Capítulo 72 : With All My Heart
"Nena, he perdido tu número de teléfono y he tratado de dormir en el otro lado de la cama. Pero no importa lo que haga, todavía sigo obteniendo estas mariposas. He escondido todas las fotos, he tratado de permanecer fuera toda la noche. Pero no importa lo que haga, todavía sigo obteniendo estas mariposas por ti."
-Butterfly
(James TW)
Park Jimin nunca había tenido que hacer demasiados regalos, ni siquiera recordaba una sola vez que hubiese comprado por sí mismo y con su propio dinero algo que no fuese para algún miembro cercano de su familia. A lo largo de sus años como atleta tampoco había tenido algo parecido a una pareja y aunque sabía que ese tampoco era el caso actual, todavía ansiaba lograr encontrar algún obsequio que a Taehyung le gustase recibir de su parte. Incluso si sólo eran amigos, él ansiaba hacerlo bien en esa ocasión.
Sin embargo ahí estaba, en medio de un conocido centro comercial de Busan y con la mascarilla negra subida hasta casi rozar sus ojos tapados por gafas de sol innecesarias para un día nublado como ese. Llovería, Jimin lo sentía en cada parte dolorida de su cuerpo tras el duro trabajo de gimnasio. La humedad del ambiente era suficiente para saber que pronto las nubes dejarían caer toda el agua que habían acumulado. Ni siquiera le había dedicado tiempo a secar su cabello húmedo tras salir de las duchas del gimnasio. Y ahora miraba esa vitrina de cristal de una de las muchas joyerías que había visitado buscando algún modelo de reloj similar a los de las fotos que Jungkook le había enviado horas atrás.
Yoongi no le había dado demasiado tiempo, así que solo encontró la oportunidad de comenzar a buscar el perfecto obsequio después de su entrenamiento diario. Por supuesto no se paró a comprobar el parte meteorológico o a levantar la mirada hacia el cielo hasta después de aparcar su coche en la entrada del centro comercial.
-Ni siquiera he traído un paraguas conmigo. Si no sé cuidar de mí mismo, no puedo pretender cuidar de otros. - se reprendió en un susurro.
Sus manos sostenían una pequeña bolsa en la que arregladamente descansaba una caja con un suéter de lana beige rodeado por un lazo blanco, además de dos absurdos gorros de Rudolph que en algún instante durante su búsqueda del regalo adecuado le parecieron adorables. Taehyung y Yoongi sin duda se verían bonitos llevándolos y el cumpleaños del base coincidía con las festividades navideñas de todos modos. Pero seguía sin ser un regalo del todo adecuado, al menos no era lo que había planeado desde el instante en el que entró con decisión en el centro comercial.
-Dos. - susurró. - Incluso si es el cumpleaños de Taehyung tienen que ser dos. Uno para él y otro para Yoongi.
Aunque Jimin no tenía experiencia en asistir a cumpleaños, todavía creía que estos debían tener significado porque implicaban un año más en la vida de alguien. Así que dar algo sin sentimiento, era como no dar nada en lo absoluto o incluso peor. Si bien él no sabía mucho acerca de regalos, todavía sabía que no debían ser un simple objeto vacío. Así que no compraría una camisa cara para Tae o unos pantalones a la moda. No.
-Sí, dos. Definitivamente compraré dos relojes.
Él quería llegar a esa parte del regalo en la que poner el corazón en el objeto dado era incluso más importante que el dinero gastado. Ya fuese una tarjeta con palabras sentimentales o un par de relojes de pareja grabados. Porque esa era su idea para hacer de algo común, un obsequio con significado. Si los grababa su intención y buenos deseos para la pareja, permanecerían en el tiempo con el mensaje escrito.
Así que con el cabello goteando y sus gafas de sol empañadas, sus pasos se dirigieron con decisión hacia el interior de la joyería.
-Buenos días, señor.
-Buenos días. Me gustaría encargar algo concreto para... - Jimin dudó antes de hablar. - Dos personas realmente especiales. Y si es posible, me gustaría que pueda estar listo para mañana. El dinero no es un gran problema pero sí se podría decir que tengo prisa. Si no pueden hacerlo dígamelo y buscaré en otro lugar.
La mujer ante sus ojos sonrió levemente.
-Siento la indiscreción. ¿Se trata de algo de última hora, señor? Tenemos modelos de lo que sea que desee prediseñados. ¿Por qué no me cuenta acerca de lo que quiere y le enseño algunas opciones?
Jimin negó.
-No, no quiero algo prediseñado. Estoy buscando relojes de pareja, para... Bueno, para una pareja. - Jimin se trabó un poco con sus propias palabras. - Y me gustaría grabar algo en cada uno de ellos, algo similar a lo que se hace con las alianzas.
Nuevamente la mujer sonrió.
-Siendo así, entonces podremos tenerlos para mañana. ¿Ha pensado en algún modelo en concreto?
Jimin asintió.
-Sí, ya sé cuáles quiero. Los relojes Fossil unisex del escaparate, uno en plateado y otro en dorado. En cuanto al grabado, me gustaría que diga específicamente: "KT & MY, Ab imo pectore" (KT & MY, con todo mi corazón).
-No bebo. - Taehyung alzó la mirada mientras su mano se colaba a través del mullido cabello de Yeontan y rechazó la copa de vino con el ceño fruncido. - Yoon...
-No lo estoy sirviendo para que lo bebas, es solo para que los cuatro brindemos. Hay zumo de uva para ti en la nevera, así como los veinte tipos de bebidas tremendamente azucaradas que tanto te gustan. - el entrenador Min se agachó para depositar un beso sobre las mejillas de su pareja antes de continuar con la preparación de los platos.
Taehyung estaba sencillamente feliz y radiante, le gustaba la bonita sensación que escalaba por el interior de su estómago al estar rodeado de personas que habían decidido celebrar con él su cumpleaños. Habitualmente habrían sido tan solo Hoseok, Dawon y él viendo algunos dramas durante la tarde para después llevar sus traseros hacia Bellum durante la noche. Un par de horas babeando por alguno de sus actores favoritos con un bol hasta arriba de palomitas y otro par bailando en la pista del mejor club que Tae conocía en Daegu.
Sus planes habían dado un giro completo gracias a Yoongi, ahora parecía querer más que cualquier otra cosa tener esa íntima cena entre amigos en la que podrían divertirse y charlar.
-Jimin llegará más tarde. - Jungkook mencionó, sus ojos moviéndose curiosos hacia Taehyung y Yoongi con el único objetivo de captar algo. Y oh, desde luego lo hizo porque las pupilas de sus amigos relucieron con interés. - Ha dicho que necesita descansar un poco antes de tomar el coche, su entrenadora es bastante dura por lo que puedo comprenderlo.
Yoongi y Taehyung eran completamente conscientes de eso. Después de revisar un par de páginas con artículos especializados sobre natación y especialmente publicaciones relacionadas con Park Jimin, ambos habían comenzado a ser plenamente conocedores del estilo de vida lleno de esfuerzos que rodeaba la figura de ese chico.
No eran solo un par los comentaristas los que definían a la actual entrenadora de Park como una mujer sin escrúpulos, llena de ansias de victoria a casi cualquier precio, sino que lo eran prácticamente todos. Si bien esa mujer llevaba a muchos atletas hasta la cima, también lograba que la mayoría terminasen cayéndose de la misma después de cierto tiempo. Todos y cada uno de los nadadores con los que esta trabajó en el pasado, terminaron lesionados de gravedad o simplemente agotados de ese mundo que durante un tiempo les había proporcionado ilusión y felicidad. En resumen, incluso si la entrenadora de Park podría ser considerada como una experta en el terreno en el que trabajaba, sin duda también era correcto darle el nombre de víbora venenosa a la que le encanta usar su veneno para obtener los resultados deseados sin importar el precio a pagar.
A Taehyung le preocupaba un poco eso, así que de alguna manera hizo que Yoongi lo acompañase a Jeju cuando supo que Jimin competiría en la isla, aquello había sucedido tan solo ocho días atrás. La excusa fue que todas las parejas necesitaban visitar Jeju y debían aprovechar al menos uno de sus fines de semana libres para ir... Yoongi no tardó ni dos minutos en entender que en realidad lo que su pareja quería era ver en acción al "hada de Busan". En una acción diferente de la que los dos habían logrado ver de cerca, bastante cerca, hasta el presente.
Sorpresivamente Yoon decidió que podían ir a Jeju para ver la competición de Jimin, así como también pareció aceptar con una tremendísima facilidad el que Tae quisiese invitarlo a su fiesta de cumpleaños. Aunque no dejaba de repetir que solo eran un proyecto de amigos, Taehyung todavía encontraba curiosa la manera en la que a veces su entrenador dejaba caer el apellido del nadador como un método para iniciar conversaciones acerca de este: "He leído acerca de los resultados de Jungkook en su última competición, realmente Park y él son muy similares en la piscina." , "¿Sabes que esa entrenadora ha hecho que al menos cinco chicos pierdan el interés en la natación? En este artículo dicen que usa métodos poco éticos. Park debe estar en medio de un proceso de entrenamiento bastante complicado."...
-Jungkook mencionó que saldrá de Busan a las seis o a las siete, así que llegará con el tiempo justo para cenar. - Seokjin añadió, mientras levantaba la copa de cristal repleta de vino para hacerla chocar contra la de su novio pero sin llegar a beber de la misma.
Yoongi revisó su reloj mientras una de sus manos acariciaba cariñosamente la nuca de Taehyung. El tiempo en el exterior se estaba volviendo más y más complicado a medida que pasaban las horas, incluso si inicialmente planearon ir a Bellum tras terminar de cenar... Probablemente no sería posible por muchas ganas que ellos tuviesen. Con la forma en la que los fuertes chubascos habían comenzado a tropezar contra las ventanas de cristal de la casa, probablemente sería arriesgado tanto caminar como tomar el coche para moverse bajo los aguaceros de lluvia.
-Son las siete menos cuarto. En el caso de que haya salido a las seis, no deben quedar mucho más de veinte minutos para que llegue desde Busan. Eso, si no se ha topado con demasiado tráfico. - mencionó.
-La carretera estaba asombrosamente tranquila cuando Jungkook y yo llegamos a Daegu, e incluso en Seúl. - comentó Seokjin, llevando sus ojos hacia el muchacho que ahora se fundía entre sus brazos mimosamente - Tanto que este niño se durmió en el trayecto a pesar de que me prometió que haríamos turnos para conducir.
Yoongi asintió con la cabeza, pero a pesar de lo que esos dos habían dicho sus ojos se movieron inevitablemente hacia las ventanas. Era cierto que durante gran parte del día todo había sido bastante tranquilo, tiempo lluvioso y con nubes grises acompañadas por una casi permanente llovizna que distaba mucho de la situación actual. La lluvia era mucho más fuerte en ese instante de lo que lo había sido cuando Seokjin y Jungkook llegaron, por otra parte Jimin estaría conduciendo solo desde Busan. No llevaba a nadie como copiloto en el coche para intercambiar el asiento si la conducción bajo la lluvia le resultaba pesada tras una jornada de entrenamiento.
-¿Estás preocupado? Me aliviaría saber que no soy el único. - Taehyung tiró levemente de la mano de Yoongi que se encontraba rodeando su hombro. - Está lloviendo muy fuerte ahora y la autopista es peligrosa.
-Un poco. - Yoongi no se molestó en negar la evidencia, de todos modos últimamente su novio parecía descubrirlo con una facilidad alarmante cada una de las veces en las que trataba de poner excusas o mentir acerca de cosas rutinarias para facilitar alguna situación. Si Taehyung hacía algo de comer que tenía demasiada sal, él diría que se podía comer de todos modos pero su novio no tardaría en descubrir su mentira piadosa. Siempre era de ese modo desde que habían comenzado a convivir juntos. - Ciertamente no creo que sea la mejor noche para conducir desde Busan hasta Daegu. Es una hora de viaje pero probablemente él debe estar agotado...
-Hmmm. - Taehyung asintió, jugueteando con esa copa llena de vino que nunca llevaría hasta sus labios. - Creo que...
Pero el sonido del timbre interrumpió sus palabras antes de que tan siquiera pudiese acabar la frase y sus ojos buscaron los de Yoongi. Podría ser Jimin, pero también podrían ser Hoseok o Namjoon. Todos menos Dawon, la hermana de Hoseok estaba ocupada con la organización de la obra que el club de teatro de su campus representaría durante el año nuevo.
Todavía no la habían expulsado por robar disfraces, toda una hazaña teniendo en cuenta que ni siquiera parecía molestarse en ocultar demasiado sus actos.
-"De todos modos, la mayoría de los trajes del club de teatro se usan tan solo un par de veces y después se quedan en un armario por años." - solía decirles.
Taehyung sonrió un poco, pensando en el modo en el que Dawon siempre parecía estar dispuesta a ayudarles para encontrar los disfraces perfectos. En algún momento él se atrevería a volver a intentar ganar el concurso de Bellum y entonces felizmente besaría a su pareja ante todas esas personas que podrían entender su amor mucho mejor de lo que lo haría el resto del mundo.
-Vayamos a abrir la puerta. - Yoongi le señaló a la pareja de chicos que ahora parecían estar perdidos en su propio mundo ante ellos. Jungkook y Seokjin sin duda tenían una estrecha relación en la que la confianza podía ser vista a través de cada uno de sus actos. Tae deseaba algo así para Yoongi, ansiaba que su novio pudiera llegar a confiar con tanta vehemencia en él. - Somos los anfitriones esta noche, es tu cumpleaños.
-Todavía no he recibido mi regalo. - Taehyung se estabilizó en las muletas antes de comenzar a caminar con Yoongi hacia la puerta de entrada. - ¿Puedes darme al menos una pista?
-Nah. - el entrenador Min sonrió sin poder evitarlo. - Realmente prefiero que lo veas por tí mismo cuando los dos estemos solos, quiero tener tu reacción en exclusiva para mi.
Aunque Taehyung rodó los ojos en un gesto juguetón, su corazón golpeteó con fuerza en el interior de su pecho. Min Yoongi realmente había cambiado mucho desde ese primer día en el que los dos cruzaron sus miradas por primera vez.
-Bien. Puedo esperar si esa es tu razón.
-Me alegra escuchar eso. - Yoongi se inclinó, con una mano en el pomo de la puerta y la otra alrededor de la cintura de Taehyung. Aunque la persona que los dos vieron tras abrir no era la que más comenzaban a querer ver, el entrenador Min todavía se sintió a gusto cuando su base recibió felizmente el regalo que Hoseok le tendió.
-Feliz cumpleaños, Taehyung.
Jimin se escondía bajo sus redondas gafas y un sombrero de pescador negro en el que se apreciaban los rastros de la fuerte lluvia que había empezado a caer en el exterior. Su flequillo rubio descendía desordenado sobre sus ojos, mientras que su respiración agitada ayudaba a entender que probablemente había subido las escaleras del edificio con cierto apuro.
Lo había hecho, había corrido casi tanto como cuando su entrenadora lo instaba a hacer cardio en el gimnasio. El corazón parecía querer escapársele por la boca para el instante en el que alcanzó a tocar el timbre del departamento de Yoongi y Taehyung. Su pie no podía parar de golpear el suelo y sus manos prácticamente abrazaban el envoltorio del regalo que había escondido bajo su abrigo para que el papel no se mojase.
-Estábamos preguntándonos cuándo llegarías. - La voz de Taehyung era tan amigable como siempre. - Ven, pasa y acomodate. Iré a por una toalla para...
Tan pronto como la puerta de la casa fue completamente abierta y la invitación a entrar mencionada, una enorme sonrisa se depositó sobre sus labios. Jimin prácticamente saltó hacia el interior de la cálida vivienda tras saludar a los anfitriones, estirando sus brazos de manera impaciente con el regalo impecablemente seco entre sus manos. Quería saber si había acertado con los relojes, porque de verás deseaba haberlo hecho bien con esos dos chicos que ahora lo observaban con expresiones sorprendidas. Oh, él también habría estado sorprendido si un invitado se precipitase de esa forma en el interior de su casa. Tendría que comenzar a controlar su nerviosismo en algún momento.
-Feliz cumpleaños Tae, espero que te guste. He pedido el ticket, así que si no es de tu talla o no te gusta, dímelo y lo cambiaré... También he añadido algo para Yoongi. - susurró el rubio, con las mejillas encendidas en carmesí.
-No tenías que molestarte en comprar algo. - a pesar de sus palabras Tae se apuró a equilibrarse en las muletas para poder romper el papel de regalo del mismo color que la bonita bolsa. - Pero no seré yo quien se niegue a un regalo de tu parte.
Park sonrió un poco, no era del todo una molestia pero sí que habría agradecido tener más tiempo para seleccionar sus obsequios. Sin duda le gustaba comprar pensando en otros, fue más que complicado mantener los regalos envueltos sin darle pistas a Jungkook acerca de lo que finalmente había adquirido para el par de personas que ahora estaban situadas ante su mirada. Su antiguo compañero de piscina y actual rival, no había parado de preguntar al respecto desde esa mañana.
Taehyung se tomó unos segundos para apreciar la expresión tímida e inquieta de Jimin antes de rasgar el envoltorio cuidadosamente cerrado. Lo primero que vio fue un adorable gorro navideño con la nariz roja del reno Rudolph destacando, lo segundo esa caja con un suéter del color perfecto para combinar con sus nuevos vaqueros y el abrigo marrón que atesoraba en su armario tras haber ahorrado lo suficiente para hacerse con una prenda de acogedora que además fuese bonita. Finalmente sus ojos se posaron sobre las dos cajas que solo podían ser de una joyería a juzgar por las letras doradas que narraban la marca conocida del contenido.
El base dejó de lado esas llamativas cajitas, tan solo por unos instantes, mientras luchaba con sus muletas para colocarse sobre la cabeza el primero de los regalos. Probablemente Jimin ni siquiera era consciente de lo mucho que Kim Taehyung disfrutaba con detalles tan aparentemente absurdos como ese. Era su cumpleaños y era navidad, así que llevaría el gorro durante la totalidad de la cena con una enorme sonrisa en el rostro.
No había tenido ocasión de decorar con Yoongi, tampoco había tenido la ocasión de hacerlo en la casa de sus padres desde muchos años atrás... Así que ese gorro sería algo que sin duda llevaría sintiéndose como un niño a cada instante.
-¿Estás de broma? - Yoongi no pudo evitar reaccionar tras notar que una de las cajas llevaba impresas sus iniciales. En el instante en el que percibió el asentimiento tímido de Jimin, se apuró a investigar su propio regalo.
Sus manos casi dejaron caer el contenido, solo conocían a Jimin desde unas semanas atrás. Ni siquiera Namjoon osaría darle un regalo tan exclusivo y personalizado como ese, porque desde luego ese no era solo un reloj Fossil. Era un reloj Fossil con toques únicos que el nadador muy probablemente había tomado la iniciativa de pedir en el lugar en el que lo había comprado.
-Un reloj como este es demasiado, no sé si puedo aceptarlo...
-Es solo un regalo. - Jimin se encogió un poco en su abrigo, todos estaban todavía en el descansillo de la casa. Ocupados observando con curiosidad los regalos. - No puedes rechazarlo a no ser que no te guste, en cuyo caso te daré el ticket para que lo cambies.
Yoongi abrió los ojos de nuevo antes de negar casi con timidez. Sus manos se movieron hacia la cintura de Taehyung cuando este abrió su propia cajita, hallando en esta un reloj igual al de Yoongi con un único cambio, el color. Mientras que uno era plateado el otro era dorado. Ambos mantenían las iniciales de sus nombres grabadas en el metal, tal y como el propio Jimin se había encargado de pedir en la joyería. Y por supuesto, la pareja de relojes disponía de una bonita inscripción con significado único en el reverso.
-Realmente es demasiado. - afirmó Taehyung. La yema de uno de sus dedos repasando con cuidado la frase en latín que se encontraba bajo las iniciales del nombre de Yoongi y el suyo.
-La inscripción... - Jimin susurró tan solo para el par de chicos que ahora comparaban sus relojes con sonrisas cómplices. - Significa, "con todo mi corazón".
Solo se conocían de... ¿Cuánto? ¿Dos semanas tal vez? Yoongi y Taehyung no dejaban de repetirse ese hecho, era cierto que no llevaban mucho tiempo conociendo a Park pero este sin duda sabía cómo lograr captar la atención de las personas. Aquello parecía exagerado, era tan sumamente irreal cuando se paraban a pensar en que ni siquiera sabían el nombre de los padres de este o si acaso tenía mascotas. Y aún así, un regalo como aquel estaba haciendo vibrar con intensidad los corazones de la pareja. El motivo ni siquiera era la marca de los caros relojes o lo bonitos que en realidad eran, sino el significado que Jimin había susurrado con voz profunda solo para ellos dos.
-¿Por qué yo solo recibí una planta como regalo? - Jin posó su cabeza sobre el hombro de Jungkook mientras le dirigía una mirada divertida a Park.
-Era un árbol de jade, son bonitos. - contestó Jimin, encogiéndose de hombros. - Y no tuve mucho tiempo para pensar en algo, Jeon me llamó a última hora.
Siendo justos, Yoongi también lo había llamado prácticamente a última hora. Pero si nadie sacaba a relucir el detalle, entonces él tampoco lo haría. ¿Cómo era esa frase? ¿Aprovechar el bug? Pues eso.
Además de que había sido su primera vez eligiendo un regalo para una persona ajena a su familia, conocía bien a su entrenador y sabía que le gustaba cuidar plantas en su tiempo libre. En cambio, esos relojes se sentían más especiales y las personas que los estaban recibiendo de alguna manera causaban sensaciones completamente diferentes de las que su ex entrenador le causaba. No había un solo punto en común, nada que fuera posible comparar.
Cuando se trataba de Yoongi y Taehyung, a Jimin realmente le apetecía impresionarlos un poco.
-Tú ya tienes un reloj. - interrumpió Jungkook, hablando directamente con su pareja. - Te queda realmente bien y hace destacar esas venas tuyas, así que no necesitas uno nuevo. Deja de quejarte viejo
A medida que Jungkook y Seokjin parecían perderse en un mundo propio, Jimin decidió que él también se perdería más adelante en el suyo cuando la mano de Taehyung rodeó la piel de su muñeca sin fuerza para animarlo a caminar hacia la sala de estar de la vivienda.
-Tienes que secarte, estás empapado.
Yoongi asintió rápidamente.
-Dame tu abrigo, la cena estará lista pronto.
-Oh, de acuerdo. - Jimin relamió sus labios resecos por un instante antes de deshacerse de su abrigo, ciertamente mojado hasta los topes después de salir de su coche y correr bajo la lluvia hasta la entrada del edificio en el que esos dos residían. Un par de minutos habían sido suficientes para que su ropa gotease. - Gracias.
-No. - Yoongi sonrió levemente. - Gracias a ti por venir hoy.
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Hiii!!!
Espero que os haya gustado el capítulo, lo he subido un poquito más tarde de lo habitual porque como muchxs ya sabéis esta semana he estado teniendo un horrible dolor de espalda.
No dudéis en dejarme saber vuestras opiniones, me he retrasado en la contestación de los comentarios pero siempre leo todos y cada uno de ellos.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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