catorce •

| AVERIGUAR |

—S-señor Wing, señorita Wright, estoy lista, podemos irnos —titubeó la abogada. Su mirada baja y avergonzaba decía que no esperó jamás encontrarlos en una situación tan comprometedora.

     Roselle entonces levantó la mirada, ya que podía verle por encima del ancho hombro por su posición, en cambio Artem le daba la espalda a la recién llegada, y aunque escuchó sus tacones resonar en el cemento, no se molestó en separarse de la joven agente hasta que fue necesario.

     —Themis... —susurró ella, nerviosa porque era la segunda persona, además de Luke, que los encontraba siendo cercanos.

     El abogado se levantó entonces de la banca y miró a la castaña. No tenía necesidad de explicarle qué estaba sucediendo, así que le sonrió amable.

     —Me alegro que todo haya ido bien, nunca dudé, aún así, felicidades por ganar el juicio. —Fue directo, sintiendo orgullo por la dama, después de todo ella estaba aprendiendo de él y a la fecha no había sido una perdida de tiempo, incluso menos cuando le admirada como persona.

     —Muchas gracias, esto no hubiera sido posible sin su ayuda y el NXX. Me alegro de que podamos darle a Huey un rayo de esperanza para su futuro —habló, pensando en todo lo que había sucedido al tratar de resolver ese caso, pero al final estaba contenta de haber limpiado el nombre de su amiga.

     La agente de NSB se levantó de igual forma de la banca, tratando de comportarse con naturalidad tal como el castaño.

     —Felicidades. —Entonces se dirigió a ella, sonriendo sin falsedad.

     Al igual que con Artem, Themis agradeció la felicitación, pero no pudo esconder como la contraria lo nerviosa que se encontraba por haberlos descubierto. La de los orbes esmeralda era realmente una persona curiosa y deseaba saber más, aunque se limitó por el momento.

     Después de ello, los tres subieron al auto. Themis ocupó el lugar del copiloto como en el viaje de ida, porque Roselle decidió que era mejor ocupar el trasero, y el abogado, evidente, manejaba. Se dirigieron así hasta el centro de investigaciones del doctor Richter en donde los demás esperaban.
En el camino, los únicos que mantenían la conversación eran los compañeros de firma, mientras que la albina se mantuvo viendo a través del cristal con la atención fuera de la tierra.

     —Ahí están —señaló la castaña cuando estacionaron cerca del lugar de encuentro.

     Como decía, Luke, Marius, Vyn y Hugh se encontraban en el jardín a las afueras de las instalaciones. Era un buen lugar para que el infante jugara, pero se mantenía junto a ellos sin hacer nada.

     —Yo prefiero esperar en el auto, si no es molestia —declaró la agente cuando los otros dos se dispusieron a bajar.

     —Oh, por mi no hay problema —Themis accedió, inquieta por la repentina decisión.

     —No es una junta oficial, está bien si no quiere estar presente —Artem, de igual forma aceptó su decisión.

     Con ello le dejaron sola.

     De reojo observó como se alejaban, y encontró curioso como era que el porte de los abogados parecía encajar perfectamente el uno con el otro. Solo les faltaba tomarse las manos y el ambiente haría resaltar su presencia como una pareja perfecta. Si solo Themis correspondiera los sentimientos de Artem, él sería feliz, sin embargo, ello no quería decir que las oportunidades con Luke crecerían, así que no valía la pena comparar las situaciones.

     Se sentía decaída y pensó que la presencia del psiquiatra no era la mejor para enfrentar en ese momento, por lo que se vio en la necesidad de huir.

     —Roselle me preocupa. —Antes de llegar hacia los que estaban esperando, la castaña soltó el inevitable comentario.

     —¿En qué sentido? —devolvió el adyacente. Sin quererlo bajó el ceño, pero no le miró directamente para no evocar sospechas de una conversación que no podían explicar.

     —Se ve que algo no está yendo bien para ella. Aportó lo mismo que todos nosotros para resolver el misterio de Jasmine, y aún así no siento que esté cómoda perteneciendo al NXX. —Evitó decir que el abrazo que compartían en la banca parecía más un consuelo que otra cosa, todo para no poner incómodo al hombre.

     —Tenemos la misma incógnita —confesó el ojiazul, por el momento resignado por no saber la respuesta.

     —Algo debemos hacer —aseguró Themis pensativa, aunque cuando Artem estuvo a punto de pedirle opciones, llegaron hacia los demás y la conversación no pudo continuar.

     Ahí, se habló acerca del futuro de Hugh; él por primera vez se vio realmente feliz por lo que el grupo había hecho por su madre, en especial le dio las gracias a abogada por su esfuerzo y terminó dándole un pequeño beso en la mejilla que hizo reaccionar a los demás presentes de diferentes maneras. Luego, el infante tuvo que irse con la familia que Luke y Roselle habían conseguido gracias a sus contactos en la NSB, y así, pronto estuvieron despidiéndose.

     Cuando la albina vio al abogado tomar su camino hasta el auto, observó a lo lejos como era que Themis y Vyn conversaban, sin embargo, bajó la mirada una vez más al recordar su compleja conversación.

—¿Sabes si Roselle y el señor Wing están en una relación?

     —¿A qué viene tan rapentina pregunta? —cuestionaba Luke a su mejor amiga.

     Compartían la comida en el departamento de la joven abogada y de pronto Themis encontró la oportunidad perfecta para preguntar sobre el inconveniente con Roselle, después de todo el pelirrojo era su compañero de trabajo y amigo cercano; era seguro que se conocían bastante bien.
     No obstante, el muchacho se vio metido en un problema cuando le asaltaron las preguntas, porque creía que de nuevo intentaría convencerle de no rendirse.

     —Esta mañana los encontré dándose un abrazo. Parecían muy cercanos y siento que a pesar de conocerse hace poco, la confianza entre ellos está creciendo cada día —explicó la dama, picando su comida como distracción.

     —No sé exactamente qué tipo de relación tengan. —El de los orbes coral dejó su comida a diferencia, incómodo por el tema de conversación e ignorando el recuerdo en donde los encontró besándose en el auto.

     Ciertamente su objetivo no era poner incómodo a su mejor amigo, mas, por algo debía comenzar.

     —También creo que a Roselle le sucede algo —expresó, obteniendo la entera atención del contrario—. Algo que ni siquiera el señor Wing sabe.

     —¿Algo como qué? —inquirió él, naturalmente preocupado.

     —Algo que tiene que ver con el grupo del NXX... —Se interrumpió la abogada, llegando a una conclusión nueva en ese mismo momento—. O tal vez, con el hecho de trabajar en equipo.

     Luke desvió la mirada, muy nervioso, y ello fue evidente.

     —Pues bien parece que no tiene ningún problema trabajando con el senior abogado —se quejó, gruñón y a la vez avergonzado. ¿Qué más daba? Ella sabía sobre sus sentimientos de antemano.

     Themis supo enseguida que él sentía celos, así que por ende, sabía que aquellos dos en verdad tenían una relación o algo parecido, de lo contrario el muchacho no se sentiría amenazado si conocía tan bien a su compañera. Agradeció entonces que se expresara de esa manera, porque le daba la respuesta.

     Roselle tenía un contratiempo mucho antes de unirse al NXX.

     —El doctor Richter pidió mi opinión antes de invitarla al grupo, dijo que era muy capaz y seguro tenía mucha experiencia siendo tan joven, pero que al mismo tiempo era indecisa, ya que su lenguaje corporal siempre mostraba inseguridad y miedo.

     Al escuchar sus palabras, Luke suspiró, negando para luego decir:

     —Roselle no solía ser así en el pasado. —Con ello hizo saber a su amiga que conocía el origen del problema.

     —¿Qué sucedió? Me gustaría saberlo, quizá de esa manera podría hacer algo por ella —ofertó, muy interesada en la verdad.

     —No sé si esté bien hablar de ello, no es un asunto en el que haya estado presente... —quizó argumentar para negarse, pero al saber que Themis tenía buenas intenciones, decidió seguir—. Ella me contó muy poco, dijo que no tenía importancia, sin embargo sé que la tiene.

     El pelirrojo comenzó entonces:

     Roselle había obtenido su puesto cuando tenía dieciocho años, antes bien, no fue hasta los diecinueve que comenzó a trabajar enteramente en ello. En aquel entonces pronunciar su nombre en la oficina era de mala suerte, porque su nombre bien pudo haber sido sinónimo de "trabajo duro".

     —Roselle atrapó a muchos peces gordos del gobierno que hacían malos manejos en general, pero su forma de trabajar no agradaba a sus compañeros.

     —Siendo todos agentes, ¿por qué no les agradaba? —curioseó Themis.

     —Porque para ser sincero, me parece más una estratega que una agente cómo tal. En realidad es... solía comportarse como un genio —corrigió el muchacho.

     Era diligente y muy estricta, la mayoría del tiempo trabajaba en solitario, no obstante, cuando se tenía la oportunidad de hacer una operación en conjunto, los demás agentes descubrían su naturaleza. La señorita Wright utilizaba todo lo que estuviera en su camino para obtener resultados, incluso a ellos.

     —Entonces ocurrió un incidente que inevitable se fugó hacia todas partes.

     James Moore apareció en el camino de Atenea y trabajó para ella con la esperanza de ser reconocido por el temible monstruo que caminaba en tacones, y a pesar de esforzarse tanto, ella declaró que no le servía y pidió que lo removieran del equipo que manejaba en aquel momento una investigación a gran escala. En consecuencia, él agente se vio ofendido con la acción tan repentina, aunque por fortuna, un familiar y alto mando no concedió que fuese eliminado y negó el derecho a Roselle.

     —... él arruinó la investigación por completo al decidir que podía desobedecer las órdenes del líder en medio de la marcha, solo porque desarrolló desprecio hacia ella; las consecuencias fueron terribles, dieciséis agentes murieron bajo la supervisión de Roselle.

     Themis abrió un poco la boca al saber el dato. Se dijo enseguida que aquello debió haber sido un gran golpe para la agente, y todavía lo era.

     —Pero no fue su culpa —renegó la abogada, como si pudiese defenderla en ese momento.

     —Te lo dije, ella no me dio muchos detalles acerca, solo se anunció que  había asumido toda la culpa y desde ese momento se le fue negado liderar, por ello tiene que conformarse con ser la compañera de un tonto como yo. —Rio, cínico, porque no era complicado saber el verdadero motivo de su castigo.

     En realidad James se protegió detrás de sus contactos con los altos mandos, y al no encontrar mejor culpable por la tragedia, Roselle fue el blanco perfecto.

     —Fue muy injusto, seguramente ha estado cargando con esto todo el tiempo cuando ella no tuvo opción —lamentó la abogada.

     Así era fácil comprender el cambio drástico que tuvo la agente en tan poco tiempo, y porque a pesar de ser competente, luchaba por no cometer otro error como el de aquellos días, todo escondiéndose detrás de su libreta de notas y diciendo por ahí que solo servía de secretaria.

     —Si tan solo hubiese estado con Roselle en esos momentos tan difíciles, tal vez hubiese podido hacer algo por ella, pero en cambio tuvo que pasar por todo eso sola, sin nadie que la defendiera por motivos injustos y envidias. —Luke también lo lamentaba, porque nadie merecía un trato como aquel que le dieron.

     Por encima de sus sentimientos, el detective hubiese estado dispuesto a darle una mano a la muchacha cuando sucumbia ante lo peor que pudo haberle pasado en su carrera como agente, no obstante, llegó tarde... dos años tarde, cuando la asignaron como su compañera y entonces se enamoró de ella completamente.

Aburrido, pero necesario.

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