Capítulo 83 : The act of forgiving

"Si te sientes mal, solo quiero hacerte más feliz, bebé. Quisiera estar cerca, sólo quiero hacerte más feliz. Hemos estado teniendo todas estas conversaciones de madrugada. Hablamos sobre cualquier cosa que quieras, hasta que llega la mañana. Ahora estás en mi vida y no puedo sacarte de mi mente."

-Late Night Talking

(Harry Styles)


-¿Preparado para animar a tus compañeros?

Yoongi rodeó con su brazo los hombros de Taehyung mientras caminaban hacia los vestuarios, sin esconderse de lo que eran a pesar de que todavía no habían decidido decírselo con todas las palabras a los miembros del equipo de baloncesto. Aunque no parecía hacer falta después de lo que habían ocasionado los carteles de Hwan, si no fuera porque eso supondría el despido de Yoon tan pronto como la temporada terminase... Taehyung casi se sentiría un poco tentado a burlarse del muchacho haciéndole saber que lejos de causarles problemas les había ayudado a liberarse un poco.

Además, muchos de sus compañeros parecían ser conscientes de que ambos tenían más que una amistad inesperada. Sabían que lo que ambos tenían iba más allá de la cercanía causada por las muchas horas que pasaron juntos cuando su lesión lo obligó a tener que estar siempre al lado de Yoon en las canchas.

-Siempre estoy preparado para eso. - Taehyung sacó un bolígrafo de su mochila y señaló al pasillo por el que sus compañeros caminaban animadamente. - Y estoy preparado para narrar perfectamente la forma en la que el entrenador Min ha logrado que en el vestuario se respire un bonito ambiente de esperanza. Sobre todo teniendo en cuenta la manera en la que todo esto comenzó contigo siendo un muro impenetrable para todos nosotros.

Un nuevo partido tendría lugar ese día, así que nuevamente Tae estaba allí con el objetivo de animar a sus compañeros y apuntar todo lo que le llamase atención acerca de las jugadas y resultados. A esas alturas ya no solo era una tarea que Yoon le había dado para que el tiempo de recuperación de su pierna fuese también un tiempo productivo dedicado a aprender más sobre el deporte que los dos amaban. El base había comenzado a portar una libreta con él a todos lados, con tinta azul siempre se encargaba de escribir sobre las hojas finas todo aquello que pudiera servirle para los posteriores artículos deportivos que sabía que escribiría con gusto tan pronto como la competición terminase.

Minnie estaba orgullosa de lo mucho que estaba avanzando y el propio Taehyung no podía creerse la facilidad con la que ahora sus dedos se movían por el teclado del ordenador que siempre usaba en la sala del club de periodismo. Le gustaba eso, incluso más de lo que le había gustado jugar. Sentado en la grada con los ojos atentos a cada movimiento de sus compañeros y cada palabra o consejo que Yoongi dejaba escapar de sus labios, él sentía que realmente podía disfrutar del deporte que tantas veces lo había alejado de los momentos de tristeza. Y lo más importante era que podía hacerlo sin sentirse estresado por la presión que suponía querer ganar.

-Me alegra escuchar eso. - Yoongi revolvió el cabello de su novio y revisó el pasillo antes de inclinarse para apoyar un sencillo beso sobre la mejilla de este. - ¿Irás directamente a la cancha o quieres entrar en el vestuario con nosotros?

-Entraré. Este sigue siendo mi equipo, a pesar de mi inutil rodilla.

Taehyung se estaba encargando de tomar nota de cada una de las palabras de aliento y ánimo que Yoongi les dedicaba a sus jugadores. Como una máquina de escribir sin pausa, apuntó todas esas frases importantes que le llamaron la atención hasta que sus manos dolieron por la presión de la punta del bolígrafo sobre el papel.

-Recordad que ganar no es un objetivo que debamos alcanzar a toda costa, hemos mejorado mucho y queda mucho por mejorar todavía. Los méritos que alcanzamos juntos son actualmente más importantes de lo que podría serlo cualquier trofeo. - Yoongi movió su mirada alrededor del vestuario y sus ojos se posaron incluso sobre Hwan mientras continuaba hablando. - Quiero que salgáis a jugar y deis todo lo que podáis pero no quiero que os forcéis. Si alguno de vosotros necesita descansar debe decírmelo, si a alguno le duele algo debe decírmelo y si alguno se siente presionado...

-Debemos decírselo. - los jugadores sonaron como un coro. Sus voces llenas de humor mientras Yoongi asentía con la cabeza y Taehyung continuaba garabateando palabras sobre su libreta.

Oh. Iba a doler tener que dejar atrás a esos muchachos, quizás por la influencia de Taehyung o puede que porque realmente unos se habían apoyado en los otros en ese difícil proceso de lograr ser un poquito más de lo que empezaron siendo... Fuera como fuese, ese año Min Yoongi había encontrado el amor por el baloncesto de nuevo entre las caras atentas de sus jugadores, los que siempre le prestaban atención cuando hablaba o dejaba escapar de sus labios cada resquicio de conocimiento que había ido almacenando con el paso de los años. Entrenar a un equipo pequeño, roto y con tan pocas oportunidades para triunfar, había sido sin duda una experiencia mucho más rica en calidad de momentos de lo que lo fue entrenar a equipos con polideportivos enormes y salas de gimnasio llenas de material moderno. Él no era una eminencia pero decir que cuando llegó de nuevo a Daegu el equipo le había parecido una miseria sencillamente sería ser sincero, ahora al menos esos muchachos tenían oportunidades de ponerse al mismo nivel que los jugadores con los que competirían durante el resto de la temporada actual y probablemente también en las siguientes. Ahora su trabajo estaba hecho y como entrenador podía llegar a sentirse lo suficientemente realizado, principalmente cuando veía con perspectiva objetiva cada mejora ganada durante esos últimos meses.

Ese año estaba siendo especial, el equipo al completo lo fue y principalmente se debía a la persona que ahora mantenía su mano sobre una libreta abierta mientras lo observaba con ojos expectantes y brillantes. Taehyung se encontraba cerca, escuchándolo y apreciando sus palabras como solamente él sabía hacer. Así que el entrenador Min sonrió y sus jugadores respondieron del mismo modo.

-Exactamente. - Yoon observó la pizarra sobre la que había estado explicando las jugadas minutos atrás, nadie excepto Taehyung sabía o se imaginaría la cantidad de ocasiones en las que se había pasado hora tras hora mirando ese pizarrón a diario. Lo hizo nuevamente la noche anterior, con un rotulador en la mano mientras situaba mentalmente a sus jugadores y buscaba las posiciones más adecuadas para estos. - Si no hay dudas sobre el modo en el que quiero que el partido funcione hoy, me retiraré para que podáis tener un poco de tiempo antes de que la competición inicie.

Una despedida después, Taehyung se encontraba todavía con la nariz profundamente enterrada en su trabajo cuando percibió a Hoseok tomar asiento a su lado. Su mejor amigo estaba radiante, tanto que la sonrisa que durante semanas había desaparecido de su rostro ya se podía ver de nuevo sobre los labios curvados de este.

-Eso te queda bien. - Hoseok señaló la libreta. - Pareces disfrutar escribiendo artículos de deporte.

Taehyung suspiró, echando su cabeza hacia atrás en el intento por estirar un poco la zona de su nuca.

-Me gusta, más de lo que había esperado. - el base sonrió. - Le he preguntado al médico sobre si podré jugar antes de que termine la temporada, el pronóstico es bastante alentador pero de alguna manera siento que si me hubieran mencionado que lo mejor sería esperar un par de meses más... Una noticia así no me hubiera deprimido tanto como cuando recibí la de esta lesión. Puedo empaparme del ambiente del baloncesto mientras os veo a vosotros y a Yoongi.

Hoseok se tomó unos segundos para pensar en las palabras de Taehyung antes de responderle. Dejó que su mente fluyera por los recuerdos del base necesitando pisar la cancha para sentirse vivo, no hacía mucho de aquello, cuando Tae solo podía encontrar libertad en el hecho de hacer rebotar la pelota o lanzarla a la canasta. Había visto a su amigo destrozado tras recibir la noticia de que estaba lesionado, lo vio experimentar el dolor de no poder jugar incluso antes de que su lesión llegase. En aquella ocasión, hace tanto tiempo, cuando Yoongi amenazó con dejarlo fuera del equipo por negarse a usar la equipación corta durante la visita de los patrocinadores, Tae había parecido encontrarse al borde del colapso pero ya no era de ese modo. Todo estaba evolucionando, incluso si Hoseok echaba de menos tener siempre a su amigo cerca en la cancha, dispuesto a recibir todos sus pases.

Ambos estaban creciendo, de alguna manera lo habían hecho a lo largo de ese año. Él superando un amor unilateral y aprendiendo a jugar en equipo sin que Taehyung fuera la única persona que podría ver en la cancha a su alrededor. El base... Bueno, el base ahora tenía una casa que compartía con la persona que amaba a la que su madre iba de vez en cuando porque ya no tenía que ocultarse ante un hombre que le envenenaba el alma, un par de amorosas mascotas como las que siempre había deseado y lo más importante de todo, al fin era libre del yugo que su padre solía ejercer en contra de este.

-¿Has pensado bien la posibilidad de cambiar de carrera? Sé que te lo he dicho varias veces pero...

-Lo he hecho... Lo estoy haciendo. - Tae sonrió, guardando su bolígrafo tras cerrar la libreta. - Incluso Minnie está insistiendo en que debería hacerlo. Y puede que... Realmente puede que la idea de dedicarme al periodismo deportivo se me antoje bastante más interesante que la posibilidad de ser un profesor de gimnasia. Y también puede que disfrute escribiendo.

-Entonces hazlo, cuando tu lesión se cure podrás seguir jugando y si así lo quieres también podrás continuar con la escritura. Sea como sea, te hará más feliz que seguir adelante con una carrera que escogiste por la presión que te suponía saber que necesitarías un empleo a largo plazo que generase dinero seguro.

Hoseok se tomó un segundo para pensar en algunos detalles.

-¿Ya no quieres intentar un ingreso en la SOUS? No todos tienen el placer de recibir una invitación, cuando Minho se fue tú realmente deseabas poder seguir sus pasos. Lo único que te ha impedido hacerlo es tu padre y dejar sola a tu madre, ahora ellos ya no son algo por lo que debas preocuparte en exceso.

Tae se encogió de hombros.

-Quiero seguir jugando, no creo que mi necesidad por pisar la cancha se muera nunca pero ya no se me antoja tanto el ser un deportista conocido. ¿Has visto la vida de Jimin? No me gustaría tener que esconderme a mí mismo ante las cámaras y la prensa, no creo que valga la pena solo por poder destacar en el deporte que amo. Puedo jugar al baloncesto y ser feliz manteniendo mi privacidad. Me gusta esto. - el base señaló su libreta. - Realmente me gusta volcarme en escribir acerca de lo que amo.

-Taehyung como periodista deportivo es algo que quiero ver. - la voz de Jay se coló en la charla que los dos amigos estaban compartiendo.

De alguna manera el base fue rodeado por todos sus compañeros, por todos menos uno. Hwan permanecía solitariamente encogido en las esquina del vestuario mientras jugueteaba con los cordones de sus zapatillas. Los brazos alrededor de las rodillas que chocaban contra su pecho. En esa postura parecía un niño pequeño lleno de miedos e inseguridades.

-Hei. - Taehyung carraspeó. - ¿Puedo...? ¿Me podríais dar un poco de tiempo a solas con Minhyun? Me gustaría poder hablar de algunas cosas privadas con él...

-¿Estás seguro de que es una buena idea? - uno de sus compañeros preguntó.

-Bueno, estoy seguro de que es algo que debería haber hecho con Yoongi desde el instante en el que esos carteles fueron creados y repartidos por toda la universidad pero él tiene una forma de ver el mundo diferente de la mía. - Taehyung sonrió un poco. - Solo necesito saber el motivo que lo empujó a hacer algo como eso, no tardaré mucho.

Un instante de duda llenó los ojos de sus compañeros, mas Taehyung alzó su mano en el aire quitándole importancia al asunto.

-Cinco minutos y estaré en el pasillo para ir hacia la cancha con todos vosotros como un jugador más. Necesito esto, vamos. No me va a pasar nada malo por hablar con él un poco.

-Bien, pero ten cuidado. A veces sus mentiras pueden parecer excesivamente reales. - advirtió Hoseok.

Tae era consciente de eso, sabía que había muchas cosas falsas en Hwan y aún así seguía viendo esa personalidad solitaria y llena de necesidad de cariño que en algún momento lo había empujado a sentirse protector con el muchacho. Le recordaba a él en otro momento de su vida, a ese Taehyung de diez años que se inventaba historias para conseguir que las personas le sonrieran un poco cuando su madre estaba demasiado hundida en el dolor como para regalarle el amor que años antes siempre le había dado.

Y precisamente porque sentía su reflejo vislumbrarse entre la soledad de Hwan, Taehyung se preguntó si acaso ese chico no mejoraría mucho teniendo a un fiel amigo de su lado. A alguien que arrancase el dolor y los miedos que sentirse solo podían causar en un alma castigada por la sociedad o la vida.

-Hola.- Taehyung fue el primero en hablar cuando el vestuario se vació.

Los ojos de Hwan respondieron a su saludo con lágrimas. Las manos y brazos del muchacho temblaban con nerviosismo.

-Lo siento. - la disculpa pareció sincera cuando los brazos de Hwan Minhyun se lanzaron alrededor del cuerpo del base en un toque desesperado. - Siento haber hecho eso... Yo solo quería...

-Atención. Querías atención, ya fuese para bien o para mal. - Taehyung susurró, acariciando con los dedos de su mano izquierda el cabello de la nuca de Hwan. - Querías dejar de ser invisible, lo que no sabes es que no lo eres. No eras invisible para nosotros Minhyun, y no lo serás para nadie más si aprendes a hablar con la verdad. No dejes que la soledad te empuje a hacer cosas que realmente no quieres. No mientas y mucho menos uses la vida privada de las personas que te aprecien en contra de estas.

-No lo haré de nuevo. - los brazos del chico apretaron alrededor del cuerpo de Taehyung, como si de repente estuviera siendo plenamente consciente del hecho de que había traicionado a la única persona que realmente se había preocupado por su bienestar en el equipo desde el primer instante. - Quiero ser un buen jugador, quiero tener amigos... Quiero poder salir de casa a alguna fiesta, divertirme o sencillamente que alguien me invite al cine...

La mano de Taehyung volvió a acariciar el cabello del chico. Su pecho estaba comenzando a doler, antes de Hoseok y antes de que su personalidad se hiciera un poco más fuerte... Él solía ser así.

-Vas a lograr tener amigos en algún momento Hwan, yo soy tu amigo y lo seré siempre que no intentes lastimarme a mí o a mi pareja de nuevo. Tienes ese secreto en tus manos ahora, tienes la confirmación de que Yoongi y yo estamos juntos... De ti depende usarlo en nuestra contra o ayudarnos a proteger algo que nos importa hasta que la temporada finalice.

Hwan no contestó, en lugar de eso hundió su cabeza contra el pecho de Taehyung mientras asentía entre sollozos. Esa misma tarde el artículo que escribió el base hablaba de un nuevo partido ganado con cierta dificultad pero también de la necesidad de obtener suficiente confianza con tus compañeros para lograr avances certeros. Esta era necesaria para poder entender las personalidades de las personas que tendrían que compartir tiempo de entrenamiento y vestuario contigo casi a diario, tan importante en el medio de un partido como en la vida diaria.

Taehyung escribió acerca de la presión que a veces el deporte puede llegar a poner sobre los atletas que ansían destacar, escribió acerca de la forma en la que un entrenador adecuado puede hacer mucho más sencilla la tarea de jugar bien y escribió sobre como el poder del equipo puede ser la mejor herramienta para llegar a la cima incluso si no todas las piezas del puzle son estrictamente perfectas. A veces los bordes que parecen no encajar a la primera tan solo necesitan un poco de tiempo para adaptarse y generar una imagen completa al lado del resto de piezas.

Con retraso. Así fue como Yoongi y Taehyung llegaron a la última competición de la temporada para Park Jimin y Jeon Jungkook. Sus pies corretearon por el lugar a pesar de las advertencias que los miembros del equipo de seguridad les lanzaron, el suelo podría estar húmedo y eso los haría caer pero con muletas y todo ambos se las arreglaron para sentarse en las gradas con la mayor rapidez posible.

No sabían demasiado acerca del mundo de la natación, sin importar lo mucho que Yoongi estaba estudiando el tema en silencio. Los dos se encontraban en medio de una grada, rodeados por personas que vitoreaban el nombre de atletas que en muchos casos ellos ni siquiera conocían. Estaban ahí de todos modos, por dos personas en concreto pero ciertamente una de ellas les importaba más que la otra. Eso no significa que ellos no apreciasen a Jungkook, simplemente Jimin... Jimin se les había colado debajo de la piel sin que ninguno de los dos se lo hubiera esperado. Y maldita sea, el sentimiento era divino y perfectamente precioso.

-Carril cinco. - Taehyung señaló hacia la zona que había mencionado.

-Lo veo.

Los dos chicos pusieron sus miradas sobre el nadador que más le interesaba, Jimin estaba colocándose las gafas y preparándose para sumergirse en la piscina mientras la que probablemente era su entrenadora se mantenía parloteando sin pausa a un lado de este.

-Parece irritante y ni siquiera he escuchado una sola palabra de lo que sea que está diciendo. - Taehyung sonrió un poco. - ¿Si la empujamos a la piscina y nos llevamos a Jimin crees que acabaríamos arrestados?

-No estoy seguro de qué responder a esa pregunta pero creo sinceramente que a Jimin no le causaría la menor gracia algo así, esta es su última competición de la temporada y ha aguantado mucho para llegar hasta el lugar en el que está situado en este instante.

-Awww, te preocupas por él. - Taehyung llevó su brazo alrededor de los hombros de Yoongi y depositó un beso cariñoso sobre la mejilla de este. - Realmente quiero que te plantees la posibilidad de tener a Jimin en nuestras vidas... Como una relación y eso. Piénsalo.

-Lo pienso a diario.- Yoongi suspiró, sin apartar la vista de Park mientras apoyaba una mano sobre la rodilla lesionada de Tae para masajearla levemente. Se había convertido en una costumbre con el paso de los días. - Y también pienso a diario que todavía tenemos una comida pendiente con mis padres en la que te presentaré como mi pareja y les diré que he abandonado completamente la carrera de medicina...

-Bueno, añadir a otro chico a la ecuación puede hacerlo peor pero imagino que el mensaje no cambiará demasiado.

Yoongi negó con una sonrisa, sabía que Taehyung solo estaba tratando de ser positivo para darle un poco de ánimo. Esa charla tendría que suceder en algún maldito momento y él estaba aterrado tan solo con la imagen mental de la que podría llegar a ser la reacción de sus padres.

-Quisiera verlo con esa facilidad, tengo que mencionarles que además de dejar de estudiar medicina he perdido mi trabajo por empezar una relación con uno de mis jugadores y que además tengo un interés amoroso en un segundo chico que ni siquiera puede hablar abiertamente de su sexualidad porque planea ser un atleta de élite en algún momento de su vida. Todo eso mientras ellos continúan sumidos en esa absurda ilusión de que lo mío es tan solo una fase y de que algún día volveré a entrar en su casa con la mano de una chica sosteniendo la mía. ¿Cómo se lo dirías a tu madre tú? Si empezamos realmente una relación poliamorosa...? ¿Crees que ella podría llegar a entenderlo?

Taehyung se tomó unos segundos para pensar en las preguntas de Yoongi. Lo cierto es que su madre había cambiado y seguía haciéndolo desde el instante en el que su padre fue ingresado. Todavía tenían que hacer malabares con las cuentas para pagar el sitio en el que el hombre llevaría a cabo su rehabilitación pero ella parecía feliz y casi a gusto viviendo en su propia casa sin nadie que le pusiera horarios complejos o interviniera en sus decisiones. Últimamente estaba tan relajada que eran ellos dos los que tenían que visitarla, a pesar de haber acomodado todo lo necesario para completar una habitación de su gusto en el departamento de Yoongi. La marcha de su padre estaba logrando sacar de una burbuja a su madre y a la par liberaba a Taehyung del yugo que esta había sostenido a su alrededor durante tantos años.

La señora Kim disfrutaba de las horas de sol en el huerto de su casa, había comenzado a leer los libros que muchos años atrás dejó abandonados en las estanterías de su habitación de matrimonio, llenaba sus cestas con fruta fresca prácticamente a diario y las vendía en un pequeño puesto que su padre nunca le habría permitido abrir. Hacían malabares con el dinero, cierto, pero su forma de vivir era en extremo más sencilla y relajada sin un monstruo que devoraba alcohol y usaba los billetes ganados con sudor para desperdiciar cada centavo en sus adicciones.

-En este instante de su vida, sinceramente, creo que ella entenderá cualquier cosa que a mi me aporte felicidad. Ha cambiado mucho y sigue cambiando con cada día que pasa. A veces me cuesta reconocerla, puedo afirmar que estoy gratamente sorprendido con su actitud.

Yoongi sonrió con calidez, el sonido que los rodeaba marcaba el inicio de la competición cuando él se inclinó para depositar un sencillo beso sobre los labios de Tae. De todos modos, su trabajo ya estaba echado a perder y el resto de seres humanos le importaban bastante poco. Ahí estaban en un espacio muy diferente del que lo eran las instalaciones de la universidad, ahí podían ser libres de quererse por mucho que los ojos que los rodeaban también los juzgasen.

-¡Vamos Jeon!

-¡Así se hace!

Cuando los dos muchachos se separaron con una sonrisa compartida en sus labios, las gradas eran un continuo revoloteo de gritos de ánimo para los nadadores que ya se encontraban girando sobre sí mismos para recorrer la distancia de la piscina una vez más. Los ojos de estos se mantuvieron en el carril cinco, allí donde los brazos y piernas de Jimin rompían el agua para impulsarse con rapidez a través de la misma.

Fue rápido y preciso pero Jeon Jungkook lo fue todavía más.

-¿Plata? - Taehyung preguntó con cierta confusión, poniendo su mirada sobre los marcadores.

-Medalla de plata a nivel nacional. - confirmó Yonngi, tirando de la mano de Taehyung para animarlo a ponerse de pie mientras este sujetaba sus muletas. - Es genial, él lo ha hecho definitivamente bien. Era el preferido y quizás eso pueda llegar a levantar algunas ampollas entre sus seguidores pero la medalla de plata es un logro que no todos alcanzan.

-¿Cuál será el siguiente objetivo de Jimin ahora? - preguntó el base.

-Yo... No estoy seguro pero me aseguraré de comprobarlo en cuanto tenga un instante.

-Bueno, podríamos preguntarle a él directamente.

Yoongi sonrió.

-Sí, creo que eso sería más directo que rebuscar entre webs de natación.

Taehyung observó a su pareja por un instante, entonces sintió su pecho llenarse de orgullo y junto a su novio sus manos comenzaron a aplaudir sin pausa hasta que los ojos de Jimin los encontraron a ambos. El nadador se movía tranquilamente alrededor de la piscina hacia la prensa como si ese fuese su sitio, el lugar en el que había crecido y con el que podía sentirse cómodo a pesar de todas las dificultades que había estado experimentando a lo largo de los últimos meses. Park siguió su camino sin dudar ni por un mínimo instante, con su entrenadora gritándole algo a pesar de que este sencillamente parecía no escucharla. Alzó la mano hacia ellos en forma de saludo y uno de sus ojos se cerró en un gesto de complicidad antes de llevar toda su atención hasta los reporteros que ya comenzaban a poner los micrófonos cerca de este.

-Me gustaría informar que desde este instante estoy oficialmente buscando un nuevo entrenador, patrocinadores y un gimnasio en el que poder seguir desarrollando mis capacidades como atleta en el mundo de la natación. El contrato con mi entrenadora será finalizado en una semana y he llegado a esta decisión porque la salud mental debe ser tan bien tratada como la física, la señora Choi es espléndida en cuanto a conocimientos pero el método de entrenar con presión no es algo que a mí me haya ayudado a mejorar como atleta. Es debido a eso, y antes de que los rumores comiencen, que quiero dar las claves de todas y cada una de las decisiones que estaré tomando durante mi corto periodo de descanso. ¿Alguna pregunta?

-Park, Park... - los reporteros revoloteaban alrededor de Jimin, haciendo que el cuerpo del nadador quedase completamente cubierto por cámaras y flashes. - ¿Tiene algún entrenador en mente? ¿Alguien con quien le gustaría comenzar una nueva etapa?

Yoongi y Taehyung mantuvieron su mirada sobre la zona en la que Jimin se encontraba hablando con la prensa. Atentos a cada palabra que abandonaba la boca del chico.

-Creo que Kim Seokjin sería una buena opción. Si Jeon Jungkook no tiene problemas con el hecho de compartir, entonces me aseguraré de hacerle llegar mi contacto a los gimnasios Borahae.



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Hiiii!!!!

Nuevo sábado y nuevo capítulo, queda cada vez menos para el final así que recordad que me gustaría saber vuestras opiniones acerca de cómo poco a poco se están solucionando las cosas entre nuestros protagonistas. De verdad, espero que os haya gustado este capítulo y que os esté gustando en general la fanfic.

Acerca de cuánto queda... Tal vez 3 caps + Epílogo (?)

Un beso,

os amo

Mel

💜

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