Epílogo: BOY WITH LUV

"Desde que te conocí, te volviste mi vida. Eres la estrella que convierte las cosas normales en extraordinarias. Una tras otra, todos las cosas son especiales. Lo que a ti te gusta, la manera con que hablas o caminas y  todos tus hábitos comunes. Todo el mundo dice que yo era pequeño y ahora me convertí en un héroe."
-Boy With Luv
(BTS)

Para Yoongi, Taehyung y Jimin la parte complicada no había sido mudarse a Seúl con el objetivo común de empezar de cero los tres juntos, como tampoco lo había sido buscar trabajo o encontrar una manera equitativa de repartir los gastos del departamento en el que empezarían a vivir. Para ellos lo difícil estaba siendo lidiar con la idea de tener que adaptarse a una nueva ciudad, una nueva universidad, un nuevo equipo o un nuevo gimnasio.

Su casa era hogar. Un hogar al que regresar, en el que sentirse bien y en el que sabían que siempre encontrarían cobijo en unos brazos cálidos dispuestos a envolverlos cariñosamente.

-¿Cómo te ha ido?

Jimin y Yoongi giraron sus cabezas hacia Taehyung, quién sostenía un maletín en el que llevaba su nuevo portátil y algunos cuadernos pequeños en los que se limitaba a hacer apuntes.

Conseguir que Tae acéptase ese ordenador había sido especialmente complicado para Jimin y Yoongi, pero era una herramienta de trabajo para este y podría ayudarle mucho con sus tareas de la universidad. Al menos un poco más que el viejo cachivache que solía usar en Daegu.

-Nunca pensé que el programa de periodismo de la SUOS fuese tan…

-¿Interesante? - Yoongi sonrió, observando desde su espejo el modo en el que Taehyung se dejaba caer con agotamiento contra los sillones traseros.

Él era el primero en salir del trabajo, seguido de Jimin, por lo que su rutina durante el mediodía se basaba en pasar a por el nadador para a continuación conducir hacia la universidad de Taehyung. A veces los dos esperaban juntos en el coche durante una hora, aprovechando el tiempo para hablar y para continuar trabajando en la confianza que ahora parecía llegar por sí misma después de las primeras dificultades. Otras veces, Tae ya estaba sentado sobre las escaleras de entrada cuando el coche aparecía ante su vista. Sus horarios diferían, aunque no demasiado.

-Complejo. Muy complejo. La entrevista fue complicada, entrar resultó difícil incluso con Minho echándome una mano para comenzar a reunir los puntos esenciales… Pero ahora que al fin estoy dentro, la primera semana se ha parecido más a un examen que a una jornada en la universidad. Estoy seguro de que el equipo de baloncesto sigue molesto después de que rechazara su oferta de unirme a ellos el año pasado. Además, Minnie no ha dejado de enviarme mensajes diciendo que soy un traidor por haberlos dejado solos en Daegu, que me merezco la dificultad de la SUOS, que el director quiere cerrar su club de periodismo por falta de miembros, que me echan de menos y que esperan verme en la cena de este fin de semana para que les presuma acerca del trabajo que estaré haciendo aquí.

Los dos chicos que ocupaban los asientos delanteros del coche se miraron el uno al otro antes de hablar.

-Mi primera semana fue una mierda también. - fue Yoongi quien lo dijo. - Definitivamente no voy a querer tener hijos, nunca. Dos horas entrenando a esos renacuajos me ha hecho tener ganas de hacerme la vasectomia.

Taehyung dejó escapar una pequeña carcajada mientras su mano se extendía para acariciar el cabello de la nuca de uno de sus novios.

-Es un consuelo que yo no sea el único miserable aquí. Me asustaba un poco el hecho de que Hoseok pudiera  reírse en mi cara cuando llegase el fin de semana pero parece que sus burlas estarán divididas. Y las de Namjoon también.

Hoseok y Namjoon continuaban juntos y remando hacia un mismo objetivo a pesar de las dificultades que nunca parecían dejar de atravesarsele en el camino. Taehyung seguía sorprendido por el hecho de que la relación de esos dos fuese tan fuerte, ni siquiera parecía afectarles el hecho de que los padres de Nam detestaran la presencia de Hoseok.

-¿Nadie va a preguntarme cómo me ha ido? - Jimin fingió sentirse cohibido y enfadado, pero la sonrisa llegó a sus labios tan pronto como los dos muchachos rodaron los ojos.

-¿Es necesario, pequeño? - Yoongi extendió su mano para acariciar la barbilla del nadador.

Jimin había sido el primero en mudarse a Seúl después de confirmar en una casi exclusiva portada de Swimmers que le regaló una buena cifra económica, el hecho de que había firmado con los gimnasios Borahae para ser entrenado por Kim Seokjin. Pasaría a convertirse en el compañero de Jeon. Una noticia histórica cuando los aficionados a la natación echaban la vista atrás y recordaban que de hecho los dos atletas que prometían convertirse en jóvenes leyendas de Busan, siempre habían sido enemigos dentro de las piscinas. Siempre excepto en su infancia, porque hubo un instante casi borroso de aquellos años en los que la inocencia fue mucho más importante que los resultados o las competiciones, hubo un momento concreto en el que ellos dos fueron los mejores amigos del mundo hasta que los adultos decidieron meter sus narices en el terreno del deporte que practicaban y les hicieron creer que ellos dos estaban hechos para enfrentarse el uno al otro.

Por suerte para ambos, la amistad estaba de vuelta y brillaba con tanta intensidad que el propio Seokjin perdía la paciencia en cada una de las ocasiones en las que ellos se centraban mucho más en charlar que en recorrer corriendo a una velocidad estable la pista de atletismo antes de entrar en la piscina. Jimin al fin tenía un amigo de verdad, una pareja, un hogar y la certeza de que estaba amando nuevamente la natación después de mucho tiempo.

Así que durante un mes completo Jimin se dedicó a entrenar duro con Seokjin y Jungkook, a lograr que Sammy dejase de tenerle miedo a las nuevas persianas de su departamento (o al trabajador que se ocupaba de limpiar los cristales porque residían en un séptimo piso) y por supuesto se dedicó a hablarle a sus padres sobre sus dos novios, a dejarles saber que lo hacían feliz, a pensar en cuándo llegaría el momento adecuado para presentarlos. Y se dedicó también a  pintar paredes, armar muebles, organizar y crear el hogar en el que ahora los tres residían juntos.

-¿Cómo le ha ido a nuestro atleta favorito? - Taehyung y Yoongi pusieron toda su atención sobre Jimin cuando esté hizo un puchero buscando atención.

-De maravilla. - sonrió. - Adoro volver a entrenar con Jin y además Jungkook es un buen amigo. Los dos necesitábamos esto en nuestras vidas, algo estable y sano con lo que poder amar la natación y trabajar en nosotros mismos a la par. Creo que incluso he comenzado a socializar un poquito.

Los tres chicos sonrieron. El sol de mediados de Octubre ya no era tan intenso como el del verano pero mientras el coche de Yoongi se movía por las carreteras abarrotadas hacía casa después de una mañana de trabajo, los tres sintieron que Seúl sería el mejor nuevo comienzo que pudieron llegar a escoger.

(***)

Olía a bulgogi cuando entraron en casa siendo recibidos por los alegres ladridos de sus perros y el profundo bostezo de su gata. Las bocas de los tres muchachos se hicieron agua de tan solo anticipar el sabor a carne de ternera sobre sus papilas gustativas.

-¡Señora Kim! - Jimin alzó la voz, con una sonrisa brotando directamente desde sus labios. - Es imposible que mi dieta tenga avances si usted cocina esas cosas casi a diario.

La madre de Taehyung levantó la espumadera a modo de saludo y de forma completamente hogareña le lanzó un pedacito de carne a Sammy, quién ni siquiera se molestó en moverse de su lugar sobre la encimera mientras estiraba el cuello para devorar gustosamente la ternera.

-Bien, eso es bueno. Le he dicho a Tae que debe mantenerte alimentado si tú no sabes o no quieres hacerlo por tí mismo. Esos músculos que tienes no me engañan, estás muy delgado.

-Se supone que es el cuerpo que un nadador debe tener, Seokjin no es un entrenador que me obligué a pasar hambre. De hecho estoy comiendo más que nunca.

Yoongi se limitó a negar levemente mientras cambiaba sus deportivas Nike por unas cómodas zapatillas de andar por casa. Con la señora Kim ahí presente, jamás se atrevería a dar un solo paso hacia el interior si su calzado estaba mínimamente sucio. Si bien la madre de Taehyung no residía en el mismo apartamento que ellos, se había trasladado a uno en el primer piso de ese edificio después de poner en alquiler temporal la casa de Daegu mientras buscaban a un buen comprador. Fue difícil para ella abandonar la costumbre de tener una enorme huerta en la que cultivar su fruta para después venderla, pero tras un verano ahorrando su espalda le había empezado a gritar que necesitaba descansar. Así que ahora plantaba flores en el patio de su apartamento. Flores de todos los colores y formas.

No necesitaron decirle mucho sobre su relación, la rutina y verlos juntos a menudo había sido suficiente para que ella poco a poco comenzase a entender la situación. Y aunque no fue del todo sencillo que sus ceños fruncidos dejasen de aparecer, en algún momento esta pareció decidir por sí misma que estaba bien. Qué todo podía funcionar si su hijo era feliz, y Taehyung lo era. Tae adoraba estar enamorado de dos personas preciosas en todos los aspectos que esa definición envolvía.

El cariño hacia Jimin llegó en algún momento, de la misma manera en la que lo había hecho hacia Yoongi. Porque cuando la madre de Taehyung recordaba los días en los que su hijo prácticamente no sonreía, todavía no lograba evitar castigarse a sí misma un poco en consecuencia de todo aquello.

Ella lo había sabido, supo mucho antes de que las conversaciones con Min llegasen, que su hijo estaba atrapado en una jaula con forma de casa y que su sobreproteccion en cierto modo no hacía más que atraparlo con muchísima más fuerza de lo que ya lo hacía la mismísima vida. Quizás por eso, tal vez debido a que se sentía culpable, ya todo valía si su hijo estaba feliz, sano y a salvo. Daba igual si amaba a una mujer, un hombre o a dos incluso. Valía la pena si a cambio lograba volver a ver las sonrisas que hace tiempo su niño nunca abandonaba. Ahora, al fin, Tae estaba viviendo.

-¿Qué tal ha ido la mañana?

Los tres muchachos sonrieron encogiéndose de hombros, lo cierto es que se había vuelto parte de su rutina el llegar a casa y encontrar a la madre de Taehyung preparando algo de comer para ellos a pesar de que le habían dicho en múltiples ocasiones que no era necesario. Tenía una copia de la llave y al menos a esa hora del día la usaba habitualmente.

Taehyung estaba casi seguro de que aquello se debía a que su madre había comenzado a sentirse de alguna manera sola, sin un marido con el que lidiar y sin un hijo que necesítase sus consejos a cada instante. Ahora tenía tres chicos a los que darles su cariño en forma de comida.

-Está siendo más difícil de lo que imaginaba.- Taehyung fue el primero en contestar.

-Los gritos de esos niños siguen dándome dolor de cabeza. - Yoongi el segundo.

-Todo ha ido bien en mi caso. Me gusta entrenar con Jin y Jungkook. - Jimin el tercero.

La señora Kim le lanzó una sonrisa a Jimin y tras poner su mirada sobre lo que estaba cocinando sonrió.

-Entonces extra de carne para Jimin.

Yoongi y Taehyung se miraron, sin poder ocultar la confusión.

-¿No debería ser un extra para los que han tenido un mal día?

-Esto no es acerca de cómo os ha ido el día. - con las tenazas de metal en la mano, la señora Kim señaló a Jimin. - Sino de quién gasta más energía. Si queremos un atleta de elite en la familia, entonces tenemos que cuidarlo bien.

Taehyung sonrió.

-Bien, eso tiene sentido mamá.

(***)

6 MESES DESPUÉS

Medio año conviviendo en Seúl con sus dos novios debería ser suficiente para hacerse a la idea de que esa comida con sus padres llegaría tarde o temprano. Lo retrasaron demasiado, mucho más de lo que él mismo había pretendido y esperado en un primer momento, pero en su defensa podría decir que mudarse y acostumbrarse a un ritmo de vida completamente diferente llevaba tiempo.

Aunque no debería importarle tanto lo que en una única comida pudiera llegar a suceder, la realidad era que mientras se adentraban en Daegu las manos de Yoongi todavía temblaban. No cambiaría de opinión con respecto a sus elecciones sin importar lo que sus padres o abuelos pensasen de su modo de vida demasiado liberal, él estaba completamente seguro de que quería a los dos chicos que había elegido. El problema residía en que temía que las reacciones de su familia pudieran llegar a lastimar de alguna forma a Jimin o a Tae, incluso si él  estaba dispuesto a defender sus sentimientos como fuese.

-Respira. No voy a decir que todo saldrá bien pero al menos te quitarás dos pesos de encima.

-Creo que saben que ya no estoy estudiando medicina, llevo sin hablar con ellos desde el invierno pasado y desde luego no son idiotas. - Yoongi miró a través de su ventanilla, agradecido de que ese día fuese Jimin el que estuviera conduciendo. Agradecido también con los cielos despejados que parecían empujar su ánimo un poco más hacia arriba. - Su reacción al hecho de que me vaya a dedicar de por vida a entrenar equipos de baloncesto en colegios y universidades va a ser nefasta, pero me preocupa mucho más el que hayan aceptado con total tranquilidad una oferta de comida después de que los haya ignorado durante tanto tiempo. Si quieren verme, no puede ser por algo precisamente bueno.

-¿No has contestado a ninguno de sus intentos de contacto? - una pequeña sonrisa burlona se posó sobre los labios del nadador mientras se giraba para mirarlo, aprovechando el semáforo en rojo. - Si tus padres reaccionan peor de lo que te imaginas, te lo habrás buscado tú solito. Yoon, nos has condenado.

Había un tono bromista conocido y familiar en las palabras del nadador, nada de reproches reales o una orden implícita sobre la necesidad de facilitar la conversación que tendrían con los padres de Yoongi. Jimin ni siquiera se creía con derecho a poner una sola pega en realidad, porque otro de los motivos por el que habían retrasado esa reunión se debía a su estricto horario.

Entrenamiento, competiciones, fines de semana en Daegu en los que los tres deseaban descansar en lugar de enfrentar una disputa familiar, noches en Bellum con mañanas en las que decidían dormir más de lo habitual… Cada excusa era buena para no ver a sus padres pero si Yoongi quería compartir su vida con esos dos chicos, entonces necesitaba que su familia fuese consciente de con quién convivía a diario y a quién amaba.

Yoongi no quería mantenerlos en secreto. Así que incluso si al final sus padres decidían no aceptarlos o si todavía destestaban la idea de que su hijo fuese homosexual, aún con todas esas probabilidades presentes, él ansiaba mirar a sus progenitores a la cara y enfrentarse a la reacción de estos cuando les confésase todo eso que llevaba un tiempo burbujeando en sus cuerdas vocales.

-Sea lo que sea. - Taehyung habló. - Nos tenemos los unos a los otros. Es todo lo que necesitamos.

Los dos chicos asintieron, agradecidos por el especial punto de vista que Tae siempre parecía mostrar ante situaciones estresantes.

Después de aquello solo pasaron unos diez minutos hasta que el coche finalmente se detuvo delante de la casa familiar, Yoongi lo recordaba todo de ese lugar. Desde el porche de la familia de Namjoon, que continuaba siendo vecina de la suya, hasta la escalera principal en la que una baldosa tenía un grabado diferente al de las demás debido a las travesuras que su hermano y él ocasionaban cuando eran unos niños revoltosos que veían más a sus niñeras que a sus propios padres. No había pasado tanto tiempo pero le daba la sensación de que sí, se sentía como si fuesen años y no meses.

Diciembre, el último momento en el que se atrevió a hablar con sus progenitores. En ese instante su relación con Tae no era más que una ilusión que estaba empezando.

-¿Preparados?

Aunque Yoongi quiso asegurarse de que sus novios estaban bien, en realidad él era el único que parecía del todo nervioso. Jimin sabía ocultar sus inseguridades cada vez que sentía que era necesario y a Taehyung simplemente no le importaba demasiado ser rechazado de nuevo, o eso decía. Les explicó a los dos chicos, antes de aventurarse a salir de Seúl, que su propio padre le había dicho y hecho cosas mucho peores de las que con toda probabilidad le dirían o harían los padres de Yoon.

-Listo.

-Más que listo.

Los tres se miraron durante un instante y entonces Yoongi tocó el timbre. Sus manos se unieron en una caricia llena de apoyo cuando la madre de este salió a la entrada para destrabar la cerradura de metal de la valla que rodeaba el jardín delantero.

-¿Qué…? - trató de preguntar. Ella lo había notado sin necesidad de mirar dos veces.

-Hablemos dentro, estoy seguro de que odiaras que los vecinos escuchen los gritos de papá.

-¿Los gritos de tu padre? ¿A qué te refieres con eso?

Yoongi solo alzó sus manos dejándole ver nuevamente a su madre el modo en el que estas se mantenían entrelazadas con las de sus dos chicos.

-Bueno, tengo noticias. Si ya no le gustaba que estuviera con un hombre, imagina cómo se va a tomar que haya decidido estar con dos a la vez.

Yoongi pudo ver la sorpresa en las facciones de su madre, ella era la parte tranquila de la familia Min, la que fingía que lo aceptaba a pesar de soñar con el hecho de que algún día él decidiera casarse con alguna bonita doctora. Precisamente no debería dejar salir muestras de rencor con su madre, pero de alguna manera no fue capaz de evitarlo.

Las palabras parecían ser de repente algo inevitable. Todo lo que había guardado para sí mismo durante años estaba brotando de sus labios de la peor manera posible. Precipitada y llena de vehemencia.

-Oh, y también he dejado definitivamente la carrera de medicina… Aunque imagino que ya sabéis eso a estas alturas. ¿Podemos pasar?

Su madre no contestó inmediatamente. La señora Min se limitó a apartarse de la entrada para cederle el paso a esos muchachos con los ojos abiertos y la vena de su cuello comenzando a palpitar.

-Si esto es una broma pensada para vengarte de nosotros…

-En realidad no lo es, mamá. Yo nunca jugaría con el amor y esto es amor para mí.

Al menos esa frase había abandonado su boca con cierta tranquilidad.

-Si realmente lo fuese, habrías venido a hablar con nosotros de otra forma, hijo. ¿Tengo que creer que lo que sea que quieres echarnos en cara es amor? Se parece mucho más a una de esas rabietas que siempre haces cuando el tiempo nos impide prestarte la atención que necesitas.

Yoongi afianzó más su agarre sobre las manos de Jimin y Taehyung. Estos no habían intervenido todavía, ambos sintiendo que era demasiado pronto para entrometerse en la conversación entre madre e hijo, a pesar de que deseaban presentarse.

-Podéis creer lo que sea que os apetezca, de todos modos hace mucho que dejé de esperar ciertas cosas cuando se trata de vosotros dos.

La señora Min se detuvo por un instante, como si las palabras escogidas por su hijo de hecho le hubiesen afectado.

-Todo lo que hemos hecho, lo creas o no, siempre ha estado dirigido a daros una buena vida a tu hermano y a tí. Hemos cometido muchos errores pero todos los humanos lo hacen. - la madre de Yoongi giró la mirada hacia los muchachos que mantenían sus manos fuertemente entrelazadas con las de su hijo. - Encantada de conoceros. Espero que vuestra actitud sea más conciliadora que la de mi pequeño, de lo contrario su padre no dudará en armar un escándalo y como Yoongi ha dicho… No me gusta la perspectiva de que los vecinos escuchen ciertas cosas.

Jimin y Taehyung intercambiaron una sola mirada antes de inclinarse levemente a modo de saludo respetuoso. No lo estaban haciendo del todo por ella, no al menos después de que Yoongi les contase a ambos todos los detalles acerca de cómo sus padres creyeron la versión de Kihyun antes que la suya. De cómo tuvo que pedir disculpas en lugar de luchar en los tribunales para obtener una él mismo, todo para que sus padres pudiesen seguir gozando del respeto de sus vecinos.

-Yoon solo está dejando escapar sus nervios por la situación. - La mano del nadador abandonó la de su pareja para a continuación llevarla hasta la nuca de este y acariciar la zona. - Los nervios de los tres. Llevamos la mitad de un año viviendo como una familia y la perspectiva de que ustedes lo sepan ha estado suponiendo un foco de ansiedad para él desde el mismísimo inicio. Permítale ser un poco condescendiente y cabezota aunque solo sea por un día.

-Familia… - la señora Kim suspiró.

-Familia. - Taehyung asintió. - Una bastante bonita y unida. Con dos perros, un gato, multitud de plantas suculentas en nuestro balcón y mi madre metida en la cocina a pesar de que insistimos en que no tiene que mimarnos como a tres niños pequeños o en que sabemos cómo cocinar perfectamente bien. Es una familia, sin más. A veces peleamos, otras nos acurrucamos juntos y con frecuencia simplemente nos amamos.

La madre de Yoongi volvió a parecer un poco afectada, tal vez demasiado asustada ante la perspectiva de que su hijo amase a dos hombres a la vez. Las arrugas en sus ojos dejaron percibir una edad y cansancio en esta que su gesto serio ocultaba por norma general. Taehyung acababa de conocerla pero estaba seguro de que tenía que haber  mucho más que frialdad en esa mujer, aunque fuese en lo más profundo de su corazón.

-Familia es familia. - Jimin hundió levemente las yemas de los dedos en el cuero cabelludo de Yoongi, sabiendo lo que hacer para calmar los nervios de este. - Y nosotros hemos escogido a la nuestra. Ahora ustedes deben decidir si quieren ser parte o no.

El silencio fue la única respuesta que el nadador obtuvo hasta que finalmente Yoon dejó escapar un gruñido de entre sus labios.

-Al menos diles algo. Estas son las personas que quiero, si no las respetas a ellas significa que tampoco me respetas a mí.

-Hablemos dentro. Y deja de ponerte a la defensiva, incluso a la madre más liberal le costaría aceptar de buenas a primeras el que su hijo no solo esté saliendo con un chico, sino con dos. Modera tu comportamiento si quieres hacer esto del modo adecuado.

Hasta que los tres llegaron al interior de la sala de estar de la casa no hubo más que un corto intercambio de nombres entre Jimin, Taehyung y la madre de Yoongi, pero este se aseguró de volver a entrelazar los dedos de sus manos con los de sus parejas.

Sobre la mesa del comedor ya se encontraban preparados algunos platos que desprendían el suave olor del hogar, nada parecido a la comida recalentada que generalmente llenaba la nevera de su casa. Por norma general la señora Min no cocinaba ni siquiera para ella misma, mucho menos para su marido o sus hijos y tampoco el señor Min lo hacía. Sin embargo, ese día algo había empujado a alguno de los miembros de su familia a utilizar la cocina.

Yoongi no pudo evitar dejar escapar un sonido de sorpresa cuando el ceño fruncido de su padre apareció ante su mirada. Él estaba ahí, a la hora que decidieron, la que planearon y confirmaron un mes atrás. Había esperado que este llegase media hora después de que la comida comenzase, con el maletín en sus manos y el gesto cansado. Porque el trabajo siempre parecía ser bastante más importante que la familia para él y porque desde que Yoon tenía memoria, este había llegado tarde del hospital en cada comida planificada.

-Padre.

-Hijo.

-Y hermano. - la sonrisa del hermano mayor de Yoongi logró tranquilizar el ambiente tenso. - ¿Nos presentas a esos dos chicos que te acompañan?

Mientras la madre de Yoongi se sentaba y mantenía sus labios bien sellados, Taehyung y Jimin se animaron a encontrar un sitio en la zona de la mesa más cercana a la que había tomado esta.

Yoongi no soltó las manos de sus novios después de cruzar el pasillo, no lo hizo realmente hasta llegar al comedor de la vivienda y ni siquiera lo hizo cuando los ojos de su padre fueron tan rápidos como los de su propia madre. Lo había visto, el hombre sin duda advirtió fácilmente que en aquel gesto había más de lo que probablemente le gustaría aceptar.

-Ellos pueden hablar y presentarse por sí mismos. - Yoongi estaba a la defensiva, de nuevo. Lo sabía y por eso se auto impuso la tarea de comenzar a controlarse un poco. - Si quieren…

-Soy Jimin, encantado de conocerlos.

Aunque Jimin extendió la mano hacia el frente, solo el hermano mayor de Yoongi la tomó en un gesto de solidaridad.

-Yo soy Taehyung. - el base sonrió levemente. - Es un placer conocer por fin a la familia de mi pareja.

(***)

Oh. Aunque el señor Min no decía mucho, sus gestos implicaban mucho. Taehyung se estaba sintiendo acorralado por la forma de asentir del padre de Yoongi o por los constantes rodamientos de ojos que les dedicaba cada vez que alguno de ellos respondía una de las preguntas que las personas presentes les realizaban.

-¿Y qué pasará en el futuro si alguno de vosotros quiere tener hijos?

-Podremos hablar sobre eso los tres juntos, abuela. De todos modos todavía es pronto para pensar en tener descendencia.

-¿Le llamas descendencia a formar una familia?

-Me has entendido perfectamente bien. Y la verdad es que a ninguno de los tres nos apetece tener hijos mientras nuestra sociedad siga estigmatizado la homosexualidad.

-¿Y eso que tiene que ver? - el abuelo de Yoongi suspiró antes de llevarse el vaso de vino blanco hasta los labios. - ¿Qué importa que haya homofobia para que vosotros empecéis a plantearos lo que haréis si alguno desea formar una familia? El problema de vuestros hijos sería tener que lidiar con tres padres, la homosexualidad tal vez fuese secundaria. Pensadlo un poco, ni siquiera sabríais qué hacer para elegir los apellidos.

-Es cuestión de hablarlo. En los últimos meses los tres hemos decidido que si en alguna ocasión alguno de nosotros tiene una inquietud, entonces simplemente lo dialogaremos con calma antes de que pueda ocasionar problemas en nuestra relación.

-Incluso hablando las diferencias pueden surgir. - el abuelo de Yoongi insistió.

-Pero serán mucho más fáciles de solucionar. Sobre todo teniendo en cuenta que estamos acostumbrados a llegar a acuerdos en los que los tres tomamos las decisiones tras meditarlas lo suficiente. - informó Taehyung.

Les habían preguntado si acaso les gustaba vestirse como mujeres, si pretendían cambiar de sexo en algún momento de su vida, si sabían que dos hombres nunca lograrían procrear o si eran conscientes de lo antinatural que una relación entre tres personas resultaba sin tan siquiera tener en cuenta los géneros de las mismas. La abuela de Yoongi incluso decidió cuestionar si su nieto se había metido en algún tipo de secta, después siguió el turno del abuelo de este pretendiendo explicar la vida amorosa de su nieto con algún posible trauma de la infancia. Y ahora el tema se inclinaba hacia la posibilidad de que alguno de los tres quisiera formar una familia en el futuro, el problema residía en que no parecían entender que ya eran una familia. Sin niños, pero una familia al fin y al cabo.

Si no fuera porque ellos eran los protagonistas de aquel interrogatorio, Taehyung habría sentido ganas de decir un par de cosas acerca de todos los estúpidos tópicos que la familia de su novio ponía una y otra vez sobre la mesa. Pero el caso es que estaban allí para informar a los padres de Yoon acerca de su relación y nada más, lo que el resto de la familia de este pensara no era del todo importante.

-Suficiente. - el hermano mayor de Yoongi hizo chocar las palmas de sus manos contra la mesa. - Ha pasado al menos la mitad de un año desde que pude ver y hablar con mi hermano en persona. Todo debido a vuestras decisiones y a vuestra manía de poner sobre la mesa lo que vosotros entendéis como errores.

Los abuelos y padres de Yoongi mantuvieron silencio por un instante pero sus rostros seguían mostrando la misma dureza que habían mostrado desde el instante en el que se sentaron para comer.

-No quiero que pasen otros seis meses antes de que Yoongi decida regresar a casa de nuevo. Estoy seguro de que estos chicos saben bien lo que les gusta y lo que quieren. No es de nuestra incumbencia lo que sea que hagan en su intimidad siempre que mi hermano esté sano y feliz. Si lo lastiman seré el primero en actuar en consecuencia, sin embargo él parece especialmente satisfecho con el rumbo que ha tomado su vida. Personalmente, respeto cada una de sus decisiones.

Yoongi sintió las ganas de llorar acumulándose en su garganta. ¿Cuánto tiempo había deseado tener el apoyo de su hermano de vuelta? Desde que salió del armario forzosamente debido a su vídeo sexual con Kihyun, la relación con Seung se había ido deteriorando poco a poco, y cuando este comenzó con la carrera de medicina la comunicación se hizo incluso más difícil entre ambos. Simplemente no habían sido dos hermanos unidos desde mucho tiempo atrás.

-Gracias, Seung.

-Soy tu hermano mayor, te curé las heridas muchas veces mientras aprendías a pedalear en tu bicicleta. Todo lo que quiero es verte feliz. ¿Okay?

El toque de las manos de Jimin y Taehyung sobre las de Yoongi se hizo mucho más suave.

-En serio, gracias…

-Esta es tu casa, Yoon. No lo olvides.

Aunque Seung parecía dispuesto a levantarse para abrazar a su hermano pequeño, algo lo detuvo.

-Hijo, mantén tu postura recta. - el señor Min tiró de la camiseta de Seung hasta mantener la espalda de este bien pegada contra el respaldo de la silla. - Nuestras preguntas son lícitas por lo que tú has dicho. Ha pasado mucho tiempo desde que no vemos a Yoongi, si quiere que aceptemos que está enamorado de dos hombres a la vez entonces como mínimo debe respetar y aclarar nuestras dudas.

El mencionado se limitó a mirar a Jimin y a Taehyung. Podía respetar la necesidad de sus padres y abuelos por conocer ciertos detalles acerca de su vida, pero aquello parecía más una encerrona que un acto de sincera preocupación.

-Hay preguntas que no deben ser hechas, papá. - Yoongi tragó aire, apartando su plato mientras se atrevía a alzar la mirada. No había comido casi nada. - Sé bien que siempre habéis tenido la esperanza de que esto de la homosexualidad sea solo un capricho tonto para mí, pero resulta que no lo es y resulta que de momento estoy sintiendo que mi vida al fin toma sentido al lado de dos personas que me comprenden, me quieren y me apoyan en cada decisión importante que tengo que tomar.

-Tus relaciones con otros hombres nunca han durado demasiado. - el abuelo de Yoongi suspiró. - ¿Qué te hace pensar que una con dos hombres podrá ser mejor?

-Después de lo que pasó con Kihyun creí que no podría confiar de nuevo en una sola de mis parejas, cada relación que tenía fracasaba porque yo me cerraba a dejarlos conocerme bien. - Yoongi estaba siendo completamente sincero. - Por eso entiendo que en algún momento eso os haya llevado a pensar que no estaba siendo sincero al definirme a mí mismo como homosexual pero…

-¿Acaso no es el deber de un padre querer lo mejor para su hijo? Todo aquello que hemos deseado para tí ha sido para ayudarte a formar un futuro certero pero cuando nosotros decíamos sur, tú decías norte. Si nosotros dijéramos agua, tú dirías aceite. No se trata de aquello que te gusta, sino de que te guste porque de verdad lo sientes. A veces tenemos la sensación de que solo quieres aquello que a nosotros nos parece inadecuado.

Yoongi suspiró, así era siempre. Su padre hablaba y él se quedaba sin ideas de cómo responder para defenderse a sí mismo. No importaba lo muy claro que lo hubiera tenido en el coche o las muchas veces que decidió ensayar aquello que deseaba decirle, la sola presencia de su progenitor bastaba para que las palabras murieran en sus labios.

-Señor Min. - Jimin clavó sus ojos sobre la mirada juzgadora del padre de Yoongi. - Usted es médico, salva vidas a diario, así que supongamos que salva dichas vidas por vocación y no por el dinero que obtiene a cambio. ¿Cómo le sentaría que alguien decida juzgar su profesión y los motivos que lo han llevado a ejercerla sin tan siquiera escuchar sus explicaciones al respecto? Eso es lo que usted está haciendo con Yoon al decidir definir nuestro amor cómo un capricho temporal en lugar de como lo que es exactamente para nosotros…

-¿Estás tratando de comparar la medicina con una de las decisiones desequilibradas de mi hijo? Puedo entender que se le meta en la cabeza intentar estar con un hombre pero… - el señor Min señaló con sus manos a Taehyung y a Jimin como si lo que estuviera tratando de decir fuese plenamente obvio. - ¿Dos? Ni siquiera tiene lógica. No hay forma de que Yoongi pueda quereros de la misma manera a ambos sin acabar confundido. Por no hablar de que si difícilmente ha logrado durar más de un año con sus anteriores novios, ni siquiera quiero pensar en lo que será en un futuro cercano este juego vuestro del poliamor. Podrá sonar muy bonito y liberal, sin embargo llevado a la práctica es completamente antinatural.

-Ese es el problema. - Taehyung decidió que no quería ni podía quedarse callado. - La homosexualidad no es un capricho, tampoco una enfermedad o algo antinatural como han querido sugerir en más de una ocasión desde que comenzó la comida. Y si los tres nos queremos es solo asunto nuestro, si no funciona o si lo hace, también es algo que tan solo nos concierne a los implicados. Lo único en lo que ustedes deberían centrarse es en el hecho de que su hijo está feliz después de mucho tiempo manteniendo su corazón cerrado por miedo a ser lastimado.

-Conocemos a nuestro nieto mucho mejor que vosotros. Por eso podemos permitirnos caracterizar de capricho su empeño por compartir la cama con hombres. Ha estado con muchos, nos ha presentado a casi todos y de la misma manera muy pocos de ellos han permanecido a su lado más allá de unos meses. La mayoría de ocasiones fue Yoongi quien decidió acabar la relación. No sabe lo que quiere, por eso el que ahora venga a casa de la mano de dos chicos nos resulta descabellado.

Yoongi bufó, negando con su cabeza ante las palabras de su abuela. ¿De verdad lo conocían? Él estaba seguro de que nadie en esa familia, a excepción de su hermano mayor, podría llegar a decir tres cosas seguidas que fueran ciertas sobre su modo de pensar o su forma de ser.

-No entienden nada, y parece que tampoco pretenden intentar hacerlo. - Taehyung negó con la cabeza. - Y empiezo a pensar que muchas de las inseguridades de mi pareja provienen de esa manía suya por juzgar todas sus decisiones. ¿Se han parado a pensar en el motivo por el que las relaciones de Yoon han durado tan poco hasta ahora? Quizás su empeño en que la homosexualidad de su hijo y nieto solo sea momentanea suponga un enorme estigma para él.

-Mientras ustedes no lo entiendan me temo que va a seguir siendo complicado para Yoon regresar a casa para tener un buen tiempo con su familia. - Jimin se encogió de hombros. - Si cualquier otra persona me hubiese interrogado sobre mis gustos personales de la manera en la que ustedes lo han hecho hoy sin molestarse en conocerme al menos un poco, probablemente me habría ido sin dudarlo. Y estoy seguro de que muchos de sus anteriores novios lo hicieron.

El nadador tomó una pausa para mirar a Yoongi, esperando hasta ver el asentimiento de este antes de continuar hablando. No quería dejarse llevar demasiado por la vehemencia, tampoco pretendía ofender a nadie en concreto pero le resultaba complicado callar cuando todas esas personas frente a ellos parecían completamente dispuestas a desgarrar la poca confianza que su pareja había ido obteniendo muy poco a poco en los últimos meses. Si estaba en su mano decir algo para hacerle entender a la familia de Yoongi que los tres se amaban incondicionalmente, entonces lo intentaría.

-El caso es que esto es importante para mi pareja y por lo tanto lo es para nosotros. No necesitamos que nos aprueben o quieran, pero sí estaría bien que al menos nos acepten. Hemos decidido hacer el esfuerzo de mantener nuestros labios sellados incluso ante faltas de respeto evidentes.

Taehyung rodeó la mano de Yoongi con más fuerza, dejando que su apoyo fluyese a través del toque.

-Solo soy el novio de Yoongi para ustedes, aún así puedo intentar  entender a su familia porque sé que eso lo hará feliz. No se trata de cualquier otro idiota homofóbico, sino de sus padres, de sus abuelos y de su hermano. - el nadador bufó sin ocultar lo irritado que se sentía. - ¿De verdad ustedes no pueden hacer el intento de escucharlo sin poner en duda cada una de sus palabras? Confíen en las decisiones de Yoon por una maldita vez y si sale mal ayudenle a superarlo.

-Tú no eres objetivo. - el señor Min alzó un dedo señalando a Jimin. - Eres un gay, como dice serlo mi hijo también.

-¡Basta!

Yoongi se había mantenido todo lo calmado que había podido, precisamente porque quería evitar aquello. No deseaba pelear con sus padres pero mucho menos deseaba que estos ofendieran a las personas que amaba. Lo permitió demasiadas veces en el pasado, dejó que sus padres y abuelos asustasen a una innumerable cantidad de parejas solo porque tenía miedo a revelarse y porque de todos modos aquellas relaciones nunca le llenaron el corazón del todo.

Pero eso se tenía que terminar. Si su familia lo quería aunque fuera solo un poco, tendrían que entender de una buena vez por todas que él no estaba jugando o vengándose por asuntos del pasado, sino tratando de presentar a dos personas que lo habían ayudado a recuperar la confianza en el amor. Quería una familia en la que sus parejas pudieran tener un lugar a su lado. Una familia en la que poder sentarse a la mesa sin miedo a recibir un interrogatorio o ser puesto a prueba.

-Estoy cansado de esto. Cada una de las veces que os he presentado a un novio vosotros mismos os habéis encargado de asustarlos con críticas y expectativas demasiado altas. Incluso empecé a salir con hombres que tenían profesiones respetables esperando que eso os hiciera más maleables ante mi homosexualidad. - Yoongi no dudó en levantarse. - Si no podéis aceptar lo que soy entonces simplemente me iré de esta casa para no regresar. Ni Jimin, ni Taehyung tienen la culpa de nada.

La señora Min negó con la cabeza, para a continuación levantarse también de su asiento. Un solo gesto de su mano logró que su marido cerrase la boca al instante a pesar de que el padre de Yoongi parecía decidido a contestar a lo que había dicho su hijo.

La situación se volvía paulatinamente más y más tensa a medida que los minutos pasaban y el debate se tornaba en discusión. Un mal paso y todos acabarían enzarzados en una pelea inevitable.

-Cada vez que has tenido un novio lo has dejado por miedo al compromiso. - la señora Min suspiró, estirando una mano para intentar  acariciar la piel del brazo de su hijo. - Pero está bien. Yo también estoy cansada de tener que luchar para poder verte, no me gusta la perspectiva de hacerme anciana sabiendo que uno de mis hijos no quiere mirarme a la cara por miedo a lo que yo pueda opinar de la vida que él ha elegido seguir.

De nuevo los labios de Jimin y Taehyung se sellaron. Había algo ahí, en el modo tan lleno de desesperada tristeza con el que la madre de Yoongi había hablado y en la forma en la que sus ojos empezaban a tomar un aspecto acristalado.

-Demuestranos que amas a estos dos chicos. Si estás con ellos el tiempo suficiente y si vienes de vez en cuando a comer con nosotros, si te unes a las reuniones familiares y con el paso del tiempo ellos dos siguen a tu lado…

-¡No tengo que demostrar nada! Quiero a Jimin y a Taehyung, no sabes lo mucho que a mí mismo me costó comprenderlo pero ahora que lo hago no estoy dispuesto a tener que demostrarle nada a nadie, ni siquiera a mi familia. Todavía me cuesta irme a cama pensando que tengo una relación estable y dos personas a las que le importa mi felicidad. - Yoongi se llevó una mano al pecho. - Los amo y eso debería ser más que suficiente para que vosotros estéis dispuestos a respetarlos. Soy feliz y estoy bien con ellos, después de muchas relaciones fallidas al fin puedo afirmar sin dudas que me gustan completamente las personas que he elegido.

-Déjame hablar. - la señora Min finalmente alcanzó la mano de su hijo. - No estoy diciendo que tengas que demostrar nada en concreto pero para nosotros será difícil creer en cualquier pareja que nos presentes, nunca te hemos visto enamorado realmente y jamás has estado con un chico el tiempo suficiente como para que la idea de tu homosexualidad llegue a asentarse en nuestras cabezas. Probablemente es nuestro problema, no dudó de eso… Por eso te estoy diciendo que quiero que sigáis viniendo a comer con nosotros los tres juntos. Ven más a menudo, cariño.

Los ojos de Yoongi se abrieron en el instante en el que ese apelativo cariñoso abandonó los labios de su progenitora. Ella nunca había sido especialmente sentimental.

-Lo que mamá quiere decir es que te echamos de menos. - el hermano de Yoongi sonrió. - Tenemos que conocer bien a esos dos chicos con los que estás saliendo pero estoy seguro de que el tiempo lo arreglará todo y sé que si de verdad los amas incluso papá podrá tragarse sus palabras.

-Yo… - el señor Min suspiró. - Solo quiero que dejes de cambiar de novio constantemente. Si puedes hacer eso entonces quizás pueda abrir mi mente a aceptar que ahora has decidido tener dos compañeros de cama.

-Papá… - reprendió el hijo mayor de los Min.

-Oh, todos sabemos que con las parejas se comparte cama. Es lo mismo.

El silencio que llegó después de esa frase tan solo fue roto por la sincera carcajada de Taehyung.

-Bien. Eso es cierto en realidad.

-Lo es. - Jimin susurró, una pequeña sonrisa asomándose a sus labios. - Yo… Mis horarios son complejos debido a que me dedico a la natación de forma profesional, pero intentaré empujar a Yoon a venir hasta aquí más a menudo. A los tres nos gusta pasar los fines de semana con nuestros amigos en Daegu, así que no será difícil sacar tiempo al menos cada quince días.

-¡Eso suena genial! - la señora Min simplemente se sentó de nuevo. - Ahora, comamos de una buena vez por todas. No suelo cocinar, así que espero que el sabor de los platos que he preparado no sea demasiado malo.

Yoongi estaba en una nube, lo estuvo durante la totalidad de esa comida. Incluso si sus abuelos seguían haciendo preguntas incómodas y a pesar de que su padre continuaba manteniendo su siempre presente mirada llena de seriedad, de alguna manera las cosas fluyeron bien tras la pequeña discusión que su madre había frenado.

Tan bien que su familia incluso los acompañó hasta la salida mientras ellos entraban en el coche.

-¿Todavía en shock?

Yoongi parpadeó. Boca abierta y mirada perpleja mientras contemplaba a su hermano alzar la mano en el aire para despedirse a la par que Jimin arrancaba.

-Esto no puede ser real. ¿Puedes pellizcarme?

-¿Sabes? - Tae depositó un beso mimoso sobre la comisura de los labios de Yoongi. - Creo que ellos solo querían verte teniendo una relación estable. ¿Quién sabe? Tal vez podamos ganarnos su amor si duramos un poco más de lo que se esperan.

-Ajá.

Yoongi seguía demasiado perdido en su nube de felicidad como para ponerse a pensar en el futuro cercano. Habían prometido regresar en quince días para tener otra comida juntos, Jimin incluso le había dicho a su madre que llevaría a Sammy para que la conociera. Él ni siquiera supo hasta ese momento que a su madre siempre le habían gustado los gatos y que la única razón por la que no tenía uno era debido al poco tiempo que su trabajo le dejaba.

-Bien, entonces ahora solo queda tener una comida con mis padres. - Jimin sonrió. - Pero ellos van a ser fáciles. O eso creo.

-Dejemoslo para el próximo mes. Una comida con padres por mes debería ser suficiente. - Taehyung se dejó caer contra el respaldo de su asiento en el coche. - ¿Puedes poner nuestra playlist compartida? Necesitamos liberar un poco de serotonina de vuelta a casa.

-Hecho.

Yoongi sonrió, sus ojos pasaron de Jimin a Taehyung mientras el vecindario de la casa de sus padres quedaba atrás. Y mientras ese coche seguía moviéndose hacia su propio hogar, no pudo evitar pensar en que esa comida se había sentido diferente a muchas otras que tuvo en el pasado con el objetivo de presentar a sus parejas. Aunque por supuesto, de hecho, Jimin y Tae eran plenamente distintos a todo lo que él había conocido anteriormente.

-Os amo.

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Hiiii!!

Hola personitas. Hemos llegado a un momento agridulce, porque para mí terminar una historia siempre supone un logro de sumar una fic acabada a mis escritos pero también implicado despedirme de unos personajes con los que he convivido durante un año completo de mi vida.

No sabéis las muchas vueltas que le he dado al epílogo. No sabía qué escenas incluír y cuáles no, como tampoco tenía la menor idea de si este sería o no un desenlace de vuestro gusto pero de alguna manera finalmente me decidí por esta versión del epílogo.

Esto no es un adiós para Taegimin, sino un hasta pronto. Habrá especiales, os confirmo de momento un especial de Halloween en Bellum 😘. También quería decir que ha sido mi primera vez escribiendo una historia poliamorosa y quizás por eso no he sabido llevarla todo lo bien que me hubiese gustado pero me ha servido para aprender y ser autocrítica conmigo misma.

Por favor, no dudéis en dejarme vuestras opiniones sobre la fic ahora que está terminada.

Recordad que os quiero mucho y aprecio todos vuestros consejos.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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