Ni siquiera pasó mucho tiempo, pero los vecinos ya estaban cerca del lugar, algunos veían la escena con terror, mientras otros llamaban con impaciencia una ambulancia. Jungkook yacía junto a su amigo, acariciaba su cabello con sus manos temblorosas y su cuerpo se sacudía por los sollozos. Me agaché y coloqué mi cabeza contra la espalda de Jungkook en un banal intento de tranquilizarlo.

—No puedes irte, Jimin, ¿qué haría sin ti? —sujetó su mano.

Por dicha los paramédicos no tardaron mucho tiempo en llegar y subir a Jimin en la camilla, pero Jungkook se negaba rotundamente de alejarse de él.

—Todo estará bien, Kookie.

—Lo siento, pero debo irme con él —sus ojos estaban completamente rojos.

Nunca en mi vida lo había visto tan devastado, hasta mi corazón dolía. Su sonrisa jovial y siempre cargada de alegría, fue reemplazada por una expresión de puro dolor y terror.

Intenté acompañarlos, pero no me lo permitieron, por eso tuve que subir nuevamente al apartamento de Kook y tomar mis pertenencias, incluso la policía se hizo presente tiempo después, comenzaron a buscar posibles pistas en todo el edificio, hablaron con varios vecinos y yo no fui la excepción.

Odiaba profundamente ser entrevistada y encontrarme nuevamente cerca de la muerte, ¿qué hice para merecerlo? Tarde o temprano algo terrible sucedía en mi vida.

—Señorita —un policía llamó mi atención para que le respondiera.

Intenté hacerlo, pero ninguna palabra lograba salir de mis labios, mi cuerpo estaba temblando y las lágrimas no se detenían.

—Jin —fue lo único que salió, incluso ni siquiera comprendía el por qué.

Me puse de cuclillas, repetía su nombre una y otra vez. La imagen de Jin tendido en el suelo, mientras se formaba un charco de sangre aparecía una y otra vez en mi cabeza.

—Creo que está teniendo un ataque de pánico —una oficial se acercó a mí, evidentemente estaba preocupada.

Coloqué ambos manos en mi cabeza y presionaba el cabello con mis dedos, quería tranquilizarme, pero no podía. El aire comenzaba a faltarme y las voces a mi alrededor se escuchaban cada vez más lejanas, solo sé que alguien me cargó.

***

El tono blanco y ese espantoso olor a alcohol y otros productos de limpieza solamente podían significar algo, estaba en el hospital, uno de los sitios que más detestaba.

Tenía muchísimo miedo que todo se repitiera otra vez e incluso sospecharan de mí, porque años atrás muchos me vieron con desprecio y me intimidaban a decir la "verdad", pero, ¿cómo diablos iba a culparme del asesinato de mi propio novio? Me arrepiento profundamente de no haberlo escuchado; no obstante, jamás sostuve el arma.

Todo eso me revolvía el estómago, hasta el punto de querer vomitar.

—Señorita, finalmente despertó —la enfermera me sonrió, pero no logré devolverle el gesto.

—¿Puedo marcharme de aquí?

—Claro, un policía la está esperando afuera, ellos necesitan su declaración.

—Por supuesto —dije entre dientes.

Siempre eran así.

Me levanté y logré ponerme de pie, aunque me sentía un poco mareada. Efectivamente un policía me esperaba en el pasillo junto a un doctor, ambos se giraron en cuanto salí.

—Oficial, lo mejor es que le permita a la señorita So Hee descansar en su casa por hoy, de verdad lo necesita, además, estoy seguro de que ella responderá luego su llamada —el médico sonrió, pero el policía frunció su entrecejo.

—Pero...

—Lo escribí justo aquí —le extendió una hoja en donde señalaba mi estado de salud —. Ninguno de los dos queremos que alguien sufra un infarto, ¿cierto?

Parece que se dio por vencido y decidió marcharse, aunque estaba poco convencido.

—Bueno, ya escuchó mi recomendación, señorita.

—Muchas gracias —suspiré aliviada, a lo que él amplió su sonrisa, lo cual se me hizo demasiado extraño.

Sus ojos continuaron clavados en mí, incluso tuvo la libertad de inspeccionarme con detenimiento, algo completamente incómodo.

—Es bueno verte otra vez, mi dulce Hee —acarició mi mejilla y se encaminó por el pasillo.

No puede ser verdad, solamente alguien me llamaba de ese modo. Estaba paralizada.

—¿Có... cómo?

—Siempre he estado más cerca de lo que has podido imaginar —se volteó.

—Taehyung, ¡eso no es gracioso! —mi voz fue más alta de lo que pretendía.

Su sonrisa se convirtió en una mueca, mientras su rostro se oscurecía.

—Supongo que ya lo conoces —el desprecio en su voz era notable —. Aléjate de ese desgraciado y miserable, nada bueno te traerá, pequeña, te lo dice alguien que nunca ha dejado de amarte y solo quiere protegerte.

¡¿Jin?!

—Jin —lo llamé, pero me ignoró.

Nuevamente se giró y continuó su recorrido. Caminé apresuradamente para alcanzarlo, cuando lo hice sostuve la parte trasera de su bata entre mis dedos y la jalé.

—Oh, señorita, es bueno ver que se encuentra mejor. Por cierto, un policía la espera frente a la habitación.

—¿Disculpe? —su rostro no era el mismo que vi segundos atrás, tampoco la voz lo era.

Mi cuerpo se escalofrío y lo observé por un tiempo, algo así no podía ser cierto, es imposible.

—Lo siento, pero debo continuar con mi trabajo, espero que logre recuperarse —se marchó.

¿Qué fue eso? No estaba comprendiendo nada.

Me dirigí a la salida del hospital, pero estaba demasiado perdida en mis pensamientos, pero las palabras que una vez Taehyung me dijo aparecieron de repente. Según él, los demonios generalmente no utilizaban en la tierra su antigua forma, sino una completamente diferente, aunque algunos utilizaban más de una.

Entonces, ¿Jin se convirtió en un demonio? No, algo así era imposible, tal vez todo era obra del bastardo de Taehyung, él quería verme enloquecer para hacerme caer con mayor rapidez ante él, además, también dijo que los demonios podían conocer hasta los secretos más oscuros de las personas, porque, aunque no podamos verlos, ellos siempre están allí, con sus ojos clavados en nuestras espaldas.

Porque los demonios se sacian de los errores o pecados de los humanos, además, les encanta señalarnos y burlarse, justamente como Taehyung lo hace.

Pregunté por Jimin en la recepción, pero simplemente me dijeron que estaba en emergencias y no podían dejarme entrar. Llamé a Kook, pero no obtuve respuesta.

Realmente esperaba que Jimin se encontrara estable y Jungkook se sintiera mejor.

Estaba en la acera, con la esperanza de que pasara un taxi, pero sentí los brazos de alguien rodearme, mientras colocaba su frente sobre mi cabeza.

—So Hee, es un alivio que te encuentres bien —quería que fuese Jungkook, pero esa voz lenta y ronca no pasaba desapercibida.

—Aléjate —lo empujé con todas mis fuerzas y lo observé con desprecio, incluso me observó con incredulidad.

—¿Estás bien? —se rió sin gracia.

—Eres de lo peor, ¿cómo fuiste capaz de...?

—¿En serio crees que yo lo lastimé? No seas ridícula So Hee, te lo expliqué antes. El precio de poner esos lujuriosos ojos sobre mí tendría un alto costo, pero nunca me escuchaste, así que todo lo que suceda será tu culpa —escupió con enojo.

Me dio la espalda y se dispuso a marcharse, pero lo retuve.

—No hemos terminado de hablar, ¿qué puedo hacer?

—Ya lo sabes, además yo ya terminé de hacerlo —alejó su brazo de mi mano de un tirón —. Estaba intentado ser un poco bueno contigo, es más, creo que eres más inteligente que eso —fue lo último que dijo.

Parecía que todo comenzaba a complicarse cada vez más.

*****

Hola, sé que ha pasado muchísimo tiempo desde mi última actualización y de verdad lo siento, incluso, ni siquiera pensé que actualizaría hoy porque tengo algunos trabajos de la universidad pendientes, jajaja.

¿Por qué no he actualizado? Creo que fueron varios motivos, como la universidad, pero el factor principal fue mi existencialismo, últimamente pienso que soy pésima haciendo todo lo que antes me gustaba, ya ni siquiera siento el mismo cariño y ánimo, hasta pensé en dejar el app (algo que durante años no me pasó por la cabeza), por eso decidí solamente distanciarme por un tiempo. Tiendo a ser demasiado competitiva conmigo misma, me exijo demasiado y si no veo el resultado que quiero, siento que estoy haciendo todo mal.

Honestamente desconozco cuando haré la siguiente actualización, pero espero hacerlo pronto y retomar todo lo que antes me gustaba. 

Muchísimas gracias por la larga espera. 💖