Capítulo 28
Ha pasado casi un mes desde que vi a Jin por última vez. Obviamente mi petición de alejarme por un tiempo no le sentó del todo bien, hasta me señaló de mal agradecida. En cuanto le respondí que fue decisión suya regresar, se indignó.
Afortunadamente, Suni me ayudó a buscar ayuda profesional. Mencioné el regreso de un ex novio, aunque lo hice ver como si fuese otro, no Jin. Sus consejos me hacían sentir menos mal, hasta cierto punto comenzaba a abrir los ojos otra vez.
Si quería sanar mis heridas pasadas, no podía regresar a lo mismo, de lo contrario, estas se profundizarían.
Sin duda alguna, estaba siendo una decisión extremadamente difícil, pero debía elegirla por mi propio bien. En todo caso, nadie se preocuparía por mí si yo misma no lo hacía. Además, los buenos recuerdos ya se encontraban en mi memoria, si continuaba, estos podrían generar que los negativos incrementaran.
Asimismo, nuevamente me sentía herida y traicionada, a ese paso parecía que sería una cadena sin fin si no me animaba a tomar otra decisión, una muchísima más apta para mi vida y salud emocional.
¿Cómo me limité a ver el aspecto agradable de un demonio? De verdad no esperaba que ocultaran un aspecto tan maligno. Fui bastante ingenua al respecto.
No quería que los demás siguieran haciendo conmigo lo que se les antojaba y luego pretendieran no haber hecho nada. Me prometí a mí misma no permitirlo otra vez, estaba completamente segura de ello.
Ir a trabajar y actuar como si nada hubiese pasado, era difícil. Incluso, debía evitar dejar escapar las lágrimas. Ese era mi sueño, necesitaba mantener la calma y compostura para alcanzar mis otras metas.
Algunos días sentía como si todo se me estuviese viniendo abajo, más cuando Jin venía a buscarme y terminaba alejándolo o diciéndole mi deseo de estar sola por un tiempo; sin embargo, otros no eran malos, salía con mis amigas, lo cual me ayudaba para distraerme.
Justamente así fue pasando el tiempo, mientras me alejaba de todos aquellos que consideraba poco aptos para mi vida.
—So Hee —no sabía cómo persistía. La mirada de Jin ya no me daba tanta lástima como antes.
—El 15 del próximo mes hablaré contigo —hablé con la mayor seriedad posible —. Te daré una respuesta. Por ahora quiero estar completamente sola.
—No es bueno que estés completamente sola. Yo puedo darte la ayuda, compañía y protección que necesitas —suplicaba.
—Entiendo la preocupación, pero ese es el problema, debo aprender a protegerme por mi propia cuenta.
—Está bien, está bien —suspiró —. Te veré ese día, mi dulce So Hee.
Su mirada entristecida no me conmovía. Necesitaba ser firme y egoísta con relación a mi vida.
El otro restaurante de Hoseok ya tenía varios meses de haber sido inaugurado, además, su decoración es genial. Yo la hice, obviamente sería fabulosa. Nunca antes visité con Suni uno de los restaurantes de mi amigo, por ello decidí llevarla, así también le agradecería su apoyo incondicional y preocupación.
—¡Está precioso! —mencionó en cuanto le echó un vistazo al lugar.
Mi cliente quería una combinación entre lo moderno y rústico, de modo que las personas se sintieran como en casa al llegar al sitio. Lograr una combinación así fue bastante complicado, hasta realicé numerosas entrevistas para conocer la opinión de las personas.
El restaurante no es solamente visualmente agradable, los diversos aromas son muy apetecibles y las melodías resultaban muy encantadoras. A cualquier persona le encantaría visitar un lugar así. Personalmente, prefería pedir comida en casa; no obstante, en el restaurante lograba sentirme cómoda al inspirarme cierta privacidad. A diferencia de muchos, las mesas no estaban demasiado cerca.
Los clientes podían elegir comer en la primera planta, en los comedores privados, ubicados en el segundo piso, o en la terraza.
—Quizás más adelante debería pedirte una remodelación de mi oficina, desde hace mucho tiempo no hago una —Suni arrugó la nariz.
—Entonces intentaré hacer algunos diseños pronto.
—¡Tan eficiente! Tu jefe debe adorarte.
—¡Para nada! Ni me recuerdes a ese hombre mal agradecido y desconsiderado, siempre me ve con superioridad, además, mis diseños nunca le parecen lo suficientemente buenos; sin embargo, ganaré el concurso de diseño y se lo restregaré.
—Eso dice, pero en cuanto crees tu propia empresa, se arrepentirá por no haberte valorado.
—Hace unos días mi papá estuvo por aquí por un viaje de negocios. Pasó a saludarme y me dio el número de un amigo suyo, el cual necesitaba renovar su casa. En cuanto lo vio entrar y se dio cuenta de que era socio de una compañía de diseño publicitario, así como el propietario de de Classy bags, casi se va de espaldas. Se la pasó fingiendo ser simpático, le ofreció café e hizo como si fuese amigo mío. Deseé profundamente decirle sus verdades, aunque logré contenerme bastante bien.
—¡Qué mala suerte! Por dicha mi jefe no es así.
—Valóralo bastante. No hay nada peor que un jefe odioso.
Leímos el menú, la mesera llegó para atendernos y tomar nuestra orden.
—Todo estuvo demasiado delicioso. La próxima vez tenemos que venir con las chicas —ambas nos pusimos de pie al finalizar.
Pagué la cuenta desde el celular y nos dispusimos a salir; sin embargo, escuché algunas risas detrás de mí, por lo que me giré con curiosidad.
¿Para qué lo hice?
Jungkook inmediatamente dejó de reír y me observó petrificado. La chica a su lado también me dirigió una mirada. Éramos completamente distintas, ella era más baja, tenía un encanto natural y lucía bastante dulce; inclusive, se tomó la libertad de sonreírme.
Era imposible no corresponderle; asimismo, posiblemente ella me desconocía. Su acompañante bajó la mirada, como si estuviese siendo mortificado por la culpabilidad, cuando no debería ser así, ya pasaron varios meses.
—Espero que tengan una agradable noche —fue difícil decirlo, pero mis palabras eran honestas.
Desde un inicio sabía que él merecía a una chica tan buena como él, así encajarían a la perfección y podrían pasar buenos momentos juntos.
—¡Qué amable! Muchísimas gracias —hasta su sonrisa era resplandeciente.
Estaba demasiado lejos de ser amable, aunque su actitud me parecía encantadora.
Ella tomó a Kook del brazo y besó su mejilla. No debía ser demasiado lista para notar su tensión. Suni permanecía a mi lado, no decía nada, aunque estaba tan sorprendida como yo.
—Vamos, tengo que pasar por algunas cosas en el camino —agradecí su intervención.
Una parte de mí quería ser perseguida por él, aunque la otra era consciente y sabía que no debía ser así.
—Ya casi regreso —lo escuché a mis espaldas.
Después de tanto, ya no debía ilusionarme, estaba cansada de ello. Era hora de dejarlo tranquilo, permitirle ser feliz junto a alguien más.
—Hee —sus pisadas se detuvieron a unos cuantos metros detrás de mí.
No quería girarme, si veía su rostro, me dolería muchísimo. Suspiré profundamente para encararlo, porque ese era el momento ideal para agradecerle por todos los buenos momentos y despedirme.
—Jungkook —mi voz fue más fuerte de lo que esperé, hasta me felicité internamente por ello.
—Yo en serio... —su cabello era movido por la brisa y sus ojos se veían más brillantes de lo usual; asimismo, tenía cierta dificultad para hablar.
—No me debes ninguna explicación, disculpa o algo por el estilo. Es momento de que seas feliz junto a alguien que realmente te aprecie. Basta con darle un vistazo a ella para saber que es la indicada. Ni siquiera debes disculparte por algo que hice contigo todo el tiempo, jugué con tus emociones. Además, debo salir de tu vida, soy demasiado tóxica para ti, así que no deberías lidiar con ninguno de mis problemas —abrí la puerta del auto de Suni.
—Si no te lo digo, me arrepentiré —por su compostura, parecía decidido.
—Es mejor si no dices nada. En realidad, te arrepentirás si lo dices. Adiós —subí al auto.
Lo vi dar algunos pasos en dirección al vehículo; no obstante, se giró e ingresó al local.
Todo fue tan inesperado...
Sentí mi celular vibrar y lo saqué un poco nervioso, no quería que fuese él. Leí un "Me encanta como pagan lo que te merecían" y deduje que no era él. Bloqueé el número, pero fue en vano, luego me llegó otro mensaje del mismo "Sigo pendiente de ti, no creas que te escaparás tan fácil y pronto. Su miseria será mi alegría".
Honestamente, sí creí que él había obtenido suficiente; sin embargo, Taehyung parecía estar dispuesto a seguir haciéndome la vida imposible. Temía muchísimo verlo otra vez y enfrentarlo. La pesadilla aparentaba no tener un final, lo cual comenzaba a ponerme ansiosa.
Debía prepararme psicológicamente, porque el otro mes no solo pondría a Jin en su lugar, sino también a ese molesto tipo.
—¿Estás bien? —la preocupación de Suni me hizo salir de mi trance.
Algunas lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas inconscientemente.
—Lo... estoy —mi voz se quebró a lo último.
Haber visto a quien acepté amar, junto a alguien más, fue la gota que colmó el vaso. Después de todo, no podía evitarlo a pesar de mi negación. Dolía pensar en su eterna ausencia.
Escuché como algo se impactada fuertemente contra el auto. El parabrisas no solamente estaba quebrado, la sangre comenzó a deslizarse por este y la persona hizo ruido al caer en el suelo. Suni detuvo el auto inmediatamente, además, nos apresuramos a bajar para ver el estado de la persona.
Suni estuvo a punto de desmayarse, pero la abracé con fuerza para evitarlo. La persona tenía las piernas quebradas, mientras su rostro y brazos tenían numerosos vidrios incrustados.
Era imposible que Suni lo haya atropellado, esa persona pareció caer desde arriba, lo cual tampoco tenía una explicación lógica.
Otras personas se acercaron al sitio y llamaron una ambulancia.
—So Hee, ¿están bien? —Jin apareció; sin embargo, algo en él no me convencía en lo absoluto.
—¿No es demasiada coincidencia? —me crucé de brazos.
—¿Me estás culpando? Prometí no hacer algo malo, Hee. ¿Cómo puedes desconfiar de mí? —la estaba reprimiendo; no obstante, su expresión me estaba resultando demasiado familiar, como la de Taehyung.
Encararlo no sería la mejor decisión en ese instante, así que hice lo posible por controlarme.
—¿Quién era él?
—¿De quién hablas?
—El chico fuera del restaurante.
Su actuación se estaba viniendo abajo, cada vez me percataba más de su oscuridad. Afortunadamente la ingenua So Hee desapareció, nadie se burlaría o me mentiría en la cara.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top