P r ó l o g o
Las puertas de aquella oficina fueron abiertas, por ella entró un alfa alto y con su cabello castaño bien acomodado, vestía un traje azul marino que moldeaba su figura a la perfección.
Éste se dirigió hasta el escritorio del que era su padre, un alfa donde la edad ya se le notaba, alto y con cuerpo fornido, vistiendo un caro traje en color beige que acentuaba su elegancia.
Ambos, padre e hijo se observaron con ojos profundos, retándose; siempre que se encontraban sus miradas chocaban de esa manera como si fuera una batalla donde solo uno debía ganar.
—Taehyung, toma asiento — éste hizo lo dicho y miró a su padre.
—¿A que me has citado?— Taehyung se acomodó en aquella silla, esperando a que su padre hablara mas éste solo le sonrió de forma socarrona, provocando que se irritara.
—Como sabrás, dentro de tres días sera la fiesta de la empresa— el alfa habló con voz determinada ganándose una mirada indiferente de su hijo.
—Sabes que odio que le des tanta vuelta, ve al grano que tengo cosas que hacer — Taehyung le miró serio, escuchando un bufido molesto por parte de su padre
—En esa fiesta anunciaremos dos cosas— el alfa soltó una sonrisa que solo indicaba astucia, Taehyung observó entrecerrando sus ojos, sabía que algo bueno no era. —Has alcanzado tu edad Taehyung, por lo tanto debes ejercer el mando a esta empresa —
—Esa es una buena noticia pero porque siento que la segunda no va a agradarme.
—Supones bien querido — la sonrisa no fue perdida por su padre, a Taehyung le molestaba cuando se comportaba de esa manera. —Sabes bien que debes estar acompañado con alguien para ejercerlo, por lo tanto anunciaremos tu compromiso —
Tu compromiso
—¿Mi qué?— Taehyung trató de calmar a su alfa que se encontraba molesto. A él le gustaba tener el control de todo pero que decidieran sobre su vida privada lo detestaba.
—No hablo lo mismo dos veces Taehyung — el alfa se levantó para dirigirse al mini-bar, tomando dos vasos, les puso hielo y Whisky. Tendiéndole uno a su hijo.
—No eres nadie para darme ordenes sobre mi vida privada padre— Taehyung soltó la palabra con sarcasmo y se levantó para dirigirse a la puerta ignorando a su padre.
—Si quieres el mando a la empresa lo tendrás que hacer Kim.
Bien, su padre había jugado perfectamente, lo tenía entre la espada y la pared, el poder siempre lo quiso tener Taehyung, había crecido con ambición y para el nunca había conformación. Entre más tenía, mas quería; amantes, dinero, lujos y sobre todo. Aquello por lo que tanto había trabajado: El mando total a la empresa.
Supo que no podía renunciar al cargo solo por un estúpido compromiso. Por qué para él no era mas que eso; estúpido y molesto. A él le gustaba divertirse sin tener preocupación por enamorarse o mantener a alguien.
Bien aceptaría pero cuando llegara el momento, el jugaría bajos sus reglas, se dio la vuelta y presionó el pomo de la puerta con fuerza, como si con eso podría liberar el enojo que tenía, dio una risa amarga y asintió a su padre.
—Bien, has ganado — Taehyung le miró sarcástico.
—Siempre lo hago Taehyung — el hombre le miró una última vez antes de ver salir a su hijo como alma que se lleva el diablo.
Ambos eran alfas por lo tanto siempre querían ganar y cada vez que se veían se retaban entre si.
Su relación nunca fue tan buena, el era un hombre ocupado por lo tanto Taehyung desde pequeño se crió con una nana.
Él y su esposa siempre viajaban y entre tanto trabajo a penas lograban estar presentes en casa.
—Veremos quien sale perdiendo — el alfa miró la puerta que hace segundos había sido azotada. Dando un trago a su whisky, se volvió a sentar en la silla declinable de cuero negro; continuando con su trabajo.
Taehyung había salido con aire de superioridad de aquel edificio pero por dentro se encontraba muy, muy cabreado.
Siempre era lo mismo, se atrevían a decidir en su vida manejándolo como una marioneta. Si bien era un alfa muy codicioso y egoísta, no le gustaba que se metieran en su vida personal y su padre le había puesto en una situación donde si no aceptaba prácticamente todo se lo cedería a su hermano, ni loco aceptaría eso.
La puerta del auto fue abierta a él y sin saludar ni agradecer entró, estaba demasiado enojado como para saludar.
—Llevame a casa — demandó cruzando sus piernas. Su chófer solo asintió poniendo en marcha aquel auto.
Durante el camino, el alfa solo iba observando como las calles pasaban rápidamente debido a la velocidad del auto. Quería llegar a casa; sonrió a la nada cuando su querida nana vino a su mente, esa mujer que lo cuidó desde pequeño y estuvo siempre para él. Taehyung solo podía sonreír por ella, su corazón se calentaba y las sonrisas con su buen humor aparecían al verla y pasar tiempo con ella.
Sus padres eran unos materialistas y solo veían su propio beneficio; no los culpaba él de alguna forma también era así. La diferencia es que tras ese aire de superioridad, esa imagen de frialdad y todo lo negativo que portaba, no le impedía ser cariñoso con su nana, con los animales; esas dos cosas era lo único importante para él. Lo bueno que podía ser o sentir lo había aprendido de la que para él mas que su nana, era su madre.
El auto se detuvo al llegar a los grandes balcones que al ser notificados les permitieron la entrada. Bajó del auto y su enojo disminuyó un poco al ver a su nana regar aquellos rosales de diferentes colores; azules, rojos, amarillos y blancos. Aquellos que ella cuidaba con tanto fervor.
Quiso correr, pero al notar que no estaban solos, decidió caminar y darle una sincera sonrisa a la mujer que al verlo dejo de hacer lo que hacia y salía a su encuentro.
—Mi taetae ha llegado a casa— la mujer que se veía ya mayor, abrazó al alfa, siendo recibida al instante.
—Hola nana— Taehyung inhaló el aroma que despedía la omega.
—¿Dijiste gracias a tu chofer Taehyung? — el cuerpo del alfa se tensó y como un cachorro regañado de separó del abrazo y volteándose a donde seguía su chofer acomodando algunas cosas del auto, caminó y entre dientes dijo. —Gracias Hoo— el mencionado se exaltó un poco ante el repentino acto y solo hizo una reverencia de noventa grados. —De nada Taehyung-ssi— El alfa se retiró y comenzó a caminar con su nana, la mujer sonrió y habló —Ves que nada cuesta— Taehyung hizo un puchero haciendo reír a la omega, ésta posó su mano sobre el hombro, sobando de forma cariñosa.
—Ven, preparé Pie de Limón — ambos entraron a la residencia encaminándose a la gran cocina.
—Llama a JungKook — el alfa le ordenó al mayordomo. Estaba estresado y lo único que quería era descansar y terminar con esto de una vez.
La puerta de su despacho fue abierta y un tímido omega de cabellera castaña entró, dando pasos un poco torpes debido al nerviosismo.
—Ven, toma asiento— éste solo hizo lo ordenado, sentándose juntó sus manos para desquitar sus nervios en ellas.
—Sabes que ya estas a dos años de finalizar la universidad— Su padre, un alfa de altura promedio, con cabellera canosa y la mirada cansada. Habían acordado con Kim que esa noche hablarían con sus hijos para darles la noticia. —Quiero que entiendas que es lo mejor para ti hijo, es por ello que por seguridad y bienestar tuyo y de la empresa... Debes contraer matrimonio con un Kim.
JungKook no sabía como reaccionar ante la noticia, es decir, él estaba en sus 20's y realmente que le dijeran que se casaría con alguien que solo había visto unas cuantas veces y lo mas importante, ni siquiera se casaría con alguien que amara y lo amara a él.
—No— fue todo lo que salió de su boca, levantándose de la silla en la que estaba y tomando valor siguió. — Tu no puedes hacer esto— el omega negó y las ganas de llorar incrementaron cuando su padre, aquel hombre que siempre le cuidaba, no hacía ni decía nada.
—Lo lamento JungKook, si no hacemos esto perderemos la empresa— su padre le miró con un poco de lástima.
—Debes saber que esta sera una alianza poderosa, por favor— su padre miró a su hijo derramar lágrimas de amargura.
—Te haré una pregunta — JungKook habló mirando fijamente a su padre. —¿Te importa más la empresa y el poder, que tu propio hijo?— JungKook miró al alfa esperando la respuesta. —¡CONTÉSTAME!— El omega negó viendo como su padre le miraba sin decir nada y eso solo le dolió. La respuesta era clara.
Salió de aquel despacho, corrió hasta llegar a su habitación. Se lanzó a su cama y abrazó una almohada, esa noche lloró de amargura y desconsuelo, sabiendo que si su madre estuviera a su lado eso no estaría pasando.
—T-te extra-ño mamá — el omega miró aquel cuadro dónde él y su madre posaban sonrientes en aquel día de primavera.
Esa noche entendió que no había vuelta atrás, que aunque su padre le había dicho "por favor" era un claro "deberás".
Él no estaba listo para casarse, él no quería casarse.
¡Hola!
Tuve esta idea y decidí escribirla y aquí está.
Quise hacerla VKOOK por todas aquellas que amamos este shipp.
Espero le den mucho amor❤
Bienvenidos/as al mundo de «I'm falling for you»
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