Habían pasado tres días desde la última vez que las chicas se vieron, y más que verse, se amaron. Siyeon, admitía estar perdidamente enamorada de Sua, incluso investigo sobre la leyenda de como el día en que un licántropo se enamora, es para siempre, fue aún mayor su sorpresa al ver la letra pequeña del libro, donde decía que no solo a la raza de los licántropos les pasaba esto, muchos vampiros pasaban por esto también, dejando a una soñadora Siyeon pensando en si ella es o no esa persona que amará toda la vida Bora.

— ¡Hermana! — Siyeon sintió como la joven Minji la llamaba, mas su corazón se oprimió al ver a su hermana llorando como no lo hacía desde la muerte de su madre.

— ¿Qué sucedió Jiu? ¿por qué estas llorando? — pregunta revisando que su hermana no estuviera lastimada, asustándose luego de haber visto mancha de sangre en la ropa de esta.

— Yo...la chica alta...tu novia

— ¿Qué sucedió con ella Minji? te refieres a la amiga de Sua, ¿qué sucedió con Bora? – pregunto preocupada recibiendo asentimiento por parte de la menor.

— hermana...

Flashback

La joven Minji no le había contado nada a su hermana, tal vez está la juzgaba si se enteraba, pero era algo dudoso considerando que su hermana se había enamorado también de alguien de otra raza que no fuese licántropo cómo ordenaba su padre.

El destino puede llegar a jugar tan sucio, que ayudando a otras personas con situaciones donde se involucra el corazón se termina encontrando el amor también. La menor no había dejado de pensar en aquella chica alta que le entrego la carta para su hermana, alivio sintió cuando supo que ella no fue quien la escribió, sino que era una mensajera más.

Siempre estaba ansiosa de ir a buscar las cartas para su hermana, o entregar alguna para la otra chica, siempre y cuando eso significara poder ver a la chica árbol, como ella en sus pensamientos le decía juguetonamente por ser más alta que ella.

Por suerte para Minji, no era algo unilateral, la joven Yoohyeon también había sido víctima de Cupido, a pesar de odiar a ese enano en pañales por haberla hecho enamorarse de una chica que moriría meses más tarde. Para ella el mundo se les fue a los pies cuando Gahyeon murió en sus brazos siendo sus últimas palabras "te amo". Yoohyeon cerro su corazón, siendo su mejor amiga quien la ayudara a superar la muerte de quien se había enamorado.

No pudo evitar sentir que su corazón casi salió corriendo tras la hermosa Minji luego de que esta le sonriera y se fuera a entregarle la carta a su hermana, no pudo evitar soñar con aquella joven que sería la razón de sus desvelos también.

Nunca hubo muchas palabras entre ellas, si eran vistas cerca una de la otra por un tiempo sospechoso podía suceder cualquier cosa, los clanes se suponía que se odiaban a muerte, y más luego de que el líder de los licántropos lo decretará así y aunque ninguna de las dos fuese de las razas enemigas, ellas pertenecían a los clanes y tenían que ajustarse a sus leyes.

Aun así ellas estaban conscientes de sus sentimientos, cualquiera con consciencia podía verlo en sus ojos cuando se encontraban...

Pero ese último día...

Minji se había encargado de distraer una vez más a los guardias, ella iría en busca de la carta para su hermana muy esperanzada de que la mensajera fuese la chica de la que se había enamorado en secreto.

Al llegar al lugar donde comúnmente se veían, a las afuera de la muralla de la ciudad, donde los árboles ya estaban en su terreno, no imaginó que mientras esperaba, la más alta de las chicas apareciera corriendo y tras de ella dos licántropos persiguiéndola. Como si la suerte de la chica no fuese poca, mientras corría tropezó torpemente contra Minji provocando la caída de ambas, llegando en la caída rozar sus labios, pero, lo grave vino después.

— Ya te atrapamos maldita inútil— dijo el gran licántropo que se mantenía en su forma humana levantando a Yoohyeon por el cuello de la blusa.

— ¿Se encuentra bien señorita Minji? — pregunta el otro licántropo ayudando a la chica a ponerse de pie.

— ¿Cómo osas provocar su caída? escoria— dijo el que la tenía agarrada para darle una fuerte bofetada que le reventó el labio a Yoohyeon por la fuerza empleada, asustando a Minji, pero la chica de pelo plateado al ver como su labio tenía sangre se enojó.

— Acá la única escoria eres tu pulgoso— dijo y escupió el rostro del enojado licántropo provocando aún más su ira.

— Maldita — dijo tirando a Yoohyeon contra la muralla y terminar tirada en el suelo para luego comenzar a darle una gran cantidad de patadas, haciendo que la joven Minji se horrorizara.

— Alto, deténganse, no fue apropósito, déjenla ir— decía mientras que el otro licántropo la detenía de avanzar.

— Se lo merece señorita, es una escoria que está de parte de los chupa sangre — decía con desprecio mirando a la chica siendo lastimada en el suelo.

— No, paren, por favor, paren— decía a punto de llorar, pero no debía, llamaría mucho la atención.

Yoohyeon la miraba desde el suelo, mientras intentaba evitar los golpes en las zonas más sensibles y le intentaba sonreír para relajarla, pero no pudo ser más en vano luego de que le diera en la caja torácica dejándola sin aire, provocando que tosiera mientras que la sangre salía de su boca y sentía que en cualquier momento se desmayaría.

— ¿QUÉ CREEN QUE HACEN HIJOS DE PUTA? — la voz enojada de una chica hizo a los presentes girarse encontrándose con una muy enojada Bora, quien portaba no ojos de un hermoso color azul cielo sino de un rojo vino lleno de rabia.

— LES HICE UNA PREGUNTA — gritó y en un rápido movimiento apareció junto al licántropo que estaba golpeando a su amiga para darle un golpe tan fuerte que lo llevo a estrellarse contra la pared más cercana provocando abolladura en la misma y dejando inconsciente a este.

— Bo... bora, tranquila, estoy...bien— tosió sangre mientras que hablaba como podía Yoohyeon, sabía que no era bueno.

Sua se estaba cegando por la rabia, y quería sangre en busca de venganza...nadie, absolutamente nadie tenía el derecho de poner una mano encima de la chica a la que consideraba su hermana.

— ¿Y tú quién eres? — pregunta el licántropo que había estado deteniendo a Minji, para instante después aparecieran tres licántropos más.

— ...Acabaré con ustedes.

De un momento a otro, los tres se transformaron a su lado bestia y fueron a por ella,

pero no se les era precisamente fácil, la chica era realmente ágil y buscaba sangre.

Minji aprovechando que los guardias estaban ocupados corrió hasta donde estaba Yoohyeon y comenzó a llorar y a disculparse, pero esta le pidió que escuchase, que era importante.

— No llores, eres aún más hermosa cuando sonríes— le dijo acariciándole la mejilla a la chica empleando mucha fuerza— escucha...

— Bora puede perder el control por completo en cualquier momento...— hablaba sintiendo fuertes dolores y a sabiendas que en cualquier momento perdería la consciencia por los mismos dolores.

— Busca a tu hermana...tal vez ella logre que se calm...— diciendo esto Yoohyeon perdió la consciencia dejando a una muy preocupada Minji.

Le tomó el pulso para asegurarse de que vivía y besó su frente para luego salir corriendo transformada en liebre y así ir más de prisa a buscar a su hermana, dejando no a tres licántropos peleando contra la chica que amaba su hermana, sino cinco de ellos, y ya eran dos los caídos muy malheridos.

Fin del flashback