Parecía que despertarme junto al castaño se había convertido en algo normal, aunque en ésta ocasión, fue en mi habitación.

Sostenía su cabeza con ambas manos, producto de la migraña e incluso un poco de remordimiento. En la madrugada, solamente tomamos la decisión de huir y eso era todo lo que queríamos, sin tomar en cuenta que ambos habíamos bebido.

—Me siento pésimo, no solamente quebranté la ley, sino que pudimos morir— lucía demasiado preocupado, pero era inevitable encontrar la situación tan graciosa.

—Pero no pasó nada, más bien deberías sentirte pésimo por el dolor de cabeza.

Salí de la habitación y me encaminé a la cocina, en donde busqué una pastilla y llené un vaso con agua para llevárselo, el cual recibió gustoso al recostarse en el respaldar de la cama.

—Hay algo que me molestó bastante; al idiota ese no le bastó con robarse mi novia, sino que también intentó hacerse el héroe frente a mi amiga —colocó el vaso sobre la mesita de noche.

—Es mi ex novio.

Hizo una mueca bastante divertida, probablemente sintió que había metido la pata y que era un completo idiota.

—¿Qué es lo que ven? —se aclaró la garganta e intentó no verme a los ojos.

—Antes era un chico lindo. Fui su primera novia y él fue mi primer novio, seguramente fue por eso, pero ya sabes... cuando te vuelves novia de un chico que tal vez no es tan atractivo, todas comienzan a acosarlo. Se hizo más vanidoso y se le subió el ego, pero debo aceptar que su apariencia sí había mejorado.

—¿Lo terminaste?

—Por supuesto, comenzó a engañarme, meterse en problemas e iba de fiesta en fiesta, eso es contradictoria, ahora hago exactamente lo mismo. Unos cuantos meses después, se cansó de todo e intentó buscarme, pero ya no era un chico dulce y atento, sino que un idiota.

—Supongo que para ella fue el cliché de chico malo que la mayoría desea.

—Se lo perdió, porque creo que son mejores los chicos buenos —le hice un guiño y él me lanzó una de las almohadas, mientras sus mejillas se enrojecían.

—¡So Hee! —la puerta se abrió de pronto, dejando expuesta a mi mejor amiga, quien no sabía qué más decir.

—¿Necesitas algo?

—No, no... yo. ¿Están vestidos? —preguntó con sorpresa, lo que me indignó.

Nunca llevaba a chicos a nuestra casa, y que dijera eso frente a Jungkook hacía las cosas peor, ¿qué pensaría de mí? Era consciente de la probabilidad que no tuviese una imagen tan buena respecto a mí, pero tampoco era para tanto.

—¡Claro que sí, estúpida! —en ésta ocasión, fui quien le lanzó una almohada en la cara —. Es Jungkook, el amigo del que te hablé— la vi enojada y ella pareció comprenderlo.

—Entonces tenías razón respecto a que era un buen chico. Jungkook, tienes mi completo consentimiento, puedes robarle el corazón cuando quieras —hizo una reverencia de una forma bastante dramática.

—Agradecería mucho si te vas —le sonreí de la forma más falsa que pude, pero logré que lo hiciera.

—Creo que es hora de que yo también lo haga, tengo muchas cosas que hacer —se levantó.

—Espera, debo entregarte la ropa —metí la ropa que me había prestado en una bolsa de papel y se la entregué; sin embargo, cuando iba a salir de mi habitación, lo abracé por la espalda.

Jungkook se quedó quieto, mi acción lo había tomado por sorpresa. Al inicio los músculos de su espalda se tensaron, pero poco a poco volvieron a la normalidad.

—Kookie, últimamente pienso mucho en ti, es que ya no sé qué haría sin ti— lo abracé con más fuerza y apoyé mi mejilla derecha contra su espalda.

—¿Cómo debería tomármelo? —su voz era baja y tenía una pincelada de nerviosismo.

Creo que no medí muy bien mis palabras y tenía miedo de que las malinterpretara, lo menos que quería hacer era jugar con sus sentimientos, pero la sensación tan agradable que estaba viviendo tan cerca de su anatomía, también me hizo sentir confundida.

Jungkook era agradable, bueno y demasiado atractivo, justamente ese gran detalle no podía pasarlo por alto. Sus piernas eran un tanto largas y estaban bien trabajadas, además, también podía sentir sobre la tela de su camisa su abdomen marcado; su cabello siempre olía bien, al igual que todo en él, porque, aunque su cabello tuviese un ligero aroma frutal, la fragancia del resto de su cuerpo era demasiado varonil, una combinación perfecta.

Pero, probablemente lo que más me gustaba de él, era cuando se ponía nervioso ante un cumplido, no podía pasar por alto sus mejillas sonrojadas y su comportamiento infantil.

Me di cuenta de que estuve en silencio por más tiempo del que debía e intenté hablar, sin estar muy segura de mis palabras.

—Eres algo así como mi héroe personal —reí en un intento de eliminar la tensión en el ambiente —. No te importa que sea un completo desastre, porque de todos modos me escuchas. En poco tiempo te has ido transformando en ese mejor amigo que siempre busqué —quité las manos de su cuerpo.

—Ah, claro, por supuesto —correspondió mi risa, mientras se giraba para quedar frente a mí, pero no soy tan tonta como para no darme cuenta de que su intención era la misma que la mía —Oh, ¿tienes fiebre? —llevó ambas manos a mis mejillas

¡Diablos! No sabía que me había sonrojado al igual que él.

—No.

¡Eres una tonta, So Hee!

—Creo que la situación me puso un poco nerviosa. Supongo que es algo normal cuando le confiesas a otra persona sus sentimientos.

—Te entiendo, me pasa todo en tiempo —quitó sus manos —. Nos vemos luego, cuídate, ¿sí?

—Lo haré.

—Intentaré confiar en tus palabras —me sonrió y se marchó.

Finalmente, sentí que podía respirar nuevamente y me dejé caer sobre mi cama.

Junkook es solo un amigo.

Lo conocí hace poco tiempo, en realidad, muy poco tiempo, menos de un mes.

No pienses en lo increíblemente atractivo que es tu amigo, eso no hacen los amigos.

Pero Taehyung no es mi amigo y no puedo evitar pensar en lo increíblemente caliente que es, mucho menos después de lo que pasó anoche. Soy una completa idiota, si Jungkook no hubiese llegado... creo que el resultado sería más que obvio.

—So Hee... deberías salir ahora mismo —mi amiga entreabrió la puerta.

Me levanté un tanto desganada y le hice caso, pero en cuanto lo hice, me señaló la puerta de al frente y tomé esa dirección. ¿Qué más podría estar pasando?

En cuanto abrí la puerta, observé que frente a Jungkook, se encontraba nada más y nada menos, que mi exnovio.

Por supuesto, lo normal, ¿no?

Yoongi observaba a mi amigo con recelo y cara de pocos amigos, pero luego reaccionó a mi presencia e intentó verse un poco más relajado, mientras que evidentemente el castaño estaba confundido, hasta yo lo estaba.

—No pudimos saludarnos de forma adecuada ayer, ¿no lo crees? —se acercó a mí, y el castaño intentó permanecer al margen, aunque eso no quitó que prestara atención.

—¿Era realmente necesario? Ni siquiera eres mi amigo —me encogí de hombros, pero eso solamente le causó risa.

—Es verdad, estabas bastante ocupada —movió su cabeza en dirección a Jungkook y luego a otro lado, seguramente se refería a Taehyung.

—Lo siento, no era mi intención lastimarte porque no estuve ocupada contigo, en realidad, creo que nunca lo estuve. Ya me hiciste recordar el motivo por el que terminé contigo —mi mueca de asco eliminó su sonrisa burlona.

—Como estaba cerca, creía que visitarte sería una buena decisión —intentó cambiar el tema.

—So Hee, ¿estás lista para salir a comer? —Jungkook intervino de pronto, lo que me sorprendió.

—Siempre lo estoy —le seguí el juego y caminé hacia él.

—Ah, por cierto, creo que estamos a mano —clavó sus ojos en Yoongi —. Te llevaste a mi exnovia, entonces yo me llevo la tuya.

¡Oh por Dios! No conocía ese lado de mi amigo, pero me sentía tan triunfante como él.

Tomé la mano de Jungkook y eso aumentó la sorpresa en el chico de cabellos azules, pero sabía que no se quedaría callado.

—Imbécil, como si esto se fuera a quedar así. Será demasiado fácil desechar a tu ex y quedarme con ella —intentó no gritar, pero las venas de su cuello mostraban su enojo.

—No lo creo, Yoongi. En poco tiempo Jungkook se ha transformado en mi todo, además, no es un idiota como tú —vi a mi amigo de reojo y ambos sonreímos.

Nos encaminamos a su auto y recordé que estaba hecha un desastre, como cada vez que salía con Jungkook, incluso llevaba unas pantuflas de gatitos y mi maquillaje hasta estaba corrido, parecía un mapache.

—¡Diablos! Solamente mírame, soy un asco —el castaño comenzó a reír y me alcanzó una bolsa de tela que tenía en los asientos de atrás.

Bueno, no era de extrañar que el muy aseado chico llevara en su auto, toallitas húmedas, una caja con servilletas, alcohol en gel y demás.

Pasé las toallitas húmedas por todo mi rostro y me fijé en el espejo de su auto, bueno, por lo menos estaba un poco más decente.

Sentí mi celular vibrar y observé que tenía algunos mensajes.

Desconocido:

No pienses que vas a escaparte, So Hee, pronto terminaremos lo que comenzamos.

9: 46 am.

Hoseok:

Hola, lamento no haberme comunicado antes, pero estaba algo ocupado... quería preguntarte si mañana tienes algo que hacer (exactamente al medio día, jajaja).

8: 03 am.

Yo:

¡Hola! Revisaré mi agenda... aparentemente no.

1: 23 pm.

Hoseok:

Entonces, tal vez podríamos salir a almorzar.

1: 27 pm.

Yo:

Ya estaba pensando que habíamos huido para no cumplir.

1: 28 pm.

Hoseok:

Jamás haría algo así, soy un hombre de palabra.

1: 28 pm.

En ese instante sentí como de verdad era un completo desastre, iba a salir con un desconocido, mis sentimientos por mi amigo eran extraños, aparecía mi primer novio y dejó sus intenciones más que claras, pero lo peor, era que constantemente pensaba en el maldito idiota de Taehyung, incluso ayer estuve a punto de cometer una completa estupidez con él.

Sin embargo, mi corazón continuaba perteneciéndole a Jin, a pesar de todo, no lograba sacarlo del todo de mi cabeza.

*****

Hola, ya sé que me tardé un poco en subir el capítulo, pero probablemente en un par de días (o menos), subiré el capítulo 10.

Ya So Hee como que no se encuentra entre un triángulo amoroso, sino que es más que eso, jajaja.

¿Quién es su personaje preferido por el momento? Creo que el mío es Jungkook, es prácticamente perfecto.

Muchísimas gracias por el apoyo, en serio lo agradezco muchísimo.