veintinueve
| INEXPLICABLE |
El helado ambiente se tornó imposible de sobre llevar para los presentes, menos para James, que de pie junto a la puerta abrazaba a Themis como si fuesen conocidos de años mientras restregaba el cañón del pistola sobre su oreja, casi encima del broche que siempre llevaba.
—¿Sabes que tus conocidos escupen flores sobre ti? Tal como dijeron, encontraste a tus amigas sin ningún tipo de contratiempo. Aunque es una lastima, porque era exactamente lo que quería —bufó, decepcionado de la inteligencia del pelirrojo.
—No había otra manera —soltó Luke, bajando las cejas por el asco que sentía de solo verlo una vez más—. Jugaste tus cartas y debía jugar las mías, sin importar el resultado.
—Lo siento, Luke —se disculpó la castaña por no poder avisarle sobre la llegada sorpresiva.
—Todo estará bien, no debes preocuparte... —tranquilizó, sonando muy amable el muchacho y sabiendo que le había dado una tarea casi imposible.
—¿Eso crees? —se burló James, lastimando a la dama con el cañón al presionarlo más—. No des un paso más, o puedes ir despidiéndote de tu amiga —amenazó al ver cómo el agente se molestaba y casi avanzaba hacia él.
—Eres un... —se interrumpió al no poder encontrar el insulto perfecto para la clase de hombre que era, y ello hizo feliz a James.
—Es hora de negociar, y creo que ya estás bien informado. Roselle a cambio de Themis, es un buen trato, ¿no? —expresó como un infante que comete una travesura y no puede ser regañado—. No interferirás con su cambio de trabajo y locación, entiendes, a partir de hoy será mi secretaria, no la tuya, y pagará lo que me hizo; sin embargo, no le haré daño, puedes estar seguro, incluso puede llegar a ser todo lo contrario.
Con su insinuación, su rostro mostró sus verdaderas intenciones, por lo que, naturalmente, Luke se encendió en cólera pura, antes bien, cuando observó como la víctima se levantaba de su lugar a penas, se deshizo de sus impulsos y le ayudó a mantenerse en pie cuando pasó uno de sus brazos por la cintura.
—¿Quieres que pague? Cuando fuiste tú quien me arruinó —refirió apenas consciente y casi cayéndose sobre sus pies, pero logró manterse apoyándose más en su compañero—. Bien, pero deja a mis seres queridos en paz y te prometo hacer de tu vida una pesadilla, aun si tengo que morir por ello...
Themis y Luke colocaron el mismo semblante asombrado, porque no esperaban que fuese hostil ante la situación; suponían, era su estado casi imposible de mantener lo que la controlaba. Aunque incluso así, no le dejarían sacrificarse, ni siquiera si el hecho salvara al mundo de una catástrofe.
—¡Eres una perra! —masculló James, molestándose por sus palabras. Con ello, empujó a la abogada lejos de mala gana y se acercó tanto como pudo, pero cuando se vio obstaculizado por el agente, les apuntó con la pistola muy desesperado.
Comenzó a gritarles incoherencias, una vez más sobre la aparente culpa que Roselle tenía al obligarle a hacer aquello, y sobre todo, sobre la negociación que Luke no aceptó en ningún momento. Daba gracias, aunque no debia, de que su compañera no estuviera en sus cinco sentidos, pues de haber sido así, dudaba poder frenarla de tomar su decisión.
—Me dan tanto asco, fingiendo que nada ha sucedido y trabajando como la pareja perfecta. ¡Pero eso se acabó! —sentenció, apuntando a Luke solamente.
Mas antes de que la albina pudiese hacer algo, notó una figura moverse junto a la puerta, una muy borrosa, y segundos le tomó para reconocer aquella silueta alta.
Artem entró a la habitación sin ser escuchado por James; llevaba un arma en la mano y enseguida apuntó, pero necesitaba estar seguro de que el loco no dispararía antes de que él pudiese hacer algo, así que avanzó lo más lento y silencioso que pudo.
Cuando Themis lo observó, se puso muy nerviosa, aunque lo soportó, y como el pelirrojo había ideado aquel plan, se le notaba con naturalidad, sin embargo, Roselle se asustó, pues un paso en falso y alguien ahí iba a salir lastimado.
—Es ahora o nunca... —susurró tomando fuerzas, disimulando su futuro actuar.
No pudo razonar a tiempo.
Fingió perder de nuevo el equilibrio y se soltó del pelirrojo, así se abalanzó hacia el rubio repentinamente y con sus manos desvió el arma con un movimiento fugaz, a lo que James no pudo reaccionar hasta tenerla de frente. Luke tampoco pudo darse cuenta, pensó que estaba tan mal que no podía mover un dedo, no obstante, su actuar fue preciso y los dejó fuera de peligro en tan solo un segundo; pese a ello, ninguno contó con que al final, cuando Artem tomó al malo y lo dejó sin movimiento y amenazado, el cuerpo de la joven agente cayera sin dudar hacia el suelo frío.
—¡Roselle! —Fue lo último que escuchó la dama antes de perder la consciencia una vez más.
La habitación se encontraba en un sepulcral silencio del que nadie podía escapar, y sobre todo, dejar la preocupación no era del todo más factible, hasta que la señorita Wright abrió los ojos aquella mañana, entonces todos pudieron respirar con tranquilidad.
—¿C-cómo te sientes? ¿Todo está bien? —cuestionó el más cercano a la cama, es decir, Luke, que era al que más se le notaba la incertidumbre en el rostro.
—Estoy tan contenta... —expresó Themis, casi echándose a llorar por la alegría que sintió.
—¿A quien debo agradecer por esto? —Marius alzó las manos al cielo y les dio la espalda al sentirse alviado, aunque no se acercó para no sofocarla.
Los restantes, Artem y Vyn, se vieron más tranquilos al observarla despertar, aunque no quería decir que no estuvieron desesperados, incluso tanto para sacarla del hospital y mandarla a la Villa Von Hagen para que tuviera mejores cuidados, ello, debido a la droga que casi le arranca la vida y le dejó cuatro días inconsciente.
—Estoy bien... —murmuró la dama, llevándose al instante una mano a la frente para recargarse. Se sentía pesada debido a todo lo que durmió y el malestar era notorio.
No recordaba mucho de lo sucedido, solo que actuó sin justificación y los puso a todos en peligro, porque ahí, sobre esa comoda cama, comprendió que no estaba segura de si su plan iba a funcionar hasta que lo hizo. Tuvo suerte de que James pensara que era totalmente vulnerable al comportarse como un cobarde, y agradecía, por supuesto, que al menos sin saber que había pasado después de su acto estelar, era una buena señal que todos los miembros del NXX estuviesen ahí, sobre todo Artem.
—No te esfuerces —recomendó Themis al acercarse, pues al verle batallar para sentarse sobre la superficie, se ofreció siendo más rápida que el agente.
—Gracias. —Se acomodó y luego los observó uno a uno.
—La señorita Wright necesita saber que sucedió con este contratiempo indeseado —atinó a decir el albino, reconociendo el signo de interrogación nada más le vio.
Y tenía razón, antes bien, primero deseaba preguntarles cómo se encontraban, pero dadas las circunstancias, asintió para confirmar. Por ello, Luke se adelantó.
—James escapó —confesó, más que avergonzado, muy molesto al apretar los puños a sus costados y mirando el suelo—. Creo que al final todo el mundo se distrajo y se creo su propia salida, pero la verdad, siento que él ya no es un problema para ti —añadió serio, para luego observar a Marius, quien continuó.
—James Moore es ahora buscado por la policía y la NSB. Resultó que era el pez gordo del gobierno que mantenía un negocio ilegal a costas de su reputación —explicó y luego negó, sabiendo que ella entendía-. Aunque si me preguntas, no es más que un chivo expiatorio para mí. Y eso, por ahora, nos muestra que acercarse a ti o cualquiera de nosotros no es la mejor idea que se le puede ocurrir.
Era muy lógico, y sin dudarlo Roselle sintió alivio llevándose una mano al pecho. Mas, junto a ella, Luke dudó sobre tomar la palabra justo en ese momento.
—Roselle, yo... Lo siento, por haber dejado que la situación llegara a esta instancia. Themis y tú estuvieron en peligro y nunca me lo voy a perdonar —comenzó, decepcionado de si mismo por como habían resultado las cosas.
—No, Luke, soy yo quien debe disculparse, por haberte cargado mi pasado como si fuese tuyo y por haber creado ese sentimiento de venganza que nunca iba a dejar nada bueno. —Sonrió, complacida de poder dejar un poco de su trauma atrás—. Además, no medí el peligro en ese hotel, así que estoy contenta de que todos estén bien ahora.
—Sobre eso, fue realmente genial ahora que lo pienso. Te peleaste con esos hombres y le arrebataste la pistola a James; no cualquiera podría pensar de esa manera y actuar en el momento adecuado —halagó la abogada, aunque con pena por no haber hecho caso a sus indicaciones desde el inicio.
Roselle mencionó que todo era gracias al detective Pearce, pues era el entrenador personal que le instruyó en defensa propia y momentos de pánico, incluso por encima de la agencia de seguridad, no obstante, justo cuando comenzaban a reír por lo dicho, no tardaron en volver al tema, ya que después de todo, seguían en la Villa Von Hagen.
—Estará bien en esta habitación, seguirá siendo atendida como antes hasta que se mejore —señaló el de los orbes púrpuras, como si ello hubiese sido decidido.
—La llevaré a mi casa, como mi compañera, es mi deber cuidarle.
Pero Marius no contó conque Luke se opondría casi al instante, observando a la dama para que ella tuviera la última opción de elegir. Sin embargo, los dos no esperaron un tercer comentario.
—Le cuídaré, ella estará más segura conmigo —sentenció Artem, hablando por primera vez, pero lo único que logró fue hacer que los otros dos agacharan las cejas en negación.
—No eres capaz de cuidarle, y no empieces de nuevo con el peso de tu apellido, porque eso no funciona —explicó el niño rico.
—Ya nos quedó muy claro la última vez —complementó el pelirrojo, observando a Themis de manera inmediata.
Todos allí entendieron que se referían a la vez que la pareja de abogados fue privada de su libertad por Ava Kendricks en el edificio abandonado. En ese momento, el apellido Wing sirvió absolutamente para nada; incluso así, el castaño no retrocedió de su idea, y tampoco se mostró negativo antes las "burlas" de los jóvenes, porque aquel no era su argumento.
—Estoy de acuerdo, las probabilidades de que no cumplas con tu tarea de cuidarla son mucho más altas que antes, sabiendo de antemano que ya has fallado. —El psicólogo pareció dar la última palabra con el tema mientras su rostro mostraba estar esperando algo.
Roselle agachó la mirada hasta sus manos sobre su regazo, nerviosa e incapaz de decir algo, luego volvió a levantarla y la colocó encima de Artem. Durante todo ese tiempo había estado evitando hacer contacto visual, pues creía que el mayor estaba molesto porque no había tomado debidas precauciones ante el peligro, antes bien, al mirar directamente a sus orbes azules, encontró tranquilidad, y luego abrió la boca:
—Trabajaré desde casa las siguientes semanas, o hasta que Roselle se encuentre mejor. Esto no tiene que ver con mi apellido o influencias, tiene que ver con mi responsabilidad afectiva, puesto que es mi pareja sentimental de quien estamos hablando —confesó por fin frente a todos, sintiendo una especie de orgullo al ver que se quedaban en silencio.
Vyn levantó las cejas presuntuoso; Marius volteó el rostro no sorprendido, pero molesto porque le dejaron sin refutar; y por último Luke, que volteó de un lado hacia otro en una mínima de segundo para pedirle una explicación a la mujer que amaba en secreto.
—¿Cuándo ibas a decírmelo? —cuestionó. El tono de su voz se tornó lastimoso.
La involucrada negó un par de veces y balbuceó cosas sin sentido para responder, aunque no negó el hecho de que eran pareja. Pero ello no fue lo peor; quizá sentir tristeza de la voz del muchacho podía justificarse con un "pensé que confiabas en mi", lo inexplicable fue Themis saliendo a toda prisa de la habitación mientras se limpiaba las lágrimas del rostro.
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