Capítulo 15

No sabía si estaba en el sitio correcto o incorrecto, pero la cuestión es que la escena frente a mí era bastante interesante, ¿para qué mentir?

Sorbí mi batido de mango sin alejar los ojos, pero no era la única, obviamente todos observaban curiosos el gran espectáculo. No tiene sentido pagar Netflix cuando hasta en la calle encuentras mejores dramas.

—¡Maldición!, ¿cuántas veces debo pedirte que desaparezcas de mi vista? —incluso las venas en el cuello de Yoongi sobresalían.

—No lo haré —la ex de Kook insistía.

¡Qué vergüenza! Su conducta me parecía de lo peor, no tenía sentido insistirle a una persona que simplemente no la quería, y no, no es porque sienta algo por mi ex.

Mi vida no puede ser más dramática. Un supuesto demonio me acosa, la ex del chico que me gusta está locamente enamorada mi ex, el amor de mi vida se suicidó y mi mejor amiga estuvo a punto de morir.

¡Por Dios! ¿En qué clase de drama vivo? O tal vez simplemente en mi vida pasada hice algo terrible.

Después de un rato, me cabeza comenzó a doler al igual que mis pies. Me esforcé muchísimo en mi día de trabajo para quedar bien, pero olvidé por completo la sensación de trabajar y ahora los malestares me estaban matando.

—Jungkook jamás me hubiera tratado así —estaba a punto de marcharme, pero claramente no podía pasar por alto esas palabras.

Por favor, es Jeon Jungkook, el increíble príncipe que abandonaste para estar con un patán como Yoongi. Evidentemente un príncipe jamás hubiese hecho algo como eso.

La detestaba.

Escuché una fuerte carcajada del chico y luego habló:

—Por supuesto, pero lo querías tanto que sin dudarlo lo cambiaste por mí, cuando desde un inicio te dije mi desinterés por algo serio.

—Volveré con él y te arrepentirás —hizo un berrinche. Cada vez se volvía más ridícula.

Me levanté y salí del local, ni siquiera notaron que se trataba de mí. Saqué el celular de mi cartera y marqué el número de mi mejor amigo, pero no contestó. Probablemente, todavía estaba trabajando.

Tomé un taxi y me dirigí a casa. Necesitaba deshacerme de los malditos tacones y tomar una ducha, bueno, eso fue exactamente lo que hice. En la entrada, lancé mis zapatos con desprecio, pero en cuanto Suni se asomó, me señaló el pequeño armario para guardarlos.

Como todavía se estaba recuperando, trabajaba un poco desde la casa. No debía hacerlo, pero insistía porque no quería atrasarse mucho y luego trabajar el triple.

—¡Odio mi vida! —me lancé en la cama. Hasta escuché mis huesos el crujido de mis huesos.

—So Hee, se supone que eres una adulta y ya pasaste por la etapa del existencialismo —la escuché decir desde la sala.

—Pero mi vida ahora es más difícil y lamentable que cuando era una. Debí aprovechar esa época.

Ni siquiera recuerdo en qué momento me dormí, pero el sonido de mi celular me despertó. Abrí los ojos un poco confundida y con mi mano limpié el pequeño rastro de baba.

—¿Hola? —respondí, mientras me daba la vuelta, de modo que mi espalda quedara contra el colchón.

—Perdón por no contestarte antes, tenía horas extras —sé que se encuentra cansado, basta con oírlo.

—Eso no es nada, me lo imaginé; de todos modos, me quedé dormida.

—Entonces, perdón por despertarte.

—Deja las disculpas, Jeon —me burlé de él, mientras, permaneció en silencio —. Invadiré tu apartamento, llevaré algo de comer.

—¡Gracias! Pensaba decirle a Jimin que trajera algo porque no quiero cocinar —se rió ligeramente.

—Ahora me convertí en tu heroína. En un rato llego —ni lo dejé contestar, me levanté a la velocidad de la luz para buscar ropa y me adentré en el baño.

Posteriormente, guardé en mi bolso ropa para mañana y salí de la habitación.

—¿Llegarás tarde? —Suni ni siquiera apartó la mirada de su computadora.

—No, me quedaré con Kook.

—Está bien, de todas formas, hace un rato llegó mi mamá, pero ahora está tomando una siesta. Mucha suerte con tu "amigo", nos vemos luego.

—No te saltes la cena y duerme bien —me despedí.

Busqué unos zapatos, me los coloqué y salí.

El clima era sumamente agradable, además el cielo estaba estrellado. Entré a una pizzería y pedí una grande; después, tomé un taxi y le di al chofer la dirección.

Cuando toqué la puerta, me encontré un adormilado chico con una bonita pijama de rayas puesta, pero su ojos se abrieron un poco en cuanto me vio con la caja de pizza en las manos. Ni siquiera me saludó, me quitó la caja de las manos y se la llevó a la cocina.

—¡Oye! —cerré la puerta y lo seguí.

—Ah, So Hee, lo siento —me vio avergonzado.

—¿Estás realmente despierto? Tengo miedo de que seas sonámbulo —paso una de mis manos frente a su rostro, pero la siguió con su mirada —. Come, sacaré un par de vasos y refresco.

Algo curioso que aprendí sobre él, es la gran cantidad de refrescos en su nevera, porque casi nunca tiene tiempo de hacer un jugo o algo natural. En realidad, si no fuera por Suni, seguramente sería exactamente igual.

Mordió un trozo de pizza con los ojos cerrados, lo cual me pareció extremadamente adorable.

Dejé el vaso con Coca Cola frente a él. Abrió un poco los ojos por el sonido del vaso chocar contra la mesa de madera, por eso lo agarró y bebió un poco.

—¿Almorzaste?

—Hoy no tuve tiempo para hacerlo —mordió nuevamente la pizza.

—No deberías pasar hambre, todo eso le hará mal a tu estómago.

—No lo haré más —bebió refresco —. Esos serán los de Jimin, él seguramente está muy hambriento —sonrió.

Siempre pone a los demás primero y es exactamente lo que me preocupa más de él.

Vi una fotografía de ambos colgada en la pared, pero evidentemente eran más jóvenes, seguramente todavía se encontraban en el colegio.

—Él es muy lindo, ¿nunca han hecho nada? Ya sabes...

—¡So Hee! Jimin es como mi hermano —hizo una extraña mueca, pero luego soltó una carcajada —. Es como si te preguntara si has hecho algo con tu amiga.

—Definitivamente no tiene sentido —admití.

—No eres la primera en confundirnos como una pareja, pero nuestra relación es más como de hermanos —colocó su vaso en la pila y repetí su acción.

Coloqué los pedazos de pizza restantes en un plato, lo cubrí con aluminio y los guardé en la refrigeradora.

Saqué de mi bolso la pijama y me cambié en su baño. Cepillé mis dientes y salí del lugar.

Jungkook estaba en su cama, abrazado a un peluche de conejo. Sin que se diera cuenta, tomé mi celular y le saqué una foto, luego lo dejé sobre la mesa de noche y me acosté junto a él. En cuanto enredé mis dedos entre su sedoso cabello se removió un poco; pero en lugar de apartarme, como lo imaginé, se giró y me abrazó a mí.

Suspiró y continuó durmiendo. Sus labios estaban entreabiertos, incluso podía ver sus dientes, además, en algunas ocasiones hacía muecas y se acurrucaba más contra mí.

Besé su frente y sentí su agarre intensificarse, mientras murmuraba palabras incomprensibles.

Él en serio es como un niño. Es la persona más adorable que he conocido en toda mi vida.

¿Por qué debía seguirle la corriente a Taehyung cuando la persona a quien quiero es Jungkook? No quería perderlo por una estupidez como esa, debía encontrar la forma de hablar con él.

Mi momento de apreciarlo se esfumó en cuanto escuché la puerta retumbar. Jungkook se levantó de golpe y se encaminó torpemente hacia la puerta.

—Regresa, yo la abriré —caminé detrás de él, pero era demasiado tarde, ya sostenía la perilla entre su mano.

—Ji... —su expresión cambió radicalmente y un grito desgarrador salió de su garganta.

—¿Qué...? —me acerqué más a él y observé la escena con el mismo espanto.

Jimin cubría su cuello con ambas manos, mientras la sangre de deslizaba por sus brazos, incluso, cayó de rodillas.

—Ayú... —se desplomó.

*****

Hola, perdón por la tardanza, pero como lo indiqué en la nota, he estado demasiado ocupada. 

Como estoy finalizando el semestre, es bastante probable que actualice hasta la segunda semana de diciembre, cuando finalmente salgo a vacaciones, por eso quería al menos subir un capítulo.

Creo que dejé el capítulo demasiado cortado en un momento de tensión, pero cuando regrese hasta haré maratón.

Muchísimas gracias por todo el apoyo y paciencia. 💖

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