Capítulo 73 : You, sin of mine.
"Solo puedo verte a ti. Solo puedo verte a ti estando solo. Mira, soy justo con todos pero contigo... Ahora no puedo vivir un día sin ti, así que por favor abrázame fuerte. Pégame a ti. ¿Puedes confiar en mí? Estréchame fuerte. Abrázame fuerte, pégame a ti."
-Hold Me Tight
(BTS)
Park Jimin se dijo a sí mismo que necesitaba divertirse esa noche si quería olvidar lo muy complicada que su semana había sido después de decidirse a mostrar una actitud rebelde ante las exigencias de su entrenadora. Por eso tras recibir la ropa seca que Taehyung le ofrecía y alzar las mangas del polo negro que finalmente parecía adaptarse bien a la talla que generalmente él usaba, dejó que una sonrisa sincera se asomase a su boca.
Quería ser útil en la misma medida que ansiaba encontrar diversión en una cena con personas que lejos de mantener en sus labios constantemente cifras o dietas, probablemente tendrían conversaciones triviales con las que le resultaría un poquito más sencillo olvidarse del ajetreado ritmo de entrenamiento que la cercanía de las competiciones finales de los nacionales le obligaban a mantener, con o sin el cumplimiento de las rutinas marcadas por su entrenadora.
Incluso Jungkook parecía saber cuándo era un buen momento para alejar su mente de las piscinas, necesitaba comenzar a disfrutar de los instantes importantes y frecuentemente cortos en los que los deportistas como él podían permitirse ser personas normales y corrientes. Sin horarios complejos a los que mostrar devoción absoluta para obtener buenos resultados a cambio. Así que... ¿Por qué no podría hacerlo él mismo? Si Jeon era capaz de encontrar una pareja, formar una vida estable, seguir entrenando e incluso ir a la fiesta de cumpleaños de Tae con el único objetivo de divertirse y pasar una buena noche entre amigos, entonces él también debería poder. Que no lo hubiese hecho en los últimos años no significaba que no lo haría por el resto de su vida. Si quería ser feliz en algún instante, tendría que comenzar a buscar esa felicidad por sí mismo.
Ese era el pensamiento que lo había empujado a comenzar una batalla consigo mismo por ser capaz de negarse a ciertas cosas. Incluso si su padre estaba más que satisfecho con el papel de su entrenadora, él no lo estaba y por lo tanto no renovaría ni un solo año más el contrato con esa mujer. E incluso si los patrocinadores adoraban su imagen inocente y aniñada, esa del chico risueño que nunca parecía dejar de sonreír, tal vez era su oportunidad para negarse a mantener sus labios continuamente curvados en una mueca falsa. Así que si le apetecía decir que "no" , lo haría. Estaba decidido a ello.
-¿Puedo ayudaros en algo? Sé como cocinar algunas cosas, no soy demasiado bueno en ello pero sí lo suficiente como para resultar un buen pinche en caso de que sea necesario. Si alguna vez queréis seguir una dieta, ahí sí que podría llamarme a mí mismo chef. En lo que respecta a cocina con condimentos, bueno, todavía sé lo que son las especias y la sal...
Yoongi había estado sentado sobre la cama de su habitación durante la última media hora, con las manos hundidas en el colchón, las piernas estiradas y observando durante todo el tiempo el modo en el que Taehyung rebuscaba y cedía ropa al nadador en el intento por encontrar prendas que no le quedasen demasiado grandes. No fue hasta que ese polo de un beige claro entró en escena, cuando finalmente el cuerpo de Jimin fue cubierto por un poco de tela y sus labios pudieron volver a sentir la humedad de su respiración.
De verás, quizás era obvio el motivo por el que Taehyung ya no le creía cuando le decía que no se sentía atraído hacia Park. Quedarse atascado en la imagen de un cuerpo trabajado y bonito no era algo frecuente en él, no al menos desde que dejó de ser un adolescente hormonal y tremendamente avergonzado con respecto a esos gustos que poco a poco se fueron haciendo obvios ante el detalle de que miraba más hacia sus amigos y compañeros de equipo, que hacía las chicas que estos creían que eran lindas.
Hacía un tiempo desde que un sentimiento como ese le llenaba el pecho de conocida ansiedad, porque aunque Taehyung lo atraía de todos los modos posibles, con su base las cosas habían fluido un poco diferentes. Los dos se mantuvieron en un tira y afloja durante un mínimo de dos meses antes de que finalmente la sensación de que le gustaba se aclarase del todo en su cabeza. Con Park Jimin parecía diferente, no lo conocía de nada pero todavía ansiaba poder besarlo nuevamente. Y maldita sea, lo más extraño era que ni siquiera se planteaba apartar a su novio de esa ecuación porque la imagen más exuberante del nadador venía de la mano del base. Los quería a los dos de alguna estúpida y perversa manera. Eso mantenía su mente en un constante estado de confusión que lo ponía de mal humor incluso cuando los dos chicos ante su mirada lo invitaban a sonreír automáticamente.
-Te sienta bien. - Taehyung tomó una de las manos de Jimin, obligándolo a girar ante la atenta mirada del entrenador Min. Para el base no habían pasado desapercibidos esos ojos atentos, así que decidió que quería jugar un poco. De todos modos no era un secreto para él que Jimin le interesaba a su pareja de alguna manera. - Es un buen color para tí y bueno, no vamos a cocinar mucho. Yoongi ha preparado algunos platillos pero he pedido como regalo de cumpleaños algunas pizzas en mi local favorito. No debe faltar demasiado para que lleguen. Generalmente no acepto que las personas paguen por mí, sin embargo hoy he hecho una excepción y he dejado que Jin y Jungkook se encarguen de ello.
Jimin sintió la palabra golpearlo pero se obligó a sonreír de todos modos. No importaba la maldita pizza, él estaba en una fiesta de cumpleaños con personas que tenían una edad similar a la suya y la esperanza de divertirse era algo que pululaba sobre su pecho con la suficiente fuerza como para que la obligación implícita de tener que contar calorías pareciese disiparse por completo. No podía esperar que esos chicos pusieran en el menú alimentos basado en el magnesio o las proteínas, sin una cantidad excesiva de grasas saturadas y... No. Sencillamente no. Era el cumpleaños de Kim Taehyung y no debía olvidar ese importante detalle.
-Hace años que no como pizzas reales, todas las que he comido desde mis quince años están hechas base de verduras o alimentos proteicos. Creo que me derretiré si pides para mí una pizza de cuatro quesos. Ni siquiera recuerdo su sabor pero sé que solían ser mis favoritas.
-Oh. - Taehyung sonrió un poco y extendió su mano para revolver el húmedo flequillo del chico ante sus ojos, su mirada buscando por un instante a su entrenador por un par de segundos antes de regresar a Jimin. - En realidad creo que hay un par de pizzas cuatro quesos en camino, de todos modos deberías probar algún día la versión de Yoon. Su modo de cocinar es algo que envidiarían muchas personas. Ni siquiera los restaurantes italianos pueden hacer pizzas tan deliciosas, él pone mucho cariño en todo lo que cocina.
-En lo que cocino para ti. - corrigió el entrenador Min desde su posición inamovible.
Aunque Yoongi era consciente de que su pareja tan solo estaba tratando de integrarlo en la conversación, él se limitó a decir la verdad. Generalmente ponía empeño en la cocina cuando se trataba del base, porque amaba ver la forma en la que por fin alguien apreciaba sus platos y le decía lo muy bueno que era en ello. Ninguna otra pareja se había mostrado tan agradecida ante su comida como lo hacía Kim Taehyung. Su chico era un ángel cuando deseaba serlo y un demonio si la situación llegaba a requerirlo. Pero por suerte siempre se mantenía fiel y honesto, algo que ayudaba y mucho en la tarea de que Min se abriese a hablar de sentimientos con él de vez en cuando incluso si todavía le costaba un poco.
-Oh, incluso si solo preparas comida con cariño para Tae... Todavía me encantaría poder probar una de tus pizzas. Aprecio la comida casera y siento que generalmente es mucho más sana que cualquier otra.
El metal del reloj que Jimin les había regalado parecía estar quemando sobre la piel de su muñeca. Yoongi no sabía qué era lo que tenía ese chico pero su corazón ya estaba golpeando con fuerza en el interior de su pecho hasta hacerlo sentirse asfixiado.
No. Sencillamente no.
Yoongi no sabía el motivo por el que se convertía en un adolescente cada vez que veía a Park, quizás estaba ligado al detalle de que compartir cama con dos hombres lograba despertar sus fantasías más ocultas. Por supuesto tenía que ser eso, él era fiel. Por muchas relaciones fallidas que hubiese tenido en el pasado, ninguna de estas llegó a terminarse por una traición de su parte. Quería a Taehyung, lo quería mucho más de lo que habitualmente mencionaba en voz alta. Después de todos esos meses conociendo a su base sentía más que simple cariño hacia la persona con la que se despertaba a diario, así que no planeaba poner sus ojos sobre alguien a quien ni siquiera conocía bien y que podría desestabilizar la agradable rutina de su relación amorosa. No importaba lo mucho que su cuerpo parecía quemarse cuando cerraba los ojos e imaginaba a esos dos chicos acariciándolo a la par.
-Yoon. - la mano de Taehyung acarició su mejilla y Yoongi se dejó llevar por la sensación durante un instante, rozándose contra el toque cariñoso en un intento por olvidarse completamente del nadador que se encontraba en su habitación y a solo unos pasos de distancia de su pareja. - ¿Todo está bien?
-Todo bien, lindo. - sonrió. - Vamos a la cocina, todavía tenemos que preparar la mesa.
Yoongi envolvió su mano alrededor de la de Taehyung y lo animó a dejar ir el toque sobre su mejilla. De todas personas y parejas que había tenido, su base era a la que más podría dañar si decidía mirar a otro hombre. Así que estaba esforzándose mucho por apartar las ideas absurdas que de vez en cuando llegaban hasta su mente como un flash y envolvían a Park Jimin en una ecuación sin sentido. Una pareja estaba formada por un par, así que no había forma de que un tercer chico pudiese encajar en su puzle. Jimin era una de esas piezas perdidas que simplemente no encajaban.
Incluso si le gustaba...
-Okay. - Taehyung frunció el ceño, consciente de que había más tras el gesto preocupado de Yoongi de lo que este había dicho en voz alta. Más tarde se encargaría de hablarlo con él para obtener respuestas pero de momento no pretendía presionar.
Así que los tres regresaron al salón de la casa donde otras tres personas esperaban.
-Las pizzas han llegado. - Jungkook canturreo. - ¿Quién me ayuda a servirlas en platos?
-Yo. - Jimin canturreó felizmente, sintiendo el aroma de la colonia de Taehyung a través de la tela del polo que portaba.
Taehyung sonrió un poco, con los ojos puestos sobre el movimiento inquieto de los pies de Hoseok sobre la alfombra de pelo largo. Desde el instante en el que se habían reunido en la pequeña sala de estar de la casa, mientras la mesa era colocada para la cena, pudo percibir el notable estado de ansiedad que cubría la mirada de su mejor amigo.
En los últimos días Hoseok parecía estar un poco más triste de lo normal, algo que probablemente se ligaba al detalle de que Kim Namjoon definitivamente había desaparecido de su vida en un abrir y cerrar de ojos. Así que no importaba las muchas veces que el base preguntase y obtuviese como respuesta por parte de su amigo que la decisión de dejar ir a ese hombre era la correcta, Taehyung estaba seguro de que Hobi extrañaba aunque fuese solo un poco a la persona con la que había estado pasando tiempo en la pista de baile durante semanas. A esa con la que se había besado en más de un par de ocasiones... Y quizás era solo su vena romántica y la cantidad de dramas que veía a la semana, pero Tae estaba deseando que Namjoon y Hoseok pudiesen al menos terminar como dos buenos amigos esa noche. Definitivamente esperaba que lo que ellos habían llegado a tener no se terminase de una manera tan fría y triste.
Ahora Namjoon ya no aparecía en los entrenamientos del equipo de baloncesto para recoger a Jung, no lo llamaba, no enviaba mensajes y por supuesto ni siquiera se molestaba en preguntar acerca de cómo le había ido al chico en los exámenes pero al menos la madre de este no se había alejado como principal patrocinadora. Estaba cumpliendo plenamente y perfectamente bien con aquello que se le había pedido. Lo estaba haciendo tan sumamente bien que de hecho Hoseok empezaba a sentirse como un idiota masoquista por echar de menos aquello que él mismo cortó de raíz al enterarse de que ese hombre que inicialmente tan solo sería un alumno de baile y que más tarde comenzó a resultarle demasiado atractivo para su propio bien, planeaba romper el compromiso con su futura esposa.
Él realmente estuvo tan centrado en el hecho de que le gustaba su mejor amigo que ni tan siquiera pudo darse cuenta a tiempo de que había alguien más abriéndose paso a través de su corazón destartalado. Así que incluso si había cosas que Namjoon debía cambiar y mucho que no debieron atreverse a hacer mientras este todavía estaba comprometido, incluso sabiendo todo eso... No podía evitar quererlo de vuelta. Al menos un par de palabras más, una conversación más calmada que ese mensaje en el que le pidió que se mantuviera completamente fuera de su vida para siempre.
-Vendrá. - Taehyung habló, confundiendo a la mayoría de los presentes, pero obteniendo la atención del chico que todavía no abandonaba la manía de mover la pulsera sobre su muñeca. - Relajate un poco Hoseok, Yoongi ha mencionado que Namjoon nunca se enfada por demasiado tiempo.
Taehyung ni siquiera creía que Kim Namjoon estuviera enfadado, él era el mejor amigo de su novio y por eso lo conocía un poco a esas alturas. Este se estaba limitando a cumplir con los deseos de Hoseok, no quería molestarlo demasiado y por supuesto pretendía darle espacio. Los dos necesitaban pensar con cuidado en los que serían sus siguientes pasos.
-Sí, bueno, dije algo similar pero nunca lo había visto en una situación así... - el entrenador de baloncesto se mantuvo en silencio y llevó un pedazo de pizza hacia su boca cuando Taehyung le dedicó una mirada de advertencia.
Hoseok dejó de mover su pulsera, mas le dedicó una irónica sonrisa a Taehyung que añadió una gota de tensión al ambiente festivo. No sabía si Namjoon estaba enfadado pero era casi seguro que como mínimo se habría sentido irritado por el hecho de ser rechazado sin ningún tipo de oportunidad de explicar bien sus sentimientos. Él y solo él, lo había cortado de lleno y sin tan siquiera pararse a pensar pero simplemente no quería ser el motivo de que una chica perdiera a su prometido tan solo por haberse dejado llevar.
Ellos solo compartieron algunos besos y caricias, quizás un poco más en alguna ocasión en la que sus caminos se cruzaron en Bellum pero definitivamente nada lo suficientemente profundo como para que un futuro matrimonio fuese completamente roto debido a eso. Jung Hoseok se sentía como el tercero en discordia, una parte de él ansiaba seguir adelante con el amigo de Yoongi y a la otra le aterraba iniciar el más mínimo contacto con este. Su cabeza era un hervidero de ideas enredadas.
Ni siquiera eran algo, no había nada roto que arreglar porque ellos dos solo compartieron sesiones de besos en momentos complicados en los que resultaron una buena terapia para el contrario. Para Hoseok perder a Namjoon no debería suponer absolutamente nada, pero no podía negarse a sí mismo que tal vez lo echaba un poco de menos y extrañaba hasta la sensación de ser pisado por este cuando trataba de enseñarle cómo tomar la cintura de alguien durante un vals. Echaba de menos el modo en el que Nam se disculparía y sus sonrisas llenarían la sala de ensayos solo un par de segundos después.
-¿Cómo dejas de estar enfadado con alguien que te rechaza después de que hayas roto el compromiso con tu prometida creyendo que a esa persona le gustas? - Hoseok se removió incómodo en el asiento. Maldita sea, ni siquiera sabía qué decir para salir del bucle en el que él solito se había encerrado sin remedio. - Él... puede que no se equivocase del todo al pensar que a mí me gustaba pero nunca pretendí hacérselo notar, yo no quería una relación y mucho menos que dejase a su prometida. Eso solo demuestra que no es una persona fiel.
Definitivamente le habían gustado muchas cosas de Kim Namjoon y definitivamente jamás pretendió que este las notase... Y por supuesto lo demostró dejándose besar en más de dos o tres ocasiones. Era absurdo. Ni siquiera podía explicarse a sí mismo lo que lo había llevado a tomar decisiones tan lamentables, mucho menos podría explicar sus sentimientos.
-Namjoon es una de las personas más fieles que conozco a pesar de sus errores, no voy a dejar que un niñato pretenda ser el centro del mundo en mi casa después de destrozarle el corazón a mi amigo. Si vas a quedarte, tengo que pedirte que abandones esa necesidad de encerrarte en odio cuando lo que sientes es pura culpabilidad. - Yoongi miró por un segundo a Taehyung antes de susurrar. - Lo siento pequeño, no quería amargar tu noche pero tu amigo está hablando mal del mío.
Yoongi sabía que Hoseok no tenía la culpa de nada de la misma manera en la que sabía que pedirle a Namjoon que abandonase su vida tan solo había sido un método de autoprotección como los que él mismo había seguido en el pasado para protegerse de relaciones potencialmente complicadas, pero Kim Namjoon había estado a su lado en esos momentos en los que el mundo le dio la espalda. ¿No era acaso lo correcto echarle una mano ahora que él podía hacerlo? Bien, mantener el tono cordial nunca había sido el fuerte del entrenador Min pero al menos podría hacerle saber al amigo de Tae acerca del buen corazón que portaba esa persona a la que había llamado infiel sin molestarse en darle un margen de duda. A su especial manera.
Taehyung alzó la mano para quitarle importancia al asunto, forzando una sonrisa que todos a su alrededor pudieron percibir. Él mejor que nadie sabía que las palabras de Yoongi podían llegar a ser afiladas, sin embargo la mayor parte del tiempo su chico no ansiaba lastimar. Era su manera de dejarse llevar y ser honesto hasta el extremo la que estaba escapándose a través de sus palabras.
-Todavía queda mucho tiempo, tengo a mis dos mejores amigos, a Jimin y a ti aquí. Las cosas saldrán bien. - el base besó la comisura de los labios de su pareja tratando de aportarle tranquilidad a este.
-¿Debería irme y pasar a por Jungkook cuando acabe la fiesta? Veo que no soy muy necesario. - bromeó la pareja de Jungkook. - Es una fiesta de cumpleaños, sea lo que sea, estoy seguro de que podréis hablarlo con calma en otra ocasión. Como Yoongi ha mencionado, es la noche de Taehyung.
El timbre no sonó de nuevo hasta que todos ellos habían comenzado a devorar la comida, incluyendo a Park Jimin. El pollo a la barbacoa que Yoongi había cocinado era una de las mejores cosas que había probado en mucho tiempo y la pizza de cuatro quesos que Taehyung había puesto frente a sus ojos de forma completamente planeada, parecía derretirse en su boca cada vez que tomaba un bocado. Ni siquiera debería estar mezclando pollo con pizza, pero a esas alturas ya no importaba demasiado.
Maldita sea. Sabía que eso le costaría varias horas de cardio pero quería disfrutar del sabor de la comida real por un día.
-Iré yo, seguid comiendo. - Taehyung no le permitió a Yoongi replicar y tras alcanzar las muletas que había apoyado cerca del lugar en el que se encontraba sentado, se apresuró a ir hacia la puerta con la atenta mirada de Hoseok sobre su persona.
-Probablemente es él. - Yoongi miró al mejor amigo de Taehyung. - No te preocupes demasiado, lo que Tae te ha mencionado es cierto. No creo que Namjoon se haya enfadado, lo más probable es que sencillamente esté dolido. Le has pedido que se le aleje, así que lo ha hecho porque para él tus sentimientos son importantes.
Yoongi no esperó que Hoseok reaccionase apartándose un poco del resto para colocarse de una forma en la que podría mantener los ojos fijos sobre la puerta de la sala por la que entraría Taehyung con la persona que había tocado el timbre anteriormente.
Habiendo perdido la atención del amigo de su novio, el entrenador Min decidió olvidarse de asuntos en los que ciertamente no le correspondía meter su hocico. Así que decidió poner sus ojos sobre alguien mucho más interesante y peligroso, Park Jimin tenía que ser algún tipo de pecado o tentación divina. No había otra respuesta para explicar el motivo por el que su mirada siempre parecía sentirse imantada hacia la presencia de ese muchacho.
-¿Qué opinas del pollo a la barbacoa? ¿Te gusta? - fue una pregunta bastante simple pero el caso es que ver a Jimin asintiendo con las mejillas llenas y los ojos felices, logró hacer vibrar su corazón.
-Me gusta, definitivamente es delicioso. Estoy tan acostumbrado a la comida con poca condimentación que me da la sensación de que el sabor hará explotar mis papilas gustativas. Taehyung no se equivocó al decir que eres un gran cocinero.
-Me alegra...- Yoongi se relamió, percibiendo la salsa barbacoa iluminar levemente los labios del nadador. Su siguiente movimiento fue el de tomar una de las servilletas para limpiarlo, lo hizo de manera completamente automática y sin tan siquiera pensar por un instante en lo que estaba haciendo. - Yo... Tenías salsa sobre la boca... Come con más cuidado, Park.
Jimin sonrió a cambio, con las mejillas un poco sonrojadas y la sensación de mariposas que siempre se mencionaba en los libros causando que su estómago se sintiese revuelto en un sentido bueno que jamás antes había llegado a experimentar.
-Gracias por la ayuda.- el nadador sonrió. - Prometo ser más cuidadoso, Yoongisi.
Y una vez más Min Yoongi no pudo evitar sostener su mirada sobre el chico por unos cuantos segundos más de los necesarios.
Mientras ellos dos se observaban sin decir nada después de su torpe charla sobre comer con cuidado, Hoseok decidió levantarse para caminar hacia la puerta de la sala de estar. Decidiendo que no podía ni quería esperar un segundo más hasta descubrir si Namjoon estaría esa noche en la fiesta de cumpleaños de Taehyung.
Lo estaba. El amigo de Min Yoongi se encontraba caminando con Tae a través del corto pasillo de entrada y a pesar de que su rostro parecía lleno de cansancio, todavía se veía tan bonito y atractivo como para lograr que Jung Hoseok desease besarlo al menos una sola vez más.
-Hola. - Hoseok se atrevió a hablarle cuando sus miradas conectaron, la voz escabulléndose de sus labios con timidez. - Yoongi dijo que tenías mucho trabajo y...
-Eres el segundo que me dice eso esta noche. - contestó Namjoon, fingiendo que ver de nuevo el rostro ante sus ojos no le afectaba en absoluto. - Y eres al segundo al que le diré que en realidad llevo un par de noches sin dormir.
Hoseok movió con duda sus labios, queriendo añadir algo más. Quizás para demostrar su preocupación en voz alta debido a que conducir desde Ilsan hasta Daegu sin haber dormido bien era peligroso o solo porque hacía tres días que no veía a Namjoon, tres días desde que lo rechazó definitivamente y tres días en los que ese hombre ante sus ojos todavía no se había quitado aquella absurda pulsera que los dos llevaban. Ni siquiera hacía falta decir que él tampoco lo había hecho.
Y puede que solo quisiese hablar con Nam de nuevo por un par de segundos más, pero este se limitó a entrar en el salón dejándolo atrás por completo. Dolió, dolió mucho recibir eso que él le había pedido. Después de todo, ese comportamiento estaba presente en Namjoon tan solo exclusivamente después de haberle dicho con la mayor claridad posible que no quería volver a tener contacto de ningún tipo con este, nunca más.
-Yoongi diji qui tinias muchi trabaji... - Hoseok se burló de sí mismo con frustración regresando al salón. - Que idiota eres Jung Hoseok.
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Hiii!!!
Espero que estéis teniendo un buen de semana y espero que os haya gustado el nuevo capítulo. La cuenta regresiva hacia el final empieza, calculo que no deben quedarme más de 15 caps más o menos.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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