Capítulo 22
Después de tres días, intenté dar lo mejor de mí en el trabajo, todo ello en un intento desesperado de distraerme y sacar todos los problemas de mi cabeza, aunque parecían acumularse cada vez más. Al menos, agradecía profundamente que Taehyung me haya dado espacio.
Estuve todo el día corriendo de un lado otro cargando cajas, carteles, hojas, cafés... todavía era la nueva y se aprovechaban de ello, por eso me exprimían a más no poder.
—¡Malditas armas de tortura! —en cuanto ingresé al apartamento, lancé los terribles tacones café en la entrada.
Tiré mi bolso en el sillón, el abrigo en el suelo y me encaminé a mi habitación descalza, me dejé caer en la cama. Por suerte Suni no estaba, así no me regañaría por mis acciones y actitud, pero debía recoger todo el tiradero antes de que regresara.
Di unas cuantas vueltas sobre la cama y pensé en ponerme unos parches contra el dolor en mis pies. No me importaba ser regañada, pero con tal de evitar ese tipo de malestares utilizaría zapatillas. Ni siquiera le desearía a mi peor enemigo correr en tacones de un lado a otro durante varias horas, mis pobres pies estaban rojos e inflamados.
Escuché el timbre del apartamento resonar, me levanté lo más rápido que pude y levanté el tiradero que hice tiempo atrás, por último, coloqué los zapatos en la zapatera de la entrada.
—Ah, ¿por qué saliste más tempra...? —las palabras quedaron en el aire en cuanto observé a un tímido Jungkook frente a mí, quien me analizaba con cuidado y me veía expectante.
—¿Puedo pasar? —preguntó en un débil murmullo.
No.
—Kook, de verdad...
No, eso era lo que debía responderle, pero no podía hacerlo, menos cuando lucía como un perrito regañado.
¡Maldición!
Suspiré profundamente y solamente asentí. Entró en silencio, por un instante deseé que todo fuese diferente, porque era la primera vez que no nos saludábamos con efusividad. Definitivamente el ambiente era tenso, demasiado serio.
—Puedes sentarte —señalé uno de los sofás, pero se giró y me abrazó con fuerza.
Tenía una batalla en mi interior, debía alejarme, pero realmente quería ese abrazo, era todo lo que necesitaba.
—Por favor, no lo hagas más difícil —intenté apartarlo; sin embargo, me abrazó con más fuerza.
—Lo siento mucho, Hee, no puedo apartarme de ti. Probablemente estás molesta porque no te he prestado suficiente atención, lo entiendo, pero no volverá a ser así, lo juro —acarició mi cabeza con ternura.
A ese punto intentaba retener las lágrimas y no dar el brazo a torcer, algo completamente difícil. Él se sentía culpable, cuando era el único en no tener la culpa de absolutamente nada.
—Nada es tu culpa, no te sientas culpable por algo así, comprendo completamente tu posición, pero...
—No quiero escuchar "peros", me dan muchísimo miedo —rió por lo bajo.
Su brazo derecho rodeaba mi cintura, su mano izquierda seguía en la parte de atrás de mi cabeza, además, era consciente de sus profundos suspiros y su voz ligeramente quebrada por el probable nudo en su garganta.
—Por favor, Hee, no me dejes en un momento así, eres lo único que tengo ahora, necesito de tu apoyo. Por favor, haré lo que quieras —sentí unas gotas caer en mi cabeza.
Probablemente era la peor escoria por jugar con sus sentimientos de esa manera, pero no quería verlo más lastimado.
—¿Lo que quiera? Quiero que te alejes de mí, Jungkook —me alejé de sus brazos.
A él no le importaba ser visto tan vulnerable, su labio inferior temblaba ligeramente, sus ojos estaban vidriosos y algunas lágrimas se deslizaban por sus mejilas.
—Yo te...
—No lo digas, por favor, esas palabras harán peor las cosas —sin querer, dejé escapar unas cuantas lágrimas, las cuales él limpió con su pulgar.
Su tacto era lo que más anhelaba, además, quería que me dijera un "Todo estará bien" aunque no fuese cierto.
—¿No sientes lo mismo? ¿Qué nos detiene, So Hee?
—Es más complicado de lo que piensas, nos detiene más cosas de las que puedas imaginar. En realidad, no quiero alejarte, quiero estar contigo, pero ahora no podemos.
—Entonces dime los motivos, si no lo haces no podré ayudarte; sin embargo, quiero preguntarte si ¿me amas? Al menos quiero saberlo.
¡Por Dios! Verlo tan roto era lo peor, quería mandarlo todo al carajo y simplemente desaparecer junto a él.
—Si contesto será peor —intenté permanecer firme.
—Si contestas, me alejaré de ti.
—Yo... también te amo, Kook —sollocé, mientras sentía sus brazos rodearme nuevamente.
—Resolvamos todo juntos, te apoyaré y ayudaré en lo que sea necesario, Hee, pero no nos separemos, por favor —limpió nuevamente mis lágrimas y comenzó a dejar besos en mi rostro.
Quizás debí ser grosera con él para alejarlo definitivamente, pero no podía hacer algo así con él, cuando ni siquiera merecía ser lastimado.
—Cumple con la palabra de alejarte, será lo mejor para ti, no quiero que salgas lastimado.
—No pienses solamente en mí, piensa en lo mejor para ti.
—Es que no lo comprendes, lo mejor para mí es que no salgas lastimado.
—So Hee, So Hee —lucía desesperado, acercó su rostro al mío y sin previo aviso estrelló nuestros labios.
Un beso completamente dulce, que poco a poco se tornaba en amargo por el sabor a despedida.
No debía hacerlo.
—No podemos — lo aparté otra vez.
—Creo que nunca lograré comprender el motivo y justamente eso me está matando. Vine hasta ahora porque quise darte espacio para pensarlo todo mejor, tenía la esperanza de que cambiarías de parecer porque eso solamente era un error o algo así.
—Y lo hiciste bien, no te culpabilices más.
—So Hee, júrame que me buscarás cuando sea el momento, cuando las preocupaciones pasen.
—Lo... juro.
Probablemente estaba mintiendo, pero necesitaba alejarlo definitivamente.
—Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, no dudes en llamarme —se limpió las lágrimas —. Nos vemos luego —intentó sonreír, pero sus labios formaron una mueca.
Se encaminó nuevamente a la salida y abrió la puerta.
—Adiós —me despedí.
Ambos nos observamos por varios segundos y él se marchó.
Quería volver el tiempo atrás, pero si no hubiese conocido a Taehyung, probablemente tampoco lo habría conocido a él, ese increíblemente lindo chico que intentó ayudarme sin siquiera conocerme. Y si volvía el tiempo más atrás, Jin seguiría conmigo, tanto dolor pudo ser evitado.
—So, ¿te encuentras bien? —Suni se acercó preocupado.
Ni siquiera me di cuenta de cuando entró, pero agradecí su cariñoso abrazo. No sé qué haría sin mi mejor amiga, ella siempre estaba a mi lado. La amaba sin importar los regaños, consejos, mal genio, efusividad y absolutamente cualquier cosa.
—Le dije que se alejara —la abracé con más fuerza.
—¿Por qué le dirías algo así? —estaba impresionada.
—Hay demasiadas cosas que desconoces al igual que él, pero si sigue conmigo podría ser lastimado.
—¡¿Por qué me estás ocultando cosas, So Hee?!
—No quiero que salgan lastimados por mis problemas.
—Eres tonta, espero que me digas todo para poder ayudarte.
—Lo haré, pero mudémonos de aquí, me sentiré más segura si lo hacemos.
—Está bien, ambas tenemos trabajo ahora, entonces podríamos conseguir un sitio más cercano a nuestros trabajos.
—Bueno, intentaré explicarte algunas cosas, pero promete que me escucharás hasta el final y no me tratarás como una loca.
¿Contarle era lo mejor? Tal vez no, pero necesitaba desahogarme. Solamente esperaba que ella me creyera, aunque todo pareciera una locura, la cual fue hasta difícil para mí creerla.
*****
Como algunas personas no leen las notas, LEAN ESTA, por favor, es importante, jajaja.
Hola, ¡muchísimas gracias por los 50k! En serio lo agradezco muchísimo. Cuando comencé la historia no le tenía muchas expectativas, pero todo ha sido por su apoyo y paciencia. Como agradecimiento, haré maratón, así que en un rato subiré dos capítulos más.
Ya saqué cuentas y finalmente hice una lista con los capítulos pendientes, quedan unos 16 (entre capítulos normales, cortos, el final, epílogo e incluso 3 extras). Por fin me inspiré un poco y logré hacerlo, ya cuando el fic lleva más de la mitad.
También quiero hacer una pequeña aclaración/explicación respecto a los demonios. Como ya se sabe, en este fic pueden cambiar de apariencia, además, pueden elegir la que les gusta más para utilizarla más seguido; sin embargo, en realidad no tienen un género o sexo determinado porque pueden ser lo que deseen cuando se les antoje, lo mismo pasa con la orientación sexual, no tienen ninguna en concreto y simplemente tienen relaciones sexuales con quienes deseen, pero algunos, como Tae, tienen ciertas inclinaciones por quienes lucen como mujeres (recuerden que él se arrepiente constantemente por el pasado, de cierto modo todavía quiere ser humano y por ello prefiere a las chicas, como cuando estaba vivo, aunque eso no le impide tener relaciones con otros demonios muy de vez en cuando, porque en realidad no le agrada mucho los de su misma especie).
En cuanto a Fred, generalmente utiliza la apariencia de un chico y no se acerca a ningún otro demonio porque tiene una inclinación hacia Tae, por más que lo rechace. En conclusión, no existen demonios heterosexuales u homosexuales, simplemente son demonios y por eso pueden estar con quien desee, la mayoría no se fija en la apariencia, solo a algunos que les entra el existencialismo por recordar su vida como humanos, aunque con el tiempo terminan cambiando de parecer y aceptan su nueva forma de "vida".
No sé si expliqué eso bien, soy bastante mala explicando, entonces pueden hacerme preguntas si no quedó claro.
En fin, probablemente más adelante explique más sobre Fred. Nos vemos en un rato.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top