"I'm in love with a vampire #14"

El tiempo de las chicas se había agotado, Siyeon debía regresar antes de que su padre mandara a buscarla, y considerando la condición en que estaba su relación cualquier cosa podía pasar.

Sua hizo prometer a Siyeon que no le diría nada de lo que descubrió, después de todo, eso mancharía el nombre de su madre Solar ante los licántropos y de algún modo la propia Siyeon se iba a ver marcada y juzgada.

— Ya era hora, ¿dónde te metiste niña? — preguntó Eric viendo entrar a Siyeon, él se veía enojado —te di la orden de ir a tu habitación y me desobedeciste— dijo él mirando de forma intimidante a Siyeon, pero ella se estaba hartando, no se dejaría doblegar por su "padre" y este se percató de como ella lo retaba con la mirada.

—¿A CASO ME ESTÁS RETANDO? — pregunto acercándose a ella peligrosamente, pero aun así Siyeon no retrocedió.

— No lo hago— respondió sin dejar de mirarlo a los ojos, eso causaba más ira en su padre

— TE ORDENO QUE BAJES LA MIRADA— gritó enojado, pareciera que en cualquier momento la golpearía.

— Y si no lo hago... ¿qué harás?... — esa fue el límite.

Eric levantó con impulso su mano para luego darle una bofetada a Siyeon que la llevaría a caer al suelo. Por mucho que le doliera, por muy decepcionante que fuera mirar a su padre a los ojos y no ver nada más que un monstruo que por muchos años se sobreponía encima de los demás con miedo, incluida ella y su hermana, no había forma de que Siyeon lo mirase como lo había visto hasta hacía menos de doce horas, ella lo respetaba porque tenía su sangre, pero ahora que sabía que ni eso los unía, ah, ahora sabiendo por lo que paso su madre....

Había algo mal, la boca de Siyeon debido al fuertegolpe sangraba y Siyeon se percató enseguida de esto, lamiéndose la boca, yalzando la mirada para mirar a los ojos al líder del clan,


quien sintió por segunda vez en su vida, miedo, Siyeon había sacado los ojos rojos que a veces su madre sacaba (a veces porque Byul los volvía azules en vez de rojos, solo rojo estando muy enojada) sin darse cuenta, y él se dio cuenta de ese cambio.

— ¡JAJAJAJJA! — él rio ruidosamente, dejando a Siyeon un poco confundida, pero aun así no dijo nada, ella se puso de pie quedando recta y seria mientras que el reía...de pronto dejo de reír y miro con una gran ira a los ojos de la menor.

— Así que ya sacas los colmillos— dijo él— sabía que este día iba a llegar— dijo y traqueo su cuello.

—¿A qué te refieres? — Siyeon se había dado cuenta del cambio en él.

— Ya estas sacando el lado que heredaste de la sucia líder de los vampiros— dijo él sonriendo maliciosamente dejando a Siyeon en shock.

— ¿De qué estás hablando, que lado de qué? — dijo tratando de ocultar lo que sea que estaba enseñando.

*risa* el volvió a reír

— Me vas a decir que no sabes nada aún, cuando tienes ese cambio de actitud— dijo él y comenzó a caminar, dentro del gran salón solo estaban ellos dos, eso le daba mala espina a Siyeon, quien no dejaba de vigilarlo.

— No sé de qué estás hablando.

— Oh, segura, pues te contare una breve historia y me dirás si la has escuchado— dijo estando tras de ella, incomodando a Siyeon.

— Digamos que una princesa cuando debía enamorarse del príncipe perfecto, lo que hizo fue hacerlo de una sucia vampira— ira, eso sentía Siyeon poco a poco —ellas dos se veían en secreto, pero eh, eso no le molestaba cien por ciento al príncipe, ¿por qué? — preguntó fingiendo duda — porque él disfrutaba de otras mujeres, después de todo, el sería el próximo rey casándose con ella— entonces, el engañaba a su madre.

— El día de su boda, todo se descubrió, fingió no saber que la princesa era una ramera, solo se indignó e intento pelear contra la chupasangre— la ira era cada vez mayor, ya estaba apretando sus puños.

— Fue realmente divertido verla casándose conmigo, digo, con el príncipe, luego de que la escoria fuese sacada de la iglesia— rio maliciosamente y estando a unos pasos de Siyeon volvió a hablar.

— La muy maldita no quería ser su mujer y entregarse a él, por un tiempo lo intento siendo dulce con ella, pero se oponía, así que...el príncipe la drogó y se aprovechó de su debilidad, en pocas palabras, hizo las cosas más excitantes— ya Siyeon no podía más con aquello.

Sus colmillos salieron como cuando estaba en su habitación y obvio que sus ojos se habían tornado de color rojo.

— Oh, así que no te gusta la historia— dijo él burlonamente— esa noche gracias a que estaba drogada no opuso fuerza, él hizo de ella su perra mientras que no podía moverse correctamente y defenderse cuando él la hacía llorar agarrándola por el cabello penetrándola con fuerza— dijo con tono burlón y con aire de superioridad —además...— dijo bajando el tono — de hacerla abrir la boca y obligarla a ma...

— ¡BASTA! — grito Siyeon.

— tsk, tsk— negó con la cabeza — pero si ahí no acaba la historia.

— ¡DIJE BASTA!! — Siyeon fue a por él, y este sin transformarse comenzó a pelear con ella, sin sorprenderse, pareciera que lo supiera todo, literalmente todo.

De un momento a otro él logra darle una fuerte patada, directamente a las costillas lanzándola contra la puerta y derribándola, alarmando a los que estaban afuera, incluso a la joven Minji, quien al ver a su hermana herida en el suelo se preocupa.

— ¡HERMANA! — exclamó acercándose a la derribada Siyeon y sorprendiéndose en el cambio de esta.

— Búscala— dijo Siyeon poniéndose de rodillas para levantarse.

— ¿A quién? — pregunto confundida.

— A mi madre— dijo y fue a por Eric a gran velocidad.

Minji se había quedado confundida, ¿su madre?, Yongsun estaba muerta, acaso había enloquecido, solo quedo una opción, buscar a Bora, por lo que rápidamente se transformó y fue a buscarla.

Mientras que Jiu corría a toda velocidad, Siyeon y su "padre" peleaban por toda la mansión, derribando puertas, y haciendo grandes abolladuras en las paredes.

—¡ERES UN MALDITO! — gritó Siyeon, pero esto no hizo más que hacer reír a este.

Los otros presentes querían intervenir, pero no entendían que sucedía, la princesa de ellos peleaba con su actual líder y eso no estaba bien, a quién se supone que ayudarían, pero muchos estaban claros, ellos amaban a su princesa desde el día en que nació, para muchos, Eric no era más que una rata que estaba en su puesto gracias a que se casó con la princesa Yongsun.

— ¿SABES QUE ES LO MEJOR? — preguntó él mientras que la golpeaba con exactitud, aunque ella intentaba esquivarlo — QUE A LA RAMERA DE TU MADRE...— eso hizo a todos mirar sorprendidos, acaso se refería a la anterior princesa.

Eric cogió por la camisa a una débil Siyeon quien cerró sus ojos de pronto, la acerco a él y en su oído le susurró —la envenene yo por puta— dijo y fue en ese momento en que cabo su propia tumba.

El corazón de Siyeon, que había estado latiendo realmente rápido por la pelea se detuvo, si, dejo de latir, y el mayor cambio que podía sufrir siendo hibrida lo estaba viviendo.

La sangre en el cuerpo de Siyeon dejó de circular, pero aun así ella estaba viva, un fuerte latido de pronto la hizo abrir sus ojos y hacerla agarrar las manos de Eric, quien se preocupó por el cambio repentino. Sus ojos se habían tornado completamente negros, toda la zona blanca era oscura, un rojo oscuro como la sangre.

Giró la muñeca de Eric torciéndosela por completo, recibiendo un grito por parte de este, que no espero esa brutal fuerza en ella.

Él la suelta y se aleja lo más que puede, ella parecía haber perdido el control, haciendo que quienes miraban sintieran miedo.

Eric aprovecho el momento que parecía el cambio de Siyeon y se transformó para atacarla y acabar con ella; ya estaban en la parte trasera de la gran mansión por lo que había suficiente espacio para la pelea.

Siyeon sin que él se lo esperara corrió hacia él velozmente y estando transformado lo tomo por un punto descuidado clavándole sus colmillos dejando a todos sorprendidos por esto. Mas Siyeon vio en los recuerdos de Eric, debía saber si era cierto...si él había envenenado a su madre.

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