9 días después.

—Estoy super feliz. —Exclame entusiasmada. Estuve mucho tiempo pensado que hacer, pero no podía con tanto estrés en mi vida. La escuela, alimentar a una rata, un gato y hacer videollamada con mi cerdo. Mi vida es complicada. No se como le hacen las personas que trabajan, van a gym, tienen pareja, sacan a pasear al perro, salen con sus amigos y conviven con la familia. Yo hago dos cosas a la vez y colapso.

Pero esta vez no paso nada. Pude darme un tiempo para saber como pedirle a Rose que sea mi novia. Y por fin, tenia la formula secreta.

Rose me mando un mensaje:

Rose ❤: Estoy entusiasmada por verte.
Enviado a la 5:25pm

Yo sonrei como estupida.

Yo también. :') Hoy va a ser un día genial. Mas genial que los demás.
Enviado a la 5:26pm

Rose ❤: ¿Porque?
Enviado a la 5:26pm

Enviado a la 5:26pm

Porque no esta nublado. xd aveda No, nada. Me tengo que ir, te veo al rato. Cusbai. Me encantas. ❤
Enviado a la 5:27pm

Lance el celular a mi cama y corrí al altar que tenia mi mama en la sala.

La sorpresa era simple, pero no tanto para mi. Quería que no fuera tan rarito. Tuve la idea de lanzarnos en paracaídas y cuando llegáramos a tierra rápidamente le diría que si quería ser mi novia... Pero descarte esa opción, porque conociéndome, mi para caídas no se abriría y no quería que acabara en tragedia.

Tenia la otra de invitarla a la feria y subirnos a la rueda de la fortuna y cuando estuvieramos en la cima, le diria. Pero tengo panico a esas cosas. Se me olvidaria todo y solo me la pasaria grirtando y rezado para no morir.

La ultima fue pedirle prestada la casa de campo a mis abuelos, tiene piscina y se que a Rose le gusta el agua, porque una vez la vi tomando agua...

Entonces podría decorar la casa y hacer una comida... Bueno, no. No se cocinar. Creo que esta fue la correcta. Trataría de hacerlo todo romántico, y también prepare una canción para ella. Hoy en la mañana fui a la casa de campo y la decore, solo falta poner la comida, pero eso ya lo tengo resuelto, alguien me va a ayudar.

—Virgencita de Guadalupe, ayúdame a que todo vaya bien y no me de un pánico cuando le cante. —De repente, sentí un recito en la cara y una canción de ángeles cerca de mi oído, me dio miedo así que corrí a mi habitación, cuando abrí la puerta vi una rosa blanca en mi cama. Una rosa linda y blanca como mi desodorante. —¿Que pedo, wey? ¿Que es est...

El timbre de la casa me interrumpió y sabia que era Rose. Agarre mi mochila donde ya tenia todas las cosas preparadas. Me mire al espejo rápidamente y me guiñe el ojo, pero como no se guiñar se me cerraron los dos y no me vi ni madres.

Baje corriendo emocionada hasta llegar a la puerta. Por suerte mi mamá no estaba, si no, se iba a poner feliz como loca y le echaría una platica de 4 horas a mi chica. Abrí la puerta y Rose estaba ahí, con esa sonrisa que tanto me encantaba.

—Hola. —dijo ella vacilante cuando vio que no dejaba de mirarla, se veía preciosa.

—Hola. —Le conteste al fin. —¿Ves esta sonrisa? —Le sonreí levantando una ceja tratando de verme coqueta.

—Si.

—¡Adivina por qué es! —Exclame sin dejar de sonreír

—¿Por mi? —Pregunto entretenida

—No seas tonta, Rose, es por el nuevo Colgate Luminous White. ¿Ves? —Le sonreí pelando los dientes.

—Babosa.

—No, Rose, no te vayas. —grite cuando la vi dar la vuelta para irse. —Solo bromeaba, bebita.

—¡Jodete!—Me grito sin dejar de caminar. Cerre la puerta, corrí detrás de ella y la tome del brazo. La jale hacia mi y quedamos frente a frente. Les juro que me moría de ganas por besarla. Tenia unos labios tan hermosos. Parecía algodones de azúcar que me daban ganas de comérmelos y vomitarlos para volver a comerlos y así hasta morir de cáncer estomacal.

Ella también me miraba los labios y poco a poco nos fuimos acercado hasta que EL PITO DE UN AUTO NOS HIZO SALTAR DE UN SUSTO Y SEPARARNOS.

—¡A un lado, niñas! —Grito un señor malhumorado en un auto. Estábamos en medio de la calle como estúpidas. Rose me jalo del brazo hasta llegar a la acera.

—¡CHINGA! ARRUINO MI BESO. —Le grite al tipo, enojada que solo arranco el auto y se fue. Agarre mi bici, me subí y le hice una señal a Rose para que se trepara. —Toma. —Le tendí un casco con figurillas de rosas que le compre y el mio tenia a Pikachu. Ella se lo puso y poso sus manos en mis hombros. Comencé a pedalear rezando por no perder el equilibrio y rompernos la madre.

—¿A donde vamos? —De repente me pregunta

—A las estrellas. —digo y siento mis mejillas sonrojarse violentamente. Ella iba a decir algo y yo rápidamente frene la bici y comencé a tocar la campanita como estúpida porque un niño se metió en mi camino. —¡FUERA, MOCOSO! —grite como oso enojado. 

u:*********:u

Después de 20 minutos, llegamos.

—¿Donde estamos? —pregunto Rose desconcertada, viendo la gran casa enfrente de nosotras.

—Eh... ¿Que? En ningún lugar. —Fingí no saber nada de nada y ella frunció el ceño. Nos bajamos y rápido saque un pañuelo de mi mochila. —Ven. ¿Me dejas taparte los ojos? —Pregunte señalando el pañuelo, y ella asiente.

Le puse el pañuelo con las manos temblando, ella lo noto y cuando termine de ponérselo me abrazo como si nada. Y volví a sentir esos dinosaurios bailando en mi estomago. 

—Tranquila. —Dice, aunque apenas lo oigo. —¿Porque tan nerviosa?

—Nada. Es que... —Divise como alguien se asomaba por la ventana de la casa. Me di cuenta que era mi amiga mirando hacia nosotras con una sonrisa y levantando los pulgares. Solté una carcajada.

—¿Que paso? —dijo Rose frunciendo el ceño y separándose de mi.

—Nada, nada. —dije y tome su mano. —Vamos, confía en mi, solo sígueme. —Caminamos hasta la puerta y la abrí. Lo primero que se encontraba era la sala de estar, era pequeña, a un lado estaba la cocina y una pequeña isla, en donde se encontraba mi amiga con una sonrisa aplaudiendo sin hacer ruido. Yo le hice una señal para que se callara y corrió de nuevo a la cocina.

Ella era una amiga de mi escuela. Estudia gastronomía, así que hicimos un trato para que ella hiciera la comida a cambio de que le presente a un chico de mi salón. Quería comprar comida de McDonald's, pero en opinión de mis amigos virtuales, es poco romántico y quise hacer algo que a Rose le gusta mucho. SUSHI. 

Llegamos al patio, en donde se encontraba un jardín lleno de flores y pájaros que tenia mi abuela. Tenia un perico que se llama Juancho que siempre me insulta y me dice put... ya me desvié del tema, ¿en que íbamos?.. Y al final de ese largo pasillo de naturaleza, se encontraba la piscina y la decoración tonta que hice. Puse a Rose adelante de mi y poco a poco le fui quitando el pañuelo hasta que callo al suelo. Ella se quedo con una cara de "que berga" se cubrió la boca con una mano.

Yo solté una risa de estúpida al ver su cara.

—AY, MIERDA. DIANAAAAAA. —chillo emocionada y volteo a abrazarme. En ese mismo momento el pato de mis abuelos dijo cuac y se me salio una lagrima. 

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¿Que pasara en la parte 2? 7u7 ¿Tendra sexo salvaje? NO SE PIERDA EL PRÓXIMO CAPUTILO. (Lo escribo mientras mi gato me lame la cara porque me puse papaya xddd)