"I'm in love with a vampire #2"
Pasaron varios días desde la celebración de la heredera, la chica de mechas doradas no había podido dejar de pensar en aquella misteriosa chica, Sua... Siyeon no se sacaba de la cabeza el hermoso color azul de sus ojos, en su extraña, pero de algún modo llamativa palidez. Juraría que era de otro clan, los licántropos generalmente de raza morena, algunos de coger poco sol se bronceaban con facilidad, pese a ser criaturas que se desarrollaban más en la noche, amaban la caza en el día.
La zona ya estaba asegurada, era uno de esos días de caza, los clanes más cercanos conocían la ley, estaba prohibido entrar en el territorio de los lobos cuando es temporada de caza, entras te ven y te asesinan, y pese a que a la joven Siyeon esta ley no le gustaba debía acatarse sobre todo en frente de su padre.
La mañana había sido fructífera para los cazadores, las presas no tenían escapatoria luego de caer en las garras de los habilidosos y gigantescos lobos.
Cada transformación era genial, todos los lobos de más de dos metros de alturas, fuertes y entrenados desde niños para la caza haciéndolos llegar a la madurez siendo capaces de atrapar presas con facilidad.
Siyeon era un hermoso lobo blanco, de los portadores del majestuoso brillo en el pelo blanco.
— Excelente trabajo hija— los lobos eran capaces de hablar telepáticamente cuando pertenecían al mismo clan, facilitando su comunicación cuando estaban transformados
— Gracias padre— dijo tímida.
— Padre.
— Si hija.
— Quisiera ir a explorar, hoy no debe haber nadie por acá, me gustaría mantenerme en esta forma, tener más velocidad, claro, siempre y cuando usted lo permita— dijo bajando un poco la mirada en señal de respeto a su líder.
— Claro hija, adelante, eso sí, confió en que no pasarás los límites, y recuerda, si vez a algún intruso recuerda que estaban advertidos de no entrar en la zona— dijo y acercó su cabeza de lobo para acariciar la zona del cuello de su hija.
— De acuerdo padre— luego de un hermoso aullido de esos que solo ella podía hacer comenzó a correr.
Se sentía genial correr así pero no todo podía ser perfecto. Mientras se alejaba sintió como alguien la seguía, sin frenar tomó impulso con un gran árbol para saltar hacia atrás y caer frente a quien la seguía.
— ¡Minji! –exclamó al ver al hermoso zorro que la seguía.
Minji pertenece a su clan desde que ambas eran niñas, había una leve diferencia de edad. La pequeña en sí no era un licántropo sino un ser capaz de realizar la metamorfosis animal, pero solo podía transformarse en animales de entre tamaño pequeño a mediano, no podía transformarse en ningún gran depredador, solo lo que fuese conejos, liebres, coalas, linces, etc.
Cuando era pequeña su familia fue asesinada y se le fue dado un hogar en el clan de los licántropos luego de que la madre de Siyeon, Kim Yongsun, la adoptara como su propia hija pocos años antes de morir.
— Hermana, ¿cómo saltaste así? — preguntó la joven sorprendida.
— Minji casi te ataco, ¿qué haces acá? — preguntó gruñendo.
— Pues quería venir contigo— dijo bajando las orejas.
— Papá te dejo venir.
— Pues...
— Minji regresa ahora mismo.
— Pero hermana...
— Nada de hermana, si papá se entera que viniste tras de mí te arrancará la cola— Minji hizo un sonido de zorro temeroso que llevó a que la gran loba revirara sus hermosos ojos amarillos.
— Regresa ahora.
— De acuerdo, de acuerdo, ya regreso— dijo con la cabeza gacha, dándole lástima a la hermana mayor.
— Hagamos un trato— dijo dándole una oportunidad a su pequeña hermana, haciendo que esta la mirara entusiasmada.
— ¿Si? — pregunto meneando la cola como un perro.
— Te dejare venir conmigo siempre y cuando...
— ¿Siempre y cuando?
— Si se presenta algún problema obedecerás lo que te diga sin rechistar.
— Pero hermana.
— *gruñido*
— De acuerdo.
Las dos chicas comenzaron a correr y jugar por todo el bosque, llevaban aproximadamente dos horas disfrutando de su tarde, faltaba poco para que oscureciera, cuando un olor diferente capta la atención de Siyeon, aunque algo le indicaba que conocía ese olor.
— Jiu... — era otra forma de llamar a Minji.
— También lo olí.
— ¿Recuerdas lo que te dije?
— Si.
— Es hora de que regreses.
— Pero hermana...
— Ahora— dijo luego de gruñir fuertemente haciendo que la menor pusiera la cola entre las patas, su hermana iba en serio y no debía contradecirla.
— Y no le digas a nadie del clan, regresaré rápido.
— Pero ¿y si te sucede algo?
— Dame una hora mínimo, o hasta que salga la Luna, si no regreso le dices a padre de acuerdo— dijo y le lamio la oreja — ahora ve.
La chica transformada en conejo salió lo más rápido de allí alejándose preocupada por su hermana.
Siyeon fue acercándose, era cerca de un río, al parecer, fuese lo que fuese poseedor del olor que sintió se había adentrado al agua puesto que su olor había disminuido. Y no había fallado en su idea.
Al llegar al lugar pudo ver lo que parecía ser la figura de una mujer de espalda quitándose la blusa con ya la mitad del cuerpo adentrado al río, Siyeon al verla despojarse de la blusa cerró sus ojos, eso era algo privado que no debía estar viendo, pero por alguna razón decidió volver a abrir sus ojos y pudo fijarse en la hermosa mujer que ahora nadaba en el río dándole la espalada.
Estuvo un tiempo admirándola, pero todo debía acabar, si su padre se enteraba que se había cruzado con alguien y no lo había exterminado la juzgaría y la haría escarmentar.
Con fuertes pisadas comenzó a acercarse llamando la atención de la chica, quien al verla no se alarmo ni nada, Siyeon le dio tiempo de salir del agua y vestirse, sí que conocía su olor, era aquella chica, la portadora de los hermosos ojos azules, ya vestida y a pocos metros una de la otra la otra chica, Sua, hablo.
— Veo que sentiste mi olor.
— *gruñido* — acaso está loca.
— ¿Por qué no bajas tu transformación y hablas civilizadamente? — dijo, su tranquilidad estaba molestando.
— *gruñido más fuerte aún*— «¡no lo entenderás!»
— Adivino, por ser día de caza debes asesinarme— dijo sonriendo con malicia, dejando sorprendida a Siyeon, si sabía lo que conllevaba entrar en territorio de licántropo en día de caza, que hacía allí
— ....
— Hagamos algo, pelea conmigo, si vences te dejare arrancarme la cabeza.
— ......— «¿acaso está loca? no ve la diferencia de tamaño entra ambas, ni siquiera sé a qué clan pertenece» — *gruñido*
— Veo que no te gusta la idea, aun así, y si tu quedas inmovilizada bajaras tu trasformación y hablaras decentemente— dijo apretando los puños, «no irá en serio, ¿o sí?»
Sí, si iba en serio. Ella se movía demasiado bien peleando, Siyeon era rápida, pero ella lo era aún más, solo mostraba velocidad y fuerza, pero por ahí no podía llegar a una conclusión sobre a qué clan pertenecía, en su mayoría poseía estas características... «¿quién rayos eres Sua?»
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