La troll más más más feliz del mundo (Barb x Poppy)

—¿Qué tú qué? —Preguntó la rockera azulada, mientras agitaba su lata de queso.

—No me hagas repetirlo Carol, necesito tu ayuda—Todos conocemos a Barb Bloom, la reina del rock, y quien ahora estaba felizmente casada con la reina del pop, Poppy, desde hace ya 5 años, un matrimonio que unió ambos reinos tan distintos, que le trajo más prosperidad a Trollstopia, y que también tuvo como producto al próximo heredero, el príncipe Lobo, el primer hibrido rock and pop, y sí, desde el exterior podían parecer la pareja más hermosa, tierna, y perfecta del mundo, y en parte lo son, pero había algo que había estado atormentando a la rockera por mucho tiempo—Es que...como explicártelo, Poppy es tan...Poppy, y yo soy tan...yo.

—Me temo que no me estás dando mucha información—Negó con la cabeza, así que, la monarca cito a su mejor amiga, alguien a la cual siempre le pedía consejos, aunque no siempre eran los mejores.

—Lo que quiero decir es...que quiero ser una buena esposa—Finalmente dijo en un suspiro, Carol seguía confundida y al notarlo, ordeno sus ideas y explico—No me malinterpretes, amo a Poppy y a mi familia, pero cada vez la veo menos, digo, ella está ocupada, yo estoy ocupada, Ramón y Holly cuidan a Lobo, y recién nos vemos en la noche cuando estoy de mal humor y quiero dormir.

—Ya veo—La peli-morada escuchaba atenta—¿Pero porque me pides ayuda a mí?

—¡Porque tú y Hickory son perfectos! ¡Tienen como 40 hijos...!

—Son solo 3 Barb

—¡Lo que sea! ¡Ambos trabajan y aun así siempre tienen tiempo para su adorable relación! Necesito que me cuentes como—Pidió alzándose en la mesa.

—Tranquila, se trata solo de ser ordenado y empáticos—La granate regreso a sentarse con calma y oír lo que decía—Tienes que entender que tu pareja esta igual de cansada y frustrada que tú, y no sé, organizar mejor tu día para poder darle un pequeño espacio a este para consentir y comunicarte con tu esposo o esposa.

—¿Y cómo hago eso?

—Tal como te tomaste el tiempo para venir a pedirme consejos pendejos, has lo mismo con Poppy, y consiéntela, ¿Qué le gusta a Poppy? —Pregunto Carol, dejando la lata de lado por un momento.

—Aammm...el brillo, las fresas, las flores, los pasteles, las fiestas, la música, yo.

—Haz algo con todo eso, ¿nunca planificaste alguna cita para ella antes?

—¡Oh! Entonces hago lo de las ultimas veces y la hago sentir especial—Sonrió al empezar a entender.

—¡EXACTO!

—Y luego la llevo coger

—¡No estúpida! —Refuto la contraria, sentándose de golpe y masajeando sus sienes con frustración—¿Quieres hacer sentir a Poppy como la troll más más más feliz del mundo?

—Claro que sí

—Entonces, borra de esa cabecita cada pensamiento perverso y céntrate en el objetivo—Ella se levantó de su asiento, tomo su lata de queso derretido y empezó a irse.

—Ey ¿adónde vas?

—A consentir a mi esposo para luego follar con él, suerte reina Barb.

(...)

Los rock trolls ya de por si son agresivos y fríos, no son conocidos por ser empáticos o amorosos, en especial su monarca, que cambio bastante desde que se enamoró de la reina rosada, se volvió más tolerante, pacifica, amable, sus ataques de ira disminuyeron, e incluso llegó a ser tierna y gentil, aunque era exclusivamente con su esposa y bebé, pero quizás había sido egoísta, quizás había descuidado un poco...demasiado su relación, y eso no era todo, en su romance, Poppy siempre era la generosa, siempre era la que hacia las citas, le daba regalos, resolvía los problemas, ¡incluso fue ella quien dio a luz a su bebé!, y ahora también debía aguantar a una Barb estresada y grosera todos los días, eso no estaba bien, ella merecía que la tratara con amor y comprensión, ella merecía que la hiciera sentir como la troll más más más feliz del mundo, así que, se puso manos a la obra.

Al acabar el resto de sus deberes reales, la rockera fue a recoger a su hijo del hogar de sus niñeros, la pareja brolly, como era costumbre, Lobo tenía 2 años, casi 3, era un pequeño de piel rosada, y un cabello color rojo fuerte, despeinado y con un fleco teñido de negro, ojos fucsias y nariz grisácea, pasaba todo el día jugando, así que hacerlo dormir nunca era un problema para ella, llevo a su bebé a casa, y enseguida se durmió en sus brazos, él era probablemente una de las pocas cosas que podían hacer a Barb suspirar de ternura, lo dejo en su cuna con cuidado de no despertarlo y cerró la puerta de la habitación, ahora sí, a preparar todo.

La peli-roja no era experta en esto, si, había organizado fiestas, conciertos, giras algo alocadas, ¿pero citas?, Poppy era quien se encargaba de eso, de hecho, hasta organizo su boda, ambas tenían ideas muy distintas de lo que era "romántico", pero ese día, haría un esfuerzo, y trataría de no incendiar nada.

Ahora, la alegre y armoniosa troll rosa se encontraba regresando al capullo que compartía con su familia, había sido un día largo y agotador, acaba de terminar su junta con los techno trolls por un problema de anguilas eléctricas que aparecieron de la nada en la laguna, por suerte, logro resolverlo, y lo único que quería ahora era descansar, y poder abrazar a su amada esposa e hijo, saco de su cabello las llaves de colores que tenía y abrió la puerta con una sonrisa—¡Querida ya regre...!—Quedo en silencio al ver a su alrededor, las luces principales estaban apagadas, las velas y lucecitas pequeñas colgadas en el techo eran lo único que iluminaba, en el medio había una mesa cubierta por un mantel rosa pastel, con un ramo de rosas en un jarrón como centro de mesa, una fuente de galletas como aperitivo, dos platos cubiertos y claro, la mismísima troll de cabello granate parada junto a su asiento, vestida con un traje oscuro, lista para recibirla—Wow, Barbie, ¿Te acordaste de nuestro aniversario?

—¿¡Qué!?

—Jaja tranquila, solo te probaba—ríe la de vestido celeste—Pero enserio ¿qué es todo esto?

—Bueno mi reina, si tiene el placer de acompañarme—se acercó más a ella, ofreciéndole su mano para guiarla a la mesa, Poppy sonrió ampliamente por su actitud elegante, su amada le saco la silla y la dejo sentarse allí, para luego hacer lo mismo en su debido lugar—Además, traje la comida que cenamos en nuestra primera cita.

Poppy soltó un jadeo sorpresivo—¿Te refieres a...?—Y destapo ambos platos, las dos gritaron al unisonó—¡Hamburguesas dobles! Sin pepinillos y con extra cebolla.

—Awww, eres adorable, esta increíble, me sorprendiste, pero...no es ninguna ocasión especial que yo recuerde—Dijo mientras acomodaba más su silla para acercarse al plato.

—¿Necesito una excusa para consentir a mi amada esposa? —Pregunto inocentemente, Poppy solo se limitó a hacer una mueca y asentir—Agh, bueno, hace tiempo que no pasábamos tiempo de calidad juntas y quería hacer esto para ti, es todo.

—Bebé...es un hermoso detalle, siendo sincera la única sorpresa que esperaba era que no lavaras tu parte de los platos.

—Que directa—dijo con seriedad—Apropósito, yo ya resolví todo, hice todos los quehaceres de la casa.

—¿Enserio? ¿Y si separaste...?

—¡Si mi vida! Si separe la ropa de color de la blanca, no repetiré lo de la última vez

—Bueno...Riff se veía bien con esa camisa rosada—Bromeó la pop troll, robándose una papita frita del plato ajeno.

—Ahhh...él no pensaba lo mismo—Bufó algo nostálgica, pero pronto regreso en si—Cuéntame amor, ¿Qué tal tu día?

—Oh, ¿mi día? —Puede parecerle una tontería a cualquiera, pero no se hacían esa clase de preguntas desde hace ya un buen tiempo, de hecho ya iba casi un año en la que su relación se basaba en saludarse, trabajar, cuidar a su hijo, a veces comer juntas, hablarse de vez en cuando y dormir, además de que Barb nunca fue el tipo de novia que adorara conversar gentilmente, así que no era raro que este tipo de preguntas le extrañaran—Bueno, nada interesante, hice un par de números musicales, entregue algunos papeles y permisos al consejo tribal, ayude a Holly con su hija Rubí, y tuve una junta de emergencia con Trollex y Synth, al parecer la barrera coral de protección se había desecho, y eso permitió que algunas anguilas eléctricas del lado norte se filtraran en la Techno Laguna.

—Wow, ¿y que paso? —cuestiono la rockera, escuchando a su esposa con atención mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.

—Tuvimos que evacuar a los trolls de esa zona, por suerte lo detectamos a tiempo y nadie salió herido, pronto agruparemos a las anguilas de regreso a su hogar—Sonrió triunfante.

—¿Ves lo genial que eres, Pops? —exclamó, haciendo que la menor se sonrojara al instante y empezara a jugar con su mechón que sobresalía.

—¡Ayyy basta!, admito que quizás si fue un día algo agitado, pero fue increíble regresar para esto, incluso te tomaste el tiempo de ponerte un esmoquin.

—Es el único que tengo sinceramente—confeso riendo.

—¿Pasaste por Lobo?

—Sip, Ramón dijo que paso horas en el tobogán de su jardín, quedo nockeado apenas lo cargue.

—¡Awww! Debió verse adorable, nunca me cansare de verte junto a él, pareces otra persona.

—Ni que lo digas, también se me hace super raro, se me sale ese extraño lado tierno y delicado, incluso le hablo con una voz chillona que aparece de la nada, ¡es involuntario! —gritó, Poppy se rio a carcajadas por su actitud.

—Eso es bueno Barbie, significa que eres una buena madre, y sin duda la mejor esposa de todas—Coloco su mano rosada sobre la suya, mirándola con una sonrisa enamorada, estaban por levantarse y darle un beso hasta que...

—¿Mami? —preguntó el pequeño hibrido, sobando su ojo cansado.

—¿Lobo? ¿Cómo te saliste de cuna bebé? —La mayor arqueo una ceja.

—Trepe—Volvió a voltearse hacia Poppy y alzo los brazos en señal de que quería que lo cargara.

—Owww, ven aquí mi principito—Lo levanto y lo coloco en su regazo, acariciando su mejilla con su nariz, provocándole cosquillas.

—¡Galleta! —exclamo y se levanto para tomar una de las galletas de la fuente y empezar a comerla estilo roedor.

—Jaja, provecho rockerito—Barb despeino su cabello algo corto.

—Mi reina, ¿le parece si continuamos la velada con este pequeño nene acá? —Preguntó con una sonrisa, mientras seguía haciéndole algunas cosquillas a su bebé.

—¿Por qué no?, reina Poppy—le respondió su esposa juguetona—Eso sí, si quieres hamburguesa, tendrás que licuarla.

Los tres se rieron por la broma y siguieron comiendo, la noche paso más rápido de lo que pensaban, entre risas, bromas, platica y anécdotas, habían extrañado la compañía de la otra con locura, Poppy se veía mucho más tranquila y feliz, la reina del rock había logrado su cometido, para cuando acabaron de cenar ya eran las 11:30, Lobo tuvo un bajón de azúcar luego de tantas galletas y termino quedándose profundamente dormido otra vez, Poppy lo llevo de regreso a su cuarto, lo cubrió con una manta, acomodo su cabello y limpio con su dedo el pequeño chorro de saliva que salía de su boca, su hermoso angelito solía dormir con la boca abierta, ella soltó una risita y le dio un beso en su mejilla—Buenas noches mi principito—Y sin más se retiró del cuarto, cerrando la puerta con cuidado, vio que su amada pareja estaba limpiando todo lo que habían usado, concentrada en un plato en específico, tallándolo con algo de fuerza y frustración, se acercó más a ella, abrazándola por la espalda—¿Necesitas ayuda?—Sonrió ingeniosa, ganándose la atención de la contraria.

—No solo...estoy teniendo una pequeña riña con esta mancha—Se quejó frotando más fuerte, volvió a reírse.

—Déjame ayudarte querida—Gentilmente, la de coleta alta agarro el plato, colocó más detergente y tallo con más delicadeza, en poco tiempo desapareció—Vaya, fue muy difícil.

—Ramón ya te esta contagiando el sarcasmo—Amabas rieron, hubo un pequeño silencio mientras seguían limpiando, ninguna borraba su sonrisa, pero seguían calladas.

—Barbie, ya hablando más enserio, de verdad...¿Por qué hiciste todo esto—coloco una mano en su hombro.

—Pues...solo quería ser una buena esposa—Dijo apenada.

—Una buena ¿Qué?

—Nunca...has notado, que a veces no te trato como mereces Poppy, eres la mujer más hermosa, lista, divertida, confiable y perfecta, y quizás no te presto suficiente atención, o no te consiento tanto como debería, solo quería hacerte feliz por lo menos esta noche—Respondió poniéndose frente a ella y tomando sus suaves manos.

—Awww...amor, no necesito que lo hagas, admito que fue agradable que me recibieras de esa manera, y extrañe mucho tener citas contigo, pero no creas que no me haces feliz...

Con esa ultima frase la hizo mirarla a sus hermosos ojos fucsias, ella elevo una mano y acaricio su mejilla grisácea, la hizo cerrar los ojos ante esa caricia.

—Sabes...ser novias nunca fue algo sencillo, sabes que tuvimos muchos problemas, tanto por nuestras tribus como por nuestros géneros, y el día en que al fin logramos que nos aceptan y pudimos casarnos, fue el mejor de mi vida, tu eres lo mejor de mi vida, estoy tan agradecida de que no te rindieras y que aceptaras compartir el resto de tu vida conmigo, Barb..., poder verte todos los días despertar a mi lado, poder hacerte reír, o consolarte cuando lo necesites, poder demostrarte mi amor, poder sentir tus abrazos y besos, tener a Lobo con nosotras, y haber podido formar esta hermosa familia juntas...ya me hace la troll más más más feliz del mundo—

—Poppy...gracias, no tienes idea de lo mucho que significas para mí, antes de conocerte era solo una adolescente irresponsable y con un peculiar deseo destructivo—Bromeo, ganándose más risitas de ella—Nuestra relación, me hizo madurar, me hizo una mejor reina y una mejor persona, me enseñaste tanto, y me das tanto de igual forma, y solo quiero poder demostrarte mi aprecio todos los días, porque te mereces que te apoye, te ayude, te proteja, te de todo lo que tengo, te de mi confianza y mis sueños, mis pensamientos y palabras, mis latidos y mi alma, mereces que te inunde de besos, te de todo tipo de caricias, te cante todas las melodías existentes, mereces que te ame tal como siempre lo he hecho, y todo eso es lo que te daré de ahora en adelante, porque es lo que te mereces—Ambas acabaron entre algunas lagrimas de alegría, con las frentes juntas, la rosada aún mantenía sosteniéndola de las mejillas, y la mayor ahora la tomaba de la cintura, se dieron un abrazo, Poppy se acurruco en su pecho y se sujeto lo más fuerte que pudo a ella, sin querer soltarla, la peli-roja le dio un suave beso en la frente—Te amo Popsckeek...

—Jmm, yo también te amo Barb—Ninguna parecía querer acabar con él momento, se sentían tan completas, con los corazones sincronizados, bailando juntos, siendo iluminadas únicamente con la luz de la luna que entraba por la ventana, realmente lo necesitaban, se necesitaban mutuamente, ambas se comprometieron a una simple labor cuando se pusieron esos anillos, y eso era amarse y respetarse hasta la muerte, entregar todo de ellas, todos los días, y eso harían siempre, se asegurarían que de ahora en adelante, nunca le faltara nada a la otra.

No se amarían solo una noche, se amarían toda la vida.

FIN







Ufff...espero te haya gustado jimmycruz14,de veras me esforcé, aunque a mi si me gusto como quedo, espero que también te haya gustado, los amo, bye.

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