I'm Fine
¿Cuánto pasó?
Todo parece un déjá vu, como si hubiese sido ayer, como si hubiese sido el sueño de una noche, como una aventura de verano, como una buena película, claro, aquella buena mezcla de romance y tragedia...
Suspiré con frustración.
Una mezcla de emociones aún inunda en mi pecho, aquella mezcla de sensaciones tan vividas.
«Dolor, tristeza, angustia, amor, felicidad, nostalgia, desilusión»
Solo son algunas de tantas...
—Unnie, ¿estás lista?
—Sólo un poco más Yennie. -intente sonreír, últimamente no me cuesta tanto fingir, aún así, ellas lo saben, sólo es eso, fingir.
Mentir descaradamente.
—Entiendo -susurro- Te esperaremos abajo -sonrió dulcemente- Baja cuando estés lista, ¿bien? -asentí levemente.
Últimamente he estado extrañandote menos, ya casi no lloró y eso... si me asusta.
Me acerqué hasta la cómoda, miré mi rostro en el espejo, pálido, observé mi vestido negro, he adelgazado bastante en un año, al igual que hace cuatro años atrás, cuando te fuiste.
De seguro me reprenderías, me darías un gran sermón acerca de cuanto me debería amar y aceptar a mi misma.
—Eres hermosa como eres, eso no cambiará.
Sin notarlo una sonrisa se formó en mis labios, me miré, sonreí contrictada.
—No quiero olvidarte...
No estoy siendo yo misma.
Tomé aquel cuadro donde estábamos juntos, divisé tu sonrisa, esa hermosa sonrisa, esos hoyuelos encantadores, aquellos pequeños ojos. Si, definitivamente te recuerdo, recuerdo cada parte de tu rostro, cada detalle a la perfección.
Aún así...
Me dirigí hacia la ventana, observé aquel paisaje, hoy es un día soleado, el viento es realmente agradable, tal cual te gustaba.
—Si me mantengo en silencio y cierro los ojos puedo oírlo todo, ¿no es agradable? -sonreiste.
Cerré mis ojos y llevé tu foto con ambas manos hasta mi pecho—Lo es -susurre.
Realmente lo es...
Estos días me recuerdan a ti, a la primera vez que nos conocimos.
—Pe-perdona -apenado.
—Descuida -miré mi blusa estropeada.
—En serio lo siento -reverenciaste.
Recuerdo las mil disculpas ese día, aún puedo recordar tu mirada desviándose de vez en cuando hasta mi pecho, esa camiseta blanca se volvió transparente gracias a tu refresco.
—Pervertido -sonreí.
—Mí rostro esta aquí arriba.
—Pe-perdona -desviaste tu mirada sonrojado.
Abrí mis ojos para dirigirme hasta el armario.
Ese día, me diste tu buzo.
—Gracias, lo devolveré...
—Descuida, devuélvemelo la próxima vez -sonreíste.
En ese momento no pensé que habría próxima vez, ni siquiera que te volverías tan importante para mi.
—Unnie, hoy vendrán algunos amigos de Kookie~ -sonrió avergonzada y solté una leve risa—N-no te rías de mi -pidio avergonzada.
—¿Quién no lo haría? eres demasiado -negó- ese chico cara de conejo te trae loquita.
—¡Sinb yah! -reprendio sonrosada. Las chicas reían a carcajadas mientras Sinb se le burlaba.
Sonreí al ver la foto junto a las chicas. Ellas verdaderamente me han ayudado y se han preocupado de más por mi, no debería ser así, soy la mayor después de todo...
—¡El timbre! -gritó Sinb desde el sofa.
—Ah~ ¿qué? aún no terminó... -preocupada con un ligero puchero en sus labios.
—Iré yo, descuida. -sonrei.
—Gracias unnie~.
—Chicas, ese olor a quemado ¿qué es?
—Ah preparó la cena~ espera ¿quemado? ¡ahh! -sonreí para dirigirme hacia la puerta.
—Hola -dijo un chico con una sonrisa de conejo.
—JungKook ¿verdad?
—Si, ¿cómo lo sabe?
Sonreí— Mhm, eres como te describen jeje llámame Sowon, tuteame.
—Gracias, ellos son mis amigos. -reverenciaron, sonreí al verlos pero mis ojos se posaron en aquel chico alto, de hoyuelos, y rostro avergonzado.
¿Quién diría que eras amigo del novio de mi pequeña? o ¿hermano quizás?
—El mundo es demasiado pequeño ¿eh?
—Si -avergonzado.
—Un gusto -extendí mi mano- soy So Jung, Kim So Jung.
—Un gusto -la estrecho- Nam Joon, Kim Nam Joon -sonrió.
Suspiré pesadamente.
¿Tenías que irte?
—Nam...
—Confía en mi, ¿si? -sonrió.
¿Enseñarme tanto?
—Es injusto -me queje enojada.
—Vamos Sowonie, piensalo como el Yin y el Yang. -alcé una ceja desafiante, sonrió negando con esos hermosos hoyuelos que realmente me podían—Siempre hay maldad, aún en medio de la luz, es el equilibrio, tal cual como el Yin y el Yang, el puntito negro en el Yin y el puntito blanco en el Yong, representando la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo en cada persona ¿verdad? -asentí suspirando—El justo siempre pagará por el malo.
—No me agradas. -rió al oírme.
—Aun así, hay que seguir esforzándose y mirando hacia delante, todo vuelve, lo malo y lo bueno. -se acercó para acomodar mi cabello, haciéndome una cola de caballo—Tú eres un ángel, por ende, te llegará lo que mereces -beso mi cabeza- Lo mejor.
¿Tenías qué amarme tanto?
—Te amo So Jung -sonrió.
¿Para qué? ¿para dejarme?
—No... no... -negue.
—So Jung... -susurro devastado.
—Oppa... es mentira...
—Nonna...
—Unnie...
—¡Seok Jin! dime qué es mentira... -sus ojos estaban rojos, y sin más, desvió su mirada—N-no... no...
—Lo siento. -me abrazó para poder contenerme sin que desvanezca.
—¿¡Para qué!? -comence arrojar nuevamente todo. La ropa, los perfumes, cada anotador, las fotos... todo—¿Para qué?
Mi voz se desvaneció, mis lágrimas, las que no salían hace meses, aún no aparecian.
Me dejé caer en el suelo, volví a ver aquella foto tirada en una esquina de la habitación.
Hoy es ese día.
El día en que nos conocimos, el día que me propusiste ser tu novia... El destino es irónico, es tan sádico... bastante cruel.
El mismo día que marcó tantos bellos recuerdos en mi corazón, y se encargó de transformarlo, en el mismo día de nuestro adiós.
—Unnie... -oí la dulce voz de Eunha.
—Yo... -Perdón.
—Sowonie... -podía sentir el dolor en su voz.
Yo debería estar bien por ustedes, pero...
—Tengo miedo...
—Unnie -corrió hasta mi para abrazarme- Está bien, está bien... -negué.
No... no estoy bien.
—Lo estoy olvidando... -susurre.
No quiero... tengo miedo de olvidarlo.
—No lo haces -sentía su voz quebrandose- Unnie, aún lo recuerdas y ¿sabés qué? esta bien, porque lo amabas, porque aún lo amas.
¿Lo hago? No... yo... mi corazón esta traicionándome. Se que no está bien...
Sentía mi pecho doler, estrujarse.
—Le estoy... fallando... -susurre.
Soy un asco de persona, él no lo merece.
—No es así. -cruzada de brazos desde la puerta, con una mirada seria- No seas idiota.
—Eunbi... -Bunny la reprendio dulcemente.
—No, ¿crees qué eres mala?, ¿qué eres un asco de persona?
Lo soy...
—Unnie -Bunny acarició mi espalda.
Una caja fue tirada delante nuestro—Ahí está, cada verso, cada letra, sus sonrisas y sus miradas... -negó- No decían lo mismo.
Ví cada carta, cada foto, los osos, esos llaveros, los perfumes... todo era de él.
—Él te amaba, de hecho, te ama. -recordo Sinb.
—Y le gustaría tu felicidad. -la mas alta ingresó a la habitación juntó a Yerin.
—Yuju... -llame.
—Sabes que no quisiera verte así -Rinnie comentó triste.
—Yerinie unnie tiene razón, unnie tú...
—No puedo... no quiero olvidarlo -susurre.
—No se trata de olvidar. -aquella voz dulce. Umjie...—¿Crees qué podría olvidar a mi hermano? -desvié la mirada apenada—Unnie mírame.
No puedo, no tengo derecho...
Se acercó para inclinarse ante mi—Tambien lo extraño y cada tanto lloro por él. -Perdón... ella sonrió al verme—Él te amaba, realmente, su amor por ti era inmenso, soy testigo de eso.
—Yo... -Me odio a mi misma.
—Él no querría que te culparas, estaría feliz por ti, su novia, y por él... su mejor amigo.
Mis lágrimas amenazaban con salir—¿Lo sabes? -apenas logré articular, ella asintió despacio.
—Él se acercó para decirme lo que te ama, y de hecho -suspiró- También se disculpó mil veces en el transcurso.
—Perdón... -aún no lograba verla, no podía alzar mi rostro.
—Estoy harta de oir una disculpa, se lo que oppa hubiese querido, y eso es -tomó mi barbilla obligándome a verla- su felicidad -sonrío dulcemente.
—Quiero que seas feliz, siempre. Que estés bien, siempre. -susurro sonriente.
—Hoy es su aniversario, y yo... yo... -sentí sus brazos rodearme, en un cálido abrazo, de esos que consuelan el alma.
Mi corazón se estrujó, lloré en su pecho, lloré como una niña. Al fin logre llorar.
—Esta bien llorar.
—¿Aún con mis alas rotas?
—Aun con tus alas rotas -me abrazó- Siempre seras un ángel.
—¿Soy mala?
Negó— No morirás por un error, sabes que no estas sola -sonrió.
—No estás sola So Jung unnie.
—Umjie... -correspondí a su abrazó con fuerza.
—Hoy... se cumplen cinco años desde su fallecimiento -susurro- fue una tragedia... -mis lágrimas corrían sin cesar—Pero deberías avanzar.
—Yo...
—Avanzar no es olvidar, ni superar... solo es seguir, seguir. -se separó lentamente de mi, tomó mi mano para verme—Sonreír y amarte, -tocó mi mejilla- tal caul él lo hubiese hecho.
Sonrió de una manera tan dulce, sus ojos brillaban, su calma y ternura, de cierto modo me lo recordaba tanto.
—Vivo con y por amor.
—Eso es increíble pequeña.
—¿Y tú oppa?
—Mhm -sonrio- vivo por tu amor~.
El toctoc de la puerta se hizo oir.
—Perdón chicas, estábamos preocuados. ¿Están bien? -ingreso apenado.
—Si Tae -Yerin se acercó hasta él para sonreirle.
—Ya bajamos, ¿no? -Umjie me miró sonriente, asentí.
—Vamos a bajó amor -Tae asintió ante su novia, pero antes de salir me dedicó una sonrisa reconfortante, las chicas le siguieron.
Estaré bien... ¿Tú estás bien?
Levanté esa caja y vi una carta.
“Una vez me preguntaste del por qué vivo. ¿Recuerdas mi respuesta? fue por tu amor, y es que realmente sonrió por ti. Te volviste mí alegría, la fuerza que me enseña a amarme un poquito más cada día. Porque según tú, merezco amarme, diste lo mejor de mi y por eso se, que siempre darás lo mejor de ti, porque eres una dulce niña fuerte. Aún siendo así de frágil, no te romperas con facilidad, eres de las pocas personas que aman y que viven con amor, por favor no cambies eso.
El amor es de lo que carecemos, lo que más necesitamos.
¿Sabés? eres lo mejor de mi, ¡gracias!
Nunca dejes de sonreír, de ser feliz, de amar.
Te Amo, mí ángel💖 ”
Lágrimas empaparon mis mejillas.
Toda la tristeza y las heridas las enviaré lejos...
Sólo por ti, sonreiré por ti, porque tú eres mí ángel.
Bajé las escaleras cruzandome con la mirada de los chicos, inclusive la suya aunque sólo fue un segundo, ya que la apartó tristemente.
—¿Lista? -asentí para sonreír levemente.
-Vamos -nos dirigimos al cementerio, los chicos por un lado, nosotras por otro.
Yerin condujo, me recosté en la ventana y contemple el paisaje.
Me preguntó, ¿si puedes ver bien desde ahí?
¿Puedes oír el débil eco de mí voz? Porque si es así, déjame decirlo, decírtelo.
—Llegamos -bajamos, respiré profundo para mirar el cielo.
Estoy bien y mi dolor, puedo superarlo aún sin no estás a mi lado, así que... No te preocupes demasiado... puedo sonreír y apreciar tu dulce voz oppa.
Caminamos hasta llegar a ti, estás aquí, justo frente nuestro, como siempre, sólo que rodeado de un ambiente más tranquilo, sin tanto ruido, y sigues con esa sonrisa en tus labios, esa que tanto te representa, hasta el final.
—Oppa -sus ojos brillaban al ver tu foto, se inclinó a dejar ese ramo de flores.
—Hyung -sonrió melancólicamente.
Escúchame, ahora... dejaré ir tu mano.
Sentí un nudo en mi garganta.
Incluso si vuelvo a caer, incluso si vuelve a doler, sonreiré, estaré bien.
La oscuridad pide devorarme, pero está bien, no estoy sola...
—Él es Jin, mi mejor amigo, y ella es mi ángel So -sonrío.
—Un gusto soy Kim Seok Jin -reverencio con una gran sonrisa.
—So Jung, dime Sowon.
—Mejor cuñada -guiño el ojos, ambos reímos, el enrrollo aus brazos alrededor de nuestros hombros.
—Cuida de ella hyung, es lo mejor de mi~.
—Claro -le sonrió.
Tomé su mano, y él me miró sorprendido. Sonreí, y le vi imitarme contrictado, sujetando con un ligero apretón de mi mano. Alce la mirada a el cielo nuevamente.
¿Me escuchas oppa?
Se que nunca podre olvidarte, porque te fuiste demasiado rápido, se que cargaré con el dolor de tu partida. Y nadie podrá quitar tu recuerdo, porque, tú eras lo mejor de mi, siempre serás lo mejor de mi...
Aunque me duela no tenerte conmigo, no verte sonreír nuevamente, sentir tus labios, oir tú risa, oler tú aroma...
Soy feliz con los recuerdos, con los detalles, con cada momento.
Todo lo atesorare, aunque duela.
Una lágrima recorrió mi mejilla.
Amaré de nuevo, sonreiré de nuevo...
Limpié la lágrima, pero tras de ella vinieron más.
Simplemente las dejé fluir con libertad, porque a partir de ahora, lloraré de felicidad, porque...
—No llores, amó tu sonrisa, por favor... por favor no llores.
El ruido de ese aparato resonó en la habitación, cada lágrima, se unió al llanto y el dolor se hizo presente.
—Lo sentimos...
—No...
—Hora del fallecimiento...
—No...
—26 de febrero de 2014.
—Oppa~ -Umjie lloraba desconsoladamente en brazos de Yoongi.
—05:26 am, lo siento mucho...
Odiabas verme llorar, lo dejaste claro hasta el final, por eso, permiteme, sólo por hoy, sólo hoy llorar.
Miré a Yewonie sonreir ligeramente en brazos de Yoongi, él besaba su cabeza.
Tú hermanita creció tan bien, cada día más hermosa, y puedes estar tranquilo tiene un gran compañero a su lado cuidándola.
Tu compañera de tragos a un sigue siendo ruda, pero la veo todas las tardes pasar a visitarte, Hoseok dentro de poco se le declarará, al fin lo hará mi cielo, ya quiero verlo ¿y tú?
Yuju está ayudando a Jimin, él realmente te extraña, esas mañanas de ejercicio que odiabas pero aún asi te obligaba a ir. Si, aquellas que dejó, gracias a Yuju retomo, volvió a ejercitarse luego de meses.
Kookie ha crecido tan bien, tu pequeño protegido es todo un hombre, él planea proponerse a Bunny, ¿lo sabés? Sé que serán un gran matrimonio.
Yerin, quién considerabas tu compañera de juegos, sigue sonriendo, sigue riendo, ella ha estado ayudando a Tae, ese pequeño de apoco vuelve a ser el mismo de antes, ahora sonríe sinceramente.
No con falsedad, no con esa máscara, ninguno de ellos sonríe cínicamente, ellos avanzan.
Solía preguntarme, ¿cómo lo hacen?, ¿cómo logran superar? ¿acaso... te olvidaron?
Jin aún llora por ti, aún sufre tu ausencia, tú mejor amigo se autocastiga por mi, por mi culpa.
De igual modo, odio este sentimiento... odio el olvidarte, el superarte, el déjarte atrás.
Cerré mis ojos con fuerza por un momento, solo deseó oír la brisa, todo aquello que tanto amaste.
—El silenció ayuda a oír más, mucho más, muestra lo escondido, lo que es invisible entre tanto ruido, recuérdalo, sólo cierra los ojos y escucha atentamente -sonreías.
‹Sonríe, ama, recuérdame con una sonrisa, vive, se feliz..›
Pero no, hoy lo entendí, avanzar, superar... no es olvidar, claro que no, solo es aprender a vivir con aquella pérdida, convivir con la ausencia.
Contigo en sus corazónes, contigo presente en sus recuerdos, hoy no estás aquí, pero sigues tan real y patente, tan latente en nuestras vidas, en nuestras almas y en nuestras mentes.
Por eso sonrien y yo...
Abrí mis ojos.
También quiero hacerlo, sonreír sin falsedad, sin mentiras. No mentirme más.
Todos, cada uno de ellos te han extrañado, pero entendieron, que sigues aquí, que quieres vernos sonreir, que sonríes en conjunto con nosotros.
Podía ver a las chicas cerca de los chicos, sus semblantes reflejan nostálgia, tristeza, pero sobre todo, amor.
—Se feliz Sowonie... sean felices. -sonreiste con debilidad.
Aún te extrañamos, aún nos duele, nos haces falta pero...
Mi ángel... no debes de preocuparte más por nosotros, no te preocupes más por él... volverá a sonreír, podrá verte y reír, lo sé, lo prometo.
Apreté el agarre, enrrollando nuestros dedos, él me sonrió dulcemente, aún con lágrimas empapando sus ojos, al igual que los mios.
No te preocupes más por mi oppa, porqué...
Sonreí.
Estoy bien...
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