C I N C O

Las calles pasaban demasiado rápido ante los ojos llorosos de JungKook, su cuerpo sufría temblores de miedo mezclados con el llanto que parecía ser incesante.

TaeHyung seguía manejando sin dirigir la palabra, ignorándolo; apretando el volante con demasiada fuerza y sus ojos fijos en las solitarias calles. Tratando de controlarse porque no quería cometer una estupidez.

Se sentía confundido, su lobo dominaba por completo desde aquella escena, dónde la ira y sed de devolverse y matar al alfa que había besado esos labios, que había tocado su cuerpo eran suficientes para que con sus propias manos apagara la luz de aquellos ojos que destellaban en lujuria al ver y tocar a JungKook.
En ese momento su lobo dió la cara defendiendo algo que ya le pertenecía, su orgullo era dañado al ver como JungKook se dejó besar y tocar por alguien que no fue él, ni siquiera él había tenido la dicha de tocarlo aún y eso fue lo que bastó para ir en ese estado; sin mediar palabra y escuchando el llanto incesante del que sería su omega.

La voz de JungKook sonó en un doloroso susurro. —¿Ado-adonde me llevas? — el omega lloró aún más al no recibir respuesta inmediata.

—Las preguntas las hago yo JungKook.

El alfa ni se molestó en mirarlo, solo escupió la frase con total indiferencia y una pizca de molestia, hizo una mueca por el aroma a tristeza y miedo que expelía JungKook.

Por la lejanía se divisó el destino ante los ojos de un alfa que soportaba la ira dentro. Se detuvo frente a la caseta y bajó la ventanilla del auto para poder ser visto y así le dejaran pasar.

JungKook en medio de su miedo vio la zona residencial, donde no habían edificios ni nada más de la ciudad. En su lugar había mucha vegetación, siendo la calle lo único que resaltaba en un lugar rodeado de árboles y la brisa fresca. El paisaje era bonito a simple vista pero él no podía sentir nada más que miedo y ansiedad.

¿Que sería de él?

Quiso preguntar en que lugar estaban pero el miedo le hacía callar y quedarse quieto.

Luego de un tiempo se divisó la enorme mansión, sus ojos vieron el lugar de manera curiosa, notando la soledad en él.

La puerta fue abierta con agresividad, sacándole un brinco. Ni siquiera se había percatado de que ya el auto estaba estacionado en el pequeño aparcamiento que este lugar poseía. —Bajate.

—Taehy... — no pudo terminar de hablar porque su brazo fue halado con fuerza, sacándolo sin delicadeza del auto blindado en color negro y se vio siendo arrastrado hacia la entrada de aquella mansión.

—¡Sueltame! —gritó esta vez, jalonando con esfuerzo pero no hubo ningún cambio, fue ignorado.

—¡Callate no me hagas enojar más de lo que ya estoy JungKook!— TaeHyung le gritó mirándolo con su rostro rojo por lo enojado que estaba. Sin soltar el brazo del omega abrió la puerta y lo empujó dentro.

Lo único que pudo ver fue a JungKook corriendo escaleras arriba. Una risa burlona se escapó de sus labios.

Idiota.

Cerró la puerta tranquilamente, dándole el espacio al omega de "esconderse". Cerró con llave y caminó sin prisa hacia arriba.

Su voz resonó en el solitario pasillo cuando terminó de subir las gradas. —JungKook~

Caminó en aquel pasillo y sintió el aroma a miedo concentrado en una sola habitación.

Te has escondido en nuestra habitación

Acortó la distancia y al estar frente a la puerta el aroma fue haciéndose más claro. Sonrió con malicia cuando escuchó los gimoteos quebrados del omega. Supo que estaba apegado a la puerta.

Intentó abrir pero la puerta estaba siendo asegurada. —Yah JungKook, te conviene abrir la puerta ahora.

—¡Largate!— JungKook le gritó asustado, alarmándose en cuanto el sonido de una llave era introducida a la cerradura para luego ser abierta con fuerza provocando que resonara por toda la habitación.

El alfa le sonrió, una sonrisa que provocó escalofríos en JungKook.

El alfa dió un paso al frente pero el omega con piernas temblorosas caminó dos pasos hacia atrás, sin darse cuenta ni ver el movimiento por lo rápido que fue; el alfa le empujó quedando apresado en la pared. El golpe seco resonó sobre el tortuoso silencio y soltó un quejido por el impacto de su espalda al chocar contra la pared de forma brusca.

Los recuerdos de ser acorralado de esa misma forma pero en la universidad y por un alfa como YugYeom vino a su mente. Se arrepintió de no ser más fuerte para luchar, porque si eso hubiera pasado tal vez el escenario fuera distinto.

—¿Qué fue lo que pasó allá en la universidad mi querido JungKook?— la voz salió en un susurro, cosa que provocó más miedo por lo tétrica que había sido.

—Deja-me ir por fa-favor. — cerró los ojos asustado cuando un golpe seco dió sobre la pared casi rozando su mejilla.

—Preguntaré una vez más... ¿Qué pasó allá en la universidad?— tomó ambas muñecas del omega y las apresó a la altura de su cabeza, el omega le miró con verdadero miedo, sintiendo el dolor en la zona por la falta de circulación.

Resignándose, derramó lágrimas de impotencia y su respiración chocó contra la del alfa por la cercanía que mantenían. —Yo estaba por sa-salir y él apareció de repen-te y me acorraló...

— ¿Quien es "él" para ti?¿Qué más? ¡Habla maldición!

—No es nadie TaeHyung... Él me besó... Nunca lo había hecho. — frunció el ceño al sentir adormiladas sus muñecas, comenzando a sentir un hormigueo en ellas.

El alfa sintió su sangre caliente y miró aquellos labios rosados y húmedos. Labios que habían sido besados por otro y no por él. —Eres mío Jeon JungKook, ¿Entiendes eso?— a pesar de ser mirado con total miedo notó lo afectado que se vio el omega al escuchar sus palabras.

—Nadie puede tocarte mas que yo. — se acercó al cuello del contrario y restregó su nariz sobre la curvatura, ahí donde la marca sería colocada. JungKook se tensó pero no podía defenderse. —Nadie puede Besarte o mirarte con otros ojos más que yo... — su aliento chocó en su cuello mandando una corriente eléctrica sobre la espalda del menor. Se alejó unos cuantos centímetros y fijó su vista hacía los labios del omega. — Tu me perteneces. ¿¡Entiendes!?— su voz ensordeció un momento a JungKook, quien comenzaba a sentirse débil y a punto de caer al suelo. Siendo el agarre lo único que lo mantenía de pie.

—Eres i-increíble Kim TaeHyung... — JungKook habló con voz débil, riendo cínicamente aún cuando sentía miedo por dentro.

Calentaré tu ira alfa idiota.

No me dejaré llevar por el miedo...

—Jungkook... — advirtió el mayor, soltándolo porque de todos modos la puerta tenía llave.

—Te has equivocado conmigo TaeHyung... No dejaré que me toques. ¡No soy tuyo ni de nadie maldita sea!

JungKook se quedó quieto en su lugar, tratando de ignorar el fuerte punzón en su cabeza y el mareo que lo atacó.

Ante los pensamientos del omega, TaeHyung se equivocaba si creía que se dejaría ser tratado así, no importaba el miedo o el dolor, el lucharía hasta el final.

—Tus ojos me dicen otra cosa cariño.

JungKook miró enojado a TaeHyung, aquella palabra había sido escupida con ironía.

El alfa se aproximó rápidamente hacia él, mientras el omega esperaba un golpe o algo peor; abrió sus ojos en grande al notar lo contrario.

Siendo tomado bruscamente de sus mejillas, el alfa no le dejó escapatoria alguna y le besó. Un beso rudo donde el no correspondió, su labio fue mordido en el proceso sacándole un gruñido.

De repente sintió como si su cuerpo entraba a un letargo y su mente no procesaba nada. TaeHyung quién ya estaba entrando en su celo, dejó ir feromonas para así cautivar al omega.

JungKook maldijo en su mente, su cuerpo no respondía, su lobo solo quería aceptar el beso y eso le aterró demasiado.
Todo se fue al demonio, ésta vez solo había un ganador y ese lastimosamente no era él.

Se sintió adormilado al sentir las fuertes manos sostenerlo, siendo besado de forma intensa y el aroma de excitación proveniente del alfa le hizo cavar su propia tumba, rindiéndose aflojó el fuerte agarre que mantenía sobre la ropa del mayor y se dejó hacer, su cuerpo no obedecía ningún mandato porque su omega tomó el control y aceptó el beso.

El alfa bajó sus manos hacia las caderas del omega y el solo colocó las manos sobre los hombros del alfa; tratando de mantenerse en pie... Su cuerpo chocó de nuevo sobre la pared, pero ésta vez no sintió dolor alguno.

Para ambos el tiempo se detuvo. El beso se tornó mas profundo y JungKook supo que estaba perdido en cuanto la lengua del mayor entró en su cavidad bucal, abriendo paso a una guerra donde sus lenguas se juntaban y los chasquidos eran la melodía maldita en aquella habitación.

Él había perdido, dejándose vencer por el mismo demonio; y si sus besos eran aquel veneno para llevarlo hasta su inconsciencia y dejar su cordura  entonces el no podía ganar.

Porque supo que era débil ante el buen sabor de sus labios, ante su toque; porque su boca y aroma a chocolate serían su mayor perdición.

La primera jugada había sido ganada por Kim TaeHyung.

Las puertas del estudio fueron abiertas, por él entró un alfa de cabellos ahora en color rubios y con un traje elegante. Sus ojos grises eran el atractivo que dejaba ver la total frialdad.

Llevaba una sonrisa maliciosa y un maletín rectangular color negro en su mano. Su padre le recibió con una sonrisa y se levantó para recibir a su hijo. —Padre. — saludó con voz ronca.

—Hijo. — el mayor abrazó a su hijo dando leves palmadas en su espalda.

YoonGi era el hijo menor del señor Kim, pero al ser de diferente madre este mantuvo en su nombre el apellido; siendo nombrado Min YoonGi.

Era por eso la rivalidad entre TaeHyung y él, ambos eran recelosos y egoístas. Aunque ante los ojos de su hermano mayor siempre fue el bastardo oportunista.

Tomó asiento en la silla que había sido señalada, puso su maletín sobre sus piernas y sonrió cuando un vaso de whisky fue posicionado frente a él sobre el escritorio.

El señor Kim tomó asiento también y dio un trago a su whisky. —¿A qué se debe tu visita YoonGi? No sueles venir mucho a mi oficina.

—Vine a darle los informes que solicitó. Mi secretaria me avisó.
— habló al tiempo que abría el maletín y le extendía carpetas.

—Entiendo... Mañana es la boda de tu hermano ¿vendrás?

YoonGi fingió una sonrisa y asintió. —Lo haré, solo que llegaré a la fiesta. Sabes que odio las ceremonias.

Su padre asintió. —De acuerdo.

—¿Deseas decirme algo padre?— el alfa notó el semblante serio de su padre. Éste le miró y asintió. —Tu también debes casarte pronto YoonGi...

El aludido frunció el ceño, no le gustaba ser controlado en ese aspecto. —Sabes que no soy de relaciones serias. El matrimonio no es para mi papá.

El señor Kim negó decepcionado, su hijo siempre presentaba la misma posición. —Ve considerándolo... Es una orden de tu padre YoonGi.

Aquello afectó al alfa pero no dijo nada, se puso de pie e hizo una reverencia respetuosa. —Nos vemos padre.

—Esta bien.

YoonGi caminó hacía la puerta y la abrió soltando un suspiro cansado. Siempre era el mismo tema en cualquier situación.
Pero el era diferente, no quería casarse y punto. Nadie podría sacarlo de esa posición, ni mucho menos su mismo padre.

Yo no soy TaeHyung padre.

El auto fue aparcado frente a la casa de los Jeon. JungKook suspiró aliviado al divisar por fin su casa.

—MinHa me dijo que debías decirme algo ¿me lo dirás?— Aquellas palabras fueron soltadas en voz baja.

—Empaca tus maletas... — dijo con simpleza. —Esa residencia... Será nuestra casa.

JungKook se sonrojó al recordar lo sucedido y abrió la puerta para salir, sin dirigirle la palabra o tan siquiera una mirada. Solo cerró la puerta con fuerza y corrió para entrar a su hogar.

TaeHyung miró de forma maliciosa al ya retirado omega. —Es un mocoso. — tocó sus labios recordando el beso tan apasionado y soltó una risa cínica, poniendo el auto en marcha se retiró del lugar.

Mañana será un largo día...

JungKook se dirigió a la cocina, necesitaba tomar agua porque sentía ahogarse.

¿Qué demonios había sucedido en aquella mansión?

Dejó que TaeHyung le besara de esa forma, se había sentido como una marioneta y sus labios aún se sentían adormilados. El muy maldito se había aprovechado de su celo.

Se sirvió un vaso con agua y lo tomó de un solo trago.

Lo dejó en el lavaplatos y se retiró a su habitación.
La noche ya había llegado, por el silencio de su casa significaba que ni Seolhyun o su padre se encontraban ahí.

Se preparó para dormir y tomó su celular viendo la ráfaga de mensajes de JiMin y Jin.
No pensaba claramente en esos momentos así que cerró sus ojos para poder dormir, ignorando a su celular y los mensajes.

¿Que sería de él mañana?

¡JungKook quedate quieto!— la voz de MinHa resonó en la habitación. JungKook soltó un resoplido, llevaba sentado mas de una hora.

—¡No me maquillen tanto!— gritó alarmado.

—No seas exagerado, verás que quedarás bien guapo.

—MinHa agradezco que se tomen el tiempo pero falta cambiarme y...

—Eish, está bien solo dejame poner esto ¿Si? — JungKook asintió rendido, viendo como lo delineaban.

Luego de unos minutos le dejaron verse en el espejo, se acercó lentamente al tocador y se avergonzó al ir solo en una bata color azul. Cuando estuvo frente al espejo se sentó sin cuidado en el banco acolchonado.

MinHa sonrió satisfecha y soltó leves palmadas en la espalda de un omega impresionado. —¿Verdad que te gustó?

—Odio admitirlo pero... Si.

La omega soltó una risita. —Bien, vistete y me avisas cuando estés listo. — sacudió su celular y caminó hacia la puerta. Guiñándole un ojo salió de la habitación dejando al omega solo.

JungKook miró el traje que reposaba sobre la cama, era color blanco y con detalles en negro. Se sentía un poco ansioso, ¿Cómo vería a TaeHyung después de lo sucedido ayer?

Es que fue un estúpido, si tan solo no se hubiera quedado quieto como tonto ahí, ahora no tendría toda clase de pensamientos.

Soltó un suspiro molesto y sin delicadeza tomó el traje y se lo puso. Claro que la camisa fue tratada con amor, no quería luchar con una MinHa enojada por arruinar el peinado o maquillaje.

—Si por mi fuera ni siquiera estaría aquí. — esa era las razones por las que odiaba tener esa posición y sobre todo ser primogénito.

Su vida era destinada a ser planeada. Odiaba tanto el hecho de no casarse por amor, con alguien que quisiera.

Estuvo listo y se miró al espejo antes de salir de la habitación de hotel y bajar por el ascensor. —MinHa, estoy en el elevador... Si, ya casi llego.

De acuerdo, prepararé el auto. TaeHyung ya esta en el lugar.

TaeHyung ya está en el lugar...

Aquello fue lo suficiente como para hacerle sudar helado.
Agradecía el saber que Jin y JiMin estarían presentes si no no sabría que hacer alrededor de tanta gente.

Las puertas fueron abiertas y el salió todo reluciente, ganándose miradas de todo tipo.
Llegó hasta donde MinHa e hizo una reverencia. —Ya estoy listo.

MinHa sonrió correspondiendo la reverencia. —Te ves tan guapo.

—Señora, el auto esta listo.

Ambos caminaron hacia el auto y tras acomodarse bien, éste se puso en marcha.

—Señor, puede colocarse en la posición indicada ya.

TaeHyung asintió. —Gracias SeoJoon.

—Aigo~ pero que guapo me quedaste cariño. — su nana le sonrió, acomodando el corbatín.

—Nana, no digas esas cosas... — TaeHyung respondió tímido.

—Debes cuidarlo TaeHyung, el no merece un mal trato. — la omega le reprimió al notar la indiferencia y cara sería del alfa.

Éste negó y sonrió falsamente. —Lamento decirte esto nana pero todo depende de él. No prometo nada.

—Te estaré vigilando.

Ella se retiró a su asiento, todo estaba listo, las personas yacían sentadas y vestidas muy elegante.
TaeHyung sintió su lobo gruñir en satisfacción cuando el aroma se hizo claro. JungKook había llegado.

La melodía del piano comenzó a sonar, una melodía que no tenía nada de buen sentimiento, en su lugar era el comienzo de una nueva vida, para el omega significaba su último día de felicidad y para Kim TaeHyung significaba posesión y control total.

Ambos se miraron, miradas que fueron más allá.

Cuando la ceremonia inició, todo se volvió silencio.
La voz del abogado se sentía asfixiante para el omega que sujetaba con fuerza el ramo.

Todo se quebró dentro del omega cuando el abogado dirigió su mirada entregando la pluma.

Su mano derecha tembló del miedo y angustia y con ella firmó su futuro incierto.

Al contrario del alfa quien firmó con indiferencia y con una sonrisa tan falsa.

—Puede besar al novio.

JungKook sujetó con fuerza el ramo, miró con ojos temblorosos a TaeHyung; aquel como si de nada se tratase, se acercó y besó los labios ajenos.

Los gritos gritos emocionados fueron aquello que hizo caer una lágrima en el omega y en el alfa una sonrisa cínica.

Su unión estaba hecha.

Su maldición comenzaba desde ahora.

El pacto creado por sus padres había sido firmado por ellos, condenados a una vida incierta.

Casi 3k, no pensé que se me haría largo...

Anillo de compromiso de JungKook:

Anillo de oro con una esmeralda al centro

Espero les guste el capítulo y dejen sus comentarios y/o estrella.

Les quiere
Hotcakeworld

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