Esta historia se me ocurrió en la micro mientras escuchaba "Rude de Magic!" , cuando la escuché deseé que nuestro querido Natsu se proponga a hacer lo mismo, pero con un toque de mi imaginación, bueno... ¡Que empiece la magia!

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Hace unas semanas decidí pedirle matrimonio a mi querida Luce, ya llevamos dos años de novios y la conozco desde que éramos niños, ya creo que es hora de que sea completamente mía, pero para mi desgracia mi suegro me detesta y no puedo soportar casarme con ella sin tener la aprobación del viejo ese... ¡Deseo su bendición!

Mis queridos amigos me ayudaron e incitaron a que fuese a la casa de los Heartfilia, una casa a la cual no he puesto un solo pie desde que tenía ocho años, (todo a causa de jugar a ser cocineros con Luce... por mi culpa se incendió parte de la cocina, desde ese día fui conocido en la escuela como el pirómano Dragneel... ahora con 25 años ya nadie me molesta, a excepción de los idiotas de mis amigos Gray, Gajeel y Loke)

-Me podrían repetir ¿Por qué estamos frente a la casa de Lucy?- Le dije a mis amigos mientras salía del vehículo de Gajeel.

Gray me dio una sonrisa perversa -A pedirle la mano de Lucy al Señor Heartfilia-

Cierto, a eso iba, a enfrentarme con ese viejo y pedirle con todo el respeto del mundo que me permita casarme con Luce, con mi preciado tesoro, el amor de mi vida... ¡Quiero su jodida aprobación!, y no tengo idea de donde saqué la idea, pero se me vino a la mente que de esta manera él me aceptará, porque no hay nada mejor para un padre, que vaya formalmente el novio de su hija a pedirle el permiso, de tener el honor de ser el esposo de su princesita ¿Cierto?

-Muchachos, ¿Creen que funcione con la manera en que está vestido?- Dijo Loke sacándome de mis pensamientos.

-¿Qué tiene de malo mi atuendo?- Dije serio, estoy seguro que no me veo mal...

-Natsu, ir con zapatillas negras de lona, una sudadera azul, unos pantalones de mezclillas y una bufanda blanca... no creo que sea presentable para algo tan importante- Dijo Loke sonriéndome, maldito, a ese desgraciado siempre le a encantado burlarse de como me visto.

-Su suegro debe aceptarlo como es, no has visto esas series coreanas, si mientes sobre tu manera de ser, finalmente lo descubrirá y todo terminará muy mal y con lágrimas de por medio- Dijo Gray muy serio.

-¿Ves Doramas?- Preguntó soltando una risa Loke, ¿Doramas? ¿Qué es eso...?

Gray abrió los ojos, al parecer era un secreto ¿Qué tiene de malo ver Doramas? ¿Qué es un Dorama? ¿Se come? -A Juvia le encantan, por eso sé de ellos-

-Gray, no mientas, conozco a Juvia desde que éramos niños y los detesta- Dijo Gajeel dándole una sonrisa burlesca.

Los observé a los tres estaban hablando tonterías, los cuatro parecíamos unos tipos raros frente a una mansión, de seguro la gente pensará que somos unos ladrones si no toco el timbre pronto...

-Muchachos creo que ya es hora de ver a ese viejo- Dije interrumpiendo la conversación.

-Natsu... suerte- Dijo Gray serio, él sabía, mejor dicho todos sabíamos que iba a ser difícil que ese viejo me aceptase, pero debía intentarlo, por mi orgullo.

-Apuesto a que ese viejo lo sacará a patadas- Dijo a lo lejos Gray.

-No voy a apostar a algo que es obvio que sucederá- Respondió Gajeel.

-No somos idiotas Gray- Continuó Loke.

Que amigos más crueles que tengo...

Me acerqué a la puerta, sentía mi corazón latir cada vez más rápido, estaba seguro que en cualquier momento iba a reventar.

Toqué el timbre y para mi suerte abrió la puerta el señor Heartfilia, pero para mi desgracia tenía un semblante serio y frío, maldición ese hombre me odia.

-Buenos días joven Dragneel, ¿A qué se debe su presencia?- Dijo de forma educada, pero se notaba a kilómetros que deseaba echarme a patadas.

-Buenas tardes señor Heartfilia- Dije con un amplia sonrisa -Yo... por dónde empiezo...- susurré nervioso.

-¿Vienes a saludar solamente? Porque sino puedes irte con tus amigos- Dijo haciendo un gesto hacia el automóvil.

Apreté la mandíbula fuerte haciendo que crujiesen mis dientes ante el acto, ese hombre era desagradable, pero si lo quería como suegro debía soportarlo -No claro que no señor- suspiré -Se que usted es un hombre tradicional, por lo tanto, he venido a su casa para pedirle la mano de su hija-.

Excelente, logré terminar la frase.

-No- Dijo inmediatamente cerrando la puerta en mi cara.

Mierda, ¿Ahora qué hago? ¿Me doy por vencido?

A la mierda, si dice si o no, yo me casaré con Luce, al final de cuentas ella es la que decide.

Y cuando diga acepto, tendrá que soportar la idea y sonreírme, porque vamos a ser familia.

-¿Y querías que apostáramos?- Dijo Gajeel riéndose de Gray.

Me acerqué al automóvil, abrí la puerta y me senté en el asiento del copiloto.

-¡Me dijo que no! ¿Pueden creerlo? ¿Cómo puede existir alguien tan cruel?- Exclamé enojado.

-Sí, lo creemos- Dijeron en coro mis tres amigos.

Los observé a los tres y les grité -¡Ustedes me incitaron a venir hacer esta locura!-.

-Lo lamentamos Natsu, no creíamos que ese viejo te cerraría la puerta en la cara- Respondió Loke a modo de disculpa -¿Pero qué harás ahora?-.

-Me casaré con ella con o sin su bendición ¿Es nuestra vida por qué preguntarle a ese viejo amargado?- Dije soltando una carcajada.

-No lo sé, dímelo tu- Respondió Gajeel burlesco.

Fruncí el ceño y lo observé enojado -Vayámonos de este lugar, si no está Luce presente no vale la pena estar aquí-.

Gajeel encendió el automóvil y nos largamos del lugar, del cual una vez que Luce acepte casarse conmigo más que seguro no me permitirán pisar.

17:30 Pm

Me encontraba recostado en mi cama abrazando a mi amada Luce, como amaba estos momentos de paz, solamente los dos, sin suegros de por medio.

-Natsu...- Susurró Luce en voz baja, pero lo suficiente para que escuchase.

-¿Si cariño?- Le pregunté mientras le acariciaba suavemente su cabellera dorada.

-Papá invitó para la cena a un tal Sting Eucliffe- Dijo desanimada.

Ese jodido viejo siempre intentando sabotear nuestra relación, pero no importa cuantos hombres adinerados le presente a mi amada, ella siempre me escoge y escogerá a mi, porque sé que me ama.

Pero hablando enserio ¿Qué mierdas le sucede a ese viejo?

-Luce, tranquila todo se resolverá esta noche solamente arregla tus maletas, yo paso por ti a las nueve- Dije con seriedad.

Ella me observó fijamente y me sonrió para luego unir nuestros labios en un cariñoso beso que fue subiendo de nivel.

Como la amo...

21:00 Pm

Estaba al frente del señor Heartfilia, cara a cara, estaba de pies a cabeza completamente arreglado y elegante, obviamente tenía visitas que debían de ser de su categoría...

Alguien ricachón y completamente amargado, tradicionalista y con 0 sentido del humor, pero que importa, al final de cuentas la única importante es Luce y su felicidad y si es feliz conmigo, gustosamente la acompañaré por la eternidad.

-Señor Heartfilia, se que todo este tiempo me a odiado y no comprendo bien el por qué, y sinceramente no me importa, solamente me interesa Lucy y es por eso que deseo que nos de su bendición para que ella sea feliz- Dije con sinceridad.

Nuestro único testigo de la respuesta del señor Heartfilia era la luna plateada y las brillantes estrellas que adornaba el manto nocturno.

-Natsu, mi respuesta aún es un no- Dijo con seriedad -No eres apto para mi hija, tan solo mírate y comprenderás a que me refiero-.

Fruncí el ceño, la actitud de ese viejo ya me estaba hartando, pero es el padre de Luce no sería de mucha ayuda.

¿Cómo puede ser tan cruel?

-¡Ya estoy harta de ti y tus tratos a Natsu!- Exclamó una Lucy furiosa y bastante bien vestida, pero no de la forma que a ella le gusta, porque mi chica no es de perlas y de falda hasta las rodillas y mucho menos beatles que le cubren su fino cuello.

-Lucy...- Dijo el señor Heartfilia sorprendido

-Ya no soy una niña pequeña, sé tomar mis decisiones y te aseguro que no planeo escoger a otro hombre que no sea Natsu- Dijo de forma directa.

Como la amo y en especial cuando lucha por lo que ella desea.

-Adiós- Dijo para luego agarrarme de la mano y arrastrarme lejos de su casa.

-Luce- Dije mientras caminábamos de la mano -Te amo hasta el infinito ¿Lo sabes?-.

-Sí, lo sé- Dijo Luce sonrojada.

-Quiero llevarte a un lugar- Dije guiándola hacia la plaza donde solíamos jugar cuando éramos pequeños.

Llegamos hacia un ancho y enorme árbol frondoso, un árbol especial para los dos.

Nos conocimos en este a causa de una estupidez que hice cuando teníamos ocho años, y es ni más ni menos, escalar un árbol con sandalias, me resbalé y caí sobre ella.

Comencé a escalar el árbol y me senté en una gruesa y firme rama, luego le di la mano a Lucy para ayudarla a subir.

Ambos estábamos sentados en silencio, solo se podía escuchar el ruido del choque de las hojas del árbol a causa del viento.

Ya era hora, de una vez por todas iba a decirle todo lo que siento.

-Luce, te amo y aún no puedo creer que hayas aceptado ser mi novia- Dije sonrojado -Sé que no soy el hombre más listo y mucho menos él más adinerado, pero hay algo que te puedo dar o mejor dicho siempre te perteneció...-.

Le sonreí y le di la mano -Mi cuerpo y alma, Luce ¿Me harías el honor de casarte con este chico despistado que te ama con locura?-.

Saqué un sencillo anillo de plata con un pequeño diamante con forma de corazón del bolsillo de mi chaqueta.

Lucy sonrió y dijo con su dulce voz -Natsu, eres el mejor hombre y que seas despistado le da un toque a tu personalidad única- rio -Mi vida sería aburrida sin ti, si no existieses creo que sería una simple muñeca con perlas que obedecería al pie de la letra todo lo que su padre le dice-.

-Lucy...- No pude continuar ya que me interrumpió.

-Sería una vida aburrida y monótona, por lo que, agradezco todas las noches esa quebradura en el brazo que me provocaste hace once años cuando caíste de esta misma rama sombre mi cuerpo, te amo mi pirómano Dragneel, gracias por quererme a pesar de tener una familia tan complicada- Me dio un casto beso -Acepto, quiero casarme contigo-.

La abracé fuertemente y comencé a llorar de emoción, al fin seríamos nosotros dos formando una familia ¿Quién sabe? Tal vez unos dos hijos no estarían mal.

Deshice el abrazo y coloqué el anillo en su dedo.

Ambos nos besamos en esa rama que dio inicio a nuestra peculiar historia, ¿Quién diría que este árbol sería el testigo de nuestro primer hola, nuestro primer beso y ahora el inicio de nuestro compromiso?

Al final gané viejo, seré el esposo de tu hermosa hija y seremos una familia con o sin su bendición.

¿Fin?

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Ese es el final, esta historia la tenía a medio terminar desde el año 2018 y ahora decidí retomarla como oneshot, si gusta tal vez haga la boda.

Espero que todos estén bien y cuidándose de este virus.

Que la fuerza los acompañe, se despide Eugenia 🦋🦄🌹