Capitulo 166: Hoshiki no Moro

Aquí estamos de regreso con más capítulos, con los problemas de DB no puedo esperar más al manga así que me tocará seguir mis arcos.

Informar que tengo como 15 capítulos en borradores de una historia de un reencarnado en avatar, si gustan será subida. Y la de Bleach.

Ahora , empecemos.

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"Ah, qué recuerdos" Raditz suspiró tras aterrizar en el planeta Namek, recordando aquella vez que llegó con su hermano hace ya tantos años.

"Así que este es mi planeta natal... Namek" murmuró Piccolo mirando el cielo, donde habían tres soles.

"El aire es bastante puro" Krilin exhaló placenteramente, lo mismo hicieron Yamcha. Tien solo sonrió, a su lado estaba Chaoz, feliz.

"Déjense de tonterías insectos, debemos encontrar al patriarca actual y asegurar las esferas del dragón" Vegeta miró a la banda.

"Estoy de acuerdo con Vegeta, recuerden que tenemos una misión que cumplir" Merus miró a todos con seriedad. Jaco cruzó sus brazos.

Bardock asintió ante aquellas palabras, y enseguida se alzaron al vuelo, volando hacia la aldea de Moori, y llegaron en un momento.

Piccolo seguía sumergido en sus vastos pensamientos. "Soy como ellos" pensó Piccolo mirando a los aldeanos cultivando.

"Oh, son ustedes, sentimos su energía" Moori apareció con su bastón, acompañado de unos niños, "Tú eres el hijo de Katattsu, ¿verdad?"

"Supongo" Piccolo estaba con los brazos cruzados, él recordaba ese nombre por las memorias de Kami. Katattsu era su padre.

"Y veo que finalmente te reuniste con tu otra mitad, pero aún estás muy lejos de tu máximo potencial" comentó Moori. Piccolo le miró.

"¿Qué quieres decir?" Piccolo estaba atónito.

"Nostros los namekianos descendemos de Zarama, el primer dios creador" Moori miró a Piccolo, "Zarama nos dio increíbles poderes"

"Pero sin duda es posible superar esos poderes siendo un Super namekiano, tú como tal podrías lograr cosas increíbles" el patriarca Moori habló.

"Bien, bien, muy fascinante esta charla mística" Raditz aplaudió sarcásticamente, "¿Tienen aquí reunidas las siete esferas del dragón?" preguntó.

"Así es, por si surge una emergencia" Moori señaló su choza sonriendo, "¿Por qué preguntas? ¿Requieren utilizarlas en este momento?"

"Oh, nosotros no, pero un mago desquiciado devorador de mundos sí" Raditz señaló el cielo, donde en la lejanía vieron una nave aterrizar.

"Ya está aquí" Merus dijo con seriedad.

"¡Vamos!" exclamó Piccolo expulsando su energía y se fue volando en dirección a la nave de Moro. Y al instante todos le siguieron.

"Parece que tendremos visita" Moro dijo sonriendo, "Y hay dos individuos con fuertes energías. 73, Saganbo, vayan a por ellos"

Los dos mencionados salieron de la nave, "Ustedes vayan a por el resto, yo iré por las esferas del dragón mientras se encargan"

Los guerreros se pararon delante de la nave, donde primero salió 73. Este fue directo hacia Piccolo, "¡¿Q-qué demonios eres insecto?!"

Piccolo esquivó rápidamente al sujeto llamado 73 y juntó sus brazos para darle un hachazo en la cabeza, mandándole así contra el suelo.

Pero inmediatamente 73 se levantó como si nada y voló hacia el namekiano, que lanzó una ráfaga de energía que el prisionero desvió.

Entonces 73 le dio un puñetazo en la mejilla, Piccolo devolvió con un cabezazo y en seguida iniciaron un brutal intercambio de golpes.

Mientras todos miraban, Saganbo salió y le dio un codazo en la mandíbula a Raditz mandándole hacia las aguas del planeta de los namekianos.

Pero estas aguas empezaron a evaporarse, hasta que de ellas salió Raditz en Super Saiyan con una vena en la frente, "¡Eres un estúpido!"

"¡Double Sunday!" Raditz lanzó dos ráfagas de energía que Saganbo intentó detener con sus dos brazos, y salió salvajemente retrocedido.

Krilin retrocedió algo asustado viendo estas batallas brutales, estaban a otro nivel para él.

Pero entonces un ser nuy corpulento, Yunba, apareció detrás de él, rodeándole en un abrazo para asfixiarle, "¡M-maldición!"

"¡Krilin!" Yamcha exclamó dispuesto a ayudar a su amigo, pero entonces tres chicas le rodearon, "Escuchen, si quieren una cita, será una por una"

"¡No seas pretencioso!" una de ellas, exclamó dándole un rodillazo en el abdomen y Yamcha escupió sangre ante aquello, "Debilucho"

Tien y Chaoz estaban algo atónitos, y de pronto un ser amarillento, Shimorekka, y otro gigante hecho de metal, les taparon la vista.

"Lo siento, ¿iban ustedes a alguna parte?" preguntó Shimorekka con una sonrisa superior en su rostro.

"Sí, a partirte la cara" Tenshinhan apareció delante de la criatura dándole un puño en el abdomen y una patada en el mentón.

Chaoz estaba algo, bastante temeroso, el hombre de metal le sacaba diez cabezas como mínimo, además se veía muy invulnerable.

"¡Dodonpa!" Chaoz lanzó el rayo de energía clásico de la escuela de la grulla y apenas creó un rasguño en la superficie del Metalman.

"Hehe" el ser de metal pareció burlarse.

Bardock estaba de brazos cruzados, él había entrenado mucho desde su resurrección, ¿pero lo suficiente para enfrentarse a estos seres?

"Un saiyajin jamás retrocede en el campo de batalla" Bardock apretó sus puños. Y sin previo aviso, recibió una patada en la espalda.

"Es de mala educación darle la espalda a tu oponente" una voz suave sonó y Bardock se giró, quedándose muy sorprendido.

"¿Zarbon? No, debe ser de su raza" el saiyan sonrió, pues siempre quiso patearle el trasero a Zarbon, y esto podría compensar sus ganas.

"Soy Yuzun, quien te enviará a la tumba" Yuzun deslizó su flequillo, y Bardock hizo una mueca.

"Buena suerte intentándolo" el guerrero lanzó una bola de Ki que Yuzun esquivó moviéndose hacia la izquierda, y voló hacia él.

Y mientras toda esta brutal batalla se daba, ahí estaba Moro, no había nadie para frenarle. Iba a ir a por las esferas del dragón y a por su deseo.

"No tan rápido" Merus intervino apareciendo detrás del mago, mientras le amenazaba con su báculo, "Serás detenido, Hoshikui no Moro"

"Ahora que no está ese Kaioshin, dudo que un simple patrullero galáctico pueda..." iba a comentar Moro burlándose de su adversario.

Y de pronto, Moro el devorador de mundos recibió un golpe en la mandíbula que le hizo retroceder varios metros. "Tú... ¿qué eres?"

"Como dijiste, yo soy un simple patrullero"

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