Capítulo I: Lovely.

-El joven Daniele entró en shock hipovolémico y hubo que hacerle una transfusión de sangre, al no saber su tipo sanguíneo usamos el donante universal, O negativo. Le administramos medicamentos para aumentar el bombeo de sangre al corazón... ahora está estable.

Sentí un alivio indescriptible al escuchar eso, era como morir y ser devuelto a la vida.

La cara de todos los presentes mostraba el mismo alivio, Alex se abrazo a Damian mientras lloraba, Isabella y Chiara estaban igual, vi a Stefano caer de rodillas.

-¿Joven se encuentra bien? - preguntó el médico alarmado.

-Descuide estoy bien, es solo el alivio.

-Algo que deben saber es que al ser un intento de suicidio el joven debe recibir ayuda psicológica, es política del hospital que el joven complete una evaluación psicológica para determinar si puede ir a casa, también una cita con un terapeuta debe ser concertada antes de que abandone el hospital.

-Por supuesto doctor, nos encargaremos de todo. - dijo Piero haciéndose cargo porque yo aun no podía.

-¿Podemos verlo?- pregunté al doctor.

-Sí pueden pasar, aún no está consciente, es por la pérdida de sangre, pero recuperara la consciencia en poco tiempo.

Todo el mundo se apresuró a seguir al médico.

-No pueden estar todos a la vez, máximo tres personas. - nos informó, por lo que todos se turnaron para entrar.

Las primeras fueron las chicas, yo me quede parado recostado de la pared, la cabeza me daba vueltas con todo lo que había pasado en tan pocos días.

-Papá deberías ir al apartamento y cambiarte, esa camisa está toda manchada de sangre.- me sugiere Piero.

-No me moveré de aquí hasta que Daniele despierte.

-Pareces un asesino con ese aspecto. - dijo Carlo.

-Carlo no es el momento de andar con bromas. - replicó Piero.

-Toma hijo, tomate esto. - dijo mi padre dándome un vaso con café caliente.

-Gracias.- dije tomando el café de sus manos.

-Considero que sí deberías ir a tu apartamento luego de que Danny despierte. - dijo mi padre con ese tono conciliador que usa.

-No lo haré, me quedaré aquí el tiempo que Danny esté ingresado en el hospital.

Mi padre me dedicó una sonrisa compasiva y prefirió dejar el tema por el momento. Me quedé de pie fuera de la habitación hasta que Daniele despertara.

Me dolió ver Danny con ese suero puesto, los ojos cerrados, estaba tan pálido y con una expresión que no le sentaba. Recuerdo cuando lo conocí en la universidad tan alegre y nuestra primera salida como amigos, lo emocionado que nos subimos a los juegos los dos, cuando nos pintamos las caras y el pidio esa montaña de algodón dulce, las veces que vimos películas juntos y las veces que me traumo con sus selecciones de terror japonés, cuando nos emocionabamos por un nuevo capítulo del manhwa que estuviéramos leyendo... y ese chico alegre fue llevado a esto, fue orillado a tomar esta decisión.

Todas llorábamos en silencio al verlo así. Luego Danny abrió los ojos despacio, miro a su alrededor supongo que confundido estuvo fuera por unas cuantas horas.

-Hola Danny. - dijo Alex suavemente acariciando su cabeza.

-¿Alex? ¿Estoy? ¿Estoy en el...?

-Estás en el hospital Danny.

Lo veo intentar incorporarse con las manos, pero se le dificulta, debe de estar mareado aun.

-Deja te ayudo. - dijo Alex ayudándolo a semi sentarse y colocando bien las almohadas.

-Alex yo... - dijo mirando sus muñecas vendadas. - Yo lo siento... chicas de verdad.

-No tienes que disculparte. - dijo Bella suavemente. - Y mucho menos dar explicaciones.

Las lágrimas caen de sus ojos, Alex lo abraza y le da un beso en la cabeza.

-Yo lo siento mucho Danny, si hubiera estado contigo, no debí de ir a ese estupido examen, debí quedarme, nunca debiste de ir a la casa solo, lo lamento tanto, todo lo que mi madre te hizo... yo.

-No te preocupes. - dijo suavemente.

Alex lo soltó y se limpió las lágrimas dándonos la oportunidad de abrazarlo nosotras.

-Perdí mi brazalete de amistad Chiara, lo siento, lo corte cuando... cuando yo...

-No pasa nada, te daré otro y este será más especial porque lo haré yo.

Él me dedicó una débil sonrisa.

-Chicas las quiero mucho. - dijo mirándonos. - Las quiero muchisimo.

-Igual nosotras Danny, - dijo Bella hablando por todas y lo abrazamos por largos minutos llorando en conjunto, no debía de ser lo mejor estar llorando con él, pero no podíamos evitarlo, por un momento pensamos que perdimos a Danny, pero ahora estaba aquí con nosotros.

-Hay muchas personas aquí que quieren verte. - dijo Alex.

-Estaremos afuera dulzura.- dijo Bella y salimos tomadas de la mano.

-Danny despertó. - dije a todos en general.

Veo sus caras de alivio multiplicado.

-¿Cómo está? - pregunto Gian, jamas pense ver al señor di Castello con el aspecto de haber estado luchando con un batallón toda una noche.

-Se ve... bien... - dijo Alex suavemente.

Mientras hablábamos vimos como Stef entraba a la habitacion.

Cuando abrí los ojos supe de inmediato que no estaba muerto, tenía imágenes difusas de cuando Gian fue y de las luces de la ambulancia, los médicos, todo se veía difuso en mi memoria. Al ver las caras llorosas de las chicas sentí una mezcla de vergüenza y decepción, sentía vergüenza de poner a las personas que sí les importaba pasar por esto y decepción al mismo tiempo de mi y de no haber sido ni capaz de acabar con mi vida, vaya inutil que soy.

Su comprensión y amor en cierto sentido me hizo sentir más decepcionado conmigo, no hubo una palabra de reproche, no estaban enojadas conmigo, todo lo contrario felices por verme vivo a pesar de que fui yo quien atentó contra mi existencia.

Las chicas salieron porque según me dijeron muchos querían verme, sé que él estaría entre esos. La puerta de la habitación se abrió y entró Stef con una sonrisa triste en mi intento de resolver las cosas solo logre entristecer a todos.

Stef se sentó en una silla que las chicas habían dejado al lado de la cama.

-Hola Danny ¿Día difícil? - preguntó con la misma sonrisa.

-Día difícil. - respondí imitando su expresión.

-Danny... yo... yo no sé qué decirte. Me siento tan aliviado de que estes bien y a la vez quiero saber porque lo hiciste, aunque entiendo todo lo que estas pasando, pero recuerda que estoy siempre para ti, no importa la hora, no importa lo que esté haciendo, siempre puedes contar conmigo. - dijo y luego me abrazo fuertemente. - Puedes contar conmigo para siempre.

Yo me aferre a él, no quería dejar ir su apoyo, no quería dejar ir su calor.

Alguien más entró en esos momentos.

-Disculpanos, pero también queríamos verte.- dijo Dante en la entrada junto con Piero.

-Los dejo solos. - dijo Stefano saliendo.

-No pienses jamás en volver a hacer una cosa así, no dejes que los odiosos sin vida ganen, tu sabes quien eres, no le des la satisfacción de acabar contigo. - dijo Dante una vez Stefano estaba fuera.

Piero luego me recalcó que tengo su apoyo, que no me sienta solo, que puedo llamarlo cada vez que necesite que no me preocupe si está ocupado y todas esas cosas que supongo se dicen en esos momentos.

Carlo entró unos segundos después de Piero y Dante salir, no negaré que a pesar de mi estado lamentable me saco varias sonrisas con sus comentarios, algunas personas los verían fuera de lugar, pero es solo su personalidad.

Luego de Carlo entró alguien a quien no esperaba ver; el señor Franco, el sentimiento de vergüenza vuelve a embargarme.

-Señor Franco.

-Daniele. - dijo sonriendo con amabilidad.

No quería mirarlo al rostro, él era un señor al cual respetaba mucho y lo que pensara sobre mí me importaba bastante.

-Hay una frase en inglés que reza lo siguiente: "Stick and stones may break my bones but words will never hurt me.*" Es bonito en el papel, pero sé que no aplica en realidad. Las palabras pueden herir aún más que los palos o las piedras, porque la palabra dicha no se puede echar hacia atrás. No te diré qué entiendo, porque sería una mentira, pero sí te diré que mientras haya vida todo se puede solucionar de algún modo.

»Sé que ha de ser dificil creer lo que te deben de haber dicho un montón de veces, pero es cierto, por más difícil que se vea, podemos solucionar esto juntos, como familia, Lo más importante es que no estas solo, todas esas personas que han venido les importas bastante y todos te ayudaremos a superar esto.

Sus palabras son gentiles, amables y apropiadas por alguna razón su presencia serena me hace creer cada una de las cosas que dice, a pesar de que no le contesto.

-Si deseas alejarte de todo, puedes venir a la finca, Dolce estará muy contento de verte.

Le dije que lo consideraría. Franco al igual que los demás me reitero que tenía su apoyo. Todos estaban siendo tan buenos conmigo que las ganas de llorar se incrementaron en mí.

Una sola persona no había entrado a verme, eso me mantenía ansioso, no estaba seguro de si quería verlo o no.

Mi padre fue el último en salir de la habitación de Danny, yo aun no entraba. Una enfermera nos indicó que la hora de vista había terminado, las chicas le rogaron unos minutos más para despedirse y entre Piero y mi padre lo consiguieron.

-Me quedaré con Daniele en el hospital. -dije.

-Pero papá aun tienes la ropa manchada de sangre y sé que no has cenado nada, yo me puedo quedar con él esta noche. - dijo Alex.

-No, yo lo haré.

-Esta bien, dejalo sabemos que no va a cambiar de opinión, iré a tu apartamento y te traeré algo de ropa. - dijo Carlo. - Alex puede ir por algo de Danny y traerlo.

-¿Qué harás con la reunión de mañana?- pregunto Piero

-Piero es en lo que menos estoy pensando en estos momentos.

-Yo me haré cargo, hace mucho que no voy a la compañía desde que me retire, puede que tenga tiempo sin hacerme cargo, pero creo que aun puedo manejar a la bestia. - dijo mi padre.

-Bueno, es hora de despedirnos de Daniele, recuerden que solo nos dieron diez minutos de periodo de gracia.- nos recuerda Dante.

Veo a todos pasar esta vez de dos en dos a despedirse de Daniele, el último y quien más tiempo duró fue Stefano quien también fue el único que entró solo, cuando salió ambos cruzamos una mirada.

Todos se despiden de mí.

-Pasaré en un rato y traeré las cosas. - dijo Carlo.

Finalmente cuando todos se fueron fue mi momento de ver a Daniele, estaba nervioso y asustado, a pesar de que todos me dijeron que se veía bien y los médicos me aseguran que solo necesitaba reposo que está fuera de peligro, que solo está en el hospital hasta que hagan la evaluación y tengas los resultados y todo lo que me explicaran, yo imaginé que vería a Danny en una horrible condición.

Por fin me decidí a entrar, Danny estaba recostado de las almohadas mirándose las muñecas, levanta la vista al escuchar el sonido de la puerta cerrarse. Nuestros ojos se encuentran por unos eternos instantes.

-¿Vas a decirme algo? - preguntó finalmente. -Me dirás que no debí, que como pensé en algo tan estúpido que...

-¿Puedo abrazarte? - fue lo único que salió de mi boca, él me miró un poco sorprendido y luego asintió con la cabeza lentamente.

Me acerqué y con cuidado lo envolví entre mis brazos, lo estreché contra mí, al tenerlo así note que estaba más delgado. Quería preservar ese momento para siempre, era tanto el tiempo en que no tenía a Danny en mis brazos.

-Perdoname por ser un bastardo egoísta, perdoname por no estar ahí cuando más lo necesitabas. - dije aun abrazándolo.

A pesar de que no quería soltarlo terminé haciéndolo.

-No es necesario que te disculpes, recuerda que yo no te quería allí, tampoco es necesario que te quedes, no te preocupes por mi, a los pacientes como yo les ponen especial atención no vayan a... - vi su expresión no podía seguir.

-No te dejaré solo.

Veo a Daniele suspirar pesadamente luego de decir esto y moverse para acomodarse en la cama, yo fui de inmediato a ayudarlo.

-No es necesario señor di Castello.

-¿Te la pasarás llamándome así? - pregunté mientras lo ayudaba.

-No tengo porque llamarlo de otra forma.

No quise seguir con el tema, no era el momento.

Como Carlo prometió llegó al poco tiempo con la ropa, tanto mía como de Daniele.

-Alex incluyo estos. - dijo sacando la colección de libros de Harry Potter que le regalé. - Dijo que pueden distraerte, decidió incluir toda la saga pues no sabe si no los quieres leer en orden.

-Dale las gracias de mi parte.

-Lo haré.

Danny no quiso que lo ayudara a ponerse el pijama, ni siquiera cuando al levantarse de la cama se tambaleo un poco. Se volvió a acostar, tomó uno de los libros de Harry y me ignoró el resto de la noche hasta que se durmió. Yo no dormí, me quedé mirando a Daniele, sé que fue muy egoísta de mi parte querer quedarme con él, pero no lo dejaría después de lo que sucedió.

Danny se despertó a eso de las ocho de la mañana, antes de llevarle el desayuno le tomaron una muestra de sangre para hacerle un hemograma y ver que todo estuviera bien, después le llevaron el desayuno en corto tiempo y los chicos llegaron una hora después.

-Mira te traje unos cuantos de tus cojines para que estés cómodo. - dijo Alex quien había llevado muchísimas cosas con ella. - También te traje dulces de gomita, no sé si te los dejen comer.

-No duraré mucho aquí. -dijo

Salí de la habitación para que los demás pudieran entrar.

-Creo que sí deberías ir al departamento y dormir un poco. - volvió con lo mismo Piero.

-Ya te dije que mientras Daniele esté aquí no me moveré.

Alex salió de la habitación en ese momento.

-Papá te ves cansado, ve, duerme un par de horas, yo me quedaré con Danny. -me asegura Alex.

-No...

-Vamos no pasará nada, me quedaré aquí.

-Esta bien, esta bien, pero cualquier cosa que pase me llamas de inmediato. ¿Sí?

-No te preocupes, ve y descansa.

-Volveré más tarde.

Pasé por la habitación a despedirme de Daniele y decirle que regresaría más tarde.

-No tiene que hacerlo, además puede que no tenga que pasar otra noche aquí. - dijo sin mirarme.

Salí sintiéndome aliviado de que físicamente estuviera bien, aunque sé que aunque se comporte de esa forma, se siente destruido por dentro.

Llegué a mi apartamento con el propósito de descansar, pero se me hacía imposible teniendo a Daniele en mi cabeza, terminé dando vueltas en el apartamento sin poder sacarlo de mi mente mientras las horas pasaban.

Jamás en mi vida me habían hecho una evaluación psicológica, es algo más en lo que mi padre no creía, los psicólogos o cualquier tipo de terapia. La psicoterapeuta pasó por la habitación a media mañana. Era una mujer en sus treinta, tenía el pelo negro y los ojos miel, su sonrisa en amable y me intimida un poco, no puedo evitar estar nervioso.

-Hola Daniele, soy la doctora Gabriella Moreti. - dijo dándome la mano.

-¿Es usted la psiquiatra? -pregunte en un hilo de voz.

-Sí, lo soy.

Tragué en seco, las personas aún tienen estigmas sobre acudir a un psiquiatra, asumen que estar de psiquiatra es que tu salud mental está muy comprometida, pero asistir a un terapeuta es un signo de que quieres mejorar tu vida.

Tenía una idea muy equivocada de las evaluaciones psicológicas, pensé que te ponían en un sillón y te hacían ver manchas mientras el psiquiatra anotaba tus respuestas en una carpeta y meneaba la cabeza diciendo interesante o que te preguntaban cómo empezó todo, pero no es así, en realidad solo hablamos y me hizo algunas preguntas, sé que con sus preguntas quería determinar mi estado mental, pero fue de manera tan natural que no me sentí evaluado o siendo estudiado como el pobre chico que intentó acabar con su vida.

-Bien Daniele, lo que haremos ahora es agendar los mejores días para que vayas a verme, hay algunas cosas que quiero que hagas una vez salgas de aquí.

-Bien.

Gabriella como me dijo la llamara me dio unos pequeños consejos para afrontar estos días que serían los más difíciles, quedamos de vernos el viernes, pero me dijo que la podía llamar sin importar que.

-Eso sería todo Daniele, nos veremos el viernes, no dudes en llamarme.

-Lo haré.

Salió de la habitación y un poco después entró Alex.

El médico que me atendió volvió con los resultados del hemograma, todo estaba bien, solo presentaba un cuadro de anemia, me recetó suplementos de hierro y me aconsejo una dieta alta en este. Me retiraron los vendajes de las muñecas para ver el estado de las heridas, de la izquierda en especial ya que fue la más afectada y determinaron que podía irme a casa.

Gian quien había vuelto como dijo, a pesar de lo mucho que le digo que no quiero verlo, tomó la receta decidido a comprar los medicamentos por más que le digo que no.

Antes de salir del hospital Stéfano volvió a visitarme, ya todos los demás habían ido, menos el señor Franco pues se estaba haciendo cargo de la empresa.

-Oye Stef quería pedirte algo. - dije lentamente.

-Lo que quieras.

-¿Todavía está en pie la oferta de quedarme en tu casa?

Mi pregunta lo tomó por sorpresa.

-Solo serán unos días, es hasta que encuentre otro lugar...

Él tomó mis manos en las suyas.

-No tienes que explicarme nada, puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

-Es que sé que el apartamento es pequeño, además está Nico y no quiero importunar, pero...

-Ya te dije que no te preocupes, puedes estar todo lo que quieras o necesites.

-Gracias.

Quien no tomó muy bien mi decisión fue Bella.

-Pero, pensé que te quedarías en mi casa, es más grande, tengo varias habitaciones libres y vivo sola.

-Lo sé Bella, no me malentiendas... es solo que me quiero alejar de todo lo que sucedió en el pasado.

-¿Incluso de nosotras?

-No, de ustedes nunca, son mis primas y las adoro, es solo que de verdad no quiero ver a Gian, si me quedo en tu casa siempre encontrará un pretexto para ir allá. La segunda vez que lo vi fue en tu casa, es decir es tu tío, practicamante tu padre, mira como no se ha ido del hospital, en tu casa sería imposible esconderme de él. En casa de Stef estoy a salvo de él.

-Esta bien, te entiendo. - dijo finalmente. - Pero iremos a verte.

-Claro que sí. - dije dedicandole una débil sonrisa.

Al final de cuentas no llegue a usar las cosas que me llevó Alex, pero las llevaría conmigo a casa de Stef.

-Buscaré tus cosas en la casa y te las llevaré más tarde. - dijo Alex, mientras yo guardaba los libros de Harry y la pijama en el bulto que me trajo.

-No te preocupes por eso, yo puedo... - pero las palabras murieron en mis labios al recordar las cosas que me dijo mi tía, como había arruinado la vida de todos y pensándolo bien ahora lo estaba haciendo de nuevo, sentí esa opresión en el pecho y me caí sentado en la cama.

-Danny ¿Estás bien?- preguntó, al no obtener respuesta me abrazo. - Olvida todo lo que dijo mi madre, no te preocupes por ella, no puede hacerte nada.

Me pude calmar después de un rato, me sequé las lágrimas y terminé de empacar dispuesto a irme con Stef.

Daniele salió de la habitación en compañía de Alex en el momento en que regresaba de la farmacia con los medicamentos.

-Llegué justo a tiempo. - dije al verlos - Toma Danny tus medicamentos- Me dirigí a él dándole la bolsa plástica que contenía los medicamentos.

-No tenía que hacerlo.

-Pero ya lo hice así que tomalos.

-Yo los llevaré. - djo Alex tomando la bolsa de mis manos.

-Veo que están listos, los llevaré. - dije.

-No es necesario señor di Castello. - dijo Daniel sin mirarme.

-No te preocupes yo lo llevaré.- dijo Alex.

-¿Regresaras a la casa? Sé que mi padre te dijo que podías quedarte en la quinta para alejarte de todo.

-No, no regresaré a la casa, tampoco iré a la quinta.

-¿Entonces dónde te quedarás? - pregunte preocupado. -¿Estarás en casa de Bella?

-Se quedará conmigo. - era la voz del niñito rubio, estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no tener los mismo pensamientos desagradables sobre él, para no volver a los celos ridículos, pero la forma en la que dijo esas palabras, combinada con la mirada que me dio. -En mi casa.

No dije nada. ¿Qué podía decir en esos momentos? ¿Podía acaso detenerlo? Salí del hospital con ellos. Damian ya los esperaba en su jeep, vi como se subian y se marchaban como Danny se escapaba de mi y con él mi vida.

Regresé a mi apartamento, no tenía deseos de ir a la compañía o ver a nadie, solo pensaba en cómo Daniele se quedaría con Stefano en su casa y en cómo el chico estaba decidido a quedarse con él. Por otro lado me sentía como un perfecto imbécil, Daniele necesitaba apoyo en estos momentos, no estar pensando en relaciones amorosas.

Lo primero que tenía que hacer era encargarme de Patricia aún no olvidaba las cosas que le hizo a Danny, no sé las palabras específicas que uso, pero estoy seguro que contribuyeron a la decisión que terminó tomando.

La llamé, me contestó casi de inmediato.

-Gian di Castello ¿Que puedo hacer por ti? No creo que mucho ya que me has quitado prácticamente todo.- dijo con ese tono dramático insoportable.

-Patricia hay algo que todavía puedes hacer por mi, Quiero que te vayas de la casa y te doy cuarenta y ocho horas para ello.

A/N: Stick and stones may break my bones but words will never hurt me : Palos y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca podrán dañarme.

Hasta aquí el primer capítulo.

¿Qué opinan?

Dudas, comentarios, emotional outbursts todo bien recibido.

No me tardare tanto como con estos capítulos, porque estaba terminando Daniele y empezando I'm not your baby.

¿Qué opinan de que Danny se quede en casa de Stef?

¿Qué hará Patricia ahora?

De nuevo mil gracias por su apoyo, los amo

Nos leemos en el próximo capítulo.

Próximo capítulo: "Como si nos hubiéramos amado"

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