Capítulo 59 : Too Close
" Pretendiendo que no me importa. Mis emociones no estaban preparadas para manejar lo que pasaría después. Si yo quiero más y tú menos, sí. Y lo sé, lo sé, lo sé. Debería haber sucedido y ahora estamos tomando acciones, y lo sé. Lo sé, lo sé , lo sé. Debería haberlo dejado abierto. Ahora estamos perdiendo el enfoque porque... Tú estás demasiado cerca."
-You're Too Close
(Francis Karel)
-¿Cuándo volverás a la universidad? No soy el mejor en cuanto a precisión en los estudios pero por el revuelo que he visto estos días en la cafetería y los pasillos, estoy seguro de que tus exámenes están cerca.
Taehyung apartó su mirada del teléfono para posar los ojos sobre su entrenador, este tan solo llevaba una toalla alrededor de la cintura mientras rebuscaba en el cajón de su armario hasta encontrar unos boxer negros de su gusto.
-Te lo dije, iré a la universidad cuando estos moratones desaparezcan. No quiero tener que mentirle a los chicos del equipo y sé que preguntarán. Cualquier persona lo haría.
Yoongi se encogió de hombros, no era su papel el de actuar como padre de Taehyung pero todavía era su entrenador y eso significaba que si quería hacerlo podía exigirle asistencia, al menos a las jornadas de entrenamiento que cada tarde seguían teniendo lugar a pesar de que el capitán de su equipo se encontraba en paradero desconocido para la mayoría de sus jugadores. No podría obligarlo a ir a sus clases pero definitivamente tenía el poder de empujarlo a regresar a la cancha.
Y esa era una de las cosas que últimamente le estaban causando dolor de cabeza todo el maldito tiempo. No pretendía presionar a Taehyung, era completamente consciente de que aunque este se empeñase en negarlo todavía se sentía cohibido por la paliza que su padre le había dado una semana atrás. Pero tampoco deseaba ver a su base hundirse y obligarse a mantener su culo en el interior de ese pequeño departamento para no cruzar miradas con su progenitor ni por casualidad.
-Tendrás que mentirles de todos modos, van a querer una respuesta cuando aparezcas con muletas después de una semana sin asomar tu cabeza por la cancha. Incluso si los moratones desaparecen... Hoseok se las ha ingeniado para inventar que tienes varicela y que es algo importante porque nunca la pasaste de pequeño.
Taehyung sonrió un poco, dejándose caer sobre la cama de Yoongi mientras sus ojos seguían cada uno de los movimientos de este. Allí estaba a gusto, tenía todo lo que necesitaba en ese departamento que compartía con su entrenador y aunque todavía echaba de menos a su madre por fin podía dormir tranquilo después de años teniendo que escuchar a su padre delirar por los efectos del alcohol cada madrugada.
-Bien, entonces tengo mi excusa para no asistir a clases.
-Pero no la tienes para faltar a los entrenamientos. Te daré una semana más Taehyung, después de eso estarás fuera si no pones tus largas piernas en la cancha. No voy a hacer ni una sola excepción por el simple hecho de que...
-¿De que yo puedo besarte y dormir en tu cama? - el base se relamió los labios mientras estiraba una mano para juguetear con la toalla que Yoongi continuaba teniendo alrededor de la cintura. Todavía no habían definido lo que eran, pero si había una cosa que Kim sabía era que él tenía el privilegio de besar a su entrenador cuando se le antojaba. - ¿Sabes que ya no me duele el torso? Es la parte en la que menos fuerza hizo mi padre así que se está curando rápido, aunque suene sorprendente. Eso significa que deberíamos aprovechar para jugar un poco. Es sábado y...
Y quizás a Taehyung no le encantaba la idea de regresar a Bellum después de que su padre de alguna manera hubiese descubierto su secreto porque un conocido le habló de su asistencia al local LGTBI+ de Daegu. De repente el sitio ya no parecía esa zona segura que tanta felicidad le ocasionaba generalmente. Ahora era más como un campo de minas en la mente del base. Así que incluso si había fingido estar ilusionado para no afectar a su mejor amigo, en realidad le gustaría quedarse en ese departamento para pasar tiempo con Yoongi y Holly en la zona segura que esas cuatro paredes le regalaban.
-¿No querías ir a Bellum? No tengo nada en contra de quedarme contigo aquí para compartir más que un par de palabras... - el entrenador Min se inclinó hacia su base y depositó un beso rápido sobre los labios de este. - Pero tu amigo ha venido esta mañana a mi despacho con la intención de pedirme permiso para traer a su hermana a mi casa porque al parecer ella se encarga de ayudaros con el maquillaje de vuestros disfraces cada fin de semana. Le he dicho que sí, además de eso Namjoon y su prometida no tardarán demasiado en llegar. ¿Sabes lo que significa eso?
Taehyung se encogió de hombros, manteniendo una sonrisa sobre sus labios.
-Levanta tu culo y empieza a cambiarte de ropa ahora.
Yoongi sabía que Taehyung tan solo estaba cambiando de tema para conseguir una semana más lejos de la universidad y del mundo real, porque desde que se había mudado lo hacía a diario. A veces se sentía un idiota por continuar sintiendose responsable cuando claramente su papel no era el de cuidarlo. Aunque su jugador continuaba diciendo que su falta a las clases se debía a que no quería enfrentar las preguntas que le harían sus compañeros por tener algunos moretones sobre la barbilla, él creía que todo estaba relacionado con el importante detalle de que la lesión de su pierna lo mantenía triste la mayor parte del tiempo. Y esa era otra de las causas por las que estaba intentando presionar un poco para que Taehyung regresara a la cancha, incluso si lo hacía como su ayudante durante los entrenamientos de momento.
Oh y estaba también ese maldito detalle, salir a la calle no parecía estar en los planes cercanos de Kim. Ya fuese por miedo a toparse con su progenitor o porque odiaba caminar con muletas, a Yoongi no podría importarle menos aquello. Él sacaría a ese muchacho de su departamento esa noche sin importar cuánto le costase.
-¿Significa que tenemos que ir a Bellum a pesar de que te estoy claramente ofreciendo una sesión de sexo que disfrutarás bastante? - la mano de Taehyung se posó sobre la toalla que rodeaba la cintura de Min, y tiró de esta hasta hacer caer al contrario sobre la cama.
Yoongi tan solo tuvo tiempo de estabilizarse con sus manos antes de aterrizar al lado izquierdo del base, quien ahora le dedicaba una de esas sonrisas traviesas que a menudo le habrían hecho extinguir su paciencia durante los entrenamientos con el equipo de baloncesto. Era extraño no verlo en la cancha en realidad, al igual que lo era que el chico que siempre acudía a Bellum de repente estuviese tan centrado en buscar excusas para no acudir a la noche de temática cyberpunk.
-Podemos tener esa sesión de sexo cuando volvamos a casa. - Yoongi se obligó a ignorar las yemas de los dedos de Taehyung que ahora acariciaban uno de sus brazos. - Me aseguraré de que la tengamos, pero ahora vas a vestirte y en cuanto tus amigos lleguen quiero verte el doble de emocionado de lo que sueles estar cuando se trata de ese local. ¿Cuándo has empezado a negarte a ir? Ayer estabas bromeando sobre lo bonito que te verías incluso sin muletas, hoy pareces decidido a quedarte en casa.
Taehyung bufó, apartando su mano del brazo de Yoongi y sentándose sobre la cama para centrar sus pensamientos en algo que no fuese la nube de pensamientos negativos que llevaba un tiempo detrás de su cabeza.
-¿Es tan difícil de creer que me gusta más la idea de pasarlo bien contigo aquí? No me siento preparado para salir Yoon, yo...
-Esto es por tu padre. ¿Me equivoco?
Taehyung no respondió.
-No puedes dejar que toda tu vida se desmonte solo porque a ese idiota no le guste que seas homosexual, sé que es difícil y yo no soy el maldito ejemplo de nada. Sé que lo sabes, pero no me gustaría que te sientas culpable por algo que ni siquiera es malo. - Yoongi imitó a Taehyung, su pierna se apoyó contra la del chico cuando se sentó al lado de este en la cama. - Tae... Vamos a Bellum, tienes que divertirte. Sabes que eres mi responsabilidad ahora, no quiero dejar que te encierres hasta que sea demasiado tarde.
Un suspiro abandonó los labios de su base, y Yoongi encontró un poco de esperanza en la pequeña sonrisa que curvó los labios de este.
-Te muestras frío todo el tiempo pero en realidad eres muy bueno. - Taehyung lo sabía ahora, su entrenador podía tener muchos conflictos con la tarea de mostrar sentimientos pero estaba ahí cada vez que lo necesitaba.
-Se ve bien. - la hermana de Hoseok colocó las manos sobre sus mejillas y aplastó con las llemas de los dedos mientras movía su cara de derecha a izquierda. - Ni rastro de moratones, si esa es tu excusa para no ir a la universidad solo necesitas pedirme una base de maquillaje y alguna brocha.
Taehyung se limitó a rodar los ojos antes de posar la mirada sobre su entrenador, el amigo de este y la bonita chica que sonreía mientras abrazaba el brazo derecho de este último. Tenía que admitir que todavía le resultaba un poco extraño vivir en casa de Yoongi y estar compartiendo espacio con los amigos de este mientras todos parecían prepararse para asistir a una noche temática de Bellum. Un par de cajas de pizza se encontraban situadas sobre la encimera de la cocina y hasta el simple hecho de cenar de ese modo parecía fuera de todo lo común.
A veces el base tenía que recordarse a sí mismo que ahora compartía un departamento con su entrenador y que en consecuencia era perfectamente normal ver la faceta doméstica de este saliendo a la luz de vez en cuando. Porque Min era mucho más tranquilo y cálido en la tranquilidad de su casa, nada parecido al hombre frío que a menudo se presentaba en la cancha del equipo de baloncesto con cara de pocos amigos y cero ganas de lidiar con cualquiera de sus jugadores. Aunque el hecho de que fuese un poco más amigable no lo convertía en una persona totalmente amena, Taehyung estaba comenzando a entender que Yoongi no era ese tipo de hombre con la necesidad de tener largas charlas, a no ser que estas fueran realmente necesarias. Su entrenador podía pasarse una tarde con él contestando con monosílabos si el tema no implicaba una respuesta más amplia obligatoriamente. Pero a la par, él también lograba darle los consejos más profundos del mundo todas las veces que lo percibía dudar sobre asuntos de enorme importancia como lo era el proceso de denunciar a su progenitor.
-¿Esa es la prometida por la que Namjoon está tomando clases de baile contigo? - Tae miró a Hoseok con curiosidad. Moviendo su cabeza un poco para deshacerse de su silencioso repaso de acontecimientos, analizar a Yoongi constantemente no podía ser sano para ninguno de los dos.
-Lo es. Nos hemos encontrado en el ascensor del edificio cuando llegamos... - mencionó su mejor amigo.
-Es dulce. - la hermana de Hoseok sonrió, dejando su cara para rebuscar en su maletín hasta encontrar una sombra de ojos holográfica que brilló bajo la luz del salón del entrenador Min. - Me gustaría encontrar al tipo de hombre que decida tomar clases de baile a mis espaldas para sorprenderme con un perfecto vals el día de nuestra boda. Pero todo lo que encuentro es a idiotas a los que la mera idea de tener un baile de pareja los hace correr por el cringe.
Taehyung asintió ante las palabras de Dawon mientras ponía los ojos de nuevo sobre su amigo, tuvo que sonreír un poco cuando percibió que la mirada de Hoseok vagaba hacia los brazos de Kim Namjoon que la prometida de este se encargaba de rodear con sus bonitas manos. No podía culparlo, era consciente de esa especie de fetiche que Jung tenía por los chicos que trabajaban lo suficiente su cuerpo como para mantenerse con una figura llamativa y aquel hombre era un magnífico ejemplo. Namjoon se había tomado en serio esa noche la temática de steampunk, portaba un chaleco de falso cuero negro con apliques de metal y las mangas recortadas de la forma correcta para hacer destacar sus musculosos biceps. Eso acompañado de su corte de pelo rapado por los lados, el eyeliner plateado y los pantalones rotos que mostraban con detalle el tono moreno de su piel... Combinación perfecta, incluso para alguien que continuaba empeñandose en negar su homosexualidad.
Si Taehyung podía ver el atractivo del amigo de su entrenador, entonces no le cabía duda de que Hoseok al menos podría vislumbrarlo. Oh, maldita suerte la de Jung. Aunque al base le encantaba su entrenador, no podía fingir que un hombre como Kim Namjoon no captaba toda su atención. Sus hombros eran simplemente gigantes bajo aquella chupa de falso cuero recortada.
-Apuesto a que si le enseñas a levantarte en el aire con una mano durante tus clases, él podrá hacerlo sin problema. - estaba bromeando, sin embargo Hoseok tan solo frunció el ceño en respuesta antes de girarse hacia él para imitar el movimiento de mano que Dawon había realizado un minuto antes.
-Cierto. Ni rastro de moratones, ahora ya puedes regresar a la universidad. Nadie va a preguntar si no los pueden ver. Aunque querrán saber qué te ha mantenido lejos una semana completa, diles que has tenido varicela.
-Yoongi me mencionó que esa fue tu excusa cuando los chicos comenzaron a preguntar. ¿Debería pintarme también algunas marcas rojas en la cara? - bromeó.
-Bueno, quizás.
Taehyung se limitó a rodar los ojos. En realidad se había negado a ir a Bellum durante la totalidad del día, pero ahora que sus amigos estaban ahí la ilusión de asistir a la noche de temática cyberpunk comenzaba a hacer que realmente se sintiese mucho mejor de lo que había esperado. Sin tener que fingir su diversión.
Le gustaba verse bien con esa ropa que Dawon le había conseguido nuevamente entre el vestuario del grupo de teatro de la universidad y le gustaba la facilidad con la que esta había hecho desaparecer esos moratones que tanto odiaba con solo una base de maquillaje y un par de polvos fijadores. Algún día definitivamente la despedirían por culpa de los encargos que Hoseok y él le hacían, tendrían que asegurarse de no manchar o romper ninguna de las prendas que portaban.
-Tae. - Yoongi habló desde la barra de la cocina. - Ven a por un pedazo de pizza, tienes que cenar algo antes de salir de casa.
-Okay. - con su dedo arriba le dió una señal de afirmación a Yoongi a la que este respondió con un asentimiento tranquilo antes de comenzar a repartir en varios platos las fracciones previamente partidas.
Había mucha gente en ese pequeño apartamento aquella noche y era genial. Tenerlos allí hacía que su mente se despejara un poco tras una semana prohibiendose a sí mismo todo lo que tuviese que ver con volver a su realidad o tener contacto con otros que no fuesen su entrenador y mejor amigo. Después de lo que había pasado con su padre, le permitía desconectar. Le encantaba esa nueva manera de prepararse en la que su entrenador y los amigos de este parecían entrar a formar parte de su rutina. De un mismo grupo.
Y no podía hacerse ilusiones porque ellos todavía no eran nada en absoluto... Pero el tema es que ya se las estaba haciendo, como siempre soñar era gratis pero también era un arma de doble filo. Kim Taehyung lo sabía, al igual que sabía mejor que nadie lo afiladas que eran las ilusiones. Un paso en falso y acabaría desangrándose.
Claro que el plan de aquella noche era ir a Bellum y pasarlo bien. ¿Qué podría salir mal? Se limitaría a moverse todo lo que las muletas le permitieran y por supuesto disfrutaría de besar a su entrenador en medio de la pista de baile como ya lo había hecho en un par de ocasiones anteriormente. Era absurdo temerle a aquello, pero lo cierto es que el pánico le cubrió el cuerpo en el instante en el que se subió al coche de su entrenador con Hoseok y Dawon sentados en los asientos traseros.
-¿Qué pasa si nos encontramos con mi padre¿
Yoongi dudó antes de responder.
-Llamamos a la policía y les explicamos la situación.
Taehyung tragó aire.
-¿Y qué pasa si nos encontramos con el puño de mi padre?
El base pudo escuchar el modo en el que su entrenador tragaba aire.
-Entonces le enseñamos nuestros puños, llamamos a la policía y le explicamos la situación.
A Kim Taehyung le gustaría sentirse tan confiado como lo estaba su entrenador en ese instante pero él no podía, porque cada día de esa semana se había preguntado en silencio si quizá su padre se habría desquitado por la noticia de su homosexualidad con su madre. No importaba las muchas veces que esta le decía que estaba bien, él seguía sin creérselo. Un teléfono no le permitía verla para comprobar que ni un solo moretón cubría su piel.
-Taehyung.- Esta vez fue Hoseok el que habló. - Probablemente Bellum es el lugar más seguro para nosotros si se trata de esquivar a un idiota homofobico, puedo asegurarte que si pasa algo encontraremos apoyo. Intenta disfrutar.
Sí... Tal vez Hoseok tenía razón, aunque lo cierto es que a las personas por norma general no les gustaba meter la nariz en situaciones que pudiesen derivar en problemas para ellos mismos.
"Mente positiva, Tae." - se dijo el base en silencio. - " Bellum hoy y una comida con Seokjin y Jungkook mañana. Disfruta un poco."
Y mientras el vehículo de su entrenador se movía por la carretera, los ojos del base se cerraron buscando la manera de crear en su mente una bonita imagen del futuro que deseaba. Uno donde el miedo no fuese su mayor problema.
Como cada una de las noches, las luces de Bellum brillaban y convertían la pista en un punto estratégico para cualquier persona que quisiera encontrar esa libertad que más allá de las puertas del local desaparecía. Kim Taehyung estaba apoyado en la barra del bar de la primera planta y sostenía entre sus manos un zumo de fresa con mucho hielo mientras reía al notar los movimientos que Dawon realizaba cerca de su hermano. Hoseok solía ser el centro de todo cuando se trataba de bailar, sin embargo esa noche parecía un poco perdido.
-¿Por qué no te unes a ellos?
La voz de su entrenador se coló en su oído en el instante en el que este se inclinó para lograr hacerse escuchar sobre el alto sonido de la música que hacía estallar los bafles. Bellum era un refugio, Taehyung estaba empezando a recordarlo poco a poco después de la semana de mierda que había tenido entre todos esos pensamientos negativos que lo golpeaban a diario tras haber dejado su casa. Por eso llevó uno de sus brazos hasta la cintura de Yoongi aprovechando la posición de este y lo jalo cerca.
Si Bellum era su refugio, definitivamente deberían aprovecharlo.
-¿Por qué no te unes conmigo entonces?- el base tenía su espalda contra uno de los taburetes de metal que rodeaban la barra, por lo que solo necesitó sostener una de sus muletas para poder mantenerse en equilibrio. Aún así, su pierna no le dificultó en ningún momento la tarea de sonreír antes de agacharse para atrapar el labio inferior de su entrenador entre los suyos. - Necesito a alguien que pueda sujetarme para evitar que me caiga mientras bailo. ¿Qué dices de eso? ¿Crees que podrías con ello?
Yoongi llevaba el cabello levemente ondulado esa noche, gracias a la insistencia de Dawon por supuesto. Su ropa no se acercaba demasiado a la estética que se había pedido para aquella noche cyberpunk repleta de disfraces holográficos y personas con prendas escandalosas, gafas enormes, sombreros repletos de plumas, relojes, mecanismos... Sin duda algo que necesitaba mucho del trabajo de caracterización para el que Min Yoongi no tenía paciencia, pero era una de esas veces en las que el base podría jurar que su entrenador destacaba sobre el resto. Tan solo unos vaqueros negros rasgados con un par cadenas y un sueter igual de rasgado, del mismo color, que dejaba ver las suficientes partes de su piel nivea sin exponer en exceso. Esas dos cosas y el maquillaje oscuro que portaba estaban haciendo todo el trabajo.
-¿Quieres que te lo demuestre?
Yoongi parecía dispuesto en realidad, y eso debería haber sorprendido a Taehyung. Tal vez el Kim de un mes atrás hubiese reaccionado con una expresión repleta de sorpresa, pero no el Kim que ahora compartía apartamento con el hombre que jamás pensó que llegaría a darle una oportunidad. Si algo tenía claro el base a esas alturas era que su libido quemaba con una fuerza gigante en su estómago cuando se trataba de Yoongi.
Así que hizo lo único que podía hacer bajo el refugio de Bellum, la alta música y la perdición de una pista de baile que cada vez parecía más pequeña con la llegada de la madrugada. Bailó, lo hizo con una muleta en su mano y el toque de los dedos de su entrenador fijos sobre la piel de su cintura sosteniéndolo para evitar que perdiera el equilibrio.
-Kim.
Taehyung se detuvo por un segundo en su avance hacia el medio de la pista y dejó que sus ojos cayeran sobre Yoongi, este lo observaba con una expresión necesitada, lo que hizo retumbar en él mucho más que cualquier nota que abandonase los altavoces.
-¿Alguna petición, entrenador Min?
Los dos se miraron, sus frentes posadas la una contra la otra mientras las personas se arremolinaban a su alrededor y ellos se quedaban quietos. Parados cuando la calma era lo único que brillaba por su ausencia en Bellum, sin un solo movimiento en el instante en el que la masa comenzaba a saltar gritando con fuerza la letra de la canción que los envolvía completamente.
" 'Cause You're too close. Keep asking what I want the most, I'm scared I'll never let you go. That's why I never wanna get this close. Whoa, you're too close. " (Porque estás demasiado cerca. Sigues preguntándome qué es lo que más quiero, estoy asustado de nunca dejarte ir. Ese es el porqué de que yo nunca me acerque tanto. Wow, estás demasiado cerca.)
Kim Taehyung sabía una cosa después de haber vivido durante una semana con Min Yoongi, eran pocas las veces en las que este se atrevía a ser el primero en tomar las decisiones importantes. Así que esa noche decidió darle un empujón atreviéndose a morder levemente su labio antes de succionar, sin besarlo a pesar de la cercanía y roce de sus bocas. Si su entrenador necesitaba o quería más que solo un jugueteo, entonces tendría que ir a por ello.
"I hate it when you give me hope. We both know how this story goes. That's why I never wanna get this close. This close." (Odio cuando me das esperanza. Los dos sabemos cómo funciona esta historia. Ese es el motivo de que nunca quiera acercarme tanto. Así de cerca.)
Y por algún motivo esa noche Min no parecía tener la suficiente paciencia como para mantener lejos al chico ante sus ojos más tiempo del necesario. Así que decidió no dudar y también decidió que si él le había dicho a Taehyung que debía enfrentar sus miedos, entonces tendría que seguir su propio consejo. De lo contrario sería un idiota hipócrita.
Sus manos se enterraron en el cabello negro de su base, ese cabello que cada vez crecía más y que tanto adoraba cuando sus dedos tenían algo a lo que sostenerse, de lo contrario nunca podría haber encontrado la estabilidad cuando las manos del contrario sujetaron su barbilla en un beso duro y cargado de tensión sexual. De repente todo lo que le importaba era la forma en la que la lengua de Taehyung frotaba contra sus dientes animandolo a abrir más sus labios para recibirlo sin ningún tipo de control.
"Pretending I don't care. My emotions weren't prepared to handle what would happen next. If I want more and you want less, yeah. And I know, I know, I know, I know. Should already happen, now we're taking action and I know, I know, I know, I know. Shoulda left it open. Now we're losing focus. 'Cause You're too close." (Pretendiendo que no me importa. Mis emociones no estaban preparadas para manejar lo que pasaría después. Si yo quiero más y tú menos, sí. Y lo sé, lo sé, lo sé. Debería haber sucedido y ahora estamos tomando acciones, y lo sé. Lo sé, lo sé , lo sé. Debería haberlo dejado abierto. Ahora estamos perdiendo el enfoque porque... Tú estás demasiado cerca.)
-Kim.
-Min.
-¡Park!
El sabor a sangre en su boca fue lo que lo hizo frenar a pesar de la protesta de su entrenadora. Estaba siendo duro, demasiado duro para su propia salud mental y en ese instante echaba de menos a su antiguo entrenador. Kim Seokjin nunca lo habría empujado de esa manera hasta el límite de lo insano.
-¡Estoy haciendo todo lo que puedo! - replicó por primera vez en mucho tiempo. Odiaba aquello, detestaba la manera en la que su entrenadora siempre parecía dispuesta a morder cuando no era capaz de terminar una de sus imposibles rutinas de ejercicio. - Es de noche y tengo sueño, el entrenamiento se ha acabado por hoy.
-No eres tú quien decide cuando el entrenamiento se termina, sino yo. Siéntate de nuevo en la máquina de remo y haz cien repeticiones más, si quieres ganar debes ser el mejor. No hay victoria sin esfuerzo.
Oh, Park Jimin sabía aquello. Lo sabía tan bien que lo destrozaba, era tan sumamente consciente de que él tenía que entrenar el doble para estar al mismo nivel que el resto de nadadores de su edad...
-Vuelve a la máquina o de lo contrario acabarás llorando por obtener un resultado nefasto en tu próxima competición.
Volver a la máquina o hacerle caso a su cuerpo, aquello era algo que habría tenido claro si su entrenador siguiese siendo Kim Seokjin pero ese ya no era el caso y ahora ya no lograba distinguir qué de todo lo que hacía era importante y qué no lo era. Porque aunque su boca sabía a sangre, sus brazos se negaban a moverse sin doler y su espalda estaba a punto de estallar, su entrenadora seguía insistiendo en que aquel era el entrenamiento correcto para un atleta de élite y eso era justamente lo que él deseaba ser algún día.
-¿Estás sordo, Park? Pon tu gordo culo sobre la máquina de remo y haz cien repeticiones más antes de correr hasta tu cama. Nunca podrás lograrlo siendo un maldito vago y...
-Déjame en paz.
Pero a veces su dolor mental superaba al físico, y esa era una de las ocasiones en las que su mente comenzaba a gritar por un poco de piedad. Estaba tan cansado que ni siquiera le importaba un poco lo que pudiera llegar a pensar esa mujer.
-Si eres tan buena, deberías intentarlo tú. Han pasado más de seis horas desde que empezamos a entrenar, estoy cansado y mis brazos duelen. Si hago esas cien repeticiones es probable que mañana ni siquiera pueda completar un largo en la piscina debido al dolor.
La mujer rodó los ojos y dejó caer su carpeta sobre el suelo.
-Bien, haz lo que desees. Espero no escuchar ni una sola queja por parte de tu manager cuando tus resultados le demuestren al mundo lo poco comprometido que estás en la tarea de convertirte en un nadador olímpico.
Oh, y si había algo que le dolía a Park Jimin era aquello. Hacía un tiempo que ya no soñaba, habían pasado meses desde la última vez que pensó tan siquiera en la felicidad que ganar una competición le provocaba. Él ya no soñaba, tan solo sufría.
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Hiii!!
Espero que os haya gustado el capítulo. Siempre os lo digo pero no olvidéis que podéis dejar vuestras sinceras opiniones, leo todo aunque a veces se me olvide responder o no me dé tiempo.
Un beso,
os amo
Mel
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