero una vez Stefano me invitó decidí que tal vez después de todo no era tan mala idea, después de todo de eso se trataba de hacer cosas que me dieran felicidad y bailar era una de esas. En el trayecto estaba un poco nervioso no solo por el tiempo que tengo sin bailar, sino por los comentarios y miradas condescendientes que de seguro recibiría. Intente mantener mi cabeza despejada, cuando haces lo que yo hice las miradas de condescendencia es algo con lo que lamentablemente se tiene que lidiar.

Además desde el almuerzo he notado a Stef un poco tenso, pero prefiero no decir nada, vamos un poco callados, lo que es inusual entre nosotros..

Una vez en el estudio me llene de un sentimiento de nostalgia de tiempos mejores o por lo menos más tranquilos, Giulio me saludó con mucho cariño, preguntando amablemente como estaba, en el estudio al parecer nadie sabía lo sucedido, Stef solo les había dicho que había tenido problemas de salud, si bien es verdad que sabían de los rumores y eso, no tenían idea de nada más.

Al principio no hice nada, solo mire a los demás bailar, debo admitir que estaba un poco cohibido, seguía sintiendo las miradas sobre mí.

A pesar de que se que Stef está tenso se sentó a mi lado y puso una mano encima de las mías.

—No te preocupes, aquí nadie te está juzgando o te juzgará.

Yo le di una pequeña sonrisa un poco tímida acompañada de un movimiento afirmativo. Con el paso de los minutos y los bailes de los demás me empiezo a soltar y a moverme al compás de la música.

La chica que siempre a estado interesada en Stef y en mi vida ya que las conversaciones con sus amigas giran en torno a mi, esta ahi tambien, me mira como de costumbre con todo el amor que se nota que me tiene, veo como susurra algo a sus amigas, me levanto y paso cerca de ellas puedo escuchar palabras sueltas y una frase: "Es que ya no tiene un sugar daddy" Esto me recuerda a lo que sucedió en el almuerzo y como después de los acontecimientos se que muchas personas se han quedado con la impresión de que solo busco hombres por lo que tengan en los bolsillos, lo que no es para nada cierto.

Eso me trajo una idea a la mente, algo con lo que le iba a expresar a Stef justamente lo que pensaba.

—¿Te importaría si intento algo? — pregunte a Giulio. —Es una idea que se me acaba de ocurrir, una coreografía que creo que podría funcionar.

—Por supuesto. ¿Quieres un salón privado?

—No, me gustaría hacerlo aquí... claro si eso está bien contigo.

—Sabes que no hay problema. — dijo con una sonrisa que yo correspondí, le pedí la canción y me moví al centro del salón principal del estudio, la mirada de Stef se encontró con la mía y a la música empezó a sonar.

Era Cheap thrills de Sia, me deje envolver por la música mientras hacía los pasos que me salían en el momento, espero que alguien lo esté grabando porque no creo que pueda recrearlos de manera exacta. Me fijo muy bien en las expresiones de todos en especial en la de Stef, me acerco a él en la parte de la letra en la que dice: "I don't need dollars bills to have fun tonight I love cheap thrills*"

Cuando el coro se repite y repite los pasos algunos estudiantes se unen y me siguen, en realidad me estoy divirtiendo como hace mucho no hacía, cierto sentimiento de emoción y alegría que aligera la pena en mi pecho me llena haciéndome sentir infinitamente mejor y libre como si fuera capaz de todo.

Las personas subestiman el poder que la música tiene sobre nosotros y nuestras emociones, lo rápido que puede cambiar nuestro estado de ánimo, lo mucho que influye en nuestras vidas, la forma en que nos conecta sin importar las barreras de idiomas, las frontera o lo lejos que estemos los uno de los otros, la música conecta miles de corazones a la vez uniendonos en el mismo sentimiento, la música puede salvar vidas y hay canciones que mejoran tu día de manera increíble. La música es definitivamente el idioma en que los dioses hablan.

Casi al final de la canción las personas que se habían unido a la coreografía eran significativamente bastantes y todos estaban divirtiéndose visiblemente algunos incluso cantando, al terminar todos estábamos exhaustos y un coro de aplausos se levantó en el estudio.

—Hacía falta verte bailar. — dijo Giulio una vez terminamos .

—No fue tan impresionante estoy oxidado con todo el tiempo sin bailar.

—Que va estuvo impecable. ¿Verdad Stef?

—Sí, eso fue estupendo. — dijo Stefano con esa mirada que me da a veces y que siempre me hago el que no sé identificar.

El resto de la tarde lo pasamos allí, como hace mucho no hacía, a los chicos les gustó tanto mi baile que lo reprodujeron agregando como siempre su toque personal. Nos quedamos hasta el cierre para ayudar a Giulio con el mismo y luego Stef y yo nos dirigimos para la casa. Íbamos en silencio nuevamente, cada quien rumiando sus pensamientos, Stef llevaba las manos en los bolsillos de su chaqueta y su cabeza estaba un poco baja, yo estaba preocupado de que estuviera pasando por algo y no me lo dijera, pero cuando estaba a punto de hablar...

—Lamento haberte hecho sentir como un interesado— dijo de pronto. —Sé que no lo eres.

—Descuida. — dije en baja voz.

—Tomaré la palabra de la canción que bailaste.

—¿A qué te refieres?— pregunté su respuesta fue tomarme de la mano y caminar un poco más rápido.

—Ya verás.

Terminamos en un puesto callejero, no solo un puesto callejero en el lugar también había artistas callejeros haciendo música llenado el lugar de alegría ya que mucha gente estaba reunida viendolos. Algunos incluso se habían puesto a bailar, lo que hizo a Stef tomarme de la mano y empezar a bailar también.

Tenía desde mi cumpleaños que no bailaba con él y de eso hacía ya una eternidad, así que me deje envolver en la alegre música pasando un rato divertido bailando con unos cuantos desconocidos.

Estaba sudando cuando terminaron una de las canciones y el público se desbordó en aplausos.

—Toma.— dijo Stef pasandome una cerveza fría.

—Gracias.

—Sabes como no hemos cenado ¿Qué mejor que unos buenos panzerotti?.— dijo con una gran sonrisa señalando el puesto. .

Yo asentí sonriendo de nuevo, así en ese puesto cenamos acompañados de unas cuantas cervezas y hablamos sin tensiones entre nosotros. Luego pudimos caminar juntos hacia el apartamento, yo iba lleno de la emoción del baile y no dejaba de hablar sin cesar con una sonrisa plasmada en mi rostro. Sí, todo esto me hacía falta.

Sentirse fuera de personaje es algo raro y un sentimiento desconocido para mí, por alguna razón aun me siento horrible con lo que sucedió con Marco, pensé por momentos que en realidad no me importaba y seguía o intente seguir con mi vida igual, pero cuando recordaba lo que sucedió o cuando veía al bailarín un sentimiento de desconocida y ajena vergüenza me llena, luego veía la rabia conmigo mismo por sentirme así.

Tenía que ocupar mi mente en algo lo que fuera antes de que esos horribles pensamientos se volvieran una obsesión. Enfocarme en el trabajo no había sido especialmente útil, pero podía intentarlo. Salí de mi hermosa oficina y caminé hasta el escritorio de mi secretaria/asistente y me senté en él.

—Cariño ¿Ya te llegaron las invitaciones para el evento de fin de mes?

—No, pero ya recibimos la información de la compañía de que estas listas, iba a mandar al mensajero por ellas.

—No te preocupes linda yo puedo ir por ellas.

—No es necesario Ema ya él iba para allá.

—Pues ya no, que se devuelva o mandalo a hacer otra cosa, un poco de aire no me vendría mal.

Salté de su escritorio, fui por mis llaves y me dirigí a la compañía llamada concettos. El local era un poco pequeño o eso parecía por fuera, una vez dentro se apreciaba el tamaño real, las paredes todas estaban pintadas de colores brillantes y tenían frases positivas y motivacionales, en sí parecía una empresa dedicada a la publicidad. En el lugar habían unos cuantos clientes y habia que esperar turno, me sente en uno de los sillones de espera mirando a mi alrededor, no habia mucho que ver en materia de personal, bueno en verdad habia un chico de pelo negro que no estaba nada mal ojala me tocara el. No negaré las miradas pecaminosas que le doy al chico, no sé si le gustan los hombres y poco me importa, lo que sí sé es que se dio cuenta de mis miradas.

Cuando toco mi turno me toco con el chico a quien le dedique mi más brillante sonrisa mientras le indicaba lo que fui a buscar. Puedo ver cómo se sonrojó visiblemente ante mis miradas mientras se dirige a la parte de atrás en busca de las invitaciones. Una vez regresa las examinó para confirmar que todo está en orden, una vez lo hago, las dejo a un lado y me concentro en el.

—¿Y a qué hora sales de aquí Lorenzo?— pregunto leyendo el gafete que tiene su nombre.

—¿Yo?— pregunta un poco sorprendido ante mi pregunta.

—Claro ¿Quien mas si no tu muñeco? — pregunto con esa voz seductora de hot line que poseo.

—A... las.. tres... — responde un poco nervioso.

—¿Y tienes planes?

—... Este...

—No te aconsejo que vayas es peligroso. — escucho una voz muy varonil venir del mostrador la voz e interesó bastante y quiero ver al poseedor y veo que no es otro que...

—Eres el bailarín, el amigo del conejito.— exclamé mirándolo.

—Tengo nombre es Stefano y es Daniele no conejito.

—Como sea rubio. ¿Por qué te metes en mi posible excitante cita con Lorenzo?

—Porque eres peligroso.

—¿Por qué dices eso? No me conoces.

—He oído de ti.

—¿A través del conejito? No le creas, no le agrado.... si yo soy todo un ángel.

—¿Angel? Te definiría más como una...

—¿Que? ¿Vas a decir perra? — una vez las palabras salen de mi boca escucho la tos de Lorenzo y al verlo su cara está roja. —Sí puede que lo sea cariño, pero no de tu perrera. —Luego de decirlo lo miró de arriba abajo, reparo en sus innecesariamente ajustados jeans, en sus brazos fuertes, sus manos grandes... —Aunque podría ladrarte si quieres.

Una pequeña risa escapa de su garganta y el movimiento de su manzana de adán me hipnotiza, quisiera lamerlo.

—No estoy interesado.

—Por el conejito. — digo dejando salir un suspiro. —¿Por qué los mejores lo quieren a él? — preguntó más para mi mismo.

Me quedo observandolo un rato y veo que a pesar de decir que no está interesado me da unas miradas muy sugerentes.

—Para no estar interesado miras mucho.— dije de manera provocativa, el sonrojo en sus mejillas me parece tierno. —Me sigues mirando así y me veré en la obligación de llevarte a mi casa. — dije con el mismo tono olvidándome completamente de que inicialmente estaba interesado en Lorenzo.

—Ya dije que eres peligroso.

—¿Y qué es la vida sin un poco de peligro?

El menea su cabeza en gesto negativo, pero una pequeña sonrisa baila en sus labios.

—Vamos, no te prometo amor eterno, solo una noche que no olvidarás.

—Eres demasiado directo.

—No dejó escapar una oportunidad cuando la veo.

—Aquí no hay una.

—Bien, si eso dices, tu te lo pierdes. — dije tomando la caja con las invitaciones del mostrador. — Nos estaremos viendo rubio. — dije mirándolo por encima del hombro y salí caminando sensualmente del lugar. Maldito conejito suertudo pensé mientras subía a mi auto. 

A/N: *No necesito billetes de dólares para divertirme esta noche me encantan las emociones baratas

Por fin actualización yei. 🎉🎊🎉🎉

Lamento como siempre la tardanza, pero ya saben la vida. 🙏

Gracias a todos los que dejan su comentario, los amo en verdad, sus comentarios llegan el momento preciso cuando pierdo el ánimo y pienso que no debería seguir.

Gracias mil por seguir la historia y dejarme saber lo que piensan, miles de besos de todo corazón para ustedes, Un millon de besos a los que estuvieron desde el principio y a los que en unos días devoraron Daniele y ahora están aquí. 😘😘😘😘

Dejen sus comentarios, opiniones, preguntas, emotional outbursts, lo que quieran.

Nos leemos luego.

😘😍

PD: Espero que en una semana.

En una nota aparte dejaré esta imagen por aquí y me alejaré lentamente. 😏😈😇

No sé si se pueden copiar imágenes de wattpad en caso de que no, se las puedo enviar si la quieren por cualquier medio menos whatsapp porque sigo sin teléfono. 

PD: Hecho por me. 

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