"La vida no se juzga por el tiempo, sinó por los recuerdos de los momentos especiales que vivimos."

-¡Omma! -gritó el pequeño Kim avergonzado.

So Jung salió al jardín con gran preocupación, pero rápidamente aquel sentimiento fue remplazado por ternura y una gran sonrisa.

Su pequeño era rodeado por aquellas dos hermosas niñas que tanto amaba.

Volvió a ingresar a la casa para tomar aquella bandeja con leche y galletas de chocolate.

-¡Ommanie! -aquel gritó endulzo su rostro nuevamente.

-Shinnie, Hye -sonrió al verlas. Ambas niñas voltearon con un sonrojó inundado sus mejillas-Traje algo muy rico para merendar~ -sonrió la mayor depositando la bandeja en una mesa jardinera.

-¡Si! -gritaron ambas emocionadas para correr hasta la mayor y tomar su taza juntó a una crujiente galleta.

So Jung se acercó hasta su pequeño y hermoso hijo, de tan sólo cinco añitos.

-Debes ser más amigable con ellas. -susurro la más alta.

-Omma... -se acurrucó entre sus piernas avergonzado.

-Son muy lindas, ¿no? -este asintió avergonzado detrás de ella viendo a ambas niñas comer sonrientes, su madre rió para agacharse y abrazar a su bebé.

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-Gracias por cuidarla unnie -sonrió apenada la menor.

-Descuida, ella es un ángel -sonrió la más alta al ver a los cuatro niños jugando.

El timbre sonó, So Jung se puso en pie para ir hacia la puerta y abrir, tal cual pensó, Ye Won había llegado.

-Unnie -sonrió.

-Pasa, Eun Ha está en el living -ambas se dirigieron hasta aquél apartado de sillones con vista directamente hacia el jardín.

-¡Oh! Pulgarcita~ -sonrió la más pequeña de las tres, ambas se saludaron.

-Miralos, están tan llenos de vida -comentó Umji emocionada al verlos.

-Pensar que ya están tan grandes~ -acotó EunBi.

-¿El pequeño Bae tiene oportunidad con su unnie? -preguntó la mayor al ver al pequeño jugar junto a su hijo, siendo molestado por su hermana unos pocos minutos mayor que él.

-Escuche de Yu Ju que está tomando clases de canto en la misma tutoría de Sunni -comentó Umji con aquella taza de té en mano.

Eunha rió ante los comentarios de sus amigas, volteó a ver a sus dos hermosos hijos de tan sólo ocho añitos.

-Pues si~ apenas supo que la pequeña Sunni estaba interesada en el cantó como su madre, se decidió a entrenar su voz duramente. -sonrió amorosamente- Es un niño bien decidido, eso lo saco del padre -rió levemente, acompañada de las otras dos.

-Son tan lindos los gemelos Jung. -comentó Umji- En serio unnie, lamento que la hayas tenido que cuidar tu sola, es que...

-Descudia, lo entiendo y no es ningún inconveniente -sonrió- amo a estos niños.

-Ella ama estar aquí con los Kim, más con el pequeñín -acotó Umji con una sonrisa.

-No sólo ella~ -siguió Eunha- Hye se enloquece por venir a visitar al pequeño y adorable dongsaen de positos lindos en sus mejillas.

-¡Ommo! ¿ella también? -preguntó la menor asombrada.

-¡Aigoo! ¿Shinnie igual? -ambas madres reían al ver lo embobadas que podían estar sus niñas con el pequeño y adorable Kim.

So Jung por su parte, seguía observando a esos cuatro angelitos que alegran sus días diariamente.

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-Omma, ¿por qué Hye nonna y Shinnie nonna son tan roba espacio personal? -la mayor rió ante la pregunta del pequeño.

-¿Por qué?, ¿te incómoda? -preguntó curiosa, y el menor negó.

-No es eso... sólo... me apena -reconocio cabizbajo, estaba realmente avergonzado.

-Mi pequeño bebé~. -ella lo rodeó entre sus brazos.

-No soy un bebé omma. -se quejó dulcemente.

-Mi pequeño y tierno bebé~ -lo acurrucó amorosamente- ¿Sabes qué eres el amor de mi vida?

-Pero ¿y appa?

-Shh, será nuestro secreto. -él sonrió enormemente al oírla, haciendo visible esos hermosos hoyuelos que tanto lo representaban.

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-Amor, llegué -un joven guapo y cansado ingreso a su hogar, siendo recibido por un beso y una sonrisa cálida de parte de su esposa.

-¿Día ajetreado?

-Como no tienes idea -ella tomó su sacó para doblarlo por la mitad y mirarlo levemente preocupada- Pero ya estoy en casa -sonrió para depositar un cortó y cálido beso en sus labios- Ya no importa. -ambos sonrieron.

-¿Recibiste el mensaje de Sinb? -preguntó Sowon al servirle su almuerzo.

-Si, en la noche habra reunión. -tomó sus palillos- ¿Cuál será la gran noticia?

Ambos sonrieron emocionados para conversar.

(....)

-Gracias por venir. -sonrió Hobi.

-¿A qué se debe tanto misterio? -preguntó Yoongi tomando de la mano de Umji.

-Appa dice que puede venir una bendición en camino, ¿qué significa tío? -preguntó inocentemente Sunni, la pequeña de diez añitos.

-¿Tu appa dijo eso? -Sinb levantó una ceja, Jimin rió tontamente.

-Hija porque no vas y juegas con los niños -propuso él.

-Pero... -un pequeño Jeon apareció jalando levemente del vestido a la mayor.

-Nonna... -avergonzado y con timidez- ¿Puede enseñarme aquella nota? -la mayor sonrió con dulzura para ir con él.

Todos los adultos miraban conmovidos a los menores.

-Ya, ¿cuál es la noticia? -cortó el royo Tae emocionado.

-Pues... -ambos sonrieron.

-¿La agencia firmara un contrato con una compañía definida? -preguntó Jin, Hoseok asintió.

-¿No es genial? -sonrió.

-Pues... -todos los presentes sonrieron algo incómodos, no era la noticia que esperaban.

-¿Qué esperaban?, ¿qué anunciemos un bebé? -se burló Sinb.

-Pues si... -sonrió Umji.

-¡Oh vamos! Nos casamos hace poco -se defendió Sinb entre risas.

-Igual mientras más rápido mejor -sonrió depravadamente Hoseok tomando la mano de su esposa, por lo que todos rieron.

-¿Entonces nadie dará una noticia tan encantadora? -cuestiono junto a un ligero puchero Bunny.

-Pues... -todos los ojos voltearon hacia Yerin quién sonreia.

-¡Serán tíos de nuevo! -gritó Tae tocando la panza de su Rinnie.

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-¿Amor qué haces? -Jin se acercó hasta su esposa, quién estaba de pie viendo a los pequeños.

-Es hermoso. -comentó, y el mayor volteó hacia su hijo.

-Pues si, es nuestro hijo. -sonrió orgulloso, ganado una sonrisa y un leve golpe de la contraria.

Seok la rodeó con sus brazos tomando su cintura por completo, apoyó su mentón sobre su hombro y contempló la divertida escena con su amada esposa. Ambos sonreían al ver a su pequeño hijo, siendo acosado por esas dos pequeñas sonrientes.

-Gracias. -susurro ella.

-¿Por qué?

-Por no rendirte conmigo, con nosotros. -acarició las manos del mayor que aún la rodeaban- ¿Sabes? aún no logro entender como soportaste tanto...

'Me odié a mi misma por no ser capaz de recibir amor.'

-Soy un desastre, tan imperfecta.

-Quizas lo seas, -sobo su mentón suavemente en su hombro- tál vez no eres perfecta, pero en los ojos del hombre correcto, siempre valdras la pena.

-Jin... -hizo más estrecho el agarre- aún recuerdo las lágrimas, añoraba por el día en que dejarán de correr... el día después de que aquella oscuridad, aclaré. -susurro aún con la mirada en su pequeño.

'A diferencia de los demás, yo no planeaba correr al ver la tormenta de su corazón.'

-Ambos estaremos conectados, sin importar nada, aunque estemos lejos veremos el mismo cielo... su cielo.

-Oppa... -su voz denotaba todo el sentimiento de su corazón, todo su amor.

Ella buscaba un corazón dispuesto a romperse con el suyo, y que aprenda a querer sobre los cristales... porque había muchos pedazos.

Él buscaba hacer desaparecer aquel miedo, ese que podría hacerle perder algo muy lindo... porque era consciente, que el momento que da más miedo, es siempre, justo antes de comenzar.

-¡Tio!, ¡Namjoonie dijo que soy linda! -Shinnie sonreía feliz mientras nos veía.

-Tia, ¡él me lo dijo a mi! -se auto señalaba Hye.

-No Hyennie, él...
-ambas niñas negaban ante la posibilidad de que la otra haya sido elogiada por aquel niño encantador.

-Hijo... -Sowonie sonreía apenada.

-Ese es mi campeón. -sonreía orgulloso su padre.

El pequeño Kim Nam Joon de tan solo cinco añitos los miró para correr hacia sus brazos, al ver aquellas dos niñas exigirles que aclarará quién era linda, llamando la atención de todos los mayores, quienes se acercaron para reír al ver el espectáculo.

Afortunadamente siempre existe otro día, y otros sueños, y otras risas, y otras personas, y otras cosas.

‹Sólo debemos de aprender, que no se puede dar marcha atrás, que la vida es ir hacia delante.›

La muerte llega cada día, tal vez no te toqué a ti o a
tu familia, pero siempre estará presente, esperando el día en que tus ojos deban cerrarse para siempre. La pregunta...

¿Te irás en paz?